"-Vienen más de un caballo -dijo Aragorn. -Por cierto -dijo Gandalf-. Somos una carga demasiado pesada para uno solo. -Hay tres -dijo Legolas, que observaba la llanura-. ¡Mirad cómo corren! Allà viene Hasufel, ¡y mi amigo Arod viene al lado! Pero hay otro que encabeza la tropa: un caballo muy grande. Nunca vi ninguno parecido. -Ni nunca lo verás -dijo Gandalf-. Ese es SombragrÃs. Es el jefe de los Mearas, señores de los caballos, y ni siquiera Théoden, Rey de Rohan, ha visto uno mejor. ¿No brilla acaso como la plata, y corre con la facilidad de una rápida corriente? Ha venido a por mÃ: la cabalgadura del Caballero Blanco. Iremos juntos al combate." (El Señor de los Anillos, "El Caballero Blanco") "...Pues Gandalf se llevó el caballo que llaman SombragrÃs, el más precioso de los corceles del rey, jefe de los Mearas, que sólo el Señor de la Marca puede montar. Pues el padre de esta raza era el gran caballo de Eorl que conocÃa el lenguaje de los Hombres..." (El Señor de los Anillos, "Los Jinetes de Rohan") Después de leer estos dos párrafos no se puede sentir más que admiración ante un animal tan magnÃfico: SombragrÃs, el jefe de los Mearas. Y es que estos caballos no sólo eran portentosos fÃsicamente y de enorme belleza, los Mearas podÃan entender el lenguaje de los Hombres. Por algo Gandalf le asegura a Legolas que nunca más verÃa un caballo como SombragrÃs. ¿Pero por qué los Mearas son especiales?, ¿y cuál era aquel caballo de Eorl al que se refiere Gandalf? La respuesta la encontramos en los "Apéndices" de ESdlA, en la parte donde se habla de la casa de Eorl:
"El padre de Eorl se llamaba Léod. Era domador de caballos salvajes; porque abundaban en aquel tiempo en esa tierra. Atrapó a un potro blanco que pronto se convirtió en un caballo fuerte, y hermoso, y orgulloso e indomable. Cuando Léod se atrevió a montarlo, el caballo se lo llevó lejos y terminó por dar en tierra con Léod, que se golpeó en la cabeza contra una roca y murió. TenÃa entonces sólo cuarenta y dos años, y su hijo era un joven de dieciséis. "Eorl juró que vengarÃa a su padre. Persiguió largo tiempo al caballo, y por último lo vio; y sus compañeros creyeron que intentarÃa acercársele hasta que lo tuviera a tiro de arco, y que entonces lo matarÃa. Pero cuando se le aproximaron, Eorl se irguió y dijo en voz alta: ‘¡Ven aquÃ, Aflicción del Hombre, y recibe un nombre nuevo!’. Para gran asombro de todos, el caballo miró a Eorl, se le acercó y se quedó allà con él, y Eorl le dijo: ‘Felaróf te llamo. Amabas tu libertad y no te culpo. Pero tienes ahora una grave deuda conmigo, y me someterás tu libertad hasta el fin de tus dÃas’. "Entonces Eorl lo montó y Felaróf se sometió; y Eorl cabalgó en él de vuelta a casa sin embocadura ni riendas; y siempre en adelanten cabalgó en él de ese modo. El caballo comprendÃa todo cuanto los hombres decÃan, pero no permitÃa que nadie lo montara, salvo Eorl. En Felaróf cabalgó Eorl al Campo de Celebrant; porque la vida de ese caballo fue tan larga como la de los hombres, y lo mismo la de sus descendientes. Eran éstos los Mearas, que no soportaban a nadie salvo al Rey de la Marca o a sus hijos, hasta el tiempo de SombragrÃs. Dijeron los hombres de ellos que Béma (a quien los Eldar llaman Oromë) tuvo que haber traÃdo a su antepasado desde el Occidente por sobre el Mar." (El Señor de los Anillos, "Apéndices") Fue Felaróf, por tanto, el primero de los Mearas, y SombragrÃs era descendiente suyo. Pero la afirmación en verdad sorprendente es que Felaróf podÃa descender a su vez de un caballo traÃdo del Reino Bendecido, una creencia que resulta confirmada por Tolkien:
"SombragrÃs provenÃa de una raza especial (II, 167, 171, Apéndices, 61-62), siendo, por asà decir, un equivalente élfico de los caballos ordinarios: su ‘sangre’ provenÃa del ‘Oeste allende el Mar’." (Carta nº 268) (Sabiendo esto se entiende mejor el destino de SombragrÃs, tal y como se cuenta en esta FAQ).
© Las FAQ de ElFenómeno, 2002
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