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Lectura de un pasaje=pelos de punta
(30 de Agosto de 2011, a las 23:30)

Espero no hacerme pesado, pero mejor que citar los pasajes (a veces tansolo citas), prefiero ponerlos:

La batalla de las lágrimas innumerables
Entonces, el capitán de Morgoth envió jinetes con símbolos de parlamento que cabalgaron hasta los mismos muros de las defensas de Barad Eithel. Con ellos lleveaban a Gelmir, hijo de Guilin, un señor de Nargothrond, a quien habían capturado en la Bragollach y habían cegado, y sus heraldos lo mostraron gritando:
- Tenemos muchos más como éste en casa, pero tenéis que daros prisa si los queréis. Porque cuando regresemos haremos con ellos esto.
Y diciéndolo rebanaron las manos y los pies de Gelmir, y allí lo abandonaron.
La mala fortuna quiso que en las murallas estuviese Gwindor, hijo de Guilin, con muchas gentes de Nargothrond, que había ido a la guerra con toda la fuerza que pudo reunir precisamente por el dolor que le había causado la captura de su hermano. Ahora su ira era como una llama, montó a caballo de un salto y muchos jinetes lo acompañaron y persiguieron a los heraldos de Angband hasta darles alcance y matarlos. Y todas las gentes de Nargothrond los siguieron, internándose profundamente en las filas de Angband.Al ver esto, la hueste de los Noldor se inflamó, y Fingon se puso el yelmo blanco y ordenó que sonaran las trompetas, y todo su ejército bajó desde las colinas en súbita embestida.


Una cálida bienvenida
Entonces, por vez primera, el gobernador se sorprendió y aún llegó a asustarse, y se preguntó si Thorin no sería en verdad descendiente de los reyes antiguos. Nunca había pensado que los enanos se atreverían a acercarse a Smaug, y para él no eran más que un fraude que tarde o temprano saldría a la luz. Estaba equivocado. Thorin, por supuesto, era el verdadero nieto del Rey bajo la Montaña, y nadie sabe de lo que es capaz un enano, por venganza o por recobrar lo que le pertenece.


Acertijos en las tinieblas
«¿Volver?», pensó. «No sirve de nada. ¿Ir por algún camino lateral? ¡Imposible! ¿Ir hacia adeltante? ¡No hay alternativa! ¡Adelante pues!» Y se incorporó y trotó llevando la espada alzada frente a él, una mano en la pared y el corazón palpitando.


El encantamiento de Nienor, doncella de luto
La voluntad de Nienor luchó por un rato con el dragón, pero él mostró el poder que tenía, y enterado de quién era ella la obligó a que fijara los ojos en los suyos, y le impuso un hechizo de completa oscuridad y olvido, de modo que no pudiera recordar nada de lo que le pasara, ni su propio nombre, ni el nombre de cosa alguna; y por mucho tiempo no le fue posible hablar, ni oír, ni ver, ni moverse libremente. Entonces Glaurung la dejó de pie y sola en Amon Ethir, y regresó a Nargothrond.


El destierro del rey Finrod Felagund
[...] Entonces el Rey Felagund habló ante el pueblo recordando las hazañas de Barahir, y su voto: y declaró que pesaba sobre sus espaldas la obligación de ayudar al hijo de Barahir en esta necesidad, y buscó el apoyo de los capitanes. Entonces Celegorm se alzó de entre la multitud, y desenvainando la espada gritó:
- Sea amigo o enemigo, demonio de Morgoth, Elfo o hijo de los Hombres o cualquier otra criatura viviente en Arda, no habrá ley, ni amor, ni alianza del infierno, ni poder de los Valar, ni capacidad de hechicería que lo defienda del odio sempiterno de los hijos de Fëanor si toma o encuentra un Silmaril y lo guarda. Porque a los Silmarils sólo nosotros tenemos derecho hasta que termine el mundo.


La caída de Fingolfin
Llegó entonces a Hithlum la nueva de la caída de Dorthonion y la derrota de los hijos de Finarfin y el exilio de los hijos de Fëanor, expulsados de sus tierras. Entonces vio Fingolfin lo que era para él la ruina total de los Noldor, y la derrota de sus casas más allá de toda recuperación; y lleno de desesperación y de furia, montó a Rochallor, su gran caballo, y cabalgó solo sin que nadie pudiera impedírselo. Atravesó Dor-nu-Fauglith como un viento entre el polvo, y aquellos que alcanzaban a verlo pasar huían azorados, creyendo que había llegado el mismo Oromë; porque corría dominado por una cólera enloquecida, y los ojos le brillaban como los ojos de los Valar. Así pues, llegó solo a las puertas de Angband, e hizo sonar su cuerno, y golpeó una vez más las puertas de bronce, y desafió a Morgoth a un combate singular. Y Morgoth salió.


El retorno de los Noldor
[...] Ahora bien, no sólo Fingolfin, a quien Fëanor había abandonado en Araman, vio las llamas de ese incendio, sino también los Orcos y los vigías de Morgoth. No hay cuento que diga lo que pensó Morgoth en lo íntimo de su corazón ante la nueva de que Fëanor, su más amargo enemigo, había traído consigo un ejército del oeste. Puede que no le temiera demasiado, porque no había probado todavía las espadas de los Noldor, y pronto se vio que intentaría rechazarlos y devolverlos al mar.


¡Despierta, Éowyn, Dama de Rohan!
A medida que el aroma suave de la hierba se expandía en la habitación todos los presentes tuvieron la impresión de que un viento vivo entraba por la ventana, no un aire perfumado, sino un aire fresco, límpido y joven, como si ninguna criatura viviente lo hubiera respirado antes, y llegara recién nacido desde montañas nevadas bajo una bóveda de estrellas, o desde playas de plata bañadas allá lejos por océanos de espuma.


Galadriel, doncella enguirnaldada de un brillante resplandor
A veces como un gran árbol en flor, a veces como un narciso, tal delgada y menuda. Dura como el diamante, suave como el claro de luna. Ardiente como el sol, fría como la escarcha bajo las estrellas. Orgullosa y distante como una montaña nevada, y tan alegre como una muchacha que en primavera se trenza margaritas en los cabellos. Pero he dicho un montón de tonterías y ni me he acercado a la idea.


La última hija de Ungoliant para tormento del desdichado mundo
Poco sabía ella de torres, o de anillos o de cualquier otra cosa creada por la mente o la mano, y poco le preocupaban a ella, que sólo deseaba la muerte de todos, corporal y mental, y para sí misma una hartura de vida, sola, hinchada hasta que las montañas ya no pudieran sostenerla y la oscuridad ya no pudiera contenerla.


La voz de Saruman
[...] De improviso otra voz habló, suave y melodiosa: el sonido mismo era ya un encantamiento. Quienes escuchaban, incautos, aquella voz, rara vez eran capaces de repetir las palabras que habían oído; y si lograban repetirlas, quedaban atónitos, pues parecían tener poco poder. Sólo recordaban, las más de las veces, que escuchar la voz era un verdadero deleite, que todo cuanto decía parecía sabio y razonable, y les despertaba, en instantánea simpatía, el deseo de parecer sabios también ellos. Si otro tomaba la palabra, parecía, por contraste, torpe y grosero; y si contradecía a la voz, los corazones de los que caían bajo el hechizo se encendían de cólera. Para algunos el sortilegio sólo persistía mientras la voz les hablaba a ellos, y cuando se dirigía a algún otro, sonreían como si hubiesen descubierto los trucos de un prestidigitador mientras los demás seguían boquiabiertos. A muchos, el mero sonido bastaba para cautivarlos; y en quienes sucumbían a la voz, el hechizo persistía aun a la distancia, y seguían oyéndola incesantemente, dulce y susurrante y a la vez persuasiva. Pero nadie, sin un esfuerzo de voluntad y la inteligencia, podía permanecer indiferente, resistirse a las súplicas y las órdenes de aquella voz. [...]


Cirith Ungol
Aquí, el aire pesaba, estancado, inmóvil, y los ruidos morían, sin ecos ni resonancias. Caminaban en un vapor negro que parecía engendrado por la oscuridad misma, y que cuando era inhalado producía ceguera, no sólo visual sino también mental, borrando así de la memoria todo recuerdo de forma, de color y de luz. Siempre había sido de noche, siempre sería de noche, y todo era noche.


Solo espero que alguien haya disfrutado tanto leyendolos como yo en escribirlos.
Saludos!


JuanjoVargas (Númenóreano negro)

Visitante (16 mensajes)


Poco sabía ella de torres, o de anillos o de cualquier otra cosa creada por la mente o la mano, y poco le preocupaban a ella, que sólo deseaba la muerte de todos, corporal y mental, y para sí misma una hartura de vida, sola, hinchada hasta que las montañas ya no pudieran sostenerla y la oscuridad ya no pudiera contenerla.
Desde el 16 de Diciembre de 2007
 

 
Lectura de un pasaje=pelos de punta - fersevbet (04/05/11 20:49)
    Lectura de un pasaje=pelos de punta - Zimmerman (05/05/11 10:50)
      Lectura de un pasaje=pelos de punta - Ahumado (08/05/11 19:58)
    Lectura de un pasaje=pelos de punta - roltar (17/05/11 23:12)
      Lectura de un pasaje=pelos de punta - fersevbet (16/06/11 14:45)
    Lectura de un pasaje=pelos de punta - Horrach (06/07/11 01:08)
    Lectura de un pasaje=pelos de punta - Imrahil de Gondor (13/08/11 00:25)
    Lectura de un pasaje=pelos de punta - El Montaraz Incapaz (17/08/11 03:05)
      Lectura de un pasaje=pelos de punta - fersevbet (17/08/11 12:29)
        Lectura de un pasaje=pelos de punta - Imrahil de Gondor (17/08/11 23:54)
          Lectura de un pasaje=pelos de punta - fersevbet (18/08/11 09:02)
            Lectura de un pasaje=pelos de punta - JuanjoVargas (30/08/11 23:30)
              Lectura de un pasaje=pelos de punta - fersevbet (15/11/11 17:49)
 


 
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