Parodias de la Segunda Gymkana de Elfenomeno

9. Meni Mitings

Aquella calurosa tarde de verano era atípica: gente bebiendo, fumando sustancias sospechosas, pagando (sí, señores, ¡PAGANDO!), ... Cualquier signo de buen hábito dentro de aquel antro, es pura casualidad. Unos Enanos arrinconados en la esquina se están echando pulsos, los muy machos, y comparando a ver quién de ellos la tenía más grande (el hacha, por supuesto), mientras un grupo de Hobbits se dedicaba a cantar el "Delagua, Patria querida" subidos a las mesas. Entonces ocurrió lo inesperado: ¡Elfos en El Dragón Verde! Una taberna donde se reúnen los más afables Hobbits, seres de pacíficas costumbres, tales como el "Tiro al orco" o el "Capa al Enano". Entonces la puerta se abre, y aparecen unos especimenes tirando florecillas al par que suena "Del Pita" salida de "quién-sabe-dónde" (bueno, sí se sabe, era Paco Pinchadiscos, del centro de Hobbitjol, pero prefiere permanecer en el anonimato por su poca conocida alergia a los tomates). Con su larga melena rubia entran con andares de Deivid Jaseljof mientras, una tabernera sale rauda al mismo tiempo que se coloca unas gafas más gordas que Sam hinchado a papas:

- ¡Hala! ¡Mirad qué morenazos! ¿Qué podemos ofreceros, princesos?

- Oisss, pero qué ordinario es todo esto... Un vaso de leche mezclada, no agitada, y rapidito, que tenemos el jamelgo en doble fila.

La tabernera se rasca la cabeza. ¿Leche en una Taberna de gentiles y encantadores Hobbits? Se mete en el almacén mientras un hobbit grita: "¡Orco!" y otro le apunta con un bazooka. Todo el local mira a los macizorros, que están más relucientes que las entradas de Denethor, a lo que un gymkanero más borrachín que Paladin, sale de debajo de una mesa:

- *Hips* Aquí vais a durar menos que un quesito en la casita de Illuin *hips*.

Una  voz trona desde el fondo del Dragón:

- Taberneras, estos panchitos están... ¿A qué no lo adivináis? Seis letras ------. Una pista, empieza por R y acaba por S.

- ¿¡Qué nuestra comida está qué!? Galad, pásame la escoba que reservaba para el hobbit de la calabaza. ¿¡Y qué leche ni qué Uruk muerto!? ¡Un par de leches es lo que les voy a dar yo! ¡¡Dales una Cola-Orca y que se vayan a amasar lembas!!

Bajo la mirada atónita de los elfos, repentinamente aparece una elfa tras la barra.

- A ver majetes, vuestras pintas irán por correo aéreo. Apartad, guapitos.

- Mmm... vale, vamos a respirar profundamente. Vamos a coger aire y soltarlo por la nariz despacito... "Respirar, esa es la clave". Me lo enseñó un amiguete hace tiempo... - dice un elfo.

De repente entra un señor con el pelo revuelto, barba de dos... errr... meses, gafas versión panorámica, unas bermudas más gastadas que el taparrabos de Gollum y una zanahoria en la mano:

- Sois más perros que Niebla. ¿Ya os las habéis vuelto a pirar? Os tengo dicho que no os escapéis en mitad de rodaje y... emmm... ¡Anda,  la os´! ¡Un local autóctono! ¡Qué corran las pintas, hermosota! ¡Delagua, patria queridaaa!