Nacido en Toronto(Canadá) en 1946. Su pasión por la música hizo que comenzase sus estudios musicales a una edad muy temprana en The Berklee School of Music de Boston. Mostraba interés por la música clásica vanguardista y neoclásica de compositores como Holst, Mahler o Ravel. Estos conceptos musicales son los que inspiran su obra anterior, aunque será su profesor de composición John Bavicci quien tendrá en él una influencia decisiva para abrirle los ojos hacia uno de sus estilos preferidos, el Jazz. A principios de los años 70 formaba parte del grupo canadiense de Jazz-rock Lighthouse, pero también hizo incursiones para el teatro y diversos programas de radio. Posteriormente realizó trabajos para la televisión y fue director del programa Saturday Night Live, hasta que su compatriota, el director David Cronenberg, le ofreció su primer trabajo para el cine. A partir de ese momento, la pareja de canadienses han sido casi inseparables. Para componer utiliza infinitas herramientas y recursos musicales e instrumentales, desde las tecnologías más modernas, con sintetizadores, hasta los instrumentos clásicos, fundiendo la experimentación tímbrica con el minimalismo estructural, un repertorio técnico casi inabarcable que consigue que cada banda sonora sea completamente distinta. Su estilo es totalmente depurado, íntimo y estudioso de la psicología de la película.
Shore se ha convertido en los últimos años en uno de los músicos de moda en la meca del cine gracias a su trabajo en las tres entregas de El Señor de los Anillos. Por la última, El Retorno del Rey, obtuvo el Oscar de Mejor Banda Sonora y Mejor Canción por “Into The West”, interpretada por Annie Lennox. En 2002 ya había conseguido el galardón de Mejor Banda Sonora por La Comunidad del Anillo. No obstante, éstos no han sido los únicos premios alcanzados, ya que hace años que lidera la lista de galardonados en los ASCAP, importantes premios de la Asociación de Críticos de Chicago, los Globos de Oro y los premios Grammy.
Uno de sus primeros trabajos, aplaudido por la crítica, fue La Mosca en 1986, aunque su consagración no llegaría hasta 1991 por El Silencio de los Corderos. Tras ésta es reclamado para componer en diferentes películas y los años 90 marcarán definitivamente su consolidación en Hollywood. Desde entonces, es el autor de la música de películas dramáticas como Philadelphia(1993), comedias como Ni un pelo de tonto(1994) que se encuentra en el lado opuesto y destaca una instrumentación discreta en consonancia con el estilo de la obra, con melodías cálidas y bases de cuerda acompañadas por solos de flauta y guitarras acústicas. Cintas de suspense como Seven, en 1995, se convierten en auténticas joyas por su ambientación y la perfecta sincronización entre imágen y sonido. El uso de coros y órganos eclesiásticos en Dogma(1999) la convierte en una banda sonora única. Otros géneros tratados por el canadiense han sido el de ciencia-ficción, con eXistenZ(1999) o de terror como en La Celda(2000). Es con la primera parte de El Señor de los Anillos, La Comunidad del Anillo, cuando alcanza la cumbre de su carrera creativa, desde ese momento compone sus mejores temas, y se anima a pasear por medio mundo la sinfonía de la banda sonora de la trilogía de Tolkien durante 2004 y 2005, realizando multitud de conciertos.
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Mapa de la Tierra Media con Google Maps
