Es uno de los objetos más famosos y valiosos de Mithril de los que se recuerden en la Tercera Edad. Tenía la forma habitual de las cotas de malla, aunque era de tamaño pequeño, ya que se fabricó para un Enano joven, cuyo nombre se ha olvidado. Formaba parte del tesoro guardado por Smaug en Erebor. A la muerte del dragón, Thorin regaló la cota a Bilbo en agradecimiento a su ayuda.
A su vuelta a La Comarca, la cota de malla estuvo temporalmente colgada en Bolsón Cerrado, y posteriormente, Bilbo la donó a la Casa de los Mathoms. Pero antes de partir definitivamente de La Comarca, Bilbo se la llevó consigo a Rivendel.
Junto a Dardo, Bilbo regaló la cota a Frodo, quien la llevó bajo su ropa durante toda la Guerra del Anillo, salvándole de una muerte segura tras ser empalado por un Orco gigante en la Tumba de Balin. Finalmente, cuando Frodo es capturado en Cirith Ungol, los Orcos la arrebatan la cota y la envían a Barad Dur. Boca De Sauron la exhibirá en la Morannon como muestra de que los Capitanes del Oeste han fracasado en su lucha. Pero su plan no funcionó del todo: Gandalf no creyó a su mensajero Boca de Sauron, y se los arrebató.
La cota de malla le sería devuelta a Frodo al poco de ser destruido Sauron, y aún entonces le salvó de nuevo la vida protegiéndole en la Comarca de una puñalada por la espalda de Saruman.
Tras la marcha de Frodo al Oeste, todas sus posesiones, incluida la cota de mithril, pasaron a Sam.
|