Curso de Quenya: Lección Trece

12 de Septiembre de 2006, a las 18:33 - Helge K. Fauskanger - Traducción de Antonio Palomino
Las Lenguas de Tolkien - Reportajes Tolkien :: [enlace]Meneame

LECCIÓN TRECE:

El Caso Dativo. / El Gerundio. / Terminaciones pronominales en -lmë y -mmë. / Un pronombre indefinido:

EL CASO DATIVO:

Volvamos a la Lección Cinco, donde presentamos el concepto de los objetos gramaticales, el "objetivo" de la acción verbal desarrollada por el sujeto: i Elda máta massa "el Elfo está comiendo pan", i Nauco hirnë harma "el Enano encontró un tesoro".

A lo largo de este curso, todos los objetos con los que hemos tratado hasta ahora, han sido más exactamente "objetos directos". Estos son objetos afectados directamente por la acción verbal. En el Quenya arcaico, muchos objetos tenían su propio caso gramatical: el acusativo (pero este caso no tenía demasiadas diferencias con las formas del Quenya de la Tercera Edad). También existían los objetos indirectos, a los cuales la gramática Quenya asigna formas especiales. El caso que corresponde a los objetos indirectos, el Dativo, sobrevivió perfectamente en el Quenya de la Tercera Edad. Aunque primero veremos como se construyen las formas del Dativo, vamos antes a acercarnos a los objetos indirectos.

Un objeto indirecto es, lógicamente, un objeto afectado indirectamente por la acción verbal de la oración. De esta manera, el objeto indirecto es por regla general, el beneficiario de la acción verbal (aunque también podría denotar una parte afectada adversamente por esta acción). El "ejemplo-tipo" afecta al verbo "dar", el cual lógicamente, trae consigo tres partes: el sujeto, que hace la "donación", el objeto directo que es la cosa "donada/dada", y el objeto indirecto que es el "receptor" de lo/la "dado/donación", y por consiguiente, el "beneficiario" de la acción verbal:

El hombre (sujeto) dio al chico (objeto indirecto) un libro (objeto directo) (1)

En la mayoría de los idiomas modernos (excepto quizá el alemán), no se hacen distinciones del caso Dativo, así en el ejemplo anterior el nombre "chico" no recibe elementos añadidos de inflexión o marcas explícitas que lo definan como el objeto indirecto de la oración. El objeto indirecto, puede indicarse simplemente por el orden de las palabras; el objeto indirecto se pone en la oración delante del objeto directo (2). Pero, en los idiomas actuales se usa a menudo una frase incluyendo la preposición "de" en vez del caso genitivo, la ausencia de un caso Dativo diferente, se compensa mediante circunloquios prepositivos: las dos preposiciones más empleadas para simular la función del caso dativo, son "a" y "para": "el hombre dio un libro al chico" ("al" = "a el"), "lo hice por los niños", "los hombres trabajan para la reina".

En Quenya, "el chico", "los niños" y "la reina" de nuestros tres ejemplos, se considerarían objetos indirectos (las partes afectadas indirectamente por la acción verbal), y los nombres correspondientes se verían afectados por el caso dativo. No hay necesidad de mantener un orden específico de palabras, o de usar preposiciones como "a" o "por/para". La cuestión se plantea a la mitad de Namárië, donde aparece el pronombre ni "yo" en dativo (relacionado con la terminación pronominal -n o -nyë de significado similar):

Sí man i yulma nin enquantuva? "Ahora, ¿quién rellenará la copa para mí?"

El elemento traducido como "para" no es en Quenya una palabra separada; es simplemente el final -n de nin, y esa -n es la terminación del dativo Quenya. Así que nin = "yo-para" o más correctamente "para yo/mí". En otro contexto se hubiera podido traducir también como "a mí", o (donde el objeto indirecto se identifica por su orden en la oración), simplemente "mí": el verbo "dar" es anta- y el equivalente en Quenya de "tu me darás un libro", sería probablemente algo como antuvalyë nin parma. El pronombre dativo nin se convierte en la última línea de la Canción de Fíriel, en parte de una oración que Tolkien tradujo como "¿qué me dará el Padre?" (LR:72). Por supuesto, también se podría traducir "...dará a mi?"

La Carta Plotz confirma que la terminación -n para el dativo no es solo aplicable a los pronombres; también puede añadirse a los nombres comunes (Plotz se refiere a ciryan como a la forma dativa de cirya "barco", y apunta a lassen como a la forma dativa de lassë "hoja"). Así podemos construir oraciones como carnelyes i Naucon "lo hiciste por/para el Enano", o i nér antuva i parma Eldan "el hombre dará el libro a un Elfo". En Quenya el orden de las palabras sería mucho más libre (la principal ventaja de un idioma declinable!), la terminación del caso indicando que el nombre en cuestión es el objeto indirecto, hace que sea irrelevante el lugar que dicho nombre ocupe en la oración. Esto permite al que habla manejar el objeto indirecto con el fin de expresar sutiles matices o énfasis. P.e.: podemos centrarnos especialmente en el objeto indirecto: Eldan i nér antuva i parma, significando algo como "es a un Elfo (no a un Enano, etc..) a quien el hombre dará el libro". En cuanto a si uno va antes que el otro (objeto directo o indirecto), no existe mucho material aclaratorio; mientras que i nér antuva i parma Eldan significa "el hombre dará el libro a un Elfo", i nér antuva Eldan i parma puede traducirse como "el hombre dará a un Elfo el libro".

En el plural, las formas dativas terminan en -in. Los nombres con el nominativo plural acabado en -i, simplemente añadirían la terminación -n del dativo; la Carta Plotz apunta a lassin como la forma dativa de lassi "hojas". El dativo plural de una palabra como laman (lamn-) "animal", sería lamnin = "a animales", o "por/para animales". La terminación -in se añade también a los nombres con los nominativos plurales acabados en -r; la marca plural -r no aparece en las formas del dativo. Por la primera línea de la Canción de Fíriel (traducida como "el Padre hizo el Mundo para los Elfos"), sabemos que el dativo plural de Elda es Eldain. Deberíamos reparar en que la terminación -in se funde con la última vocal del nombre, formando un diptongo, como -ai- en este caso concreto. La Canción de Fíriel proporciona también el dativo plural de "Mortales": Fírimoin (nominativo plural: Fírimor, LR:245; más tarde Tolkien prefirió la forma Fírimar como se publica en Silm, capítulo 12. El dativo plural sería entonces Fírimain, por supuesto).

En la lección anterior apunté que "no está muy claro que podría pasar cuando la terminación -iva (posesivo-adjetival plural), se añade a un nombre que ya termina en -i, como tári "reina", o a un nombre con la raíz en -i, como lómë (lómi-) "noche" (SD:415)". El mismo problema se dá en el caso de las formas plurales del dativo. El adjetivo singular "a/por-para una reina", sería tárin, pero cuando se intenta derivar un dativo plural añadiendo -in a tári, lo dejaremos probablemente otra vez en tárin (la terminación -i o el nombre y la inicial i- del final, simplemente se funden). Es concebible que las dos vocales se fundieran formando una í larga y produciendo tárín "a/por-para las reinas", aunque esta parece una palabra extraña: en Quenya raramente hay una vocal larga en una sílaba final átona o inacentuada (aunque existe la palabra palantír). Podría muy bien ser que tárin tenga esa misma forma en plural y singular, y si es así, deberemos conocer el número por el contexto en el que se encuentre.

El dativo dual termina en -nt según la Carta Plotz, la forma dual dativa de cirya "barco", es ciryant que significa "por/para un par/una pareja de barcos". Esta terminación -nt simplemente combina la terminación -n del dativo con la del dual -t. Ya en la Lección Uno, mencioné brevemente que esta -nt parece ser el único ejemplo de un grupo final de consonantes permitido en el Quenya estilo LotR. Puede ser que solo los nombres con formas de nominativo dual acabadas en -t, tuvieran formas de dativo dual acabadas en -nt; en el caso de los nombres con formas duales acabadas en -u, pudiera ser que llevaran la más simple terminación del dativo: -n. Una vez más usamos Aldu "Dos Árboles" como ejemplo, la forma dativa sería Aldunt en vez de Aldun (o posiblemente Alduen; ver más adelante lo concerniente a Ar-Veruen). Sin embargo, tenemos pocos ejemplos.

En algunos casos, una oración puede incluir un objeto indirecto (un objeto dativo en Quenya), aunque la oración no contenga un objeto directo. En el Quenya, la equivalente a la preposición "para" en el ejemplo "los hombres trabajan para el rey", se representaría mediante la terminación de caso -n añadida a aran (produciendo seguramente aranen, introduciendo una vocal -e- auxiliar ante la terminación). Hay al menos un ejemplo fiable de una oración conteniendo un objeto dativo sin objeto directo: Tolkien en su versión Quenya del Padrenuestro, usó una forma dativa del pronombre "nosotros/nuestro", en la frase "...aquellos que pecan contra nosotros" (este es, de cualquier forma, un ejemplo del caso dativo usado para identificar a una parte afectada adversamente por la acción del verbo: el contexto decidirá en que forma del dativo debe traducirse "contra nosotros" o "por/para nosotros". Gramaticalmente hablando, ambas interpretaciones son igualmente válidas, pero "aquellos que pecan por nosotros" no tendría el mismo sentido en ese contexto en particular). El verbo "pecar" puede no tener objeto directo, pero obviamente alguna parte debe resultar afectada por el "pecado", así que puede haber un objeto indirecto (un objeto dativo en Quenya).

Las formas del dativo pueden convertirse en oraciones sin sujeto, un fenómeno gramatical virtualmente desaparecido (al menos en el inglés moderno). Muchas oraciones pueden compararse a frases como "me parece que...", donde el sujeto formal no es ninguno (sería "lo" = "lo que me parece..."), solo una ficción gramatical sin un contenido real: en nuestro idioma se puede omitir "me parece que..." y el significado permanecerá intacto. Advierto por ejemplo que en la oración orë nin caritas no hay sujeto, pero si hay un objeto dativo: nin "a mí", "por/para mí". Or- u ora- "empujar, apremiar, urgir", es uno de los verbos impersonales Quenya que invitan a muchas construcciones; volveremos a ellos más adelante.

Una aplicación más antigua de la terminación de caso -n:

En la larga evolución del Quenya de Tolkien, -n no fue siempre la terminación del dativo. Desde la perspectiva del escenario de LotR, una de las pocas cosas falsas del Quenya de las Etym (escrito a mitad de los `30), es que -n es la terminación del genitivo. P.e.: la entrada LEP-, lleva los nombres de varios días de la semana de Valinor, incluyendo Ar Manwen = "el día de Manwë", o Ar Ulmon = "día de Ulmo" (del nombre ar(ë) = "día", aunque más tarde Tolkien cambió la palabra por aurë o , como se indica en los apéndices de LotR).

Este uso de la terminación -n se encuentra también en una frase escrita a mediados de los `40, reproducida en SD:303: Quenta Eldalien "Historia de los Elfos [Eldalië = gente Elfa]". En versiones de borradores del poema que más tarde fue Namárië, Tolkien usó Vardan como genitivo "de Varda" (ver por ejemplo la versión antigua reproducida en TI:284-285). En uno de los últimos manuscritos, Tolkien aún escribió Vardan aunque lo tachó y sustituyó por Vardo. Este pudo ser el momento en el que cambió la terminación del genitivo de -n a -o. La terminación del genitivo está cambiada a -o también en algunas fuentes antiguas; un poema "Qenya" anterior a LotR, La Canción de Fíriel, ya usa -n (plural -in) como terminación del dativo, como es evidente por los ejemplos ya citados. Más tarde, -n volvió por un tiempo a ser la terminación del genitivo, como se refleja en los borradores de Namárië. Parece que Tolkien cambió de idea continuamente durante décadas, aunque la decisión final (como se refleja en LotR y queda patente en la Carta Plotz), fue que -o debía ser la terminación del genitivo, mientras que -n lo es del dativo.

Algunos de los genitivos obsoletos de las Etym, son interesantes en sus formas. En la entrada AY-, el nombre ailin "piscina, lago" se dice que tiene su "g.sg." (genitivo singular) en ailinen. Como consecuencia de las últimas revisiones de Tolkien, la forma ailinen debe entenderse más como un dativo singular en el Quenya estilo LotR, con el significado de "por/para un lago", en vez del genitivo "de un lago". El ejemplo ailinen es interesante en la medida en que nos muestra lo que pasa si la terminación -n se añade a un nombre terminado en una consonante como ailin. Como quiera que **ailinn no es una palabra posible en Quenya, se inserta una -e- auxiliar ante la terminación, produciendo ailinen. Aunque la terminación -n tenía su significado redefinido, el principio de inserción de la vocal auxiliar es válido en cualquier sitio donde sea requerido.

Si el nombre tiene una forma especial en su raíz (la consonante final convertida en otra consonante o grupo de consonantes, al añadir las terminaciones), se producen muchos cambios ante la -e- extra: en la entrada LIN²- en Etym, aprendemos que Laurelin (Laurelind-), el nombre del "Arbol Dorado de Valinor", tiene su "g.sg." en Laurelinden. En el Quenya estilo LotR, este sería el dativo singular, aunque esta forma sigue siendo válida hoy día. Lo mismo ocurre con lissen como una forma de lis (liss-) "miel"; ver la entrada LIS-. Está claro que un nombre como nís (niss-) "mujer", debe tener el mismo tratamiento: dativo nissen.

Una de las formas del genitivo de las Etym, puede arrojar algo de luz sobre lo que debería ser el moderno dativo dual terminado en -u. Un día de la semana de Valinor que aparece en las entradas VES- y LEP-, es Arveruen o Ar-Veruen "el Día de las Esposas", que se refiere a la pareja Vala formada por Aulë y Yavanna. Aquí tenemos veruen como genitivo de la forma dual veru "esposos, pareja casada". Deberíamos advertir que la vocal auxiliar -e- también se usa aquí (algo sorprendente: se podría pensar que **verun sería una forma aceptable). Si este genitivo veruen fuera una forma válida después de que Tolkien redefiniera la terminación -n, entonces veruen sería la forma dativa del Quenya estilo LotR, e indicaría que los nombres cuyas formas duales nominativas terminan en -u, deberían tener sus formas dativas terminadas en -uen. El dativo de Aldu "Dos Árboles", no sería entonces ni Aldunt ni Aldun, sino Alduen. Pero es muy difícil asegurar que esto sea cierto, y no haré ejercicios basados en algo tan sumamente hipotético.

EL GERUNDIO:

La mayoría de las veces, los nombres y los verbos son partes distintas de la gramática. Por supuesto existen los nombres verbales que hemos visto en la lección anterior, pero hay nombres incuestionablemente genuinos (las formaciones abstractas que denotan acciones verbales consideradas como "cosas"). Pero los verbos tienen una forma, el gerundio, que está en el límite de la dicotomía entre el nombre y el verbo. Se podría decir que un gerundio es un verbo "disfrazado de nombre".

En El Juramento de Cirion aparece la palabra enyalien que significa literalmente "para recordar" (esto es: "con el objeto de recordar"). El prefijo en- significa "re", y el final -n es la terminación que hemos visto antes, el dativo correspondiente a la preposición "por/para". Descomponiendo estos elementos extras, nos quedamos con -yalie-, yalië. En sus notas sobre El Juramento de Cirion, tal y como se reproducen en UT:317, Tolkien deja claro que "yalië es una forma infinitiva (o gerundio) del verbo yal-", que significa "llamar, convocar". Así podemos considerar a -ië como una terminación gramatical usada para derivar formas "infinitivas o de gerundios".

Antes en este curso hemos visto otro tipo de infinitivo, el cual es simplemente la raíz del verbo (con la adición de en el caso de los verbos primarios). Un ejemplo contrastado es la frase polin quetë "puedo hablar" (VT41:6), donde quetë es la forma infinitiva del verbo quet- "hablar". Aunque Tolkien identificó claramente a -ië como una terminación de infinitivo en UT:317, puede que polin quetë fuera también posible (ver más adelante).En su tutorial "Basic Quenya" escrito con anterioridad al ejemplo polin quetë del que ahora disponemos, Nancy Martsch usó -ië como la terminación del infinitivo Quenya por excelencia. Esto no tiene porque ser erróneo; Tolkien imaginó una terminación del infinitivo del viejo Quenya en -ie. En las Etym, entrada NAR²-, el Viejo Noldorin tiene una palabra trenarie "recontar", que está explícitamente denominada como una forma "inf." ("Viejo Noldorin" podría ser el lenguaje al que Tolkien se refirió más tarde como "Viejo Sindarin", tras revisar sus mitos lingüísticos a principios de los `50). Sin embargo, creo que en muchos casos, las formas derivadas del verbo con el sufijo -ië, son los mejores componentes de los gerundios en Quenya.

En español, los geundios se derivan eliminando la -r final del infinitivo, y añadiendo el sufijo -ndo/-iendo, p.e.: "encontrar/encontrando", dormir/durmiendo". En otros idiomas como el inglés, la forma "encontrando" también puede ser un nombre abstracto (sinónimo de dscubrimiento en español), lo mismo que un participio adjetival (como en "el hombre encontrando el tesoro"). Pero, ¿qué nos interesa ahora? Pues, que una palabra como "encontrando" aparece en una oración como "finding the treasure was wonderful" ("el descubrimiento del tesoro era asombroso") (3). Aquí "finding" (el descubrimiento), tiene de alguna manera, funciones de nombre, ya que es sujeto de la oración. Pero puede decirse que en cierto sentido, "finding" sigue siendo un verbo ya que no ha perdido una de las características más importantes de un verbo: la posibilidad de llevar un objeto. En la frase "encontrando el tesoro", "el tesoro" es el objeto de "encontrando". Si "encontrando" fuera aquí un nombre abstracto, deberíamos usar una "construcción de..." que nos llevara a la "cosa encontrada" = "el encuentro (="descubrimiento") del tesoro". Hemos visto el objeto genitivo Quenya (como en Nurtalë Valinóreva "Ocultación de Valinor", en la lección anterior.

Si somos capaces de decir que en la oración "el hallazgo del tesoro fue maravilloso", la palabra "hallazgo" no es un nombre verbal, deberemos concluir que es un gerundio. Un gerundio es una forma verbal con función de nombre, con mucho del significado que pueda tener un nombre verbal genuino. Asimismo, un gerundio puede tener un objeto, y eso también vale para el gerundio Quenya: fijémonos en la forma del gerundio terminada en -ië que usó Tolkien en El Juramento de Cirion, definiéndola como "gobernante de un objeto directo" (UT:317).

NOTA: En Quenya como en inglés, los gerundios no siempre pueden distinguirse con claridad de los nombres abstractos. Así como en inglés se emplea la terminación -ing en los gerundios y los nombres verbales, en Quenya la terminación -ië también puede usarse para derivar abstractos, p.e.: tyalië "jugar, tocar" (como nombre = "juego") del verbo tyal- "jugar". Realmente -ië se usa como terminación de abstracto, como la -ness del inglés, p.e.: mornië (dark-ness) "oscuridad".

Como es habitual, hay una extrema carencia de ejemplos comprobados. Debemos pensar que en Quenya como en inglés, los gerundios pueden hacer funciones de sujeto de la oración, y quizá fuera algo así:

Hirharma caruva nér alya= "encontrando un tesoro un hombre se hará rico"

Tiri aiwi anta i vendin alta alassë="mirando a los pájaros las doncellas sienten alegría"

En estos ejemplos hemos equiparado los gerundios con objetos (harma y aiwi), ya que un gerundio podría ciertamente hacer funciones de sujeto sin más complicaciones, p.e.: Matië ná i analta alassë ilyë tiucë Naucoron "comer es la alegría más grande de todos los Enanos gordos"

Presumiblemente el gerundio Quenya puede también usarse como objeto de una oración, siendo esta función comparable a las construcciones inglesas: "I love fishing" (me encanta pescar). El gerundio funcionando como objeto, puede convertirse en el gobernante de su propio objeto: una oración como "I love watching the birds", podría traducirse al Quenya como melin tirië i aiwi ("mirando" es el objeto de la frase "I love...", y "the birds" se convierte en el objeto del gerundio "watching"). Quizá esto último pudiera expresarse como "I love to watch the birds" (me gusta mirar los pájaros) = melin tirië i aiwi(?), usando un infinitivo en vez de un gerundio. Los gerundios y los infinitivos también pueden intercambiarse en muchos contextos, tanto en Quenya como en inglés.

Efectivamente nuestra terminología podría ser más estricta que la usada por el propio Tolkien, reservando el término "infinitivo" para formas como tirë "mirar" e insistiendo en llamar (solo) gerundio a tirië "mirando": en UT:317, citado más atrás, Tolkien se refiere a las formas terminadas en -ië como a "infinitivos" y "gerundios". Como se mencionó antes, en el "Viejo Noldorin" de las Etym, hay una forma terminada en -ie que se identifica explícitamente como un infinitivo. El ejemplo polin quetë "puedo hablar" del Quenya post-LotR, demuestra que -ië no puede usarse como una terminación universal de infinitivo. ¿Sería válido polin quetië, o sería más bien una forma aproximada a la inglesa y extraña "I can speaking" (puedo estar hablando)?, y, ¿qué pasa con "I want to find a treasure" (quiero encontrar un tesoro)? ¿Sería correcto merin hirië harma, o sería mejor encontrar una palabra difícil en Eldar para definir "I want finding a treasure" del inglés (quiero encontrando un tesoro)? Estaríamos más seguros usando el infinitivo más simple hirë, en cada uno de los contextos.

Cuando una acción verbal es el objeto o el sujeto de una oración, se puede hacer extensiva la elección entre infinitivos y gerundios a lo que ocurre en el inglés: "To err is human, to forgive is divine" = "Erring is human, forgiving is divine" (Errar es humano, perdonar es divino). Especialmente cuando una acción verbal funciona como sujeto, sería más seguro usar el gerundio (la forma acabada en -ië) en Quenya. Pero, hasta que no dispongamos de ejemplos, es prácticamente imposible decir con entera certeza que lo que Tolkien planeó fuera lo estrictamente acertado en los términos del Quenya.

Hay sin embargo, un uso importante del gerundio que se halla contrastado afortunadamente en nuestro corpus. En inglés, el infinitivo normal (con "to") se usa para indicar "propuesta": "They have come to see the king" (han venido a ver al rey). Si se puede traducir directamente al Quenya como (?)utúlientë cenë i aran, no se le puede llamar "presente" (pero yo tiendo a dudar de que esta sea una construcción válida). Advierto acerca de lo usado en el Juramento de Cirion: Vanda sina termaruva Elenna·nórëo alcar enyalien. La traducción de Tolkien en UT:305, nos da: "este Juramento permanecerá en la memoria de la Gloria de la Tierra de la Estrella", pero literalmente, sería algo así: "este Juramento permanecerá en [el] recuerdo de la Gloria de la Tierra de la Estrella". Los comentarios de Tolkien sobre la forma enyalien en UT:317 ya han sido citados en parte.

Yal-: "recoger", en infinitivo (o gerundio): en-yalië, aquí en dativo "para la recogida", pero gobernando a un objeto directo [alcar "Gloria"], por lo que será: "recoger/conmemorar la Gloria".

Aquí tenemos un verbo que es en·yal- "recordar, conmemorar". Si añadimos la terminación -ië del gerundio, tendremos el gerundio enyalië "recordando". Como quiera que un gerundio se puede definir como un verbo funcionando como un nombre, también puede llevar terminaciones de caso como un nombre. Por eso Tolkien añadió la terminación -n del dativo "por/para", para producir enyalien "para recordar". La palabra en cuestión puede ahora funcionar como objeto indirecto de una oración, el "benefactor" de la acción verbal: el juramento: termaruva "mantendré", y esta acción promueve el "recuerdo" (enyalië). El gerundio dativo enyalien "para recordar" tiene en cambio a Elenna·nórëo alcar "[la] Gloria de la Tierra de la Estrella", como a su objeto.

Por supuesto en nuestro idioma no decimos "este juramento mantendrá para recordar la Gloria de la Tierra de la Estrella", sino: "este juramento SE mantendrá PARA [con objeto de] recordar la Gloria de la Tierra de la Estrella". Este ejemplo parece querer decirnos que los infinitivos que indican propuesta deberían traducirse al Quenya como gerundios con una terminación de dativo añadida. "Ellos han venido [con objeto de, para, a] ver al rey", se traduciría como utúlientë cenien i aran, literalmente: "ellos han venido para viendo al rey" (si seguimos a pies juntillas el orden de las palabras que usó Tolkien en el Juramento de Cirion, con el gerundio al final de la oración, tendremos: utúlientë i aran cenien = "¡han venido el rey para ver!", aunque he de decir que en Quenya, el orden de las palabras es bastante flexible). La regla que hemos escogido se puede definir así: si en nuestro idioma podemos añadir las palabras "en orden" delante del infinitivo sin destruir el significado (no pensando en el estilo!), este infinitivo indicará propuesta y deberá traducirse al Quenya como un gerundio influenciado por el dativo.

Formación de gerundios de los verbos de raíz A-: Todos los gerundios que se han ejemplificado, han sido formados a partir de verbos primarios (sin terminación). ¿Qué pasa si se añade la terminación -ië a un verbo de raíz A-? No disponemos de testimonios comprobados explícitos o directos que nos guien, así que eludiré este problema hasta el final. A pesar de todo, todas las evidencias indirectas apuntan a una conclusión: cuando se añade el sufijo -ië, desaparece la final -a.

Las Etym, entrada ORO- nos proporciona el verbo orta- "levantar", pero también se cita la forma ortie, aunque esta pertenece al "Viejo Noldorin"(/Sindarin) y no al Quenya. Esta palabra ortie es simplemente "levantar, alzar", y debe ser una arcaica forma Elfica, que posteriormente debió convertirse en un infinitivo Sindarin, aunque también podría perfectamente corresponder al gerundio Quenya ortië "levantando, alzando", ya que el Viejo Noldorin" está relativamente cercano al Quenya. Esto indicaría que cuando la terminación -ië se añade a un verbo de raíz A-, la final -a se pierde en beneficio de la terminación añadida. Tenemos una posible forma contrastada que confirmaría esta conclusión: enumerando varias formas del verbo ora- "urgir, apremiar", Tolkien incluyó orië (VT41:13), y mientras no identifique claramente esta u otra forma, orië debería tomarse como gerundio. Observad también que nainië "lamentando" es un derivado del verbo naina- "lamentar" (comparar RGEO:66 con las Etym, entrada NAY-): Nainië puede ser un gerundio o un nombre verbal.

Como ya hemos señalado, -ië también puede funcionar como una terminación general abstracta, algo parecido a la terminación inglesa "-ness". Donde -ië se usa para formar nombres abstractos a partir de adjetivos, los adjetivos acabados en -a pierden su vocal final ante el añadido -ië; mornië "oscuridad" se forma aparentemente de morna "oscuro". Otra pareja comprobada de palabras de este tipo, son láta "abierto", y látië "apertura". La terminación abstracta -ië está ciertamente muy cercana a la terminación del gerundio -ië; básicamente es la misma terminación (como ya hemos visto, la diferencia entre gerundios y nombres abstractos es frecuentemente bastante difusa). Si la terminación -ië provoca la desparición de la -a cuando se añade a adjetivos, parece razonable que esto mismo ocurra también cuando se añada a verbos de raíz A-. Para empezar, de verbos como orta- "levantar, alzar" y nurta- "esconder", se derivarían gerundios como ortië, nurtië y se construirían oraciones como ortië Pelóri nurtien Valinor úmë mára noa "levantar [el] Pelóri para esconder a Valinor, no fue una buena idea" (¡No lo era..!, ver en MR:401,405, los comentarios críticos de Tolkien acerca de esta decisión de los Valar!)

En el caso de los verbos terminados en -ya, p.e.: harya- "poseer", la terminación completa -ya, desaparecería probablemente ante el sufijo -ië. De no ser así, el gerundio sería **haryië, pero -yi- no es una combinación aceptable en Quenya. Los nombres abstractos formados mediante la terminación -ië a partir de los adjetivos terminados en -ya, parecen también perder esta última terminación, p.e.: verië "audacia" de verya "audaz" (ver las Etym, entrada BER-). Debemos asumir que verië también podría ser el gerundio del verbo verya- "retar". Así pues, el gerundio de un verbo como harya- "poseer", sería más como harië (p.e.: un tópico como harië malta cíva carë nér anwavë alya "poseer oro, no hace a un hombre verdaderamente rico").

EL PRONOMBRE "NOSOTROS":

Hemos practicado varias terminaciones pronominales: -n o -nyë "yo" (no debemos confundir la forma corta con la terminación del dativo!), -lyë "tú, vosotros", -s "ello", -ntë "ellos" y -t "de/a ellos". Es hora de conocer las terminaciones de la primera persona del plural, que corresponden en nuestro idioma al pronombre "nosotros".

Tenemos en Quenya varias terminaciones para definir "nosotros". Una de ellas aparece en la Alabanza de Cormallen: Andavë laituvalmet "durante mucho tiempo les alabaremos". Aquí tenemos un verbo en tiempo futuro con la terminación pronominal de "nosotros" (sujeto) y la de "ellos" (objeto): lait·uva·lme·t "alabar·emos·nosotros·a ellos". La terminación "nosotros", es -lmë (-lme).

Sin embargo, en WJ:371, Tolkien explica la exclamación Quenya , señalando rechazo o prohibición: con efectos de "¡no!" en el sentido de "no lo haré" o "no quiero". También indicó que podría recibir terminaciones pronominales concretas, tales como -n() "yo", produciendo la forma ván o ványë "no querré, no lo haré". Pero también habló de la forma vammë "no querremos, no lo haremos". Así nos encontramos de repente con que la terminación pronominal "nosotros", no es -lmë, sino -mmë.

NOTA: Advierto del hecho de que la á larga de debe acortarse en la forma vammë. Este es uno de los ejemplos que indican que el Quenya no puede llevar una vocal larga ante un grupo de consonantes o una consonante larga (una regla fonética repetidamente aludida en este curso). El hecho de que la vocal permanezca larga en ványë, sugiere que -ny- se percibe como una sola consonante (una n palatalizada como la ñ española), y no como un grupo de n+y.

El hecho es que existen dos terminaciones para "nosotros": -mmë y -lmë, lo cual se explica fácilmente una vez que descubrimos que en esta parte del Quenya, la tabla de pronombres hace una distinción que no se encuentra en otros idiomas. Tolkien se refirió a la terminación -mmë como a "la primera [persona] del plural exclusivo" (WJ:371, énfasis añadido). La terminación -mmë, denota un "exclusivo nosotros", un "nosotros" que excluye a la/s persona/s afectadas. La exclamación vammë "no queremos", representa un "rechazo", como si se estuviera hablando a alguien "de otra parte" (dando a entender que somos "nosotros" los que rehusamos obedecer). Esta "otra parte", no se incluye en "nosotros", sino que queda fuera del grupo "nosotros". El "nosotros" exclusivo o excluyente, es lo apropiado en este caso.

Por otro lado, la terminación -lmë parece denotar un "nosotros inclusivo": la parte afectada se incluye en "nosotros". En el ejemplo andavë laituvalmet "mucho tiempo nosotros alabaremos a ellos", la gente que rendía homenaje a Frodo y Sam se estaba dirigiendo a algún otro, no a los Portadores del Anillo. Si en vez de eso, hubieran dicho "mucho tiempo nosotros alabaremos a vosotros", dirigiéndose directamente a Frodo y Sam, habrían usado un "nosotros exclusivo" o "excluyente": terminado en -mmë y no en -lmë. Frodo y Sam no serían parte de ese "nosotros exclusivo"; estarían fuera del grupo de los "afectados" (inversamente, un grupo de personas conspirando "entre ellos mismos" acerca del rechazo hacia una orden, dirían valmë y no vammë para dar a entender "¡no lo haremos!").

En los trabajos escritos, se emplea normalmente el "nosotros exclusivo" (-mmë), a menos que el escritor tenga alguna razón para creer que el lector será parte del "grupo nosotros" al que se refiere. En ese caso, deberá usar -lmë.

Antes en la Lección Ocho, remarqué que el hecho de que el autor de este curso se refiera a sí mismo en ocasiones como a "nosotros", no quiere decir (necesariamente) que tenga un ego de dimensiones descomunales. El autor tiende a incluir al lector dentro de ese "nosotros", como dando a entender que el autor y los lectores de alguna manera, comparten esta odisea a través de los diferentes aspectos de la gramática Quenya (puedes tomarlo como un gesto de amistad, o como una particularmente astuta técnica de lavado de cerebro que usa el autor para, de alguna manera, hacerte cómplice de las dudosas conclusiones a las que a veces llega, intentando eludir su completa responsabilidad!) De cualquier forma, en Quenya no debería haber malentendidos. Un "nosotros real", excluyendo a las personas afectadas, sería solo -mmë. Un autor usando la palabra "nosotros" para referirse a sí mismo y sus lectores, afectados directamente en su texto, usaría el "nosotro incluyente": -lmë.

Hay aún otra terminación de "nosotros", llamada el "dual inclusivo", lo cual se definiría como "nosotros referido solo a dos personas" (el efecto sería: "tú y yo", o "nosotros dos").(La terminación -lmë se referiría a un "nosotros inclusivo", afectando a tres o más personas). Por desgracia, la terminación que denota el "nosotros inclusivo dual", debe extrapolarse por medio de una operación en dos pasos, y no sabemos mucho acerca de su forma (seguramente será algo como -lwë o -lvë). Más adelante retomaremos este problema; en los ejercicios de esta lección practicaremos tan solo con las terminaciones -lmë y -mmë.

NOTA: Ha sido mucha la confusión creada en torno a las terminaciones del Quenya que definen "nosotros". Una antigua interpretación en la Introducción al Elfico de Jim Allan en los últimos `70, decía que la terminación -lmë es exclusiva y no inclusiva. La terminación extrapolada -lvë, fue pensada para ser el "nosotros inclusivo" (e inclusivo debía ser ciertamente, puesto que es una forma "inclusiva dual", referida a "nosotros" con el sentido de "solo dos personas"). La verdadera terminación para el "nosotros exclusivo" -mmë, era desconocida hasta la publicación de WJ en 1994 (donde figura el ejemplo vammë). Las erróneas interpretaciones nos persiguen en algunos textos post-LotR escritos antes de medidados de los `90, y también en el Basic Quenya de Nancy Martsch.

UN PRONOMBRE INDEFINIDO:

Palabras como "uno" y "tú", se usan a menudo en los idiomas "normales" con referencias deliberadamente vagas o generales: "uno se ha ganado la vida", o "tienes que poder...". Aquí "uno" no significa "el número uno" (en Quenya minë), ni "tú" se refiere a una persona concreta afectada. Para estos significados el Quenya tiene el pronombre quen (WJ:361)(esencialmente, una forma átona (inacentuada) del nombre quén, que significa simplemente "persona"). Aunque ultimamente referidas a los Quendë "Elfos", estas palabras no se refieren especialmente a ellos. Como es usual, tenemos escasez de ejemplos comprobados, pero sabemos que quen se usaría para definir "uno" o "alguno" en frases como quen milyanë leryalë "uno alargó el descanso", o quen hantë i yulma "alguien rompió la copa".

Presumiblemente, quen puede llevar las terminaciones de los casos, p.e.: del genitivo: queno "de uno", o del dativo: quenen "para uno": Matië yávë ná mára quenen "comer fruta es bueno para uno". Existe un temprano texto Qenya en el que su significado parece estar asociado a la terminación -o: Kildo kirya ninque, traducido como "un barco blanco uno vió" (MC:220,221). Sin embargo, transformar esto al Quenya estilo LotR quizá requiera algo más que simplemente alterarlo a cildo cirya ninquë: mientras que las dos últimas serían aceptables, la forma verbal kildo no parece cumplir las normas del más moderno sistema de Tolkien, y el papel de la terminación -o en la etapa de LotR, es dudoso. Si vamos a regirnos por el Quenya estilo LotR, es mucho más seguro usar el pronombre indefinido quen que figura en las fuentes post-LotR.

Sumario de la Lección Trece:

El caso dativo Quenya identifica objetos indirectos, la parte indirectamente afectada por una acción verbal (a menudo el beneficiario de esa acción, aunque también puede verse afectado adversamente). En el singular, la terminación del dativo es -n (cuando se le añade a un nombre terminado en consonante, con una vocal auxiliar -e- insertada ante él). Los nombres con los plurales nominativos acabados en -i, tienen dativos plurales acabados en -in; esta terminación -in también se usa en el caso de los nombres que tienen los nominativos plurales acabados en -r, y así, la forma dativa correspondiente al nominativo Eldar, sería Eldain. La terminación del dativo dual es -nt, por lo menos en el caso de los nombres que tienen sus formas nominativas duales terminadas en t (los que las tienen terminadas en -u, deben llevar sus formas dativas duales acabadas en -uen, si nos podemos fiar del material más viejo, donde la terminación -n se ha terminado asignando al genitivo en vez de al dativo). -Un gerundio es una forma del verbo que puede funcionar casi como nombre, denotando la acción verbal correspondiente, pero, al contrario de lo que ocurre con los nombres regulares, los gerundios pueden incluso llevar un objeto. Los gerundios Quenya se forman con la terminación -ië (es también una terminación abstracta general); si este sufijo se añade a un verbo de raíz A-, evidentemente la -a final desaparece. En el caso de los verbos terminados en -ya, esta terminación completa debe omitirse ante el sufijo -ië. Los infinitivos que expresan propuesta (p.e.: los infinitivos significando "[con objeto de]hacer" algo), se traducen al Quenya como gerundios declinados en dativo, p.e.: hirien "[con objeto de]encontrar". -El Quenya tiene varias terminaciones pronominales correspondientes al pronombre "nosotros". Una de ellas es -lmë que denota un "nosotros" que incluye a la parte "afectada", mientras que la terminación -mmë expresa un "nosotros" exclusivo o excluyente, que se usa cuando el que habla se refiere a una parte que está fuera del "grupo nosotros" al que pertenece el mismo. -El pronombre indefinido "uno" o "alguno/alguien", es quen. Puede llevar terminaciones de caso, como p.e.: genitivo: queno "de uno".

VOCABULARIO:

En cada sección de vocabulario hemos puesto al principio un número nuevo. Los números del 1 al 11 aparecen explícitamente mencionados en las Etym: minë, atta, neldë, canta, lempë, enquë, otso, tolto, nertë, cainen y minquë. La forma de contar élfica, con base 12 en vez de 10, podría requerir de una palabra significando "doce" (el último de los números básicos). Sin embargo, en Etym no se menciona la palabra Quenya que significa "doce", y no hay nada comprobado en ese sentido. Las Etym, tan solo citan la raíz primitiva de la palabra de este número, que es RÁSAT-. "No tenemos otras formas...", dijo Christopher Tolkien . Sin embargo, los estudiantes de Elfico están de acuerdo en que una palabra Quenya derivada de esa raíz podría tener la forma rasta (la palabra completa en el Elfico Primitivo era rásatâ, el acento indica aquí el énfasis más que la longitud). Algunos escritores han usado rasta en sus propias composiciones, al menos es una palabra post-Tolkien. Para completar nuestro surtido de números básicos, hemos incluido rasta en el vocabulario (pero deberemos entender que esta palabra es tan solo una posibilidad, que no se encuentra especificada en ninguno de los materiales publicados).

(?)rasta: "doce"

mahta-:"luchar"

anta-:"dar", pasado irregular: ánë (este pasado figura en una fuente muy antigua, en el QL, página 31. Es absolutamente posible que en el último Quenya de Tolkien el pasado de anta- fuera regular: antanë. Sin embargo, la forma verbal Sindarin ónen "yo dí", aparece en el apéndice A de LotR y correspondería al Quenya ánen en vez de a (?)antanen. En las Etym, entrada ONO-, se indica que el pasado del verbo onta- "conseguir, crear", podrían ser tanto ónë como ontanë; quizá el pasado de anta- pueda ser tanto ánë como antanë. Aquí usaremos la forma comprobada ánë).

Suc-: "beber"

Anna: "regalo"

Alassë: "alegria"

Hroa: "cuerpo" (relativo a una palabra presentada antes: hráve "carne"; Tolkien explicó que descendía de las formas del Elfico Primitivo srawâ y srâwê respectivamente; ver MR:350)

Noa: "idea"

Cala: "luz"

Mára:"bueno" (en el sentido de "provechoso, útil". Hay también otras palabras en Quenya que significan "bueno" en el sentido moral)

Quen: pronombre indefinido: "uno", "alguien/alguno"

Arwa: adjetivo: "posesión", "en control/con el control de..., controlando...", "teniendo..." (seguido por el genitivo. Ver nota)

NOTA: sobre arwa "poseyendo, controlando": este adjetivo está en las Etym, entrada 3AR-, aunque deriva de una raíz variante: GAR-. Puede usarse para formar adjetivos compuestos; Tolkien mencionó el ejemplo aldarwa "teniendo árboles" = "árbol·crecido" (alda+arwa = "árbol teniendo"). Pero arwa "teniendo, poseyendo" se puede usar solo y, entonces, iría seguido por una forma genitiva (como hemos dicho antes, la terminación genitiva del Quenya era -n cuando Tolkien escribió las Etym, pero la regla ya debía ser válida cuando cambió la terminación a -o). Así pues, probablemente encontremos frases como nér arwa collo "un hombre teniendo/poseyendo una capa" (colla = "capa", genitivo: collo). Quizá esto pueda traducirse simplemente como "un hombre con una capa", y si usamos arwa como "con", significará que las palabras con el significado de "con" y "sin" (arwa y ú respectivamente), irán ambas seguidas de un genitivo! Ya se ha dicho que arwa es un adjetivo y no una preposición, así que arwa seguramente concuerde en número, convirtiéndose en arwë (arcaico: arwai) cuando se apunte de nuevo a una palabra plural: Neri arwë collo "hombres poseyendo una capa", Naucor arwë harmaron "Enanos poseyendo tesoros", arani arwë ohtarion "reyes teniendo el control de/controlando guerreros"

EJERCICIOS:

1: Traducir al español:

A. i nér ánë i nissen anna

B. anar anta cala Ambaren

C. hiruvalmë i harma, ar antuvalmes i rasta Naucoin

D. matië hrávë carë quen tiuca, ar umilmë merë tiucë hroar, an tiucë hroar umir vanyë

E. lendemmë mir i osto hirien i sailë nissi, an mernemmë cenitat

F. nér arwa márë noaron ná saila ar antuva sérë ar alassë i oston

G. utultiemmet quetien rimbë engwion

H. sucië limpë umë mára queno hroan

2: Traducir al Quenya:

I. Alguien dio al guerrero una gran espada

J. Hacer una casa para los chicos es una buena idea

K. Nosotros [inclusivo] luchamos por la paz; la lucha no dá a la gente [ninguna] alegria, pero nosotros [inclusivo] hemos visto la luz

L. Hablar la Lengua Elfica [Elda lambë] es una gran alegria para los Hombres [Atani]

M. Los guerreros de dos tierras lucharán por los pueblos [gemelos](dual), y nosotros [exclusivo], iremos a través de la gran oscuridad en busca de la luz

N. Los hombres que tenían el buen vino querían copas para beber el vino, y los esclavos del rey dieron a los hombres doce copas de oro

O. Nosotros [exclusivo] queremos entrar en la ciudad para liberar a todos los Hombres [Atani] y dar el oro del rey a los esclavos

P. Los muros de la ciudad son grandes; nosotros [inclusivo] los hemos hecho para proteger a la gente

NOTAS:

(1): La oración correcta en español, sería: "el hombre dio un libro al muchacho" (N del T)

(2): Como consecuencia del orden inverso de la oración en español, el objeto directo "un libro", irá delante del objeto indirecto "el chico" (N del T)

(3): La traducción correcta en español, sería: "...descubrir el tesoro fue maravilloso/asombroso..." (N del T)


  

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