KALEVALA Y TOLKIEN
Es evidente que Tolkien se acercó al idioma finés por un interés
filológico, pero no menos importante es su interés mitológico por
el folklore del país.
Cuando el Profesor quiso subcrear una mitología propia para Inglaterra,
una que tuviese la riqueza y profundidad de la que hacían gala las diversas
mitologías occidentales, es evidente que cogió prestados conceptos del
folklore de muchas culturas, especialmente nórdicas, pero también del mundo
greco-romano. En sus personajes hay elementos tomados y mezclados de diversa
procedencia y no se puede afirmar que un determinado personaje tenga una sola
inspiración o modelo: en Aragorn, por ejemplo, se pueden ver reflejados el rey
Arturo, Beowulf, el héroe irlandés Cuchulain o el germano Sigurd (o Sigfrido).
Acerca de las influencias que el Kalevala haya podido ejercer sobre la Tierra
Media solo hay una que el profesor Tolkien reconociese abiertamente:
“Pobres viejos fineses y su lengua extraña, parecen frustrados. Me habría
gustado visitar la Tierra de los Diez Mil Lagos antes de esta guerra. El finés
por poco no arruina mis exámenes, y fue el germen original del Silmarillion.”
(Carta nº 75 a Christopher Tolkien, julio 1944)
“Mencioné el finlandés porque esa fue la lengua que disparó el cohete de la
historia. Algo en el aire del Kalevala me atrajo inmediatamente, aún en la
pobre traducción de Kirby. Nunca aprendí el finlandés lo suficientemente bien
como para hacer otra cosa que avanzar penosamente por el original, como un
escolar hace con Ovidio; me atrajo sobre todo el efecto que tuvo en «mi
lengua». Pero el comienzo del legendarium del que la Trilogía forma parte (la
conclusión), fue un intento de reorganizar un fragmento del Kalevala,
especialmente el cuento de Kullervo el desdichado, según una forma propia.”
(Carta nº 163 a W.H Auden, junio 1955)
“El germen del intento de escribir leyendas propias que se adecuaran a mis
lenguas privadas fue el trágico cuento del desdichado Kullervo en el Kalevala
finlandés. Sigue siendo un elemento fundamental en las leyendas de la Primera
Edad (que espero publicar como El Silmarillion), aunque, como «Los Hijos de
Húrin», está totalmente cambiado excepto en el trágico final.”
(Carta nº 257 a Christopher Bretherton, julio 1964)
Efectivamente, a pesar de que el primer relato que concluyó fue el La caída
de Gondolin, el primero que comenzó y con el que desencadenó toda esa ola
de literatura incomparable que habría de llegar en los años venideros fue el
de Los hijos de Húrin, o sea, la re-elaboración del mito de Kullervo. Y
como decía, yo no he encontrado ninguna otra mención del Profesor que se
refiera a influencia directa del Kalevala o del folklore finlandés; no
obstante, es bastante seguro que influyó en su obra de manera notable. Estoy
convencido que cuando estabais leyendo el argumento del Kalevala habéis
encontrado un montón de referencias, situaciones (y ya hemos visto que
nombres) que os sonaban de algo ¿verdad? Bien, voy a remarcar las que podrían
haber sido tomadas por Tolkien e introducidas como elementos de su
sub-creación.
-La primera que se me ocurre es la ya mencionada Ilmatar, creadora del cielo,
la tierra y los mares, amada por el viento y madre de Väinämöinen y su
parecido en nombre y rol con Eru Ilúvatar.
-En Väinämöinen encontramos varias de ellas. Un detalle que le acerca a las
características que posteriormente fueron otorgadas a los Istari es el poder
mágico de su voz y su capacidad de obrar prodigios a través de sus cantos: uno
de los mayores poderes de Saruman es su seductora voz, encantadora y
embaucadora al tiempo. En el cuento que narra su enfrentamiento con el joven
bardo Joukahainen se puede adivinar algún rastro del enfrentamiento entre
Gandalf y Saruman; incluso los legendarios duelos de Lúthien y Finrod contra
Sauron en Tol Sirion podrían estar influidos por estos pasajes del Kalevala.
Recordemos que para recuperar los Silmarilli Lúthien se puso a bailar y cantar
ante Morgoth y todo su séquito hechizándoles en un encantamiento de sueño;
exactamente lo mismo que hizo el Runoya con Louhi y su corte cuando con sus
compañeros se disponía a robar el Sampo de Pohjola.
En su esencia, Gandalf y Väinämöinen son muy parecidos, tienen aspecto de
ancianos de larga barba, pobladas cejas, poseedores de gran sabiduría y poder.
Ambos son “custodios” del bienestar de los Hombres si bien son bastante
diferentes a la hora de poner en práctica su cometido. Gandalf es mucho más
reflexivo, prudente y virtuoso (herencia de Merlín, supongo), y solo utiliza
sus poderes sobrenaturales en momentos puntuales y desesperados; el viejo
Runoya es mucho más pasional y no duda en usar la magia cada vez que tiene
ocasión. En sus andanzas y a causa de sus rivales ambos son prisioneros (uno
en el mar, el otro en Isengard) y logran escapar auxiliados por una gran
águila. Finalmente, el último momento de ambos en el mundo de los Hombres
culmina en un viaje en mar hacia el más allá. Gandalf viaja a Valinor o las
Tierras Imperecederas, concepto que pudo ser tomado de los pliegues del
cielo mencionados en el canto L de Kalevala, lugar en el que se exilió el
viejo Runoya.
-En Ilmarinen se podría perfilar algo del personaje de Fëanor, en el sentido
de que es el gran artífice de Kalevala como el Noldo lo es de Valinor, aunque
el temperamento de ambos no tiene nada que ver. Su gran obra, el Sampo, se
asemeja a la obra magna de Fëanor, los Silmarilli, en cuanto ambas despiertan
la codicia inmediata y la obsesión por su posesión. Guerras, muerte y combates
se suceden por su control y ambos se pierden para siempre aunque dejando una
herencia a la humanidad (la Estrella (polar) de Eärendil en la
Tierra Media, la fertilidad de la tierra en Kalevala). También en Aulë, como
gran artífice y herrero de los Valar podemos detectar elementos afines. Ambos
forjan sendas cadenas mágicas (Ilmarinen una para atar a Louhi, Aulë la cadena
Angainor para amarrar a Melkor), así como espadas para los paladines de Tierra
Media y Kalevala. Cuando Louhi secuestra Sol y Luna del firmamento Ilmarinen
forja un sol de oro y una luna de plata y los cuelga de los dos
árboles más altos de Kalevala; Aulë por su parte forjó los recipientes para
Anar e Isil.
- Al hilo del anterior párrafo, la idea de los Árboles de la Luz” de Valinor
(Laurelin y Telperion) pudo inspirarse en el fragmento en el que el herrero
cuelga sus astros artificiales de los dos árboles más altos de su patria.
-Por último, como habéis podido comprobar en las trascripciones de las cartas
de Tolkien, entenderéis porque resalté que el cuento de Kullervo es el que
más nos interesa de todos los que componen Kalevala.
De todas las tragedias de la Tierra Media, creo que pocas alcanzan el grado de
intensidad que la historia de Túrin hijo de Húrin. Primogénito de un héroe de
la Tercera Casa, su padre no regresó de la guerra -donde Elfos y Hombres
habían sido derrotados- y sus tierras fueron usurpadas por los Orientales,
creciendo como esclavo hasta que fue enviado por su madre a criarse con los
Elfos. Creció bajo la bendición de rey Thingol y fue muy querido por los
Sindar, pero un desgraciado accidente acabó con la vida de Saeron, señor Elfo
que no le quería bien, y su miedo y orgullo le llevaron a exiliarse y vivir
como un proscrito cometiendo muchas malas acciones; entre ellas una brutal
venganza contra el usurpador de su Casa o la muerte de su mejor amigo, el Elfo
Beleg, mientras lo rescataba de los Orcos. Se redime al poner su espada al
servicio de Orodreth de Nargothrond, pero su irreflexiva táctica descubre la
fortaleza a las huestes de Morgoth, y el Dragón Glaurung arrasa el reino
Élfico ante los ojos de Túrin. Refugiado entre los Hombres de Brethil, se
enamora y casa con la doncella Níniel, de la que espera un hijo. Cuando
Glaurung avanza hacia Brethil Túrin se enfrenta a él y le derrota, pero antes
de morir el Dragón revela toda la verdad a Níniel, en realidad Nienor su
hermana pequeña, quien presa de la vergüenza se arroja a un vigoroso torrente.
En un último ataque de ira, Túrin mata a Brandir, señor de Brethil, y
posteriormente, atormentado y presa de mil remordimientos, se quita la vida
arrojándose sobre su espada.
Coincidencias argumentales aparte - ambos tienen una infancia dramática en sus
hogares usurpados y claman por su revancha; tienen una relación con su madre
muy cercana; no conocen a sus respectivas hermanas, yacen con ellas sin
saberlo y las dos se suicidan arrojándose a un torrente; cumplen su venganza
arrasando los palacios usurpados a sus padres y ambos se suicidan de igual
manera-, el karma de ambas historias es similar: el destino cruel para
con sus protagonistas y su continua lucha contra la desdicha y los
remordimientos. Sin embargo, hay una diferencia -redundo, argumento aparte-
que separa a ambos personajes y creo que se trata de la reelaboración del
mito de Kullervo que el profesor Tolkien quiso emprender: su naturaleza es
muy distinta y mientras Túrin tiene un fondo noble y su impulso inicial es el
de cometer buenas acciones aunque, perseguido por una maldición, se vea
forzado a hacer el mal, Kullervo es un personaje malvado y su fondo es
perverso. Ambos se dan muerte presa del remordimiento, pero mientras Túrin
experimenta un sentimiento de culpa, Kullervo lo hace por miedo al sufrimiento
en vida.
Bien, espero que este largo artículo os haya descubierto otra faceta más del
mundo del profesor Tolkien, a la par que os haya revelado una joya literaria
–esperando que os entren ganas de leerlo- y hayáis conocido un poquito más de
un país fascinante. Kalevala es una pieza fundamental para entender la
personalidad de Finlandia y su pueblo, no en vano algunos de sus más grandes
artistas como el pintor Akseli Gallen Kallela (del que habéis podido disfrutar
de toda su serie de pinturas sobre Kalevala) o el genial Jean Sibelius
(sinfonía Kullervo, suite Lemminkäinen y los poemas sinfónicos
La hija de Pohjola y Luonnotar) se han inspirado en sus versos
para componer algunas de sus obras. Si habéis llegado hasta aquí no se si
felicitaros o daros mi más sentido pésame; si habéis desistido no puedo por
menos que acompañaros en el sentimiento y disculparos con indulgencia ;-)
Por si queréis saber más:
Elias Lönnrot: “Kalevala” . Alianza editorial
Luis González Baixauli: “La lengua de los Elfos” . Minotauro
Matti Skola: “Así es Finlandia”. Otava
Angel Ganivet: “Cartas finlandesas”. Diputación de Granada
Francisco Abaijón: “Nuevas cartas finlandesas”. Diputación de Granada
Harri Perälä: “¿Son los Elfos ugro-fineses?”
http://www.uan.nu/dti/trad-ugro.html
Ardalambion:
http://lambenor.free.fr/ardalambion/
Akseli Gallen Kallela:
http://en.wikipedia.org/wiki/Akseli_Gallen-Kallela
Galería de imágenes de este artículo.
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