Creo que añadiré un último...

... por hoy...

Minas Tirith. Cena de celebración del cumpleaños de S.M. el Rey Aragorn III.

Asisten a la cena personalidades de la realeza, política y demás especímenes..... En esto que los invitados se sientan a la mesa. Deslumbrada por el lujo de la
mesa, Eowyn le dice a su marido Faramir:

- ¡Ay Fari, mira que cubiertos más monos! ¡De oro puro con brillantes y esmeraldas incrustadas! ¡¡Anda por fa, cógeme uno de recuerdo!! Yo tengo que tener uno de ésos para casa...
- Pero Eo, por favor ...
- ¡Ni por favor ni leches! ¡Tu me coges un cubierto de ésos ahora mismito!
- Bueno, bueno, palomita mía, no te pongas así...

De modo que el Senescal, disimuladamente, coge un cuchillo y se lo guarda en la chaqueta.... Justo enfrente de este matrimonio, se encontraban al otro lado Samsagaz Gamyi y su esposa Rosita Coto que vieron la faena...

Rosita, envidiosa perdida, le dice a su marido:
- Anda, Sam, cariñín, cógeme tu uno a mí.
- ¡Pero Rosita, por Eru, ¿cómo voy a hacer eso?
- ¡Que yo quiero uno, te digo! Si la petarda de la Eowyn va a tener uno yo también. Y no me discutas ...
- Bueno, tortolita mía, lo que tu digas...

Así que con el mismo disimulo que Faramir, Sam se dispone a coger el cuchillo pero con tan mala suerte que los nervios tontos le dan el tembleque y este le traiciona, haciendo que el cuchillo golpee varias veces una copa ... *¡cling cling cling cling cling*... Se hace un silencio, y Sam, sonrojado hasta la raíz del pelo, sin saber qué hacer, se levanta y para salir del paso alza la copa y dice:
- Brindemos por su Majestad el Rey Aragorn, por que cumpla muchos más. ¡¡¡Felicidades Majestad!!!

Todos brindan, y Sam se sienta aliviado.

- De verdad Samsagaz Gamyi, ¡Qué torpe eres! Pero yo no me quedo sin mi cuchillo, así que ya lo estás cogiendo.
- Pero Rosita, mi amor, ya ves que no puedo... Venga, déjalo estar.
- ¡Que no, que no y que no! ¡Que la Senescala tiene su cuchillo y yo quiero uno también!
- ¡Ufff! ¡De verdad, mira que te pones pesadita! Pero en fin, la verdad es que el cubierto es valioso.

Así que de nuevo se dispone a coger el cuchillo, pero nuevamente su mano
le traiciona y vuelve a golpear la copa. *cling cling cling cling cling*una vez más, se hace un silencio sepulcral, por lo que Sam tiene que ponerse de nuevo en pie y dice:

- ¡Un brindis por su Majestad la Reina Arwen! ¡Por ser tan buena
anfitriona y estar tan guapa! ¡¡¡Arwen, guapa!!!

Todos brindan y Sam se siente de nuevo aliviado.

- ¡¡¡Eres un inútil!!! ¡No eres capaz de coger para mí un miserable cuchillo!
- Pero es que ....
- ¡Ni pero es que ni nada! Quiero mi cuchillo ¡y lo quiero ahora!
- Pero no puede ser, ya ves que mi temblorosa mano no me lo permite...
- ¿Que no te lo permite? Pues ya te lo puede ir permitiendo, porque cómo
no me consigas el cuchillo ahora mismo, te monto el espectáculo aquí
delante de todo el mundo.
- Pero no seas así, flor de mis entretelas, mi capullín de pitim...
- Ni así ni nada. Ya me lo puedes ir cogiendo. Y como metas la pata, suelto delante de todo el mundo que me divorcio de ti.

Así que Sam, ante la furia de su mujer, decide volver a intentar coger
de nuevo el cuchillo, pero .... *cling cling cling cling cling*

Silencio total. Sudores fríos recorren su frente. Se pone en pie, y viendo la cara de furia de su mujer dice:

- Permítanme que les haga un truco de magia, con el permiso del señor Gandalf.
- ¿Ven este cuchillo que tengo en mi mano? Pues lo voy a hacer desaparecer... Lo introduzco en mi chaqueta, doy unos pases mágicos y .......
flus, flis, flas, Faramir... ¡¡Mírate la chaqueta!!