El Padrenuestro y el Avemaría de J.R.R. Tolkien en Quenya

27 de Marzo de 2005, a las 19:10 - H.K. Fauskanger; Traducción al Castellano y Notas: Marcelo Dos Santos
Las Lenguas de Tolkien - Reportajes Tolkien :: [enlace]Meneame

EL PADRENUESTRO Y EL AVEMARÍA

DE J.R.R. TOLKIEN

EN QUENYA

Análisis Sintáctico y Etimológico

Por H. K. Fauskanger

Traducción al Castellano y Notas:

Marcelo Dos Santos
www.mcds.com.ar
mdossantosclarinmail.com
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Revisión y Corrección:
Claudia Mabel Podestá

Abreviaturas Bibliográficas

 

Etim. - "Etimologías" (The Etymologies), en CP:347-400

DG - "Diccionario Gnómico" (The Gnomish Lexicon), en Parma Eldalamberon N° 11)

Cartas - "Cartas" de J.R.R. Tolkien (The Letters of J.R.R. Tolkien)

ESdlA - "El Señor de los Anillos" (The Lord of the Rings)

CP - "El camino perdido" (The Lost Road)

MC - "Los monstruos y los críticos" (The Monsters and the Critics)

AM - "El Anillo de Morgoth" (Morgoth`s Ring)

PTM - "Los pueblos de la Tierra Media" (The Peoples of Middle-earth)

DQ - "Diccionario Qenya" (The Qenya Lexicon, en Parma Eldalamberon N° 12)

ECsps - "El Camino sigue para siempre" (The Road Goes Ever On, segunda edición inglesa)

RS - "El Retorno de la Sombra" (The Return of the Shadow)

SD - "Sauron Derrotado" (Sauron Defeated)

CI - "Cuentos Inconclusos" (Unfinished Tales)

VT - Vinyar Tengwar

GJ - "La Guerra de las Joyas" (The War of the Jewels)


EL PADRENUESTRO Y EL AVEMARÍA DE J.R.R. TOLKIEN EN QUENYA: Análisis Sintáctico y Etimológico

 

[Este análisis fue publicado originalmente[1] en Tyalië Tyelelliéva N° 18. Poco después, otro análisis apareció en Vinyar Tengwar N° 43. Los autores de este último pudieron revisar varios otros manuscritos de Tolkien que ocasionalmente dieron alguna luz sobre los rasgos más oscuros del texto Quenya. Se han incluido algunas informaciones de este artículo -entre corchetes y en rojo- en mi propio análisis. Por lo demás, mi texto publicado originalmente permanece casi sin alteraciones. Aquellos que deseen comparar este estudio con el artículo de Vinyar Tengwar pueden descargar una versión en formato PDF del número en cuestión[2] desde esta URL: http://www.elvish.org/VT/sample.html]

[La traducción al Castellano fue realizada por Marcelo Dos Santos y con autorización y aprobación del propio H.K. Fauskanger. El artículo fue publicado por primera vez en la web argentina Axxon en el presente enlace, y el propio Marcelo Dos Santos autorizó la publicación del mismo en la web de Elfenomeno.com. Queda totalmente prohibida la reproducción del artículo sin permiso expreso del autor y del traductor.]

1. Introducción

J.R.R. Tolkien fue un hombre de fe, y sus creencias y convicciones filosóficas se reflejaron sutilmente en su narrativa. "El Señor de los Anillos es, por supuesto, una obra fundamentalmente religiosa y católica," escribió en 1953, "inconscientemente al inicio, pero conscientemente en la revisión" (Cartas:172). No encontraremos referencias directas o explícitas al cristianismo ni al catolicismo en ESdlA, ni tampoco en El Hobbit o El Silmarillion. Se sabe desde hace tiempo, sin embargo, que Tolkien tradujo al Quenya el Padrenuestro (Mat 6:9-13). Esto no significa que planeara incluir esta plegaria en su mundo inventado; las largas eras de la Tierra Media supuestamente precedieron por mucho a los tiempos de Jesús, por lo que ello hubiera sido históricamente imposible aún dentro del contexto ficcional. Debiéramos ver, más bien, esta traducción como una confirmación de la declaración de Tolkien de que, para él, el asunto primordial eran los lenguajes inventados y no la historia de ficción: "El cimiento es la invención de lenguas. Los `cuentos` se hicieron más bien para proveer de un mundo a las lenguas que a la inversa. En mi caso, primero aparece un nombre, y la historia después" (Cartas:219). 

Sostuvieron algunos que los idiomas tolkienianos están tan inextricablemente ligados a sus ficciones que literalmente no tendrían ningún sentido si los separáramos del contexto tierramediano, siendo así desechados como simples artificios de "arte literario". Tal mirada, sin embargo, pareciera representar un triste rechazo de los esfuerzos de Tolkien, al mismo tiempo que una profunda falta de aprecio por la infinita flexibilidad del Idioma. En cierto momento, Tolkien mismo pudo desestimar modestamente sus lenguas como "insensateces" o un "hobby tonto" (MC:239, Cartas:8), pero en realidad conocía la naturaleza y el potencial de su obra: escribió acerca de sus lenguajes que "tenían cierta existencia, desde el momento en que los he compuesto casi hasta completarlos" (Cartas:175, la itálica es mía). Es por ello que podrían usarse, en principio, para traducir cualquier texto, inclusive si el mismo es de naturaleza tal que no tiene conexión directa con la narrativa o el mundo inventado. Y como podemos ver hoy, Tolkien efectivamente produjo al menos una traducción de este tipo: una versión en Quenya no sólo del Pater Noster o Padrenuestro, sino también del Ave Maria o Avemaría. Los dos están escritos en la misma hoja y pueden ser considerados una sola obra. Al presente, es éste el único ejemplo que tenemos de Tolkien volcando a uno de sus idiomas un texto no escrito por él mismo.

¿Por qué tradujo Tolkien estas oraciones? Parece bastante improbable que realmente usara las versiones Quenya en su propio culto religioso. En Vinyar Tengwar N° 32, donde Carl F. Hostetter y Patrick Wynne presentaron su propia versión Quenya del Padrenuestro (escrita antes de que pudieran leer la traducción de Tolkien), Hostetter observó en su editorial: "Las traducciones del Padrenuestro han disfrutado de una larga tradición como textos representativos para su uso en comparaciones sinópticas de varios idiomas". Pero como Tolkien aparentemente nunca hizo ninguna gestión para que se publicara su Padrenuestro Quenya, no parece que lo considerara una "muestra" general de la lengua. Más probablemente escribió esos textos por razones no más profundas que su propia diversión (lo cual no debiera ser, sin embargo, tomado como indicación de una actitud frívola hacia estos excelsos textos religiosos). Las traducciones son probablemente lo suficientemente serias, más aún considerando que estas plegarias debían ser importantes para Tolkien, que era católico.

Raramente encontramos textos en Quenya tan completos como éstos. Si limitamos nuestra búsqueda sólo a lo que es más o menos Quenya estilo Señor de los Anillos, los únicos textos sustanciales (por oposición a palabras aisladas o frases cortas o inconexas) que han estado a disposición hasta hoy no son más de tres o cuatro. Tenemos a Namárië en ESdlA (y ECsps:66-67), la última versión del poema Arca Perdida en MC:221-222, La Canción de Fíriel en CP:72, y el Juramento de Cirion en CI:305, 317. La Canción de Fíriel ni siquiera es Quenya estilo ESdlA, y el Juramento de Cirion consiste sólo en dos frases. La adición a nuestro corpus de las 73 palabras del texto del Padrenuestro y el Avemaría, que han de ser incluso post-ESdlA, debe por lo tanto ser considerada un evento importante, que justifica un análisis bastante minucioso.

El estudio que ofrezco aquí se organiza en tres partes. La primera, relativamente breve, establece simplemente un Texto a ser analizado. En este caso, la letra manuscrita de Tolkien es, afortunadamente, bastante legible y sin ambigüedades, con sólo algunos pocos puntos dudosos (como la distribución de los espacios). Trataré (sumariamente) de justificar las interpretaciones que yo prefiero, a menudo basadas en ejemplos de Quenya publicados con anterioridad.

La parte siguiente, el Comentario Sintáctico/Analítico, equiparará los textos con las versiones inglesas[3] típicas, y va a analizar las versiones Quenya palabra por palabra, pero siempre dentro del contexto textual: es aquí donde serán establecidas las observaciones referentes a las relaciones sintácticas dentro del texto.

El Comentario Léxicoetimológico constituye la última y por lejos más larga de las partes de este análisis, que ofrecerá estudios detallados de las palabras individuales, organizadas alfabéticamentes. Aquí discutiremos cómo se relacionan estas palabras con el material que ha sido publicado con anterioridad, y trataremos de inferir qué historia y etimología puede haber imaginado Tolkien para las palabras en cuestión y sus elementos constitutivos. Aún así, no debe considerarse este trabajo como un mini-diccionario etimológico de Quenya; mientras que, en ocasiones, trabajaré con mayor grado de detalle que el que puede parecer necesario para el mero análisis técnico del texto que tenemos ante nosotros, intentaré mantener la conexión con el texto en sí. Por lo tanto, para asegurar las referencias rápidas, casi todos los encabezados de las entradas citan la palabra en la forma exacta en que aparece en este texto, incluido cualquier sufijo inflectivo o pronominal -los que son analizados en la misma entrada, o, en el caso de las terminaciones o sufijos que aparecen repetitivamente, mediante una referencia cruzada hacia otra palabra que ejemplifique ese sufijo-. (Unos pocos elementos en forma de sufijos que ocurren reiteradamente en el texto han merecido, sin embargo, referencias independientes si ello parecía conveniente, pero no se ha hecho aquí ningún intento para ser completamente coherente respecto de tales detalles de la presentación. Por eso, se encontrará una entrada separada para el sufijo pronominal -mma nuestro, mientras que la terminación -lya Tu se discute en oportunidad de analizar esselya Tu nombre.) La discusión de varias peculiaridades técnicas se incluirá en el Comentario Lexicológico siempre que parezca adecuado; así hay una discusión sobre algunos de los extraños aoristos que aparecen en estos textos en la referencia de la palabra care, sólo porque esta palabra no otorga una buena oportunidad de discutir la formación normal de los aoristos y su aparente desarrollo diacrónico. Mediante el uso de palabras concretas y formas presentes en los textos como punto de partida para estos análisis, espero evitar convertir estas discusiones en algo innecesariamente abstracto.[5][4]

Al final encontraremos un Sumario que recapitula los nuevos conocimientos logrados gracias a este texto. Caeré aquí en una perspectiva "práctica" más que estrictamente académica: tiendo a tener en mente las necesidades de las personas que quieren escribir o componer poemas en Quenya por sí mismas, porque muchas aspiran a ello, estando normalmente muy ansiosas por permanecer dentro del marco establecido por el sistema de Tolkien y no distorsionarlo o diluirlo.

Las discusiones que siguen incluirán comparaciones extensivas con fuentes publicadas previamente. Normalmente nos referiremos a ellas por libro (indicado por las abreviaturas comunes) y página. Sin embargo, en el caso de dos únicas fuentes, las llamaré simplemente por su nombre, sin otras precisiones. Ellas son:

Namárië: También conocida como el Lamento de Galadriel, es, por lejos, el más largo texto en Quenya de ESdlA, que aparece en La Comunidad del Anillo, Libro Dos, cerca del final del capítulo VIII ("Adiós a Lórien"), y comienza: Ai! Laurië lantar lassi súrinen...

La Alabanza de Cormallen: El canto honorífico recibido por los Portadores del Anillo en el Campo de Cormallen en El Retorno del Rey, Libro Seis, capítulo IV ("El campo de Cormallen"). Las partes a las cuales me referiré aquí son las siguientes: Daur a Berhael, Conin en Annûn! ... A laita te, laita te! Andave laituvalmet! ... Cormacolindor, a laita tárienna! (Cf. SD:47.) La primera exclamación está en Sindarin, las otras dos son Quenya. Cartas:308 nos da estas traducciones: "¡Frodo y Sam, príncipes del oeste, glorificadlos (a los nombrados)!" - "¡Bendigámoslos, bendigámoslos, mucho tiempo los alabaremos!" - "¡Portadores del Anillo, bendíganlos (o alábenlos) hasta las alturas!"

 

NOTA: En las siguientes discusiones, el asterisco * se antepone sólo en el caso de formas o frases genuinamente no demostradas (las formas erróneas están marcadas con un doble asterisco). Las formas "primitivas" o ancestrales citadas por Tolkien mismo, muchas de ellas precedidas por asteriscos, deben en realidad ser consideradas tan autorizadas como las formas "demostradas". Estas "reconstrucciones" ficcionales no llevan aquí asterisco, sino que me refiero a ellas sencillamente como "primitivas" o "ancestrales". Se hace aquí una distinción entre formas y oraciones "no demostradas" o "reconstruidas", que son marcadas con asteriscos, y las palabras "descompuestas", que, al contrario, están marcadas con el signo #. Este último se utiliza en el caso de palabras o formas que no han sido "construidas", sino sencillamente aisladas de una forma demostrada, p. ej. #indóme voluntad aislada de indómelya Tu voluntad. Sin embargo, los afijos gramaticales sueltos aislados de la palabra principal usualmente no se indican de esta forma, porque de cualquier modo no aparentan ser palabras independientes; el símbolo # se usa solamente en el caso de terminaciones que no pueden ser aisladas con absoluta confianza.

A pesar de que normalmente estandarizo la ortografía de los idiomas tolkienianos, especialmente en mis propias composiciones, aquí he retenido la ortografía usada en las fuentes en beneficio de la precisión académica. Es por ello que hay varias inconsistencias referidas a variantes ortográficas tales como k o c, q o qu y el uso de las diéresis.

 

2. El Texto

 

Tolkien escribió su texto en un papel membretado (de allí las palabras "Del Profesor J.R.R. Tolkien, Merton College, Oxford" en el encabezamiento). El texto de las plegarias no está escrito en una caligrafía moderna, sino en una tipografía de estilo medieval. Debe haberle parecido divertido producir algo con el aspecto y el tacto de un "manuscrito antiguo". Más específicamente, parece haber imitado el estilo manuscrito utilizado históricamente para el Anglosajón. La característica más particular de este estilo de escritura son las formas de las letras s y r, que parecen respectivamente una r y una p modernas (por dar un ejemplo, las palabras sí ar "ahora y" en la mitad de la anteúltima línea del manuscrito están escritas de una forma que al lector moderno le sugeriría, más bien "rí ap"). En lugar de comas comunes Tolkien usa puntos, y en vez de puntos y aparte, normalmente pone algo que aparenta ser un dos puntos moderno[6]; se encuentra, sin embargo, un punto y aparte normal inmediatamente después de la palabra emmen.

 

Basaré mi análisis en la siguiente interpretación del texto de Tolkien:

 

Átaremma i ëa han ëa · na aire esselya · aranielya na tuluva · na care indómelya cemende tambe Erumande : ámen anta síra ilaurëa massamma · ar ámen apsene úcaremmar sív` emme apsenet tien i úcarer emmen. Álame tulya úsahtienna mal áme etelehta ulcullo : násie : Aia María quanta Eruanno i Héru as elye · aistana elye imíca nísi · ar aistana i yáve mónalyo Yésus : Aire María Eruo ontaril á hyame rámen úcarindor sí ar lúmesse ya firuvamme : násie :

 

Cuatro palabras que en el manuscrito aparecen al final de una línea están divididas por guiones, terminando la palabra en la línea inferior: massa-mma, ú-sahtienna, món-alyo, firu-vamme. Parece cierto que los guiones separan las palabras solamente por falta de espacio en el renglón para escribirlas enteras, y que de otra forma no hubieran debido ser incluidos. (En el caso de firu-vamme, el guión es bastante largo y elaborado, pero como está en medio de un morfema - el sufijo futuro -uva - no puede haber una división normal aquí).

El texto indicado no es, ciertamente, la única lectura posible. La distribución de espacios es vaga; ëa han y as elye pudieran leerse como palabras simples (ëahan, aselye). [VT43 prefiere la lectura unitaria aselye.] Algunos de los acentos (indicadores de vocales largas) no están claros; si hay alguno, están tapados por los elementos descendentes de las letras de la línea inmediata superior. Imíca puede también leerse ímíca, con las dos íes largas. Cuando leo yáve con la á larga, es principalmente porque todas las demás fuentes llevan una á larga en ésta y otras palabras relacionadas (yáve fruto en sí en CP:399 s.v.[7] yab y como última entrada en el Apéndice del Silmarillion; cf. también yávië para otoño, cosecha en ESdlA, Apéndice D). Debería haber también una tilde sobre la a, tapada por la letra del renglón anterior; sin embargo, sin ayuda de otras fuentes yo habría leído probablemente yave, y puede que ésa sea la lectura real aquí [y en VT43]. Á hyame podría muy bien leerse como una sola palabra, áhyame; yo prefiero leer á como palabra separada porque esta partícula imperativa no está prefijada directamente al verbo que la sucede en nuestros muy pocos otros ejemplos, como á vala y no *ávala en GJ:404. [VT43 coincide conmigo en relación a á hyame.]

El manuscrito mismo ofrece pistas definitivas acerca de su fecha. Por un lado, desde el momento en que está escrito en papel del Merton College, no puede ser anterior a 1945 (en que Tolkien se mudó de Pembroke a Merton). La ortografía del texto Quenya es también interesante: tenemos repetidamente la c en vez de k, y la palabra quanta llena provee un ejemplo de qu en reemplazo de q. Los que estudian las lenguas tolkienianas sabrán que en el período pre-ESdlA, Tolkien escribía habitualmente q, k en vez de qu, c (en verdad, el mismo nombre del idioma se deletreaba "Qenya"). Varios indicios filológicos, discutidos en detalle en el Comentario Lexicológico más adelante, parecen sugerir que este texto no es más moderno que los Apéndices de ESdlA (ver particularmente la entrada para la palabra ilaurëa respecto del elemento aurë). Esto nos lleva entonces a 1955 o más tarde, pero no luego de 1959-60 (cuando cierto rasgo fonológico, presente en las Etimologías de los años 30 pero aparentemente abandonado en el texto que tenemos a la vista, parece haber sido restablecido - ver la referencia care en el Comentario Lexicológico). La palabra #massa (en lugar de masta) por pan también señala los ´50s; ver massamma. En lugar de la palabra ontaril para madre, generatriz debiéramos haber esperado *nostaril basados en un cambio de última hora que Tolkien hizo en el último tomo de ESdlA (SD:73); esto podría sugerir que nuestro texto ha (¿ligeramente?) desestimado este pequeño cambio. Si fechamos el texto hacia 1955, probablemente no nos equivocaremos por mucho. Podría ser algo anterior, pero no mucho: la palabra ëa presente en este texto no parece haber ingresado a los mitos tolkienianos antes de 1951 (ver CP:338, AM:7, 31 respecto de Ëa o como nombre del universo). La palabra #ála no[8] incorpora -la como elemento negativo no, pero "posiblemente poco antes de la publicación de El Señor de los Anillos" Tolkien abandonó este elemento. (ver VT42:32). La reintrodujo en los últimos años de su vida, pero este texto es claramente muy anterior a c. 1970. Hechas todas estas consideraciones, parece muy improbable que Tolkien haya hecho estas traducciones antes de 1951 o después de 1955.[9]

 

3. Comentario Sintáctico/Analítico: El Contexto Textual Analizado

 

I. EL PADRENUESTRO

 

Átaremma i ëa han ëa ·

Padre nuestro que estás en los cielos,

No hay suficiente certeza de que esta fraseología inglesa [10] realmente corresponda al texto Quenya, aunque ciertamente comienza con las palabras "Padre nuestro que estás...": Átaremma "nuestro padre", sc[11]. #átar "padre" (otras fuentes dicen atar con una a corta) + -mma "nuestro", con una vocal de conexión -e- deslizada entre el sustantivo y el sufijo para evitar un grupo consonántico imposible. Esta terminación -mma denota un "nuestro" exclusivo; átaremma no se usa por "nuestro padre" cuando los hijos hablan de él entre ellos (eso es *átarelma), sino cuando se están dirigiendo a un tercero que no se cuenta entre los hijos: en este caso, al Padre mismo. i "quien", pronombre relativo. ëa "es" o "existe", han, una palabra hasta hoy desconocida que, de acuerdo con la secuencia acordada de la oración se supone que cumpla la función de la preposición "en" (a pesar de que no se parece en nada a la palabra normal para "en", mi). Ver el Comentario Lexicológico para mayores precisiones sobre esta palabra. [VT43 arguye que han significa "más allá".] La segunda ëa correspondería a "cielo". Si se trata de un sustantivo, podría equipararse con , el bien conocido nombre Quenya del universo creado, a pesar del hecho de que en el texto que tenemos no lleva mayúscula. Esta palabra es una elección sorprendente como traducción para "cielo"; Tolkien ni siquiera la utiliza cuando, unos renglones más abajo, traduce "hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo". Si han es una preposición, parecería describir de alguna manera la posición de Eru en relación a Eä, y a la luz de la fraseología normal de la plegaria, Eru debe estar en cierto sentido "en" Eä. ¿Acaso han puede significar algo del tipo de "permeando"? Incluso para los habitantes de la Tierra Media era una especie de misterio en qué sentido preciso Eru estaba presente dentro de Eä, como es evidente en la Athrabeth Finrod ah Andreth (AM:322: "¿Cómo pudo Eru meterse dentro de la cosa [Eä] que Él ha hecho, y que al igual que Él es grande más allá de toda medida...? Él ya está en ella, al tiempo que también está afuera... pero en realidad el `intro-habitar` y el `extra-vivir` no existen de la misma manera... De forma que, en ese modo Eru pueda estar presente en una Eä que procede de Él"). Por supuesto, tratar de interpretar la traducción de un texto que pertenece a nuestro mundo en vez de al inventado por Tolkien, tratando de recopilar información a partir de sus mitos, puede ser inconducente. ¿Acaso quería decir Tolkien, simplemente, "Padre nuestro que estás en (¿?) el universo"?. Debería hacerse notar, empero, que hay un antigo texto Gnómico que intenta definir una preposición han = "encima" (ver la entrada correspondiente en el Comentario Lexicológico más abajo). Si es esto lo que han significa aquí, Tolkien hubiera querido reformular "que estás en los cielos" en la forma "que estás encima del universo", acaso tal vez porque los habitantes de sus mitos "no concebían el cielo como residencia divina" (Cartas:204; cf. la referencia Erumande en el Comentario Lexicológico).[12]

Otra y aún más ingeniosa intrepretación pudiera ser que Tolkien no tradujo aquí "que estás en los cielos", sino que la sustituyó por otra frase basada en la Biblia, concretamente la autodesignación de Dios "Yo Soy el que Soy" o "Yo Soy Quien Soy". (Éx 3:14; Hebreo `ehyeh `asher `ehyeh). ¿Pudo Tolkien haber reescrito la primera línea de la plegaria como *"Padre nuestro que Eres el que Eres"? Ello nos permitiría interpretar ëa como verbo en sus dos apariciones. Si es así, han habría significado algo como *"que" o *"el cual". Sin embargo, esta teoría parece difícil de sostener, incluso dejando aparte el hecho de que un católico practicante difícilmente se sentiría libre para reinterpretar significativamente el Padrenuestro. Si el significado de i ëa han ëa es *"que Eres el que Eres", se esperaría que el segundo ëa incluyera un sufijo pronominal de segunda persona (probablemente -lye), pero no se lo halla en el texto. Más aún, una interpretación tal requiere que ëa pudiera ser utilizada copulativamente (como ), pero nuestros pocos ejemplos indican que ello no es así. El verbo ëa (también escrito ) puede ser traducido "es", pero no tenemos ningún ejemplo de él siendo usado para conectar un sujeto con un sustantivo o un adjetivo; antes bien, significa "existe", y así lo tradujo Tolkien en al menos una ocasión (VT39:7). Por eso, en el Juramento de Cirion (CI:305, 317) tenemos la expresión i Eru i or ilye mahalmar , "El que existe por encima de todos los tronos": Eru existe en esta sublime posición; or ilyë mahalmar "por encima de todos los tronos" puede ser visto aquí como una locución adverbial más que como un predicado. No importa cómo interpretemos nosotros la sintaxis precisa, este ejemplo indica que ëa se usa por "es" en lugar de cuando el sujeto ha de ser conectado con una frase preposicional que denota posición. Parece de lo más razonable, entonces, asumir que Átaremma i ëa han ëa es otro ejemplo de esto, y que significa algo en la línea de *"Padre nuestro que estás en Eä" (aunque el significado exacto de han, que hemos tomado como una preposición de algún tipo, deba pemanecer tan incierto como la relación espacial entre Eru y Eä). [VT43 toma i ëa han ëa como "quien está más allá de Eä", lo cual no sería, ciertamente, una traducción directa de "que estás en los cielos". Si esta interpretación es la correcta, aún sigue resultando sorprendente que la segunda ëa no lleve mayúscula inicial - o Ëa-, para identificarla como nombre propio].

Átaremma i ëa han ëa provee un nuevo ejemplo del orden en que se ubican las palabras en un frase relativa. Aquí tenemos sujeto + pronombre relativo + verbo + frase preposicional. Por otro lado, la oración i Eru i or ilyë mahalmar eä en el Juramento de Cirion invierte el orden del verbo y la locución preposicional, colocando el verbo al final (en forma similar a una frase relativa en Alemán, pero en el Juramento de Cirion el verbo no es realmente la última palabra; le sigue el adverbio tennoio "para siempre"). Transmitir el orden fraseológico utilizado en el Juramento de Cirion al Padrenuestro produciría *Átaremma i han ëa ëa, siendo el primer ëa un sustantivo (Eä, el universo) y el segundo un verbo "es, existe". A lo mejor el Juramento de Cirion muestra el orden normal, usando la plegaria una secuencia alternativa destinada a evitar que aparezcan dos ëa seguidos. De cualquier manera, en una lengua altamente inflectiva como el Quenya, el orden de las palabras debería, típicamente, ser bastante libre. Puede observarse que la única frase relativa en Namárië - las palabras tellumar, yassen tintilar i eleni, literalmente "cúpulas, cuales-en centellean las estrellas" (ECsps:66-67) - tiene el verbo tintilar "centellear" colocado inmediatamente después del pronombre relativo ya "cual" (declinado aquí para el plural locativo: yassen). Esta cita era la de la "versión en prosa" de Namárië en ECsps; la versión "poética" de ESdlA no tiene el sustantivo tellumar "cúpulas" delante del pronombre relativo, pero aún así coincide con que el verbo sigue inmediatamente después del pronombre relativo. Este sería el mismo orden verbal de Átaremma i ëa... "Padre nuestro que estás...". Pareciera que el Quenya no tiene un orden de palabras fijo en las oraciones relativas, pero que típicamente el verbo debe seguir inmediatamente después del pronombre relativo, como en las frases Átaremma i ëa y tellumar, yassen tintilar.[13]

 

na aire esselya ·

santificado sea Tu nombre,

La palabra na parece ser una partícula optativa (esto es, una partícula que señala que la oración en la que aparece debiera ser tomada como un deseo más que una alocución declarativa), aire "santo" (cf. aire María por "Santa María" en el texto del Avemaría), esselya "Tu nombre" (sc. esse "nombre" + -lya "Tu"). La frase completa podría ser interpretada *"sea santo Tu nombre" con na haciendo las veces del imperativo "¡sea!" (CP:374 lista 2- como la raíz del verbo "ser/estar" en Quenya), y acaso esta haya sido realmente la construcción que originalmente previeron los Eldar primitivos, pero si éste es el caso, na evolucionó más tarde convirtiéndose en el simple imperativo "¡sea!". A la luz de los dos siguientes ejemplos (ver abajo), pienso que en términos de sintaxis sincrónica, es probablemente mejor interpretar aire esselya como una sentencia nominal "sagrado [es] Tu nombre" (veremos varios otros ejemplos de oraciones como éstas en el texto), transformándose luego esta frase declarativa en un deseo o plegaria mediante la inclusión de la partícula na: "Quiera tu nombre [ser] santo".

 

aranielya na tuluva ·

venga a nosotros Tu reino,[14]

aranielya "Tu reino", sc. #aranie "reino" + -lya "Tu", na, partícula optativa que denota deseo, tuluva "vendrá", verbo tul- "venir" + sufijo de tiempo futuro -uva. Haciendo a un lado las disquisiciones estilísticas, el texto Quenya dice literalmente algo como "Tu reino, deseo-que [él[15]] vendrá". Al revés que en el texto común inglés del original, que expresa sencillamente un deseo de que el reino venga sin tocar el aspecto cronológico en absoluto, la versión Quenya deja claro que la venida del Reino de Dios es un evento futuro - como lo indica la forma futura tuluva (en contraste con el tiempo aoristo empleado al traducir "hágase Tu voluntad" abajo; esta no es una plegaria referente a un evento futuro concreto, sino un ruego de que la voluntad de Dios siempre se realice, más allá del tiempo que se considere).

 

na care indómelya cemende tambe Erumande :

hágase Tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo

na partícula de deseo, care "hace", verbo aoristo (¡sin sujeto explícito!), indólmelya "tu voluntad" (#indóme "voluntad" + -lya "Tu"), cemende "(¿así?) en la tierra". Se trata de un caso o una forma adverbial desconocidos hasta hoy. Puede tener, al parecer, la misma funcion del bien conocido modo locativo terminado en -sse (que también aparece en este texto, en la palabra lúmesse más adelante). La forma básica es cemen "tierra[16]", por lo que el sufijo podría ser #-de (cuya forma sólo podría seguir palabras terminadas en -l, -r o, como aquí, en -n; de otra forma se crearían asociaciones consonánticas imposibles - o, si este sufijo es agregado a palabras terminadas en vocal, una d intervocálica igualmente imposible). Pudiera ser que la terminación fuese en realidad #-nde, reducida a #-de cuando se la suma a una palabra terminada en -n. También podría tratarse de una suerte de caso "comparativo", indicando que cemende está siendo comparada con Erumande (ver abajo). En el más primitivo "Qenya", aparecía una terminación -ndon indicando "como, al igual que"; es posible que -nde sea una encarnación posterior de ella (ver la referencia cemende en el Comentario Lexicológico para más detalles). [En VT43, se sugiere que el sufijo -de pueda ser un alomorfo de la partícula locativa -sse, o de su versión abreviada -se. Pudiera parecer que Tolkien jugó con un sistema que incluye esta terminación, transformándola en -ze o -de después de ciertas consomantes como -n y -l. Este desarrollo fonológico no se coordina muy bien con el que usa en otros trabajos, aunque debería esperarse que cemen + -se produjera cemesse en vez de cemende.] tambe "como", usado evidentemente cuando se está comparando con algo alejado del que habla; contrasta con sív` más adelante en el texto, significando aparentemente también "como", pero cuando se compara con algo que está en las proximidades del parlante (ver el Comentario Lexicológico para profundizar en la discusión de ambas palabras). Erumande "(¿como?) en el cielo", una forma muy peculiar, incluyendo aparentemente Eru "Dios"; ver Comentario Lexicológico. Es evidente que incorpora el mismo final "locativo" o "comparativo" que en cemende, y como sabemos que este último corresponde a la forma nominativa cemen, el nominativo de Erumande podría ser, asimismo, #Eruman. Como el sufijo también puede ser #-nde, otro posible nominativo podría ser #Eruma. [VT43 tiene por otorgado que la forma natural es Eruman.]

Esta línea de pensamiento sugiere que Tolkien basó su versión en Quenya del Padrenuestro en el orden normal de la oración en Inglés antes que en las versiones griega o latina. En el texto griego de Mateo 6:10, el orden utilizado es "como en el cielo, así en la tierra" (hôs en ouranôi kai epi gês; cf. también el Latín sicut in cælo et in terra). La inversión "así en la tierra como en el cielo" es sin embargo la usual en las versiones inglesas[17] (lo cual se encuentra ya en una versión en Inglés Antiguo: on eorthan swa swa on heofenum), y vemos a Tolkien trasladándolo exactamente al Quenya.

Esta línea comienza con la última aparición de la partícula de deseo na en este texto, y podemos resumir las reglas sintácticas que a ella se refieren de esta manera: la partícula se usa para expresar un deseo (o tal vez, realmente una plegaria) acerca de lo que sucede (sucederá) a un objeto, o lo que un sujeto hace (hará). Si el que habla desea que un sujeto tenga o reciba las cualidades indicadas por algún adjetivo, la sintaxis es partícula + adjetivo + sujeto (na aire esselya, *"deseo-que santo [es] Tu nombre" = "santificado sea Tu nombre"). Si el hablante desea que un sujeto haga algo, la sintaxis es sujeto + partícula + verbo finito en el tiempo que corresponda: Aranielya na tuluva, *"Tu reino, deseo-que [él] vendrá". Si el locutor quiere expresar que desea que algo sea hecho a un objeto, la sintaxis es partícula + verbo finito + objeto: Na care indómelya, *"deseo-que [uno] hace Tu voluntad". Esta última es la construcción más llamativa; la posición para el sujeto queda simplemente en blanco. Recuerda claramente al sistema del Adûnaic, donde el pasivo es representado por el "sujeto en acusativo" (SD:439 - en otras palabras, ¡la construcción "pasiva" consiste en la simple omisión del sujeto real de la oración, que denota al agente!) Puede ser que el Quenya emplee comúnmente verbos "sin sujeto", allí donde el Inglés tendría un sujeto impersonal del tipo de uno: por ello care = *"uno hace". (Es notable destacar que Tolkien caía a veces en el uso de pronombres de tercera persona del singular al traducir verbos aoristos como estos, v.g. take "él sujeta" en CP:389 s.v. tak-, a pesar de que no está presente el elemento pronominal explícito "él". Tal vez esto podría ser tomado -acaso con propiedad- como un verbo impersonal: *"uno sujeta[19]". Si es así, na care indómelya no es realmente una construcción sin sujeto: tiene, más bien, un sujeto impersonal etéreo que es inherente a esta misma forma del verbo, aunque el sujeto sólo es percibido cuando no está presente otro sujeto explícito que lo subyugue). En Quenya, probablemente sería permisible introducir un sujeto explícito en la posición normal, y decir (por ejemplo) *na ilquen care indómelya, "deseo que todos hagan Tu voluntad". Posiblemente esto no involucre nada más dramático que fusionar los esquemas atestiguados sujeto + partícula + verbo finito y partícula + verbo finito + objeto (dando como resultado sujeto + partícula + verbo finito + objeto). [VT43 no considera la posibilidad de una construcción de sujeto ausente; na care indómelya es tomado, aparentemente, como una clase de imperativo: "¡Hágase Tu [¡propia!] voluntad!" más que el deseo "hágase tu voluntad...[20]".][18]

 

ámen anta síra ilaurëa massamma ·

Danos hoy el pan de cada día,[21]

ámen partícula imperativa á con el pronombre dativo #men "a nosotros, para nosotros" sufijado en forma directa (evidentemente #me "nos, nosotros" + la terminación dativa -n), anta raíz verbal de "dar", conectando con la partícula imperativa de la palabra anterior para producir el imperativo "¡danos!" La forma dativa #men es el objeto indirecto de la frase, por lo tanto "danos (a) nosotros". síra "este día, hoy" (una forma un tanto inesperada; hubiéramos previsto encontrar en su lugar *síre - ver Comentario Lexicológico). ilaurëa "diariamente" (il-aurë-a "todos-días-mente"), massamma "nuestro pan" (#massa "pan[22]" + -mma final pronominal denotando un "nuestro" exclusivo, como Átaremma en la primera línea).

 

ar ámen apsene úcaremmar sív` emme apsenet tien i úcarer emmen.

y perdónanos nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.[23]

ar "y", ámen partícula imperativa á combinada con el pronombre dativo #men "para nosotros, a nosotros" como en el caso anterior. apsene raíz del verbo "perdonar", conectando con la partícula imperativa y el pronombre dativo en posición de sufijo, para producir una frase con significado "perdónanos". Nótese que lo que en Inglés[24] sería el objeto directo del verbo "perdonar" es, en cambio, en Quenya, el objeto indirecto: el objeto directo es evidentemente el asunto que es perdonado, mientras que el objeto indirecto (el objeto dativo) es la persona que es perdonada. Ello es evidente gracias a la palabra siguiente: úcaremmar "nuestros pecados", que es #úcare "pecado, fechoría, ofensa" + el sufijo -mma para "nuestro" exclusivo + la terminación plural -r. (Con menos probabilidad esto podría ser #úcar "pecado, fechoría, ofensa" + vocal de conexión e + los otros sufijos; pero vea úcaremmar en el Comentario Lexicológico.) sív` "como", aféresis de *síve (la vocal final e se omite porque la siguiente palabra también comienza con e - sin embargo, no hay una regla rígida que diga que esas eliminaciones deban ocurrir siempre que dos vocales iguales están una a continuación de la otra, cf. na aire esselya en vez de *na air` esselya, pero las preposiciones y partículas, no estando acentuadas, pueden ser más susceptibles a la mutilación que otras palabras). *Síve significa en apariencia "como" cuando el que habla está comparando con algo situado en su proximidad; ver nota sobre tambe y *síve abajo. emme pronombre enfático, "nosotros" exclusivo (nosotros enfático para generar contraste con aquellos que nos ofenden). apsenet probablemente *"perdonarlos", tiempo aoristo con el sufijo pronominal -t para "ellos" como objeto directo. Se trata de uno de los dos únicos ejemplos publicados de un verbo recibiendo un sufijo pronominal que denota al objeto solamente, y del primer ejemplo de un verbo finito con una terminación de ese tipo (siendo el restante ejemplo un infinitivo: karitas "hacerlo", VT41:13, 17). En todo otro ejemplo conocido, las formas verbales que incluyen un sufijo pronominal denotando un objeto llevan también un segundo sufijo denotando al sujeto, este último precediendo al otro. Un ejemplo que involucra a la misma terminación -t "ellos" como en apsenet es la de la Alabanza de Cormallen, que muestra andave laituvalmet por "largo tiempo los alabaremos". Aquí el final -t "a ellos, los" viene precedido por -lme- "nosotros"[25]: objeto y sujeto respectivamente. Emme apsenet "nosotros los perdonamos[26]" puede ser visto como una reformulación de *apsenemmet, siendo expresado el sujeto como pronombre independiente en lugar de sufijarlo, porque "nosotros" pretende ser enfático, pero la terminación -t por "ellos" permanece sufija al verbo. tien aparente pronombre dativo "(para) ellos" o "(a) ellos" (el dativo de te, ver Comentario Lexicológico). Este sería el objeto indirecto del verbo "perdonar", y como tien es seguido por la oración relativa "quienes nos ofenden", queda claro que el pronombre dativo denota quiénes son los perdonados. Como ya hemos observado, en Quenya el objeto indirecto (dativo) de "perdonar" señala a quienes son perdonados y el objeto directo la acción que es perdonada: ámen apsene úcaremmar, "perdónanos [#men, objeto indirecto] nuestras ofensas [úcaremmar, objeto directo]". La -t como sufijo al verbo "perdonar" en emme apsenet debe, de igual manera, ser el objeto directo, "nosotros perdonamos[27]", pero, una vez más, este "ellos" debe referirse a las cosas que son perdonadas y no a las personas a quienes se perdona: en cambio, la gente es señalada a través de un objeto dativo independiente, tien. Aparentemente Tolkien usó la fraseología *"perdona nuestras ofensas así como nosotros las perdonamos [esto es, a las ofensas] en beneficio de aquellos [tien, dativo] que nos ofenden". i pronombre relativo "quien, quienes", úcarer verbo "ofender" o "pecar", literalmente "cometer fechorías": tiempo aoristo con el sufijo de plural -r. (Basados en otros ejemplos sería dable esperar *úcarir, y probablemente también *apsenit en vez de apsenet arriba - ver care en el Comentario Lexicológico: Con respecto a la formación del aoristo, Tolkien debe haber estado, cuando escribió este texto, en una "fase" de algún modo heterodoxa, comparada con el sistema que usó tanto antes como después.) emmen "contra nosotros"[28] (exclusivo). Éste es el pronombre emme (verificado antes en la frase) con la terminación del dativo, -n, nuestro primer ejemplo de un pronombre enfático con sufijo de caso. Es también nuestro primer ejemplo de un dativo siendo usado para denotar un objeto indirecto afectado adversamente por la acción verbal, de allí la traducción inglesa "contra nosotros" en lugar de "para nosotros, a nosotros". Todos los ejemplos de dativo que teníamos previamente denotaban objetos indirectos que se beneficiaban de la acción verbal, p. ej. nin "para mí" en la frase sí man i yulma nin enquantuva? "Ahora, ¿quién volverá a llenar la copa para mí?" en Namárië. (Hasta donde se refiere a la gramática, tien i úcarer emmen podría probablemente interpretarse como **"aquellos quienes ofenden para nosotros"; el contexto debe ser tomado en cuenta cuando se determina en qué forma precisa ha de ser entendido el dativo.)

De nuevo vemos a Tolkien basando la versión Quenya de la oración en las traducciones inglesas antes que en el texto griego de Mateo 6:12, que dice tois opheiletais hemôn = "nuestros deudores" en vez de usar la larga paráfrasis "aquellos que ofenden (o pecan) contra nosotros[29]". Esta fraseología es bastante típica de las traducciones inglesas.

 

Nota sobre tambe y *síve: Ambas palabras se traducen "como"[30]. Aparentemente no son intercambiables. En na care indómelya cemende tambe Erumande, "hágase Tu voluntad, así en la tierra como en el cielo", la palabra "como" apunta muy lejos de los parlantes (literalmente tan lejos como al reino celestial). Por otra parte, en la oración sív` emme apsenet tien i úcarer emmen, "así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden", la palabra "como" se refiere a los que hablan en sí mismos. En consecuencia, la distinción tiene que ver, aparentemente, con la distancia entre el hablante y el objeto o situación a que el "como" se refiere. Por ejemplo:

 

*Caruvalmes síve queni sinome oi acárier ta,

"Haremos como la gente de aquí lo ha hecho siempre,"

*ar lá tambe carintes i ostosse.

"y no como se hace en la ciudad."

 

El primer "como" se refiere a una situación que se suscita cerca del hablante, el otro a una situación que se produce lejos del que declara. Presumo que uno podría usar la evidentemente "neutral" palabra para "como", a saber, ve, tanto para sív[e] cuanto para tambe (en realidad ambas formas parecen incluir ve, ver Comentario Lexicológico) - pero aparentemente Tolkien incluyó en el Quenya la posibilidad de hacer algunas finas distinciones que no se expresan comúnmente en inglés[31]. Desde el momento en que el Quenya es, en muchos sentidos, la lengua de los mitos tolkienianos, el lenguaje de los Altos Elfos del Reino Bendito, no sorprende que tratara de hacerlo rico y pletórico de sutiles matices.

 

Álame tulya úsahtienna mal áme etelehta ulcullo : násie :

Y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.

(El texto Quenya no muestra el "y" inicial) Álame es la partícula imperativa á con la negación sufija #la "no" seguida por todavía un último sufijo, el ahora familiar #me "nosotros", apareciendo aquí sin la terminación dativa -n: se trata de un objeto directo, no de uno indirecto. tulya raíz del verbo conducir, la cual, al combinarse con álame forma la frase imperativa "no nos conduzcas". úsahtienna "hacia la tentación", claramente #úsahtie "tentación" + el final alativo -nna "a, hacia". mal pero (totalmente distinto de los testimonios previos de palabras con el mismo significado), áme partícula imperativa á + sufijo pronominal #me "nosotros". etelehta raíz del verbo "librar, liberar", conectando con áme para formar la locución imperativa líbranos. ulcullo del mal, incorporando el sufijo ablativo -llo "desde, de". El sustantivo "mal" al cual está agregado puede ser #ulcu o *ulco con raíz #ulcu- (ver Comentario Lexicológico). Es también concebible que esta palabra pueda significar "el Maligno" (el diablo) más que "el Mal" como abstracción. La frase griega tou ponerou puede ser traducida de las dos maneras, y algunas versiones modernas prefieren interpretar "Sálvanos del Maligno" (Mateo 6:12 en La Biblia de Jerusalén, de cuya versión Tolkien mismo tradujo una pequeña parte: Cartas:378). En Efesios 6:14-16, la mayoría de los traductores toman tou ponerou como refiriéndose al demonio: "Estad, pues, firmes... Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno". No podemos estar seguros del significado preciso que Tolkien previó para #ulcu (or *ulco), si "mal" o "el maligno". La forma de la palabra en sí parece sugerir lo segundo, pero si no se refiere al Mal en abstracto, probablemente hubiéramos esperado el artículo i "el" antepuesto, para expresar "el maligno" - a menos que sea realmente un nombre del "Maligno", en cuyo caso debería haber comenzado con mayúscula.[32]

Algunas versiones de la plegaria deslizan una doxología al final: "Porque Tuyo es el reino, Tuyo el poder y la gloria, por siempre jamás. Amén" (Mateo 6:13; cf. 1 Crónicas 29:11 y Apocalipsis 4:11). Sin embargo, estas palabras no aparecen en algunos de los más antiguos manuscritos griegos: los originales griegos modernos (como los preparados por Westcott/Hort, o la edición de Aland) típicamente las omiten, al igual que la mayoría de las traducciones modernas. De esta doxología espuria, Tolkien sólo incluyó en su versión Quenya de la oración el "¡Amén!" final: násie, casi con seguridad, literalmente *"esto es [así]" (ver Comentario). Evidentemente era una de sus grandes preocupaciones el hecho de que el texto que estaba traduciendo fuera genuino. Desde un punto de vista lingüístico tendríamos que lamentar la omisión de la doxología completa, porque hubiese sido interesante ver cómo manejaba Tolkien el pronombre posesivo independiente Tuyo (¿Hubiera sido confirmada, como se ha teorizado durante mucho tiempo, la forma *elya?).

 

Podemos sintetizar aquí la sintaxis referente a la partícula imperativa á. El Padrenuestro provee cuatro ejemplos: ámen anta "danos", ámen apsene "perdónanos", áme etelehta "líbranos" y (con la negación -la- y la terminación pronominal -me como sufijo) álame tulya "no nos conduzcas". A estos ejemplos podemos agregar á hyame por "ruega" en el Avemaría (ver abajo). En este último ejemplo vemos la partícula imperativa por sí misma, libre de sufijos, como ocurre en la oración á vala Manwe "quiera Manwe ordenarlo" (o literalmente *"reina Manwe") en GJ:404. La partícula también aparece aislada, en la variante de forma (corta) a, en una frase de la Alabanza de Cormallen: A laita te, laita te, "bendigámoslos, bendigámoslos".

El verbo que sigue a la partícula imperativa á (mostrándose solo o con negaciones o pronombres sufijados) aparecerá como una raíz sin inflexión. Anta, etelehta, tulya son ejemplos de raíces-A, o verbos "derivados" (lo cual también ha de ser el caso de vala "reinar" en á vala Manwe). Por el contrario, apsene y hyame podrían representar verbos "básicos", el componente esencial de los cuales es simplemente una raíz desnuda sin ningún sufijo de terminación verbal como -ta o -ya (en apsene puede haber un elemento prefijado a la raíz, pero es irrelevante). Este verbo agrega una -e, que evidentemente representa la -i corta primitiva cuando el verbo aparece como una "raíz" infinitiva o sin declinar. Á hyame "¡ruega!" puede ser comparada con la frase áva kare en GJ:371: "Una forma más larga, áva... que muestra combinación con la partícula imperativa *â, fue comúnmente usada como el imperativo negativo `¡No!`[33], usado solo o con una raíz verbal sin inflexionar, como áva kare!" - una orden negativa "¡no lo hagas!" (GJ:371). Kare representa aquí la "raíz verbal sin inflexionar" del verbo kar- "hacer", representando por sí misma la raíz desnuda kar (CP:362). La negación (áva en vez de á) no afecta la sintaxis; uno podría, ciertamente, mezclar los ejemplos comprobados á hyame y áva kare para producir *áva hyame "¡no reces!" y *á kare "¡haced!". La raíz verbal no inflectiva coincide en su apariencia con ciertas formas de tiempo verbal: una raíz-A como anta, al igual que las raíces de infinitivo hyame y kare, pudieran por su forma ser también ejemplos de los aoristos de los verbos correspondientes. Sin perjuicio de ello, cuando van precedidos de la partícula imperativa á (o de sus formas negadas áva, ála) una tal forma debe ser tomada como infinitiva/no inflectiva.

Las versiones Quenya del Padrenuestro y del Avemaría revelan un aspecto nuevo acerca de la partícula imperativa: que atrae fácilmente a los elementos pronominales. El pronombre que denota el objeto en una alocución pronominal (en acusativo para el objeto directo o en dativo para uno indirecto) puede ser sufijado directamente a la partícula imperativa, antes de que la siga el verbo. Por eso tenemos, por ejemplo, áme etelehta "danos", ámen anta "entréga-(a)-nos"[34]. Incluso la oración a laita te "bendigámoslos" en ESdlA tiene el pronombre siguiendo al verbo. Estamos obligados a asumir que te "ellos" podría, en este caso también, haber sido sufijado a la partícula imperativa, de manera tal que "¡bendigámoslos!" podría ser expresada como *Áte laita, "¡hagamos-a-ellos benditos!"[35]. Por el contrario, a la luz de este ejemplo de ESdlA debemos asumir asimismo que los pronombres podrían ser ubicados después del verbo, como en el texto que tenemos delante: *á anta men "danos", *á apsene men "perdónanos", á etelehta me "líbranos", *ála tulya me "no nos dejes". Puede, inclusive, tratarse de una característica de la gramática Quenya el hecho de que cuando un pronombre corto que funciona como objeto directo o indirecto no puede ser agregado al verbo como sufijo (lo cual, tal vez, sea siempre imposible en el caso de un objeto indirecto dativo), entonces el pronombre aparece típicamente antes del verbo - aún a pesar de que el orden verbal preferido sería, en otra circunstancia, sujeto-verbo-objeto en lugar de sujeto-objeto-verbo. Compárense construcciones francesas tales como je t`aime, aunque el Francés lleva normalmente la secuencia sujeto-verbo-objeto y no sujeto-objeto-verbo; el equivalente Quenya puede encontrarse en CP:61: Inye tye-méla "yo Te amo" con tye "Te" prefijado al verbo en vez de siguiéndolo. Aún en Namárië (incluyendo la versión en prosa) tenemos sí man i yulma nin enquantuva? por "Ahora, ¿quién volverá a llenar la copa para mí?"; obsérvese que el pronombre dativo nin viene antes del verbo, aunque es el equivalente de "para mí", que en Inglés[37] se coloca después. Parece que, cuando esos pronombres breves están ubicados antes del verbo, fácilmente se pegan a la partícula precedente si la hay. Observando los ejemplos del texto que estamos estudiando, un imperativo como "¡Vuelve a llenar la copa para mí!" probablemente sería *ánin enquate i yulma! Con el nin "para mí" aplicado como sufijo directamente a la partícula imperativa.[36]

 

II. EL AVEMARÍA

 

Aia María quanta Eruanno

Dios te salve, María, llena eres de gracia,[38]

Aia "salve" (forma más reciente u ortografía alternativa de aiya), María "María" (la forma "Quenya" está basada en la pronunciación latina, como en Yésus = "Jesús" más abajo[39]), quanta "lleno", Eruanno "de gracia" - evidentemente el genitivo de *Eruanno "gracia" o literalmente *"Dios-regalo". Este ejemplo muestra que "llena de" algo es representado como quanta + genitivo. Este uso del genitivo nunca había sido demostrado antes. [Las versiones más primitivas del Avemaría usan aquí el caso instrumental en vez del genitivo: VT43:26, 27.]

 

i Héru as elye ·

el Señor es contigo.

i artículo "el", Héru "Señor" (otras fuentes llevan heru con una e corta), as "con", elye "ti" (o "tú", que es el significado que esta palabra tiene en Namárië; sabemos muy poco acerca de qué casos gobiernan normalmente las preposiciones Quenya, acusativo o nominativo). Nótese que no hay ninguna palabra Quenya correspondiente a "es" en la versión inglesa. Presumiblemente sería posible deslizar en el texto tal palabra (antes de una locución preposicional sería con toda posibilidad ëa y no , por ello *i Héru ëa as elye) - pero claramente no es obligación. Se trata de una frase nominal en la cual la palabra "es" es tácita y sobreentendida. Las construcciones de este tipo son comunes en los idiomas de nuestro propio mundo (p.ej. el Ruso y muchas lenguas semíticas), y esta forma puede ser igualmente común o incluso predominante también en Eldarin. En el Avemaría, esta línea es la primera de tres oraciones nominales consecutivas. Esta clase de locuciones ya eran bien conocidas en materiales publicados previamente: en CP:47 tenemos ilya sí maller raikar por *"ahora todos los caminos [están] torcidos". Vahaiya sín atalante fue traducida por el propio Tolkien como "muy lejos ahora (está) la Sepultada", en la cual el "está" entre paréntesis indica claramente que en Quenya la cópula no se expresa directamente (SD:247). Puede ser que las sentencias nominales sin una cópula explícita sean más comunes que excepcionales en Quenya.

Como vimos arriba, sería posible leer aselye (como una palabra). En ese caso, sería mejor tomarla como la preposición as "con" + el final pronominal -lye "tú" (o en este contexto, el "ti" de "contigo"), con una vocal de conexión -e- inserta antes del sufijo para evadirse de un grupo consonántico imposible (cf. e antes de otra terminación de pronombre en Átar-e-mma). Alternativamente, la preposición también pudo haber sido #ase, siendo parte de ella la -e. Este sería, en cualquier caso, el primer ejemplo conocido de una preposición que termina en un sufijo pronominal. Hay, sin embargo, algunos argumentos en contra de leer aselye como una sola palabra. Por un lado, la s se convertiría en intervocálica, y las s intervocálicas normalmente se pronuncian z, convirtiéndose luego en r, por lo que tendríamos **arelye en lugar de aselye. (Hasta donde conocemos un poco la etimología de #as(e) "con", es por supuesto posible que pudiese representar *aþ(e) primitivamente, porque s derivada de þ no se convierte en z > r en ningún caso; ver la referencia a nísi en el Comentario Lexicológico para un ejemplo. Aún así, esta parece ser una teoría ad hoc.) El otro argumento en contra de la lectura aselye es que, por lo que sabemos, el Quenya no adhiere sufijos de pronombres a las preposiciones, aunque parece que poseemos un único ejemplo en contrario: Namárië, incluyendo la "versión prosificada" en ECsps:67 donde las consideraciones de métrica no son un problema, dice imbë met por "entre nosotros". Si los pronombres independientes fueran fácilmente reemplazados por los correspondientes sufijos pronominales luego de las preposiciones, deberíamos esperar, en su lugar, *imbemmet (¿?). [No obstante ello, VT43 cita ejemplos de preposiciones Quenya que toman terminaciones pronominales. Igual persiste el misterio de por qué la s falla en convertirse en r.][40]

 

aistana elye imíca nísi :

Bendita tú eres entre todas las mujeres[41]

aistana "bendita" (evidentemente un verbo, #aista- "bendecir" + final de participio pasado -na), elye "tú" (forma enfática), imíca "entre"[42], nísi plural de nís "mujer" (de acuerdo con todas las otras fuentes, el plural debiera ser nissi; ver Lexicológico). Tal cual en la frase i Héru as elye "el Señor [es] contigo" más arriba, el verbo "es" está ausente y es sobreentendido.

 

ar aistana i yáve mónalyo Yésus :

y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

ar "y", aistana "bendito" como anteriormente, i "el", yáve "fruta", mónalyo "de tu vientre", compuesto por #móna "vientre" + el sufijo pronominal -lya "tuyo" + la terminación del genitivo -o "de", que desplaza la -a final (cf. Vardo como genitivo de Varda en Namárië), Yésus "Jesús". Una vez más, el verbo "es" es tácito; no hay cópula entre aistana e i yáve. Es de hacer notar que yáve recibe el artículo i a pesar de que también está gobernado por un genitivo del cual podría pensarse que ya lo determina con suficiente precisión. Otros ejemplos parecen indicar que tanto se incluya el artículo como no se lo incluya, es por completo inconsecuente para el significado, siempre y cuando el sustantivo esté también gobernado por un genitivo; se lo considerará definido en ambos casos. La locución i yáve mónalyo representa el mismo patrón que en i Equessi Rúmilo "los Proverbios de Rúmil" en GJ:398; se incluye el artículo "los". Por el contrario, Indis i Kiryamo "La esposa del marino" en CI:8 omite el artículo antes de indis "esposa", pero sigue siendo definido a causa del genitivo que lo sigue; no significa "una esposa del marino". Hay una pregunta que permanece sin respuesta: ¿sería aceptable incluir el artículo si el genitivo viene precediendo a la palabra que gobierna (lo cual se sabe que es un orden fraseológico posible o incluso preferible - ver abajo), o *mónalyo i yáve, *Rúmilo i Equessi, *I Kiryamo i Indis serían tan erróneas como tu del vientre el fruto, Rúmil de los proverbios o marino de la mujer en Inglés?[43].

Aire María Eruo ontaril

Santa María, madre de Dios,

Aire "santa", María "María", Eruo "de Dios" (Eru + sel sufijo genitivo -o), ontaril "madre" o más literalmente *"generatriz" (con terminación femenina). Al contrario que en el caso de i yáve mónalyo ya estudiado, aquí el genitivo se encuentra antes del sustantivo que gobierna: Eruo ontaril es, literalmente, "madre/generatriz de Dios" en ese orden. Más arriba, citamos algunos de los numerosos ejemplos conocidos del orden inverso, con el genitivo siguiendo a su sustantivo. Es interesante observar que mientras la versión "poética" de Namárië dice rámar aldaron por "las alas de los árboles" (metafórico por hojas), la versión en prosa de ECsps:66 tiene, por el contrario, aldaron rámar. Tolkien desplazó el genitivo desde una posición siguiente al sustantivo hasta una posición que lo precede. Es ésta la secuencia preferida en la prosa normal, a pesar de que abundan las excepciones.

 

á hyame rámen úcarindor

ruega por nosotros pecadores

á hyame "reza, ruega", siendo á el imperativo y hyame una raíz verbal no inflexionada "rezar". La forma rámen es una de las palabras más oscuras de este texto. Con toda evidencia significa "por nosotros, para nosotros", por cuyo significado esperaríamos ver un pronombre dativo #men, comprobado largamente más arriba (incidentalmente sufijo a la partícula imperativa á). Con seguridad, puede parecer que rámen incluye #men, pero ¿qué significa el prefijo #-? Parece superfluo para alcanzar el significado deseado. Es razonable pensar que pudiera tratarse de una forma especializada del dativo, significando algo así como *"en nuestro nombre", pero el impacto semántico preciso de esta palabra debe permanecer en el misterio por el momento. [Ver la entrada rámen en el Análisis Etimológico para profundizar sobre esto.] úcarindor "pecadores", #úcarindo "pecador" con la partícula plural -r. La palabra significa, en realidad, literalmente *"hacedores del mal"; ver el Comentario Lexicológico. En CI:317, Tolkien establece una regla gramatical que dice: "en Quenya, en el caso de dos sustantivos declinables en aposición, sólo se declina el último de ellos". Esta "regla de la última palabra declinable" aparentemente no se aplica cuando los que están en aposición son un pronombre y un sustantivo. El caso dativo es indicado, evidentemente, a través de la partícula -n como elemento final de rámen, y úcarindor "pecadores" (aquí en aposición con el pronombre rámen "por nosotros") aparece en el nominativo más que en el plural del dativo (lo cual sería *úcarindoin, de acuerdo a la declinación Plotz[44]).

 

sí ar lúmesse ya firuvamme : násie :

ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

"ahora", ar "y", lúmesse locativo de lúme "hora", ya "en la cual", firuvamme *"moriremos" (fir-uva-mme "morir-habremos-nosotros"). El sufijo -mme representa un "nosotros" exclusivo, la forma natural para usar aquí, porque aquella a la que se dirije la frase no se incluye entre "nosotros": se trata de un grupo ("nosotros los pecadores") dirigiéndose a alguien ajeno al grupo (la Virgen María, que para los católicos nació y sigue estando libre de pecado), y no a otro pecador dentro del grupo. - En relación a lúmesse ya firuvamme, estas palabras Quenya significan literalmente *"en [la] hora en que moriremos"; Tolkien no ha traducido directamente aquí la secuencia inglesa/castellana "en la hora de nuestra muerte" (de la cual el equivalente literal Quenya debiera haber sido *i lúmesse qualmemmo). La construcción lúmesse ya firuvamme puede ser considerada como una forma breve del sintácticamente "más completo" *lúmesse yasse firuvamme, "en [la] hora en la cual moriremos", donde el pronombre relativo ya recibe también el sufijo locativo (ya con el sufijo locativo del plural -ssen está atestiguado en Namárië de ESdlA, que tiene yassen por "en donde" refiriéndose a la palabra plural oromardi "altos salones"). Pero esta construcción "completa" podría tal vez percibirse como algo engorrosa, ya que el sufijo locativo aparece en dos palabras consecutivas, y también ya "que, cual" se usa como en Castellano en que en una frase del tipo "el año en que nos mudamos"[45] (en vez de "el año en el cual nos mudamos"). - Al igual que el Padrenuestro, el Avemaría termina con un násie "amén" o "así es".

 

4. Comentario Léxicoetimológico: Discusión de las palabras individuales

 

á, partícula imperativa usada en conjunción con una raíz verbal sin declinar: á hyame ¡reza! La partícula no tiene equivalente castellano directo; simplemente se usa en conjunción con una raíz verbal para dejar en claro que este verbo debe ser tomado como imperativo. La frase á vala Manwë en GJ:404 fue traducida por Tolkien "quiera Manwë ordenarlo"; una traducción más literal sería *reina, Manwë (si hacemos un esfuerzo para traducir á como palabra separada). Este á representaría el â primitivo, del que se dijo que era una "partícula imperativa... originalmente independiente y de posición variable" (GJ:365, 371). Como se menciona en el Comentario Sintáctico más arriba, la partícula imperativa aparece en ESdlA en su variante a (como vocal corta) formando parte de la Alabanza de Cormallen: A laita te, laita te. Esto se traduce "bendigámoslos, bendigámoslos" en Cartas:308; más literalmente es *oh, bendigámoslos, bendigámoslos. El texto que estamos estudiando indica que los pronombres cortos (acusativos o dativos) pueden sufijarse directamente a esta partícula: áme haz [algo a] nosotros, ámen haz [algo] para nosotros; ver entrada separada áme para más detalles. La partícula también aparece en su forma negada #ála, q.v.[46]

aia, interjección salve. Sólo la ortografía es nueva; hay testimonio de esta interjección en ESdlA. Frodo "hablando en lenguas" en Cirith Ungol gritó Aiya Eärendil Elenion Ancalima = Salve, Eärendil, la más brillante de las estrellas (traducido en Cartas:385). Respecto de las variantes de grafía, compárese el primitivo wâyâ sobre en beneficio de vaia y vaiya en Quenya (CP:397 s.v. way-). Ya en sus más tempranas notas sobre la fonología "Qenya", Tolkien mencionaba la variación aiy-/ai-, señalando que una palabra como paiyan ("oración") era "escrita también paian" (Parma Eldalamberon #12 pág. 8). Es interesante hacer notar que PTM:363,364 menciona Máyar como una forma alternativa de Maiar (los espíritus menores de la raza de los Valar, cf. AM:340). Parece razonable asumir que la más antigua forma Quenya del primitivo wâyâ sobre fuese *wáya (haciendo un paralelo con Máyar), convirtiéndose luego en (*waiya >) vaiya y más tarde en vaia (a la manera de Maiar; en el mismo estadio en que encontramos vaiya, para los Ainur menores presumiblemente hubiéramos tenido *Maiyar). Aiya y aia como variedades de la palabra para salve pueden, así, representar simplemente una forma antigua y una forma "moderna" de la misma palabra; en todo caso, la diferencia en la pronunciación es muy ligera, y en el caso concreto de paiyan vs. paian Tolkien aparentemente dejó implícito que la variación es meramente ortográfica. (Las formas más antiguas de aia debieron ser apreciablemente distintas: el Quenya arcaico *áya y el Élfico primitivo *âyâ.) Si nos referimos a la etimología precisa de esta palabra, no podemos tener la certeza de cuál era la que Tolkien quería asignarle. La primera parte de *âyâ pudo, de alguna manera, estar relacionada con la partícula vocativa Quenya a, como en el saludo que Bárbol dirige a Celeborn y Galadriel: a vanimar oh, hermosa gente (traducido en Cartas:308). El final *- es usado con frecuencia para derivar tanto adjetivos como verbos; tal vez el Quenya ai(y)a puede también usarse como verbo, como en el inglés saludar. Es, sin embargo, interesante destacar que una palabra similar a nuestra sugerencia de la forma Quenya más antigua de aia/aiya, a saber, *áya, está testimoniada en la realidad en PTM:363: "el Quenya áya significaba...`temor`[49]." Ésta es la misma fuente (en verdad, la misma página) que suministra la forma Máyar en vez de Maiar, por lo cual áya y Máyar deben pertenecer al mismo estado de desarrollo del Quenya. Si Máyar se convirtió luego en Maiar, áya temor presumiblemente también se volvió *aia - en un todo similar a la palabra para salve, salud utilizada en el texto que comentamos. Es en verdad la misma palabra, de modo que ¿podríamos abandonar aquí los asteriscos? Si es así, la interjección Quenya ai(y)a salud real u originalmente significa temor, y su uso como saludo pudo ser en su origen una expresión de profundo respeto sentido por quien hablaba hacia la persona que era saludada. Si es ésta la etimología correcta, aia salud no representa el Élfico primitivo *âyâ como sugerimos arriba, sino el primitivo gâyâ, una forma dada en PTM:363. El significado original fue más severo que el simple "temor"; Tolkien la definió como "terror, gran miedo". (Tolkien imaginaba que en Quenya se suavizó el sentido porque luego de la pérdida normal de la g- inicial, la palabra terminó siendo asociada con el Valarin ayanu- o ayanûz, un espíritu de la primera creación de Eru, cuya forma fue adaptada al Quenya como Ainu; ver PTM:364 y GJ:399. Los Valar fueron los más prominentes Ainur de Arda, y áya terminó por referirse específicamente al temor que los Elfos sentían por estos poderosos espíritus, y la palabra adquirió así un sentido de nobleza.) El primitivo gâyâ se derivó de una raíz del Eldarin Común, gaya "temor, pavor" (cf. gáyas "miedo" en las Etimologías, CP:358; ésta bien podría ser una forma ampliada de gaya).[48][47]

aire, adjetivo santo: na aire esselya *tu nombre (sea) santificado, aire María Santa María. Lo primero que uno debe asumir sería que se trata del mismo elemento aire que encontramos en Namárië, en el complejo airetári-lírinen en... su canción, santa y regia (más literalmente *"por santa-reina-canción"). En la versión en prosa de Namárië, Tolkien reformuló esto como lírinen aire-tário, que representa canción-en de la santa-reina en su traducción interlineal (ECsps:67). No podemos evitar aquí tener la impresión de que aire es la palabra para sagrado (y, como demostraré, esta era la intención original de Tolkien). Sin embargo, en una fuente post-ESdlA este adjetivo es traducido como aira: PTM:363. La forma primitiva no se cita, pero es evidente que podemos encontrarla en GJ:400: gairâ espantoso, temible que se define como proveniente de la raíz gay- asombrar, espantar, claramente lo mismo que [52][51][50]gaya miedo, pavor en PTM:363. (El hecho de que esta raíz pueda ser leída tanto como sustantivo cuanto como verbo no debe confundirnos, porque las traducciones de las palabras-raíz primitivas a menudo no pueden considerarse "exactas": en vez de ser una palabra utilizable en sí misma, la raíz es la materia prima para las palabras reales, por lo que la traducción sólo señala indirectamente al significado general. Las traducciones "asombrar, espantar" y "temor, pavor" obviamente giran alrededor de un mismo tema.) El desarrollo fonético gairâ > aira es lo suficientemente simple, y el progreso semántico de espantoso, temible a sagrado no es absurdo tampoco, si algo sagrado es aquello que es "temible" en el más verdadero sentido de la palabra: inspirador de miedo, objeto de temor reverente. (Al tratar de explicar por qué el primitivo gairâ > Quenya aira llegó a adquirir un sentido más elevado, Tolkien también dejó que los "entendidos" invocaran la influencia del Valarin ayanu- o ayanûz. Ver aia más arriba.) En gairâ, vemos el relativamente bien testimoniado sufijo adjetival - (cf. por ejemplo, una forma tan primitiva como ubrâ abundante de ub- abundar, CP:396, o el verdaderamente primitivo gaisrâ temible de gáyas- miedo en CP:358: muy similar a gairâ tanto en forma como en significado). Incluso todo esto puede estar de más en cierto sentido, ya que la forma ancestral gairâ sólo es capaz de producir el Q aira, y en el texto en estudio aparece como aire en lugar de aira. Aire puede, por supuesto, ser la forma plural de aira (en cuyo caso representaría la antigua *airai), pero no puede ser plural aquí, desde el momento en que los sustantivos a los que modifica - "tu nombre" y "María" - son singulares ambos, presentándose en forma separada. Podría ser también una forma nominal de aira: "El adjetivo aira era el equivalente más cercano de `sagrado`, y el sustantivo airë de `santidad`. Airë era usado por los Eldar como título para dirigirse a los Valar y a los Máyar más importantes. Varda hubiera sido nombrada Airë Tári. (Cf. Lamento de Galadriel, cuando se dice que las estrellas temblaban al sonido de la voz de la santa reina...)" (PTM:363-364, reproduciendo una fuente no anterior a febrero de 1968, cf. PTM:331.) Ésta, pues, es la forma en que Tolkien quería ahora explicar el elemento aire in airetári-lírinen de Namárië. Inclusive en el texto que tenemos ante nosotros, escrito con certeza mucho antes de 1968, se descubre que ésta no era la idea original. Es cierto que aire María por Santa María podría ser explicada como una construcción similar a Airë Tári Reina Sagrada, o literalmente *(su) santidad/beatitud, (la) Reina. Si Varda (Elbereth) puede ser llamada Airë o "Santidad", debemos asumir que este título puede ser igualmente aplicable a María, tal como aparece en el pensamiento católico: en verdad Tolkien declaró que las gentes buenas de la Tierra Media "podían llamar a un Vala (como Elbereth), igual que un católico llamaría a un Santo" (Cartas:193, nota al pie). En cualquier caso, no podemos explicar na aire esselya de la misma forma; asumir que es literalmente *"que tu nombre [sea] una santidad"[54] parece, más bien, traído de los pelos. La conclusión de que cuando Tolkien estaba escribiendo estos textos pensaba en aire como un adjetivo y no como un sustantivo puede no ser la única explicación, pero es la más probable. Tolkien parece haber imaginado originalmente una etimología diferente. El participio pasado aistana bendito (ver abajo) puede muy bien estar relacionado con aire sagrado; si es así, demuestra que la r de esta última fue originalmente una s: en Quenya, la s en ciertas posiciones se pronuncia z, convirtiéndose a su vez en r; sin embargo, delante de una plosiva sorda como la t (como en aistana, q.v.), podría quedar sin cambios. Si aire fue una vez *aize < *aise, podríamos asumir como cierto que aún antes, la forma primitiva gaisi nos permitiría conectar este adjetivo con gais-, citada en CP:358 como una primera encarnación de la raíz gáyas- miedo. Ya hemos marcado que ésta puede ser simplemente una variante de gay- asombrar, espantar o gaya miedo, pavor que aparece en fuentes posteriores (PTM:363, GJ:400), exactamente la(s) raíz(ces) de las cuales más tarde Tolkien derivaría la palabra para "sagrado". No dudamos de que el adjetivo primitivo terminaba en -i; esto es evidente por su verbo en tiempo pasado airitáne santificó, presente en el Dibujo 91 de la Sra. Tolkien, 41v, fechado alrededor de 1966 y actualmente en la Bodleian (ver Vinyar Tengwar N° 32, noviembre de 1993, página 7, donde Carl F. Hostetter nos suministra información acerca de un manuscrito inédito). Esto probablemente representa el primitivo *gaisitâ-nê, siendo el verbo *gaisitâ- santificar construido a partir de *gaisi- sagrado con la terminación verbal -, aquí en causativo: de allí hacer sagrado = santificar. Para el final adjetival -i en *gaisi (convirtiéndose, en Quenya, en -e cuando aparece al final de la palabra), compárese el karani rojo primitivo, que produce el Quenya karne (CP:362 s.v. karán-). Si nos animamos a comenzar a especular por qué Tolkien decidió, eventualmente, cambiar el adjetivo sagrado de aire a aira, la misma palabra karne (carne) puede -acaso- darnos una pista. En la primera edición de ESdlA, Bregalad el Ent usa en una canción la palabra carnemírië, refiriéndose a sus serbales[55] protegidos (ESdlA Tomo 2, Libro Tres, capítulo IV). En Cartas:224, Tolkien explica que esta palabra quiere decir "adornado con joyas rojas", literalmente *rojo-enjoyado. El adjetivo carne-, descendiente del antiguo karani, aparece aquí como prefijo. Incluso el cambio de la -i corta primitiva por -e sólo se suponía que ocurriera al final. Cuando no era final, como en un compuesto, esta vocal debía haber mantenido su calidad original. Compárese el Quenya varne pardo, derivado de la raíz barán- (tal como karani > Q carne rojo viene de karán-) e indudablemente destinado a representar la palabra primitiva *barani: en el caso de varne, Tolkien hizo notar explícitamente que se transforma en varni- cuando es seguida de otro elemento (CP:351). Obviamente carne rojo, de la misma manera, debiera aparecer como carni- en palabras compuestas, y por ende Tolkien cambió la palabra carnemírië por carnimírië cuando apareció la versión revisada de ESdlA en 1966. Con esto llegamos finalmente a nuestra conclusión: si carne rojo se convirtió en carni- en las palabras complejas (reteniendo la i del karani primitivo sus cualidades cuando no va al final), entonces, un adjetivo aire sagrado derivado de *gaisi debiera, de la misma forma, manifestarse como airi- en vocablos compuestos. ¡En lugar de airetári, Namárië "debiera" decir *airitári! Tolkien olvidó corregir esto cuando cambió carnemírië por carnimírië. Si nuestra teoría es correcta, Tolkien debe haber sentido, al final, que no tenía otra alternativa que reinterpretar el aire de airetári. Un adjetivo Quenya (singular) terminado en -e sólo puede representar una forma primitiva acabada en -i, y esta -i- debiera permanecer sin cambios cuando no va al final; por tanto, sencillamente no hay manera de que el primer elemento de airetári pueda ser un adjetivo. Sin embargo, prontamente Tolkien ideó una nueva interpretación que dejaría la traducción de Namárië en ESdlA más o menos correcta: mientras que ómaryo airetári-lírinen puede representarse como en la voz de su canción, sagrada y regia, se "demostró" que este aire no es el adjetivo sagrado, después de todo. Es "en realidad" un sustantivo, santidad, formado del adjetivo real santo, o sea aira. De esta forma, Tolkien se las ingenió para explicar plausiblemente las inconsistencias lingüísticas, ¡aunque deben haber preocupado a muy pocos lectores! Sin embargo, su traducción del Padrenuestro, probablemente casi contemporánea de la publicación de ESdlA, muestra que en su origen aire era precisamente lo que aparenta ser en Namárië: el adjetivo sagrado. La explicación alternativa ha de haber sido concebida mucho más tarde; airitáne en vez de *airatáne por bendito en un manuscrito posterior (ca. 1966) parece indicar que Tolkien todavía seguía pensando, por aquella época, en aire, airi- como las palabras para sagrado. Anteriormente, tal vez haya pensado en explicar el Airetári (y no *Airitári) de Namárië como una forma acuñada por analogía con la forma simple aire. Otra solución pudo ser que fuera mejor tomarla como una palabra compuesta pero que se escribe separada, Aire Tári (esta grafía en dos palabras aparece en realidad en PTM:363), aunque "ocurre" que está escrita toda junta en el texto de ESdlA.[56][53]

aistana, participio pasado bendito, indicando la raíz verbal #aista- bendecir. El sufijo -na está bien demostrado como formador de participios pasados. Se puede comparar, por ejemplo, el verbo car- (kar-) hacer citado en las Etimologías (CP:362 s.v. kar-, allí en primera persona del aoristo: karin) con su participio pasado #carna hecho, certificado como parte de una palabra compuesta en AM:408. Este final desciende del primitivo -: compárese un "participio pasado" tan primitivo como skalnâ (> Quenya halda) escondido vs. la raíz skal1- esconder, CP:386. Sin embargo, en Quenya el sufijo de participio también aparece como una forma larga, -ina. Ejemplos como hastaina herido, desfigurado (AM:254) sugerirían que esta forma más larga debiera ser usada en el caso de un verbo terminado en -ta. Tal vez el participio de #aista- bendecir aparezca como aistana y no **aistaina a causa de la eufonía, para evitar el diptongo ai en dos sílabas concomitantes, lo cual no es deseable. El verbo #aista- bendecir no ha sido atestiguado previamente. Obviamente, no debe identificárselo con aista empavorecer en las Etimologías (CP:358 s.v. gáyas- miedo), aunque en ambos casos debemos asumir una forma primitiva *gaistâ-. El verbo aista- incluiría, entonces, la misma raíz que en (*gaisi >) aire sagrado ya explicada, aunque los cambios fonéticos subsiguientes han hecho que las formas de las palabras diverjan en cierto modo: una s intervocálica se pronuncia como z sonora y luego deviene en r en Quenya Noldorin, pero antes de una plosiva sorda como t, la s permanece incólume (como en *gaistâ- > Q aista- pero *gaisi > Q aire. Compárese el primitivo bestâ matrimonio > Q vesta pero el primitivo besû pareja casada > Q veru, CP:352 s.v. bes-, esta última apareciendo a través de *vezu). Como se discutió en aire arriba, los significados originales de la raíz en cuestión tienen que ver con el miedo y el pavor más que con la sacralidad: lo que es "santo" es en su origen percibido como aquello temible o inspirador de miedo. Puede ser que, en un sentido, el verbo aista empavorecer en las Etimologías sea en realidad el mismo que su homónimo bendecir en el texto que estamos analizando: Tolkien simplemente reinterpretó el desarrollo semántico (o acaso reacuñó una palabra antigua con varios elementos provenientes de aquella, pero aplicándoles entonces algunos diferentes matices de significado). En aista- empavorecer, que proviene claramente de *gaistâ-, la terminación verbal - > -ta agrega poco al significado de la raíz gáyas- temer (si tomamos la palabra como un verbo en vez de como un sustantivo). Compárese un verbo Quenya como onta- engendrar, derivado de la raíz ono- con el mismo significado preciso (CP:379; ver ontaril). Incluso el sufijo tiene un significado más fuerte que señalar simplemente "esto es un verbo". Puede ser causativo (ver tulya más adelante, respecto del primitivo tultâ-), pero también declarativo: es interesante observar que este significado tiene prioridad aparente en otra palabra bien demostrada para bendecir, esto es, laita (el grito a laita, laita te en la Alabanza de Cormallen y en SD:47 queriendo decir bendigámoslos, bendigámoslos, Cartas:308). El verbo laita- posiblemente derivaría de una raíz que pudo haber sido lay- o day- (porque la d- inicial primitiva normalmente se convierte en l- en Quenya). Sabemos que hay una base lay- que subyace en palabras para verde y verano (Cartas:283, cf. DQ:52 s.v. laya), pero parece un candidato menos que ideal para ser la raíz de un verbo como bendecir; por otra parte, queda claro que Tolkien, en el período posterior a las Etimologías, calculó que la raíz *day- tenía que ver con grandeza (por supuesto que del todo desconectada de day- sombra en CP:354): el Sindarin daer significa grande (como en Lond Daer Gran Puerto, PTM:329, y Athrad Daer/Dhaer Gran Vado, GJ:335/338), y este adjetivo probablemente debía representar el primitivo *dairâ (con el mismo final adjetival que en formas tan primitivas como gairâ, ubrâ, gaisrâ: ver aire). De la misma forma, el Quenya laita- bendecir se refiere a la palabra primitiva *daitâ-, sc. la misma raíz *day- grande con la terminación verbal -, que aquí sería declarativa: *Daitâ- significaría engrandecer, lo cual por supuesto podría significar literalmente agrandar o ampliar, pero también honrar por la grandeza: cuando Frodo y Sam son saludados al grito de laita te, bendigámoslos, los presentes estaban estimulándose unos a otros a engrandecerlos en el sentido de declarar su grandeza. En el caso de la palabra #aista- en nuestro texto, que también podría traducirse bendecir, esta idea semántica se deriva, sin embargo, de otra fuente, pero el sufijo parece tener el mismo matiz de significado. En el caso de *gaistâ-, Tolkien imaginó, evidentemente, que la terminación - es de nuevo declarativa, y desde el momento en que la raíz gay(a)- o gáyas- tiene que ver con el miedo y el pavor, el significado básico sería declarar o reconocer el espanto (calidad de inspirar temor > santidad) de otro: aistana elye bendita (= reconocida o declarada santa) tú eres. Contrástese la interpretación primigenia de *gaistâ en las Etimologías, donde el mismo sufijo - se usaba simplemente como formador de verbos con poco significado independiente y su descendiente, el verbo Quenya aista empavorecer difería sólo ligeramente del significado de la raíz gáyas- temor.

#ála no, sólo testimoniada con el sufijo pronominal -me nosotros, en la oración álame tulya no-nosotros dejes, es decir, no nos dejes caer (en la tentación). Véase áme, ámen respecto del final pronominal -me. El primer elemento de #ála es la partícula imperativa á, q.v. El segundo elemento es la negación no, claramente idéntica a la raíz la- no (CP:367). Otra palabra para ¡no!, a saber, áva, aparece en una fuente posterior. También esta palabra incorpora la partícula imperativa á, en este caso combinada con la negación , "una exclamación o partícula que expresa la voluntad o expresión del que habla", a ser interpretada como no lo haré o ¡no lo hagas!, dependiendo del contexto (GJ:371). CP:367 s.v. la- lista como la negación Quenya no, por lo tanto #ála podría ser visto como á + tal como áva es á + (en palabras de más de una sílaba, el Quenya no puede normalmente llevar una vocal larga en la sílaba final, de allí que se la acorte: **álá > #ála y **ává > áva). En lo que hace a la variación #ála en el Pater Noster vs. áva en el ensayo posterior de Tolkien Quendi and Eldar, esto está explicado en el artículo de Bill Welden Negation in Quenya (VT42:32-34): "Posiblemente apenas publicado El Señor de los Anillos," Tolkien decidió abandonar el elemento negativo al / la "no" (= el -la de ála). Entre las nuevas negaciones que la reemplazaron, encontramos como un elemento que tiene que ver con las "órdenes negativas"; ésta es la fuente de -va en áva. Por un tiempo, #ála en el papel de la orden negativa ¡no lo hagas! quedó, en consecuencia, como forma conceptualmente obsoleta, pero como Welden también indica que Tolkien resucitó más tarde elemento negativo ala, los lexicógrafos del Quenya deben tratar a #ála como una palabra válida y un sinónimo de áva.[63][62][61][60][59][58][57]

áme haz [algo a] nosotros, ámen haz [algo] para nosotros: la partícula imperativa á (q.v.) con sufijos pronominales, el verbo siguiente completando la frase y diciéndonos de qué cosa es me(n) el objeto (in)directo. En #ála no hagas la negación #la ha sido, de la misma manera, sufijada directamente a á, y en álame aparece la misma terminación pronominal que en áme; ver #ála. En este texto, el pronombre acusativo #me nosotros (exclusivo) y su variante dativa #men sólo aparecen sufijadas a esta partícula imperativa y a su forma negada #ála no hagas. Sin embargo, estos pronombres fueron demostrados anteriormente, aunque en formas ligeramente distintas entre sí. La forma dual de #me, es decir met, aparece en Namárië: esto indica *nosotras (dos), refiriéndose a Galadriel y Varda (otra forma exclusiva, porque Galadriel no se está dirigiendo a Varda, sino cantando acerca de ella misma y Varda ante Frodo, quien obviamente no se supone incluído en este "nosotras"[65]). La forma dativa #men (para) nosotros fue casi demostrada, por así decir, anteriormente. Ha sido suficientemente reconocido que la palabra mel-lumna es CP:47, traducida nosotros-es-pesado (sc. *"es pesado para nosotros"), incluye una forma asimilada de #men, el final dativo -n convirtiéndose en l antes de otra l (ver por ejemplo VT32:8 s.v. men-). Para otro ejemplo de asimilación *nl > ll, cf. Númellótë Flor del Oeste en CI:227; esto es claramente númen oeste + lótë flor. El pronombre #me nosotros está obviamente relacionado con el sufijo -mme nosotros (en firuvamme) y el pronombre enfático independiente emme nosotros.[64]

anta, verbo dar. Esta palabra aparece ya en el Diccionario Qenya (DQ:31) y asimismo en algunos poemas en "Qenya" de principios de la década del 30 (MC:215, 221). Sin embargo, éste es nuestro primer testimonio de este verbo un texto real que es más o menos Quenya "maduro", aunque entretanto la palabra también haya aparecido en las Etimologías. Allí se lo derivaba de ana1- (CP:348), definido a, hacia y se sugería que era una forma del elemento preposicional na1- con la vocal de la raíz prefijada y de similar significado (CP:374). La palabra citada como forma ancestral del Quenya anta- es anta- regalar, entregar; esto indicaría que este verbo primitivo se mantuvo sin cambios en Quenya. Sin embargo, como la -a corta del Élfico Primitivo se perdió a nivel del Eldarin Común, debemos entender que la forma más antigua fue, en cambio, *antâ- con una vocal final larga. El final verbal primitivo - está bien comprobado, algunas veces con significado causativo (una vez más, ver tulya en lo referente al primitivo tultâ-). Como el significado de la raíz primitiva no tiene en sí mismo nada que ver con los verbos, sino que es preposicional o adverbial, aquí - funciona literalmente como formador verbal, y el significado original y básico de *antâ- ha de ser *traer (algo) hacia (alguien ajeno al que habla), por eso regalar y más tarde dar.

apsene, verbo perdonar, nunca visto anteriormente. Aparte de hacer la observación "externa" de que este verbo despierta resonancias del Inglés absolve, absolution[66], es difícil decir con seguridad nada acerca de su origen etimológico. El primer elemento puede, en cierta forma, estar emparentado con #apa- después (como en Apanónar Los Nacidos Después, un nombre Élfico para los Hombres Mortales como Segundos Nacidos de Ilúvatar: GJ:387). Las relaciones semáticas pueden sin embargo permanecer vagas, sobre todo porque el elemento #sen es totalmente oscuro. [De acuerdo con VT43:18, Tolkien derivó apsene de sen "dejar suelto, liberar, dejar ir" unido a un prefijo algo difícil, aba-, que terminó volviéndose ap- cuando la síncopa puso a la b en contacto con la p.] #Apsen- perdonar pudiera, casi seguro, comportarse como un verbo "básico" o de raíz consonántica, de modo tal que la "raíz sin inflexionar" (usada aquí como infinitivo) es apsene en lugar del más antiguo *apseni. De acuerdo con el sistema que Tolkien usó en otras piezas, debería convertirse en apseni- cuando se le agregara cualquier sufijo. En vez de ello, el texto ante nosotros también muestra la variante sufijada apsenet, no *apsenit como hubiéramos esperado. Parece que cuando Tolkien traducía este texto, la evolución de sus lenguas estaba en una "fase" en la cual la variación -e contra -i no tenía lugar, aunque había usado este sistema antes y volvió a él más tarde; ver care para una discusión en profundidad acerca de esta peculiaridad. La terminación -t que se ve en apsenet es en apariencia el mismo sufijo pronominal -t ellos que se halla al final de la palabra laituvalmet los alabaremos (a ellos) en la Alabanza de Cormallen. La oración completa emme apsenet significa, por tanto, los perdonamos (a ellos) - sc. a los pecados/ofensas de otra gente, no a los delicuentes mismos, los cuales, por el contrario, están aparentemente designados por el pronombre dativo tien: como argumentábamos antes, el objeto directo (objeto acusativo) de #apsen- perdonar es la cuestión que es perdonada, mientras que el objeto indirecto (objeto dativo) es(son) la(s) persona(s) perdonada(s). El sufijo de objeto -t ellos puede ser una forma abreviada y sufija del pronombre acusativo independiente te ellos, respecto del cual ya hemos visto tien. También puede estar emparentado con el final pronominal -nte ellos (CI:317 cf. 305), que pudiera ser una versión nasalizada-infija de -t.

ar, conjunción y, bien conocida de Namárië y otras fuentes. El Apéndice de El Silmarillion, artículo ar-, define este elemento como junto a, fuera de y agrega que es el origen del "Quenya ar `y`, Sindarin a". Una explicación similar es expuesta en las Etimologías (CP:349 s.v. ar2-), y puede ser ésta la fuente que Christopher Tolkien usa en este caso. Sin embargo, esta entrada en Etim. no dice nada sobre la conjunción Sindarin (o Noldorin); sólo se menciona el Quenya ar. Normalmente, esperaríamos una raíz simple ar que se convirtiera en ar tanto para el Quenya como en el Sindarin, no a en este último. Es muy cierto que el Sindarin de la Carta del Rey tiene ar en vez de a como la conjunción y (SD:128-129); sin embargo, se encuentra a en ESdlA (la Alabanza incluye las palabras Daur a Berhael Frodo y Sam). La Carta del rey, que muestra ar en lugar de a, nunca se publicó en vida de Tolkien, por lo que no se habría visto constreñido por ella. Además del a de la Alabanza, una fuente posterior tiene también ah; AM:304 muestra Finrod ah Andreth por Finrod y Andreth. Esto reproduce una fuente post-ESdlA, por lo que Tolkien debe haber intentado hacer compatible a este ah con el a ya publicado en ESdlA: parecería que ese a se manifiesta como ah cuando la palabra siguiente también empieza con vocal, o al menos con otra a-. Estos ejemplos en Sindarin parecen sugerir que Tolkien imaginaba ahora que la raíz primitiva que produjera la conjunción debía ser *as en vez de ar, porque mientras que ésta hubiera producido ar tanto en Quenya cuanto en Sindarin, la primera puede verdaderamente puede producir en Quenya (*az >) ar y en Sindarin a, con una forma marginal, ah, que se usa antes de vocal. Compárese la raíz os- alrededor, acerca produciendo el Noldorin/Sindarin o acerca de, referente a, con "h antes de vocal, como o Hedhil respecto de los Elfos [Edhil]" (CP:379). La h que aparece antes de las vocales es un remanente de la s en que terminaba la raíz original[67]. Lo mismo para el Sindarin ah y de *as: cuando la palabra que le seguía comenzaba con una consonante, h era casi inaudible y desaparecía (*ah Berhael > a Berhael), pero sobrevivía antes de vocal. El texto en análisis provee nueva evidencia que puede apoyar la noción de que en el período posterior a ESdlA, la conjunción y debía derivarse de la raíz *as y no de ar: la preposición as con, descubierta aquí por primera vez, bien puede estar relacionada con la palabra para y. Ver as para más detalles. Ar como el Sindarin para y en la Carta del Rey acaso refleje el concepto original de que la raíz fuese ar, evidentemente abandonado poco después de escribirse la Carta, pero antes de que se publicara ESdlA.

aranielya, sustantivo con sufijo pronominal: Tu reino. Con respecto a la terminación -lya Tu, ver esselya. #Aranie reino es una palabra desconocida hasta ahora, pero obviamente relacionada con aran rey. Aran debe indudablemente referirse a la raíz ara- noble (PTM:363, cf. la entrada ar(a)- en el Apéndice de El Silmarillion); aran podría reflejar una forma "extendida" de *aran. Al contrario, aran también podría representar simplemente una forma primitiva derivada de ara- por medio de adicionarle un final masculino, como *arano. (Una etimología bastante diferente para las palabras que significan rey fue establecida en las Etimologías, donde aran es solamente la forma Noldorin, correspondiente al Quenya haran: ver CP:360. Sin embargo, aran se convirtió luego en la palabra rey en Quenya y también en Noldorin/Sindarin). La palabra #aranie reino incluye lo que es normalmente un sufijo abstracto. La terminación -ie (-) puede ser un gerundio o un infinitivo (CI:317, comentario sobre en-yalië), o puede corresponder a las terminaciones abstractas inglesas como -ness, e.g. verie boldness, valentía[68] (CP:352 s.v. ber-). Si se me mostrara la palabra #aranie fuera de contexto y sin suministrarme una traducción, mi mejor suposición probablemente sería decir que significa *reinado. Cuando es usado para reino puede con propiedad referirse al reinar abstracto de un rey en vez de significar el reino físico, el terreno sobre el cual impone su autoridad[70]. Sin embargo, ponerse a determinar a qué se refieren precisamente las menciones bíblicas al "Reino de Dios"[71] es asunto de teólogos más que de lingüistas. En los textos griegos originales (Mateo 6:10, Lucas 11:2), la palabra que se traduce como "reino" es basileia; también ella es propiamente un término abstracto, y Tolkien puede haber simplemente trasladado su etimología al Quenya (Griego basileus : basileia rey : reino = Quenya aran : #aranie). En su Diccionario Griego-Inglés del Nuevo Testamento, Arndt y Gingrich definen basileia como "1. Reinado, poder real, gobierno del rey, reino... 2. reino, i.e., el territorio controlado por un rey... 3. esp. el reinado o reino de Dios, un concepto principalmente escatológico". Al acuñar la palabra #aranie para el Quenya, Tolkien puede haber tenido la intención de que cubriera casi los mismos matices de significado. Con relación a la acepción "el territorio controlado por un rey", es interesante notar que el final normalmente abstracto -ie también aparece en #nórie país (compuesto e inflexionado en Namárië: sindanóriello de un país gris). La raíz es obviamente ndor- como en la palabra, más comúnmente usada, nóre tierra (CP:376, cf. GJ:413).[69]

as, preposición con. Como argumentamos en ar arriba, parece que Tolkien decidió eventualmente que ar y debía ser derivada de la raíz *as en vez de de ar como en fuentes anteriores; algunas palabras Sindarin relacionadas, a, ah sugieren esto. La conjunción y y la preposición con pueden descender de la misma raíz; el hueco semántico entre ellas no es lo demasiado amplio como para que esto sea imposible. Todo lo que resta por explicar es por qué la s de *as se vuelve r en ar y, pero permanece como s en as como. El desarrollo s > z > r es un fenómeno bien conocido en Quenya, pero Tolkien parece haber tenido diferentes ideas acerca de cuáles son los ambientes precisos que dispararían este desarrollo. En las Etimologías, s normalmente se transforma en (z >) r si sigue a una vocal y no hay ninguna consonante sorda tras ella. Es por ello que tenemos el primitivo besnô esposo > Q verno (CP:352 s.v. bes-), y la raíz ólos- produce Q olor sueño (CP:379). En este estado de cosas, el Quenya ar y pudiera provenir del primitivo *as, mientras que Q as con tendría que representar una forma en la cual la s era seguida originalmente por otra consonante sorda. De esta forma, no podía volverse sonora como z (y después > r). Probablemente esta consonante sería simplemente otra s; la doble ss es común y no puede hacerse sonora (e.g. primitivo bessê > Q vesse, CP:352 s.v. bes-; una forma **vezze > **verre no se presenta ni siquiera si el grupo ss sigue inmediatamente a una vocal). As con puede, entonces, representar el más temprano *assa (o también *asse o *asso), acortado luego a as. Compárese nisse mujer que contiene la forma corta nis, CP:375 s.v. ndis-: el Quenya no permite consonantes dobles al final de las palabras, de modo que cuando se omite la vocal de la última posición, ss tiene que ser simplificada a s. - Sin embargo, Tolkien decidió más tarde que para que la s pueda ser sonorizada como z (y al final se vuelva una r), no es suficiente que siga a una vocal; tiene que ser intervocálica, también con una segunda vocal después de ella (presumiblemente una consonate sonora detrás también serviría, por eso todavía podríamos ver el primitivo besnô > Q verno en lugar de **vesno). Citábamos más arriba olor sueño de la raíz ólos como evidencia del cambio s > r. Una fuente más reciente (CI:396) señala en forma similar la raíz como olo-s, pero ahora la palabra Quenya para sueño es mencionada como olos con la s final sin modificar, y el cambio s > z > r solamente ocurre en el plural: la forma plural, en efecto, es indicada como olozi/olori. Aquí la s original era intervocálica por causa de la terminación plural -i que la seguía. De acuerdo con este nuevo sistema (no cambiar la -s final) podría ser posible derivar as con directamente del primitivo *as. En cambio, nos queda ahora ar y como palabra misteriosa; como ha ocurrido la mutación a r, la s original tiene que haber sido intervocálica en un estado anterior. ¿Tendríamos que asumir que tal vez ar < *az es la forma abreviada de *aza < *asa? Si es así, la preposición Quenya era ara afuera, al lado pudiendo reexplicarse como la misma palabra con la vocal final intacta (persisiendo esta vocal cuando la palabra se usaba como preposición, pero desapareciendo cuando se la abreviaba y se la usaba como conjunción).

Átaremma, sustantivo con sufijo pronominal: Padre nuestro. Respecto a la terminación -mma nuestro (seguida aquí por la vocal de conexión -e- para impedir un grupo consonántico imposible) ver su entrada separada. La palabra para padre parece ser aquí #átar; otras fuentes, tanto anteriores como posteriores a este texto tienen en su lugar a atar con la vocal inicial corta (DQ:33, CP:349 s.v. ata-, GJ:402). Es concebible que se haya incluido aquí la partícula vocativa a (respecto de la cual se habla en aia más arriba): *a Ataremma oh Padre de nosotros que se ha contraído a Átaremma. Pero si es así, la partícula integrada no puede ser obligatoria: la palabra atarinya "mi padre" en CP:70 es otra vocativa (Herendil hablando a su padre Elendil), aún con un final pronominal como en Átaremma, pero este aparente paralelismo sigue sin mostrar #átar- con la vocal larga. Por cierto, se trata de un hijo humano hablándole a su padre humano; podría ser que #Átar con la vocal alargada sea, en realidad, una forma reforzada especialmente cuando el título Padre es aplicado a Dios. Si es así, podríamos equipararlo con Héru Señor en el texto del Avemaría; esta palabra aparece en otros sitios como heru con e corta. - La palabra atar padre, tal como existe en otras obras, se deriva en las Etimologías de la raíz ata- la cual, del mismo modo, es definida como padre (CP:349). Se dice que la forma primitiva (una de las pocas formas ancestrales que son explícitamente identificadas como "QP", Quenya Primitivo) era también atar, de la cual Tolkien probablemente pensaba, en este estado de desarrollo, que representaba simplemente una forma extendida de la raíz ata en sí (*ata-r). Esto, de acuerdo con las Etim., produjo el Quenya atar pl. atari. Incluso el plural #atári aparece como parte de la palabra compuesta Atanatári Padres de los Hombres, comprobada en varios lugares como en GJ:39 (también el genitivo plural Atanatárion en GJ:175). Tolkien cambió repetidamente de opinión acerca de la forma precisa de esta palabra; también aparecen sus variantes Atanatardi y Atanatarni (GJ:174, 166/174). Si atar padre debía tener #atár- como raíz, esto hubiera requerido una forma primitiva *atâr(-) con o sin alguna vocal corta al final (cf. Anar sol siendo derivada del primitivo anâr, CP:348 s.v. anár-, y por ello teniendo la forma plural #anári - comprobada como parte de una palabra compuesta en PTM:126 - en lugar de **anari). Las formas-raíz #atard- y #atarn- con las que Tolkien experimentó en otro sitio (la primera de las cuales se insinúa ya en el Diccionario Qenya, DQ:33) podrían, del mismo modo, haber necesitado de formas primitivas que también incluyeran la consonante "extra", posiblemente *atardo y *atarno respectivamente. Comparemos el Quenya halatir martín pescador convirtiéndose en halatirn- antes de sufijo, porque la palabra desciende del Quenya Primitivo khalatirno (CP:394 s.v. tir-). En el texto que estamos investigando, Tolkien no escribió *Atáremma, *Atardemma, ni *Atarnemma cuando traducía Padre nuestro, por lo que esta versión de la plegaria no puede ser contemporánea de cualquiera de estos otros experimentos. Átaremma puede en sí misma, en cambio, representar otro experimento más acerca de la forma y el comportamiento precisos de la palabra Quenya para padre.

care, verbo realizar, hacer. Las Etimologías muestran una raíz kar- hacer, realizar o erigir, construir, montar (CP:362). Se cita un verbo Quenya karin yo hago, construyo; el mismo verbo (en forma de plural) aparece en GJ:391, en la oración i karir quettar ómainen, los que hacen palabras con voces. (La diferencia de ortografía, kar- en vez de car-, no tiene importancia; esta persistente inconsistencia puede encontrarse a lo largo y a lo ancho de todo el material post-EsdlA de Tolkien, y, en teoría, tanto c como k representan la Tengwa calma en los "manuscritos originales"). La forma karir (carir) ejemplifica la forma plural del tiempo aoristo, usado en este caso para denotar una "verdad intemporal". car- es un ejemplo de los así llamados verbos básicos, formados directamente de una raíz (kar- en este caso) sin agregarles ningún sufijo (como las muy frecuentes terminaciones verbales -ta y -ya). En la lengua primitiva, los verbos básicos pudieron recibir el final *-i asociado con el aoristo (aunque las cuestiones de si este sufijo en realidad forma el aoristo o si es solamente un tipo de pausa, y si la mera ausencia de otra terminación indica que el verbo debe ser entendido como aoristo, no están del todo aclaradas). En Quenya, la *-i corta final de la lengua primitiva viene en forma de -e (cf. por ejemplo are día del primitivo ari, CP:349 s.v. ar1-). El aoristo primitivo *kari igualmente se transforma en care como en el texto que analizamos, pero si uno añade cualquier terminación de modo que la *-i no sea final, retendrá su calidad original: de aquí el plural karir (carir) y no *karer. Con relación a la semántica, la diferencia entre el aoristo care, cari- y el tiempo continuo/"presente" *cára tal vez puede ser comparado con la distinción entre el inglés does como opuesto a is doing (o makes vs. is making). Si hemos interpretado correctamente la frase na care indómelya como una construcción carente de sujeto *deseo que [uno] hace Tu voluntad, deviene claro por qué se usa el aoristo aquí: en forma similar a la frase i karir quettar, donde la idea es que los Elfos (siempre, permanentemente, generalmente) hacen palabras, la idea es aquí que la voluntad de Dios debiera (siempre) hacerse. El aoristo denota una acción "indefinida", ilimitada o no limitada en el tiempo. Por otra parte, *na cára indómelya con la forma continua de car- acaso podría ser un ruego destinado a una situación específica, expresando el deseo de que la voluntad de Dios se está haciendo en un asunto en particular. - No todos los aoristos en este texto se conducen en la forma que sería dable esperar por los otros ejemplos que tenemos. En particular, el sufijo -e no parece convertirse en -i- cuando se suma otra terminación. Un ejemplo de un aoristo "bien educado" ha sido citado ya varias veces: la última forma reproducida en GJ:391 (ca. 1960) indica que el aoristo plural de car- es carir (escrito allí karir). Esto coincide con material mucho más antiguo, que precede por mucho el texto que estudiamos hoy. Inclusive en el Padrenuestro, donde lo que esencialmente es el mismo verbo lleva un prefijo, encontramos la forma úcarer (q.v.) ¿Por qué no *úcarir? Del mismo modo, de apsenet "[nosotros] los perdonamos[73]", posiblemente otro aoristo, se podría esperar que apareciera como *apsenit; a causa del sufijo -t ellos la terminación original *-i ya no queda al final, y en consecuencia no debería transformarse en -e. Y no son los únicos ejemplos. En [72]SD:290, reproduciendo una fuente de ca. 1945-46, tenemos la extraña forma ettuler por *irse, salir fuera. Nuevamente hubiésemos esperado en su lugar *ettulir, de acuerdo con el sistema que Tolkien usaba en las Etimologías (de ca. 1935+; CP:395 s.v. tul- tiene tulin en vez de *tulen por vengo) y los borradores tempranos de ESdlA (cf. sile vs. pl. silir en lugar de *siler en RS:324). La versión publicada de ESdlA no contiene ni un solo ejemplo de aoristo, pero es interesante el hecho de que las formas carnemírië rojo-enjoyado y airetári santa-reina que aparecen en la obra parecen mostrar la misma singularidad fonológica: la e de carne y aire representa la i primitiva (las formas ancestrales karani rojo, *gaisi sagrado), y cuando no va al final "tendría" que permanecer como i. Esos ejemplos, ya examinados en ocasión de discutir aire arriba, no debieran, evidentemente, ser vistos como "errores" casuales cometidos por Tolkien. Al contrario, parece que en la última mitad de los ´40s y a principios de los ´50s, su evolución del Quenya estaba en una fase en la cual la calidad original de la -e como descendiente de la -i primitiva no fue preservada. Puede que haya imaginado que esa nivelación analógica extensiva había tenido lugar, y, al pensar que la -i original sólo se convertiría "correctamente" en -e cuando fuera al final, la nueva cualidad de la vocal fue introducida eventualmente también cuando no iba al final. Por eso carir hacer como aoristo pl. del verbo car- se cambió a #carer por analogía con care hace (él mismo < *kari). Pero podría parecer que luego Tolkien cambió de opinión una vez más y restableció el sistema antiguo, ya que el aoristo karir/carir reaparece en vez de **karer en una fuente fechada alrededor de 1960 (GJ:391). Asimismo cambió Tolkien carnemírië por carnimírië en la edición revisada de ESdlA (1966). Airetáre se mantuvo con esta forma y no fue cambiada a *Airitári, pero como ya hemos explicado, el elemento inicial fue reinterpretado para significar santidad en lugar de sagrado.

cemende, sustantivo declinado: (¿así?) en la tierra. El Apéndice de El Silmarillion tiene la entrada "kemen `tierra` en Kementári; una palabra Quenya que se refiere a la tierra en el sentido de suelo plano bajo menel, los cielos". En las Etimologías, la raíz kem- se define suelo, tierra, rindiendo las palabras Quenya "kén (kemen)" (CP:363). Esto no significa, seguramente, que kén tenga una forma alternativa kemen. Cuando se escribieron las Etim., el final para el genitivo Quenya era -(e)n, sólo más tarde cambiado a -o, q.v. En algunos casos, las palabras terminadas en -en son explícitamente identificadas como singulares del genitivo; por ejemplo, ailin estanque, lago tiene el "sg.g." ailinen (CP:329 s.v. ay-). Respecto de kem-, Tolkien probablemente quería que el Quenya Primitivo para suelo, tierra fuera *keme, produciendo el Eldarin Común *kêm (si lleva sufijos, *kem-). En Quenya *kêm se convirtió en kén porque el Alto Élfico no permite la -m al final, por lo que tuvo que ser cambiada al sonido "permitido" más parecido, es decir, la -n. Inclusive, el Quenya permite la m en el medio, por lo que en esta posición la consonante permanece sin cambios; compare la raíz talam dando Q talan piso, plural talami (CP:390). Es por esto que en las Etim. la palabra para tierra es kén con el singular del genitivo kemen. Como se mencionó más arriba, Tolkien cambió más tarde el sufijo genitivo a -o, por lo que hubiera sido dable esperar que kemen se volviese *kemo. Sin embargo, el genitivo kemen apareció en la narrativa como parte del apelativo de Yavanna Kementári Reina de la Tierra, literalmente *de la Tierra-Reina. A lo mejor Tolkien no deseaba cambiar esta palabra por *Kemotári. Esta puede ser la razón por la cual reinterpretó kemen, convirtiéndola en la forma nominativa y no en la genitiva; esto no requeriría nada más complicado que postular una raíz "extendida" *kemen- (formada de la misma manera que ómataina, sc. reduplicación de la vocal en la raíz [GJ:417], y una -n sufija). Por lo tanto, Kementári puede permanecer y seguir siendo traducida como Reina de la Tierra; el sentido literal solamente ha cambiado de *de la Tierra-Reina a *Tierra-Reina, con un mínimo impacto semántico. - Kemen, cemen aparecen aquí en la forma extrañamente declinada cemende. Parecería un locativo de algún tipo, aunque difiere del locativo normal, bien comprobado, terminado en -sse (también presente en este texto; ver lúmesse). No está claro si el final es -de o el extendido, -nde (en este último caso, se lo simplifica aquí a -de porque la palabra ya terminaba en -n); véase Erumande. Si el caso terminado en -(n)de no es un locativo, ha de tratarse de alguna forma de caso "comparativo", indicando que cemende y Erumande están siendo comparados uno contra el otro ("así en la tierra como en el cielo). Es interesante destacar que la terminación -ndon significando como o a modo de aparece en algunos poemas "Qenya" de principios de los años 30: wilwarindon como una mariposa, taurelasselindon como hojas del bosque (MC:213-215; comparar wilwarin mariposa, #taure-lasseli bosque-hojas). Puede ser que el -nde de nuestro texto sea una variante tardía del anterior -ndon. [En VT43, cemende se interpreta como cemen + -se, siendo el último elemento un sufijo locativo abreviado, que se vuelve -ze > -de detrás de una n. Como apunté en otro sitio, el desarrollo parece ser bastante ad hoc; normalmente se esperaría que ns cambiara a doble ss, no a nd.]

ëa, primariamente un verbo es o existe (CI:305/317, VT39:7), también el imperativo ¡sea! Hay que destacar que ëa es más fuerte que la simple cópula , aunque ambas pueden ser traducidas "es". La forma ëa también se usa como sustantivo (escrita más comúnmente, en ese caso, ), dentro de los mitos tolkienianos, un nombre del universo que llegó a ser cuando Ilúvatar otorgó existencia independiente a la Música de los Ainur. Sin embargo, en el texto ante nosotros la palabra es usada aparentemente para traducir cielos (a menos que, como sugerimos más arriba, i ëa han ëa signifique en realidad *quien está encima del universo). El verbo ëa es la palabra básica aquí, porque su aplicación como sustantivo es secundaria: "Los Elfos llamaron al Mundo, el Universo, Eä - Es" (nota al pie en Cartas:284). "A este mundo, o Universo, [el Creador] lo llama , una palabra Élfica que significa `Es` o `Hagámoslo Ser` " (AM:330). Respecto de la forma primitiva de esta palabra, lo que Tolkien escribió en Quendi and Eldar (VT39:6-7) nos provee fuertes indicios: "La presencia inicial de una ñ intervocálica, perdida más tarde en el Quenya, se podría detectar considerando las relaciones entre tëa `indica` y... tengwe `signo`, y la comparación con ëa `existe` junto con engwe `cosa`". Tengwe signo representa el primitivo teñ-wê signo, señal (VT39:17), la letra ñ haciendo las veces de "ng" como en el inglés "king[74]" (CP:346, AM:350). Nótese que en el idioma primitivo, la ñ + w generan el Quenya ngw, mientras que la ñ intervocálica se pierde: Tëa indica (derivada de la misma raíz teñ [GJ:394] como teñ-wê > Q tengwe) claramente apunta a representar la antigua *teñâ. Desde que Tolkien también menciona el ëa existe y engwe cosa en este contexto, debemos obviamente asumir que ellas descienden de eñâ y *eñ-wê (aunque, en realidad, él nunca proveyó estas formas primitivas). Pareciera que la raíz primitiva que tenía que ver con existencia era *- (*eñe). *Eñâ sería un verbo primitivo de raíz-A, el origen del Q ëa queriendo decir es o existe. Incluso puede interpretarse ëa también como el imperativo ¡sea!, y este significado es por cierto relevante para el uso de como uno de los nombres del universo, ya que Eru dio existencia propia a la Música de los Ainur mediante esta simple orden: "Conozco el deseo de vuestras mentes de que lo que han visto sea en realidad... incluso como vosotros mismos sois, y aún otros. Por lo tanto digo: Eä! ¡Que estas cosas sean!" (Ainulindalë.) Este imperativo ëa puede referirse a *(e) â, siendo el último elemento la partícula imperativa, "originalmente independiente y de posición variable" (GJ:365; comparar la frase imperativa primitiva hek(e) â > Quenya heka! ¡vete!, GJ:364-365). - El hecho de que la palabra ëa aparezca en la traducción del Padrenuestro es una importante pista para fechar el documento, ya que esta palabra (o al menos /Ëa como un nombre del universo) no parece haber ingresado en los mitos de Tolkien antes de 1951; ver CP:338, AM:7, 31.[75]

elye, pronombre enfático: usted, Tú. Previamente atestiguada en (escrita allí con diéresis: elyë); ver emme abajo para más detalles. [Si as elye debiese ser leída como una sola palabra aselye, el pronombre enfático elye no debiera considerarse presente en este texto, después de todo.]

emme, pronombre enfático: nosotros exclusivo. También con la terminación dativa: emmen, (para) nosotros. Una palabra nueva en sí misma, pero una que indubitablemente confirma un esquema que ha sido conocido por largo tiempo: que los sufijos pronominales pueden transformarse en pronombres enfáticos independientes agregándoles el prefijo e-. Hasta ahora, nuestro único ejemplo había sido elyë Tu (o, como es enfático, incluso) en Namárië. Este es un pronombre independiente y enfático que corresponde al sufijo pronominal -lyë, como se ve claramente en el último verso de la canción: Nai hiruvalyë Valimar! Nai elyë hiruva! ¡Tal vez encontrarás Valimar! Tal vez incluso Tú la encontrarás! Para la terminación -mme denotando nosotros exclusivo, véase firuvamme; emme por ende tiene con el sufijo -mme la misma relación que elye tiene con el final -lye. (Solamente conocemos otro pronombre enfático más, la forma de primera persona inye en CP:61, que conecta con el sufijo pronominal -nye. La forma inye en vez de **enyë ha sido descripta como una excepción a la regla normal [el prefijo i- en este caso refleja la vocal de la raíz ni2- I, CP:378]. La forma emme apoya la teoría de que inye es una excepción, siendo la e- el prefijo usado normalmente para derivar pronombres enfáticos.) La forma dativa emmen indica que los pronombres enfáticos pueden tomar terminaciones de caso, y éste es nuestro primer ejemplo de tal comportamiento.

Eruo, sustantivo inflexo de Dios, genitivo de Eru, Dios o literalmente el Único. El genitivo de Eru ya estaba demostrado en la frase Oienkarmë Eruo la producción perpetua del Único [de Eru, de Dios] (AM:329, 471); para el sufijo genitivo -o, ver párrafo aparte. Todas las fuentes coinciden en que el nombre divino Eru (que los Elfos pronunciaban solamente en ocasiones solemnes, GJ:402/AM:211) ha de ser interpretado el Único: "Era Eru, el Único, que en Arda es llamado Ilúvatar..." (Ainulindalë). Cuando se le preguntó a quién llamaba Dios su tribu Humana, Andreth le respndió a Finrod, rey de los Elfos, que "al mismo que ustedes [los Elfos], sólo que con un sonido diferente: el Único" (AM:352). Más allá de tan simples declaraciones acerca de lo que significa Eru, su etimología en cuanto palabra Quenya no se discute explícitamente en parte alguna (ver SD:432 respecto de Êru como palabra Adûnaic, sin perjuicio de ello). Sin embargo, en Cartas:384, Tolkien se refiere al "importante elemento er (en Élfico) = `uno, simple, solo`". Una razón para que lo considerara "importante" sería presumiblemente que ésta es, con transparencia, la base del nombre divino. En las Etimologías y en el Diccionario Qenya, este "elemento" aparece como ere- estar solo, privado (CP:356) o quedarse solo (DQ:36). En estas fuentes la vocal radical está duplicada y sufija, ere en lugar de solamente er, pero esto es solamente otra forma de citar la raíz. (Ver firuvamme para la raíz phir- también citada como phiri con la vocal repetida; véase también quanta con respecto a la raíz kwat- también citada como kwata.) El nombre Eru ha debido derivarse de la forma más simple er como en Cartas:384, sin ómataina (vocal de raíz duplicada y agregada como sufijo). La forma primitiva del nombre sería *Erû, incluyendo el mismo final masculino/animado -û que en las palabras primitivas atû padre (CP:349 s.v. ata- padre) y kherû amo (Cartas:178, 282, raíz dada como kher- poseer, cf. CP:364). Si en realidad la intención de Tolkien era que el nombre apareciera realmente en la lengua primitiva es por supuesto otro problema: lo que los Elfos supieron acerca de Eru debió serles enseñado por los Valar después de que llegaran a Valinor (GJ:402 s.v. Eru). En realidad, se dice que el nombre Quenya Eru es una traducción élfica de un nombre Valarin que no se revela en ninguna parte (GJ:402 cf. 403). En cualquier caso, es obvio que un nombre que significa el Único puede muy bien aplicarse al Dios de la concepción juedocristiana, así que Tolkien lo pudo usar al traducir Dios cuando representó los textos católicos en Quenya.

Eruanno, sustantivo en genitivo: de gracia, claramente un compuesto que incorpora Eru Dios, el Único (ver arriba). El nominativo también podría ser #Eruanno (porque el final genitivo -o es "invisible" cuando se lo agrega a palabras que de por sí terminan en -o, cf. i·Kiryamo del Marino en CI:8), pero esto podría dejar sin explicar el elemento final del compuesto, porque no se conoce ninguna palabra *anno. El otro único nominativo posible es #Eruanna, el cual sería una palabra llena de significado: varias fuentes (e.g. el Apéndice de El Silmarillion) citan anna como la palabra Quenya para don, regalo. En las Etimologías, CP:348, se lo deriva de la raíz preposicional ana1- para, hacia, de donde el primitivo anta- regalar, dar, verbo que también se encuentra en el Quenya y que aparece en realidad en el texto del que estamos hablando (ver entrada anta). Tal vez anna regalo representa a un participio pasado viejo *an-nâ formado directamente de la raíz y usado posteriormente como sustantivo: lo que es traído adelante, presentado, regalado, dado. Cualquiera sea la verdadera etimología de anna, la palabra compuesta *Eruanna pareciera denotar la gracia concebida como un don de Dios, el regalo de Dios. En el corpus publicado, la otra única palabra para gracia es lis (list-) del Diccionario Qenya temprano (pág. 54). Esta palabra se ha desarrollado en base a una idea totalmente diferente: se nos dice que el significado de la raíz es dulzura (pág. 55; cf. lis- miel en las últimas Etimologías, CP:369, y lisse-miruvóreva de la dulce hidromiel en Namárië en ESdlA). Sin embargo, es interesante que la palabra griega kharis gracia (relacionada con kekharitômenê la favorecida que se halla en el texto griego del Avemaría, cf. Lucas 1:28) es aparentemente igualada con "regalo" de Dios en 2 Corintios 9:14-15: "Con su oración por vosotros, manifiestan su gran afecto a causa de la gracia [una forma de kharis] sobreabundante que en vosotros ha derramado Dios. ¡Gracias sean dadas a Dios por su don inefable!"[76] (tomada de La Biblia de Jerusalén). Puede que éste y otros pasajes bíblicos similares hayan inspirado a #Eruanna como palabra Quenya para gracia.

Erumande, sustantivo inflectivo: (¿como?) en el cielo. Como ya se indicó en el análisis sintáctico, no está del todo demostrado cuál sería el nominativo de esta palabra. Como el nominativo de cemende (¿así?) en la tierra es sin duda cemen, una especulación plausible sería que la palabra en cuestión es #Eruman declinada para el mismo caso (desconocido). (Como es obvio, esto no tiene nada que ver con el Eruman de CP:356 s.v. ere-, que es un "desierto al noreste de Valinor".) Incluso este extraño sufijo "locativo" (¿?) podría ser también #-nde, simplificado a #-de cuando se lo adiciona a una palabra terminada en -n per se (como cemen); si esto es así, el nominativo sería #Eruma. A ambas palabras pueden asignarse etimologías lógicas. #Eruman pudiera incorporar "el elemento Valarin aman, man `bendito, santo` [que los Elfos] aprendieron de Oromë"; luego #Eruman identificaría al "cielo" con la morada bendita y santa del Único (PTM:357). También puede que #man signifique lugar, entonces #Eruman es El Lugar de Dios: hay una palabra men lugar, sitio en las Etim. (CP:372 s.v. men-), pero una palabra parece señalar que Tolkien la cambió posteriormente por #man o #mane (quizás porque estaba preocupado por la homofonía con el pronombre dativo #men para nosotros): en SD:56, en una versión primigenia de las palabras dichas por Aragorn en su coronación, la palabra aquí o en este lugar aparece como símane (evidentemente sí-mane este-lugar - cf. símen en la Canción de Fíriel, ver síra). Si asumimos, por el contrario, que el nominativo es la forma más breve #Eruma, ésta podría incorporar el muy común final -ma, primitivo -. Mientras que este sufijo es primariamente "una terminación frecuente en los nombres de implementos" (GJ:416), lo cual sería claramente absurdo aquí, también podría tener significados más generales. Por ejemplo, el sustantivo #corma "anillo" (confirmado en ESdlA como parte de las palabras compuestas Cormarë Día del Anillo y cormacolindor Portadores del Anillo, esta última traducida en Cartas:308) está claramente relacionada con la raíz kor- "redondo" (CP:365). Luego, un #corma es, sencillamente, una *"cosa redonda". Asimismo, #Eruma pudiera - presumiblemente - ser sólo "una cosa (en realidad un lugar) asociado con Dios", donde se encuentra el "cielo". Respecto del significado preciso o la significación de #Eruma(n) (más allá de su etimología), parecería que denota la residencia o presencia del Único, evidentemente el "lugar" más allá y antes de Eä, donde se desarrolló el drama de la Música de los Ainur. Podría tratarse de "las hermosas regiones que [Eru] ha hecho para los Ainur", donde, más tarde "algunos de los Ainur quedaron aún con Ilúvatar más allá de los confines del Mundo" mientras que otros lo abandonaron y entraron en Eä (ver la Ainulindalë). Como Melkor se fue también, debemos asumir que éste fue realmente un lugar donde la voluntad de Eru reinó suprema y sin desafíos ("hágase Tu voluntad, así en la tierra como en el cielo"). Es por esto que #Eruma(n) puede usarse para traducir la palabra inglesa heaven con el sentido de lugar de residencia de la Deidad, aunque al revés de la palabra inglesa, ella no se refiere también al cielo sobre la tierra[78]; #Eruma(n) estaría completamente más allá de nuestro universo. Los Númenóreanos, adiestrados por los Elfos, "no concebían el cielo[79] como residencia divina" (Cartas:204) - lo cual explicaría por qué Tolkien no usó la traducción Quenya estándar de cielo, menel, en esta oración. Menel es solamente "la región de las estrellas" (ECsps:72), "el firmamento" (SD:401), "la aparente cúpula en el cielo"[81] (AM:387), los "cielos"[82] por encima de la tierra física (véase el Índice de El Silmarillion, párrafo kemen, citado en cemen arriba). Menel no se refiere a la residencia de Dios[83].[80][77]

esselya, sustantivo con sufijo pronominal: Tu nombre. La terminación posesiva -lya Tu, tu corresponde al final verbal -lyë (ver elye). En el texto que nos ocupa, -lya aparece asimismo en las palabras aranielya Tu reino, indómelya Tu voluntad y mónalyo de tu vientre, en este último caso con el agregado del sufijo genitivo -o (desplazando, por lo común, la -a final de -lya). El sufijo -lya sólo ha sido demostrado en forma previa en la palabra tielyanna a lo largo de tu sendero (CI:22 cf. 51; esto es tie-lya-nna sendero-tuyo-por él), y se corresponde con el final -lyë por , (véase -mma para más detalles acerca de la relación entre los sufijos pronominales para sometimiento y posesión). El sustantivo al que se ha sufijado -lya en este caso, esse nombre, es una palabra Quenya bien conocida que aparece en el Apéndice E de EsdlA como el (último) nombre de la Tengwa N° 31. Esse también aparece en varias formas y en palabras compuestas en AM:214-217, reproduciendo una fuente posterior a ESdlA. También se la encuentra en las Etimologías, donde se la deriva de la raíz es- indicar, nombrar (CP:356). La forma ancestral no es suministrada en ningún sitio, pero es probablemente *essê, siendo la terminación -ê usada a menudo para derivar sustantivos intangibles o abstractos: los ejemplos incluyen formas tan primitivas como rênê remembranza (PTM:372, base definida como ren-), slîwê enfermedad (CP:386 s.v. sliw-), or tûrê dominio, victoria (CP:395 s.v. tur-). *Essê de es- no es, sin embargo comparable por completo con estas formaciones; en lugar de alargar la vocal radical (lo que hubiese producido el primitivo **êsê > Quenya **éze/ére), lo que se alarga es la consonante s de la raíz. Esto puede compararse con la derivación del sustantivo primitivo lassê hoja de la base las-[84] (en las Etimologías las1-, CP:367; cf. también Cartas:282). En el ensayo Quendi and Eldar, Tolkien explicó que la "verdadera relación" del derivado lassê con su raíz las- puede expresarse como laS-ê (VT39:9), indicando la S mayúscula una consonante reforzada o alargada. Del mismo modo, la relación de *essê con su raíz es- puede ser descripta como *eS-ê. (Comparar #massa pan con la raíz mbas-; ver massamma.)

etelehta, verbo liberar, soltar, libertar. Puede ser que el componente #lehta- sea en esencia el mismo que el verbo Quenya lehta soltar, aflojar expuesto en las Etimologías, según CP:368 derivado de la raíz lek- soltar, dejar suelto, aflojar, librar (primitivo *lektâ-; este sería uno de los casos en los cuales el sufijo - no agrega nada al significado de la raíz en sí mismo). Está íntimamente emparentada con la palabra Noldorin/Sindarin leithia liberar (como verbo; sustantivo leithian, como en el Lay de Leithian o "Liberación de las ataduras"[85] a la que se hace referencia en el primer parágrafo del Capítulo 19 de El Silmarillion). Al contrario que en el caso del mucho más terrenal significado del Quenya lehta- aflojar, soltar, estas formas Sindarin parecen tener la prominente connotación de liberar o hacer libre, y ello también es cierto para el verbo Quenya más largo etelehta- en el texto en estudio. El prefijo ete- puede equipararse con el prefijo Quenya et- que en las Etimologías se explica como derivado de la raíz et- adelante, afuera (CP:356; un tal prefijo es indefinido, pero está claro que la intención era que tuviese el mismo significado que la raíz). Etelehta- podría significar literalmente sacar-libre o sacar-en libertad (aquí en Noruega realmente usamos la palabra utfri por "liberar" en el sentido de librar a alguien del peligro[86]); la idea es que el objeto es sacado "fuera" del peligro o de la situación amenazadora. Es interesante ver que el prefijo et- es ampliado a ete- porque, en caso contrario, se presentaría un grupo de consonantes imposible (en este caso **tl). Puede ser que la segunda e sea la vocal radical (la e de la raíz et-) duplicada; por otro lado, puede simplemente ser la "vocal de conexión" normal e como en la forma alativa Elendilenna para Elendil en PTM:401 (Elendil-e-nna). El prefijo en su forma corta, et-, puede aparecer en la realidad solamente cuando se lo antepone a palabras que comienzan o en vocal o en una de las consonantes s-, t-, w- o y- (para la t- tenemos un ejemplo comprobado: ettuler en SD:290). En caso contrario, debe usarse la forma ete- para evitar grupos imposibles. (Sin embargo, en un ejemplo antiguo, el primitivo etkelê *brotar, con t y k tempranamente fusionadas, y el Quenya ehtele manantial, fuente de agua que viene de ektele. Ver CP:363 s.v. kel-. Si estas palabras Quenya hubieran sido acuñadas después, en vez de descender del período más antiguo, tal vez hubieran aparecido como **etekele).[87]

firuvamme, verbo en tiempo futuro con terminación pronominal: *moriremos. El verbo fir- desaparecer, morir se menciona en MC:223, se refiere claramente a la raíz phir- en las Etimologías (CP:381), y produce palabras que tienen que ver con la muerte y la mortalidad. La base en sí misma no fue definida en las Etim., pero en AM:250 se explica que el verbo fírë (¿léase *firë?) originalmente "significaba `expirar`, tal como uno suspira o suelta una larga exhalación... Ésta es la palabra que los Eldar usaron luego para referirse a la muerte de los Hombres". Una referencia en GJ:387 lo confirma; aquí, la raíz es citada como phiri, traducida exhalar, expirar, soltar el aliento. En nuestro texto, fir- aparece en tiempo futuro, indicado por el bien conocido sufijo -uva (muy bien comprobado, e.g. kenuva verá en MC:221 cf. 214 o hiruva encontrarás en Namárië; en el presente texto también aparece en la palabra tuluva, q.v.). La terminación pronominal -mme indica un nosotros exclusivo, esto es, un "nosotros" que no incluye a la persona a la cual se habla. Si uno habla de "nosotros" a una persona que está incluida en el grupo "nosotros", se debe emplear el final -lme, que es un "nosotros" inclusivo. Previamente, el sufijo exclusivo -mme sólo estba atestiguado en la palabra vamme no haremos en GJ:371. Corresponde a los pronombres independientes #me (ver áme) y emme, más el final posesivo -mma nuestro visto en Átaremma, massamma.[88]

han es evidentemente una preposición, pero no hay certeza de su significado: ¿en? ¿entre? ¿dentro y alrededor?[89] ¿encima? [VT43:14 cita han = "más allá" de un manuscrito muy reciente (ca. 1970).] Esta preposición, si eso es lo que es, pareciera describir la relación "espacial" entre Eru y Eä, Dios y el Universo - lo cual, sin embargo, queda librado a la imaginación. No se puede ofrecer ninguna etimología verdaderamente plausible. La raíz khan- entender, comprender (CP:363) podría producir una palabra con esta forma, pero su significado parece descalificarla, por supuesto. La raíz kham- sentarse (ibid.) pudiera ser relevante, si es que han se refiere a alguna suerte de posición estacionaria (la -m final normalmente se transforma en -n en Quenya). Desafortunadamente, todo lo que Christopher Tolkien reproduce de este ítem en las Etimologías es el verbo ham- sentarse; "los demás derivados son demasiado caóticos y poco claros como para presentarlos". - Otros sugieren que han pudiera ser una variante de la conocida preposición an, traducida en las Etimologías como "a, hacia" (CP:374 s.v. na2-); si es así, aquí está usada con un matiz de significación distinto, ya que "a" no tiene mucho sentido en este contexto. Con esta teoría, la h prefijada a an no es más que una consonante intrusa colocada allí para impedir que dos a queden una a continuación de la otra (porque la palabra anterior a han es ëa). Sin embargo, no existen en el Quenya otros ejemplos de introducción de una h con ese objeto. - Es notable que en un texto reproducido en MC:217, aparentemente algún tipo de variante del "Gnómico" (pero, en alguna medida, más cercano al Sindarin que al Gnómico del DG), aparece la frase han Nebrachar. Se la traduce como encima de Nebrachar. Por supuesto que tenemos que ser muy cautelosos antes de basar en un oscuro texto Gnómico de principios de los años ´30 conclusiones que pueden afectar al Quenya estilo ESdlA, pero si la palabra han tiene el mismo significado en el texto que tenemos a la vista, entonces Átaremma i ëa han ëa significaría *Padre nuestro que estás encima de - como si Tolkien hubiese usado un circunloquio en vez de traducir literalmente "que estás en los cielos". (Sin embargo, la palabra Quenya común para encima parece ser or, como en el Juramento de Cirion.) [En VT43 se postula que i ëa han ëa quiere decir "quien está más allá de Eä", lo cual en verdad sería un circunloquio. El hecho de que han aparezca en un manuscrito de 15 ó 20 años antes como significando "más allá de" no se puede considerar una prueba concluyente del sentido que se le quiso aplicar aquí. Sin perjuicio de ello, una versión distinta de la plegaria usa en lugar de ella la palabra pella, un término Quenya muy bien conocido y que significa "más allá". Esto sugiere que el significado que se pretendió darle aquí puede en verdad ser "quien está más allá de Eä".]

Héru, sustantivo señor. Otras fuentes, como el Apéndice de El Silmarillion y las Etimologías, dan heru con una e corta - aunque en Etim. aparece una vocal larga en el "Noldorin Antiguo" khéro de similar significado: amor (CP:364 s.v. kher-). En Cartas:283, la palabra Quenya para señor es mencionada como hér, a la que Tolkien agregó heru entre paréntesis como alternativa; héru es una forma nueva que parece combinar estas dos variantes. En VT41:9, en oportunidad de reproducir un documento de fines de los ´60, la palabra Quenya vuelve a ser hér, la cual Tolkien refiere aquí al Eldarin Común khêr. En PTM:210 se dice que la palabra Quenya para señor es "heru, hêr-"; podría considerarse que significa que la palabra heru se vuelve hér- cuando se le agrega un sufijo (e.g. el genitivo *héro), pero lo que Tolkien quiso decir con precisión permanece incierto. De nuevo, héru aparenta combinar heru y hér-. Si analizamos la etimología, la forma primitiva de heru (sic) es indicada como kherû amo en Cartas:178, 282; la raíz es especificada allí como kher- poseer (cf. kher- dominar, gobernar, poseer en las Etimologías, CP:364). La terminación -û puede denotar simplemente un animado (masculino), como en el primitivo atû padre o *Erû el Único (para más referencias, vea la discusión de Eru bajo el título Eruo), pero en el primitivo kherû el final toma una significación de agente: a la luz del significado de la raíz, un kherû es un "señor" a quien se percibe como poseedor o dominador, gobernante. Se debe asumir que la variante héru en nuestro texto representa una forma primitiva alterna de *khêrû con alargamiento de la vocal de la raíz. Este alargamiento es bastante común (aunque no universal) en conjunción con otro sufijo que puede ser de agente o simplemente masculino, digamos -ô; por ejemplo, la raíz kan- grito produce el sustantivo primitivo kânô ujier, heraldo (PTM:361, 362; se dice de él que es un ejemplo de "la más simple y antigua forma de agente"). A lo mejor, entonces, la terminación -û, mucho más rara, pudiera también combinarse con el alargamiento de la vocal radicular. - Una última posibilidad, sugerida más arriba en relación a la forma, de alguna manera sorprendente, Átaremma en lugar de Ataremma por Padre nuestro (ya que atar padre lleva una vocal inicial corta en todos los otros ejemplos a nuestro alcance), sería que los sustantivos comunes y corrientes pueden ser reforzados alargándoles una vocal para usarlos como títulos divinos. Por tanto, atar > #Átar y tal vez, del mismo modo, heru > Héru.

hyame, verbo rogar, demostrado en conjunción con la partícula imperativa á (que en realidad puede ser prefijada en forma directa para producir áhyame; como se indica arriba, no está del todo claro cómo debemos leer el manuscrito de Tolkien). Hyame vendría a representar la raíz de un supuesto verbo "básico" sin inflexionar: #hyam- rogar, nunca visto anteriormente. Sólo poseíamos Erukyermë Oración a Eru en CI:166, 436. Como el grupo ky parece no ser normal en Quenya (el primitivo ky suele convertirse en ty), se ha sugerido que Erukyermë ha de ser un error de interpretación por **Eruhyermë en el manuscrito tolkieniano. Esto indicaría que la raíz del verbo rogar sería en realidad **hyer-, por lo menos ligeramente similar a #hyam- en el texto que comentamos. Sin embargo, Christopher Tolkien indica, en una carta a David Salo, que la lectura Erukyermë es correcta con certeza; esta forma aparece repetidamente en un texto escrito a máquina que fue, además, cuidadosamente corregido por su padre. El #kyer- de Erukyermë no está relacionado en absoluto con el #hyam- del Avemaría, a pesar de que ambos parezcan ser raíces verbales con el significado de rogar (la palabra Erukyermë fue formada, probablemente, diez años después de que se hiciera la traducción del Avemaría, y se la encuentra en una pieza escrita no mucho antes de 1965; cf. CI:7). No podemos proponer ninguna etimología lógica para #hyam-; ella requeriría posiblemente una raíz primitiva como *khyam-, *syam- o *skyam-.

i 1) artículo definido: i Héru el Señor, i yáve el fruto; 2) pronombre relativo quien, tanto singular como plural: Átaremma i ëa... Padre nuestro que estás..., tien i úcarer quienes nos ofenden. Ambos usos han sido muy bien atestiguados anteriormente; como artículo, tenemos por ejemplo i eleni = las estrellas en Namárië. La oración i Eru i or ilyë mahalmar eä el Único que está por encima de todos los tronos en el Juramento de CI:305, 317 incluye i usado como artículo tanto como pronombre relativo. i usado en la función de pronombre realtivo plural, cf. la frase i karir quettar aquellos que hacen palabras en GJ:391. Las Etimologías confirman que i es "en Q... el artículo indeclinable `el`[91]"; deriva de la i- que se define como esey se la llama "partícula deíctica"[93] (CP:361). Tal vez debiéramos entender que el Quenya Primitivo no tiene un artículo definido como tal, pero el sentido de la partícula que originalmente significaba ese fue suavizado a el (e.g. primitivo *i galadâ ese árbol > Quenya *i alda el árbol). Las lenguas Romance obtuvieron sus artículos definidos de la misma manera: su antepasado, el Latín, no tenía palabra para el, pero el significado de los demostrativos latinos (típicamente ille, illa) fue debilitado para producir artículos como la o el. En las Etimologías no hay nada acerca del uso de i como pronombre relativo, pero no se trata de un fenómeno sorprendente. Cf. por ejemplo el Alemán, donde los artículos der, das, die (para distintos géneros y números) también se utlizan como pronombres relativos.[94][92] [90]

ilaurëa, adjetivo diariamente, todos los días: ilaurëa massamma el pan nuestro de cada día. La palabra en sí misma es nueva, pero en el medio de la misma se puede discernir el conocido sustantivo aurë día. En las primeras ediciones de El Señor de los Anillos, el Apéndice D mencionaba aurë y lómë como las palabras Quenya para día y noche, aunque esta información en particular fue eliminada de la edición revisada. En cualquier caso, aurë reapareció en el capítulo 20 de El Silmarillion, cuando Fingon grita utúlie`n aurë, ha llegado el día, antes de la Nirnaeth Arnoediad (a lo que Húrin responde aurë entuluva, el día vendrá de nuevo, cuando se pierde la batalla). El Apéndice de El Silmarillion, artículo[95] ur- calentar, estar caliente, define aurë como luz diurna, día. En las Etimologías, la raíz ur- estar caliente fue eliminada (CP:396), pero Tolkien la debe haber recuperado luego: la palabra Urimë (o Úrimë) como nombre del mes de agosto, que aparece en el Apéndice D de ESdlA, deriva claramente de esta raíz, lo cual se confirma mediante la entrada ur- del Apéndice de El Silmarillion. La palabra aurë, sin embargo, no fue incluida en las Etimologías, a pesar de que la raíz ur- sí figura. El agregado de una a en aurë debe ser considerado un ejemplo de infijación-a, paralelo al proceso que resulta en formas tan primitivas como thausâ sucio de la raíz thus- (CP:393) o taurâ poderoso de tur- (CP:395). En Quendi and Eldar, Tolkien declaró que las palabras formadas mediante infijación-a "eran en su mayoría `intensivas`, como en...[el Quenya] taura `muy poderoso, vasto, de enorme poder o tamaño` (*tur). Algunas eran `continuativas`, como en Vaire `Siempre-tejido` (*wir)" (VT39:10). En el caso de una raíz como ur-, la infijación-a no puede, por cierto, ser distinguida de la prefijación-a, porque no tiene consonante inicial. La cuestión de si se considera a la raíz resultante *aur- una "intensiva" o una "continuativa" depende del gusto; el período de luz diurna tal vez sea percibido como "continuamente caliente" cuando se lo compara con la noche, más fría. La palabra primitiva día, completa, puede ser tanto *aurê (porque la terminación -ê puede ser usada para derivar palabras para cosas abstractas o intangibles) o *auri (compárese el primitivo ari como fuente del Q are día en CP:349 s.v. ar1-). Ilaurëa muestra el prefijo il- que con toda seguridad puede ser referido a la raíz il- todo (CP:361). La misma fuente provee un ejemplo del prefijo il- cada uno-; aparece como parte de la palabra ilqa todo, todas las cosas (sería mejor deletrearla ilqua de acuerdo al último sistema de Tolkien). GJ:372 también nos presenta ilquen todos, todo el mundo (incorporando -quen persona). #Ilaurë significa por lo tanto todos los días, cada día como sustantivo (aunque esto no necesariamente debe existir como palabra independiente); a esta forma se ha añadido el sufijo adjetival -a para obtener ilaurëa diariamente, de todos los días. Esta palabra es en cierta forma similar a amaurëa, de la que se nos dice que es una palabra poética por amanecer, salida del sol (MC:223). Mientras que ésta también parece incorporar aurë día, la terminación -a no parece ser adjetival aquí, a menos que sea en realidad un adjetivo usado como sustantivo. Ilaurëa pertenece, en cualquier caso, a la parte de la frase en que cabría esperar encontrarla. - Con respecto a la fecha, es interesante el hecho de que la palabra aurë día esté incluida en nuestro texto. A pesar de que la palabra aure luz diurna, luz solar, luz dorada, tibieza haya aparecido ya en el Diccionario Qenya de 1915 (DQ:33), esta palabra como sinónimo de día se incluyó en la concepción tolkieniana en una fecha relativamente tardía y aparentemente no antes de los Apéndices de ESdlA. (En el "Qenya" del Diccionario de 1915, las palabras que significan día son kala para luz diurna como opuesta a la noche, y para el ciclo de 24 horas [DQ:44, 56] - pero en el posterior lenguaje Quenya, estas palabras reaparecen con los sentidos mucho más generales de luz y ocasión, respectivamente.) Como ya se ha indicado, la palabra Quenya para "día" en las Etimologías de los años 30 había sido are (CP:349 s.v. ar1), y esta palabra siguió siendo válida en los primeros borradores de Tolkien para los Apéndices de ESdlA: en PTM:127 tenemos una referencia al "Eldarin `día` o arë". Cuando Tolkien acuñó por primera vez una palabra como mettarë, mencionada en el Apéndice D como nombre del último día del año, muy bien pudo haber pensado en ella como un compuesto de metta fin + arë día. Parece que entonces, por alguna razón, rechazó ar1 como raíz productora de palabras para "día". Deseando, tal vez, mantener sin cambios compuestos tales como mettarë, creó la palabra Élfica (ESdlA, Apéndice D: "un `día` solar llamado y computado de ocaso a ocaso"). Ahora mettarë puede ser reinterpretado como metta fin + día (de 24 horas), siendo la é larga acortada naturalmente al final de una palabra compuesta. La anterior palabra are sobrevivió como áre luz del sol, mencionada en el Apéndice E como el antiguo nombre de la Tengwa N° 31. Pero allí también se dice que áre era anteriormente áze, indicando que Tolkien pensaba ahora en la raíz como as, no ar como se hubiese mostrado en las Etimologías: el sonido de r no se percibía ya como original, sino que derivaba de la s original (a través de la z). Para la raíz as, ver el artículo arien en el Apéndice de El Silmarillion; cf. también una fuente post-ESdlA como AM:380, donde se explica que el nombre del sol fue originalmente Âs, "el cual es lo más cercanamente que se puede interpretar la Tibieza, a la cual van unidos la Luz y el Solaz". AM:380 también menciona Ázië, "luego" Árië, como el nombre del espíritu del sol, mostrando el mismo desarrollo (s >) z > r que en áze > áre. Pero estas revisiones del concepto de Tolkien requirieron otros cambios adicionales. En las ediciones antiguas de ESdlA, el Apéndice D citaba la palabra Sindarin para día (usada como ciclo de 24 horas) como aur. Esto aparenta concordar superficialmente con las Etimologías, donde la palabra Noldorin/Sindarin para día o mañana había sido, del mismo modo, definida como aur (CP:349). Para el tiempo en que se escribieron las Etim., este aur era probablemente considerado como el equivalente de ára amanecer (porque la á larga del Quenya correspondía al Noldorin/Sindarin au, cf. por ejemplo Q nár llama equivalía al N/S naur, CP:374 s.v. nar1-). El Sindarin aur día, como se lo cita en el Apéndice D de las primeras ediciones de ESdlA, pudo, de igual forma, ser el equivalente de la palabra Quenya áre luz del sol que se menciona (como nombre de la Tengwa) en el Apéndice E - si Tolkien no hubiese cambiado la raíz de ar a as. En Sindarin, la r no puede provenir de una s previa; en Sindarin no existe nada similar al desarrollo s > z > r (ni en el Noldorin de las Etimologías). Por consiguiente, si Tolkien hubiese querido conservar aur como la palabra Sindarin para día (y ésa era claramente su intención), tenía que indicar una nueva etimología; aur no podía ser asociada con la nueva raíz as que había reemplazado a ar. Es por eso que Tolkien decidió, en su lugar, derivar aur de la raíz ur (ya inventada), que tenía que ver con calor, visualizando evidentemente una variante de a-infija (o a-prefijada) *aur como se acaba de describir: el sonido r era aquí original y simplemente permanecía sin cambios en Sindarin. Sin embargo, esta derivación trajo a primer plano la cuestión de si habría o no un equivalente en Quenya - y esto, parece ser, es la explicación de cómo se creó la palabra Quenya aurë día. Desde el momento en que la palabra se refiere sólo a "día" en el sentido de "luz diurna", puede muy bien coexistir con la nueva palabra , que significa "dia" en el sentido de ciclo de 24 horas. La palabra aurë con el significado de día por lo tanto no es anterior a ESdlA, y el hecho de que esté incorporada en el adjetivo ilaurëa en nuestro texto, probablemente coloca a estas plegarias en el período post-ESdlA (después de que el libro estuvo escrito, pero no necesariamente antes de que se publicara). [96]

imíca, preposición entre. Indudablemente deriva de la raíz mi- dentro, que es la fuente de la preposición Quenya mi en, adentro (CP:373). La partícula #imí- de la palabra en cuestión representaría una variante con la vocal de la raíz prefijada (existe una entrada imi en, hacia adentro en el Diccionario Qenya, pág. 42). Es de hacer notar que "donde la vocal base es una i" (como en mi-), la i- puede cumplir funciones de "prefijo intensivo" (CP:361 s.v. i-). Este "prefijo" es en realidad la duplicación de la misma vocal de la base; como ejemplo con otra vocal, cf. el primitivo akwâ como "extensión o intensificación" de la raíz kwa (GJ:392). Destaquemos que akwâ de kwa es similar a #imí- (*imî-) de mi- también en el hecho de que la vocal radical en su posición normal está alargada. Nos queda analizar el sufijo -ca . Podría descender de -, ya probado como sufijo adjetival primitivo (como cuando la raíz gaya- temor, pavor produjo el primitivo gayakâ, explícitamente definido como "una forma adjetival"; ésta fue también la fuente del Quenya aika cruel, terrible, horrendo - PTM:363 cf. 347). ¿Se puede utilizar un sufijo adjetival para derivar de él una preposición? No sería del todo imposible en los idiomas de Tolkien: el antiguo sufijo - se ve como adjetival (e.g. el primitivo laik-wâ verde de la raíz indefinida láyak-, CP:368, o el primitivo smalwâ leonado, pálido de smal- amarillo, CP:386). En GJ:365, incluso la misma terminación produce el "adverbio y preposición" primitivo hekwâ dejar a un lado, no tomar en cuenta, excluir, exceptuar (GJ:365; la raíz es heke- a un lado, aparte, separar, GJ:361). Si el final adjetival - también puede usarse para derivar adverbios o preposiciones, ¿se cumplirá esto también para otros sufijos adjetivales como -? Hay otra interpretación posible: si imíca no representa *imî-kâ, la c de la palabra Quenya puede provenir de una forma extendida de la raíz mi-. Es posible que mi- tuviera una forma extendida, *mik-. (Cf. otros ejemplos de extensiones terminadas en -k, como lep-, que tiene una forma larga lepek u ot- alargado a otok: CP:368, 379. Este *mik- puede, por cierto, no estar relacionado con el mik perforar en GJ:337.) Téngase en cuenta que en la entrada para mi- en las Etimologías (CP:373), se lista un adjetivo Quenya, mitya interior. No se explicita ninguna forma primitiva, pero muy bien podría ser *mikyâ (siendo *- un final adjetival bien demostrado; respecto al desarrollo ky > ty, cf. por ejemplo el Quenya tyar- causa de la raíz kyar-, CP:366). Esta raíz alargada *mik- pudo, entonces, poseer un variación con la vocal de la raíz puesta como prefijo *imîk-, de donde *imîkâ > Quenya imíca. Esto nos dejaría solamente el sufijo -a (from *-â) por estudiar. GJ:382 menciona una terminación adjetival -â, y, como se demostró antes, no es absurdo que un final propiamente adjetival pueda utilizarse para derivar de él una preposición.

indómelya, sustantivo con sufijo pronominal: Tu voluntad. Si quitamos el -lya Tu (respecto a esta terminación, véase esselya), nos queda #indóme como el sustantivo voluntad, una palabra nueva y completamente diferente de las conocidas antes para el mismo significado (como nirme, VT39:30, o þelma > *selma, GJ:319). Asimismo, #indóme parece haberse construido en base a elementos conocidos. Es muy claro que incorpora indo corazón, humor. Esta palabra no se usa, en apariencia, para el corazón físico, que se dice hón (CP:364 s.v. khô-n-); indo es, por el contrario, el "corazón" figurado que representa a los sentimientos, las emociones y los deseos. En el Ósanwe-kenta, Tolkien definió indo como estado (VT39:23) - primariamente estado de la mente, dados tanto el contexto como los otros significados. Cuando tratamos de relacionar #indóme voluntad con indo corazón, humor, estado conviene recordar que en las Etimologías, indo se deriva de la base id- deseo (CP:391); no hay un gran salto semántico entre deseo y voluntad. El Quenya indo puede representar el primitivo *indô, formado de id- por medio de la infijación nasal y el sufijo nominal -ô. (Esta terminación a menudo es de agente o agental; tal vez el corazón es percibido como el "responsable" del deseo. Para formaciones que usan métodos similares, cf. el primitivo mbandô custodia, preservación, resguardo [AM:350] en relación con la raíz mbad- dureza, prisión [CP:371], aunque en este caso el final -ô y la nasalización agregan poco o ningún significado a la raíz misma). Alternativamente, la forma primitiva pudo ser *idnô, mostrando otro sufijo agental (cf. por ejemplo el primitivo syadnô hacha, cuchilla de la raíz syad- rajar, partir CP:389); más tarde, ésta se convirtió en el Quenya indo por metátesis[97] dn > nd (cf. Quenya ando portal del primitivo adnô, CP:348 s.v. ad-). Para la derivación del Quenya indo hay también otras alternativas; CI:400 menciona un "elemento" in(id)- mente en la discusión del primer elemento de Incánus (uno de los nombres menos claros de Gandalf, del cual se ha apuntado que podría ser el Quenya para líder mental). Este in(id)- sería la raíz básica *in que ha sido "extendida" a la forma inid (con la vocal de la raíz duplicada, así llamada ómataina, y una -d como sufijo). Ésta podría ser, también, la fuente del Quenya indo corazón, *mente; la forma primitiva sería entonces *inidô o *indô una vez más (en referencia a la supresión de la vocal radical duplicada en las palabras reales, derivadas de una raíz extendida, compárese la raíz gólob- en CP:359 que produce el primitivo golbâ rama - no **golobâ, a pesar de que otros ejemplos indican que éste último sería igualmente posible). En el más reciente material al que hemos tenido acceso (principios de 1968), Tolkien propuso una derivación más; ahora Quenya indo se relacionaba con la base nid- fuerza, presionar (presión), impulso, y, otra vez, la forma primitiva ha de ser o *indô o *inidô - en esta versión con la vocal radicular prefija. La misma fuente define indo como "la mente en su facultad de propósito, la voluntad" (VT41:17): semánticamente muy cercana a uso que aquí se hace de #indóme. La vocal larga al final de *inidô o *indô/*idnô ha sido acortada en la forma normal Quenya a indo, pero en la palabra #indóme (donde recibe un acento) permanece larga. El sufijo -me que ha sido agregado aquí está comprobado en bastante pocas palabras Quenya. Puede funcionar como terminación de sustantivos verbales; de ahí que tengamos melme como el sustantivo amor, derivado de su correspondiente verbo mel- (CP:372 s.v. mel-). Pero también puede agregárselo a una raíz de significado nominal en lugar de verbal, como cuando nil- amigo produce nilme amistad (CP:378): aquí, -me puede considerarse correspondiente al sufijo abstracto inglés -ship. En el caso de #indóme, la terminación parece desarrollar el sentido de indo corazón, humor, voluntad (como facultad) hacia la abstracción *estado del corazón = voluntad (como abstracción completa: propósito). [De acuerdo con VT43:16, en una nota fechada en 1957, Tolkien derivó indóme de in-i-d "mente, pensamiento interior" y lo definió como "carácter establecido, usado también como la `voluntad` de Eru".][99][98]

lúmesse, sustantivo en caso locativo: en [la] hora, sobre [la] hora. Es ésta la única palabra en todo el texto que muestra la terminación locativa normal y bien demostrada -sse, lo cual es muy importante, porque demuestra que las extrañas formas "locativas" (¿?) cemende, Erumande (q.v.) coexistieron con el locativo normal terminado en -sse: es evidente que Tolkien no abandonó ninguno de ellos a favor del otro. [VT43 argumenta que -de es simplemente un alomorfo de -sse.] Nótese que el locativo puede indicar "localización" en el tiempo tanto como en el espacio. Quitando el final nos quedamos con lúme por hora, una palabra ya muy bien demostrada en sí misma, aunque con un significado algo distinto en las Etimologías: CP:370 exhibe una raíz indefinida lu-, de la cual nace el Quenya lúme tiempo. Esta palabra ha sido, asimismo, testimoniada con el significado de hora en el célebre saludo elen síla lúmenna omentielvo "una estrella brilla sobre la hora en que se encuentran nuestros caminos" (así se lee en GJ:367; la forma que Frodo expresa en ESdlA es ...lúmenn` omentielvo, con una vocal de menos, y la traducción ofrecida allí reza una estrella brilla sobre la hora de nuestro encuentro). Una versión anterior de este saludo, citada y discutida en la entrada -mma más adelante, posee incluso el locativo lúmesse (en vez del alativo lúmenna) igual que en el texto que comentamos aquí. - Acerca de la derivación de lúme, incorpora el mismo sufijo -me que en #indóme más arriba. Como demostramos en el párrafo correspondiente, el sufijo -me puede usarse para formar abstractos; en este caso se lo usa para derivar un sustantivo que denota algo intangible. La raíz lu- no está definida por sí misma, pero, para otra palabra indicativa de un período de tiempo, que se deriva por medio de la terminación -me, cf. lóme noche del primitivo do3mê[100] (CP:355). Lúme podría ser la forma final de la palabra primitiva *lûmê.

mal, conjunción pero. Una palabra completamente nueva, para la cual no existe ninguna etimología. Bases conocidas como mbal- en CP:372 y smal- en CP:386 podrían haber producido una palabra Quenya como mal, pero sólo en lo que respecta a la fonología. Sin embargo, ninguna de ellas parece tener un significado acorde (la primera es indefinida pero produjo las palabras Quenya malle calle y ambal piedra tallada, losa, mientras que la segunda se traduce amarillo; es muy difícil imaginar una conexión semántica entre ellas y la conjunción pero). En lugar de ello, tal vez debiéramos buscar una raíz más simple como *mal-, la cual, por razones semánticas, no tiene relación con la base "extendida" malat- oro (PTM:366), aunque esta base y smal- amarillo, presente en las Etimologías, pueden ser realmente elaboraciones de una raíz con la forma precisa de *mal-. [VT43:23 presenta algunas ideas acerca de la posible etimología de mal, por ejemplo que podría ser un ablativo corto de "mano"[102] y que por lo tanto significaría "lejos de una mano" = "por otra parte"[103]. No creo insultar a nadie si digo que esto es extremadamente especulativo, pero no puedo sin embargo ofrecer yo mismo ninguna etimología plausible[104].] - La palabra que los autores posteriores a Tolkien habían usado hasta este momento era , nán (CP:375 s.v. ndan-) o nan, con la vocal corta (como en CP:72, en la Canción de Fíriel: nan úye sére indo-ninya pero mi corazón no hubo descansado). Es imposible determinar si Tolkien había decidido abandonar la conjunción anterior a favor de mal; como no se publicó ninguna palabra Eldarin que significara pero en ninguna fuente aparecida en vida de Tolkien, el autor era en principio "libre" para cambiar esta palabra tan a menudo como quisiese[105]. Sólo podemos especular acerca de por qué Tolkien hubiera querido descartar nán o nan como palabras para pero. Vale la pena aclarar, sin embargo, que nán también puede traducirse como *yo soy, sc. la cópula con el sufijo pronominal de primera persona del singular, -n. (Ésta es una observación tentativa, porque a causa de la carencia de material publicado, sabemos muy poco acerca de cómo hubiera conjugado Tolkien el verbo "ser"[106]. Sin perjuicio de ello, en VT40:31 Christopher Gilson interpreta la forma náre, que aparece en el poema temprano Narqelion, como con el agregado de un sufijo pronominal de tercera persona, lo cual sugeriría que verdaderamente acepta sufijos pronominales.) Referente a la forma nan, puede ser que Tolkien haya querido reservar esta palabra para la preposición *tras: éste es el significado de la raíz ndan-, CP:375, y la misma entrada en Etim. también muestra el prefijo Quenya nan- hacia atrás. La conjunción mal, en un todo diferente de nan, pudiera no tener ambigüedad alguna. (Parecería que Tolkien desarrolló más tarde otras palabras nuevas para traducir pero al Quenya; una fuente más tardía reproducida en VT41:13 indica .) [Y ahora VT43:23 agrega todavía más palabras para "pero": one, on, ono, anat.][101]

María, nombre fem.: María. La forma "Quenya" del nombre está claramente basada en la forma y la pronunciación latinas[107] - ello no es sorprendente en vista del amor de Tolkien por el Latín y de su función como lengua utilizada tradicionalmente por la liturgia católica. Los nombres María y Yésus que aparecen en esta traducción del Avemaría representan los primeros casos conocidos de Tolkien utilizando elementos no Eldarin, "del mundo real" en un texto Quenya. Conocemos casos en que Tolkien tradujo nombres "del mundo real" al Quenya a través de su significado, e.g. Eadwine (Edwin) = Herendil *amigo de la fortuna (CP:364 s.v. kher-). Sin embargo, no intentó representar "María" por su significado (que es, en cualquier caso, incierto; la ortografía Mariam que aparece en el texto griego del Evangelio de Lucas apunta a un original semítico, Maryam, variante antigua de Miryam = inglés; una interpretación sugerida es "La rebelde", pero en los tiempos del Nuevo Testamento era ya, probablemente, un nombre tradicional usado con poca conciencia de cualquier significado que hubiese podido concitar en el pasado)[108]. Usar una forma basada en el Latín de un nombre preexistente en un texto Quenya no debe haber representado un gran salto para Tolkien; después de todo, a veces hablaba del Quenya como el Latín Élfico (ver ESdlA, Apéndice F) y comparaba el status del Quenya en la Tierra Media con el del Latín en nuestro propio mundo: un antiguo y augusto idioma ritual.

massamma, sustantivo con sufijo pronominal: nuestro pan. Respecto a la terminación -mma para significar nuestro exclusivo, ver abajo. La palabra para pan es aquí #massa, aunque tanto el Diccionario Qenya (DQ:59) como las Etimologías (CP:372 s.v. mbas-) ofrecen en su lugar masta. Incluso en PTM:404, reproduciendo una fuente escrita en algún momento de los años 50 y probablemente a principios de la década (cf. PTM:395), aparece una palabra que se traduce por dador de pan, massánie. Ello parece presuponer #massa como la palabra para pan, permitiéndonos concluir que el texto que estamos estudiando es posterior a las Etimologías. En PTM:404, Tolkien menciona también lenn-mbass como la combinación que dio origen al lembas, pan del camino (cf. el artículo para lembas en el índice de El Silmarillion). Por lo tanto todavía se consideraba que la raíz era mbas-, aunque la forma del sustantivo real pan haya sido ajustada. La forma primitiva debe haber sido *mbassâ, la cual puede asimismo representarse como *mbaS-â (ver esselya en lo referente a esse). Aunque es a menudo adjetival, el final -â también es común en el caso de sustantivos que denotan objetos inanimados. La raíz mbas- significa por sí misma (al menos de acuerdo con las Etimologías) amasar, lo cual, en el caso de palabras para pan vendría a significar el amasado de la masa. mbas- está evidentemente relacionado con masag- amasar, ablandar por frotamiento, masajear, etc. (CP:371). Probablemente ambas raíces puedan verse como variantes más elaboradas de la simple raíz *mas-. [110][109]

-mma terminación pronominal posesiva, nuestro exclusivo, que aparece en las palabras Átaremma Padre nuestro y massamma nuestro pan. Este sufijo, como tal, no estaba atestiguado previamente, pero tiene la forma precisa que hubiésemos esperado de él. Durante años se ha aceptado que los finales pronominales denotando posesión corresponden a sufijos pronominales que indican el sujeto de un verbo: los primeros terminan en la vocal -a y los segundos en -e (-ë). Por ejemplo, la terminación -lya Tu, tu (como en esselya Tu nombre, q.v.) corresponde al final -lyë (como en hiruvalyë Tú encontrarás en Namárië). Como el sufijo para nosotros exclusivo es -mme (como en vamme no haremos en GJ:371), ya se había deducido que el sufijo pronominal para nuestro exclusivo sería -mma; es no obstante muy bueno tenerlo confirmado (demostrando que los idiomas tolkienianos son lo suficientemente simétricos como para que la extrapolación inteligente sea de algún valor). En cierto sentido, el sufijo -mma para nuestro ya estaba demostrado, pero con sentido inclusivo en vez de exclusivo. Aparece en un manuscrito temprano de ESdlA en la frase eleni silir lúmesse omentiemman, "las estrellas brillan sobre la hora de nuestro encuentro" (RS:324). Como omentiemman de nuestro encuentro significa aquí el encuentro de las partes involucradas, una de ellas hablando a la otra, el "nuestro" es inclusivo. Tal vez Tolkien todavía no hacía ninguna distinción entre el "nuestro" exclusivo y el inclusivo (lo cual implica también a "nosotros") en esta etapa. Sin embargo, este saludo se cambió por elen síla lúmenn` omentielmo "una estrella brilla sobre la hora de nuestro encuentro" en la primera edición de ESdlA, y, como se ve, el final -mma fue reemplazado por *-lma (que aquí aparece con la terminación del modo genitivo: -lmo), denotando en forma específica el "nuestro" inclusivo. Por ese tiempo, probablemente el sufijo -mma tenía limitado su significado solamente al "nuestro" inclusivo. Más tarde, en la versión revisada de ESdlA, el profesor Tolkien volvió a cambiar omentielmo de nuestro encuentro por omentielvo del mismo significado, pero incorporando esta vez un "nuestro" específicamente dual, lo que no implica que *-lma haya sido abandonado como tal. [La suposición de que omentielvo incluye una forma dual de "nuestro" se basa en la información de la versión editada por Humphrey Carpenter de las cartas de Tolkien, pero no queda claro si esta idea perduró, o en realidad incluso si Carpenter no malinterpretó el manuscrito que tenía frente a sí. Aparentemente existen manuscritos posteriores donde se explica que omentielvo contiene un "nuestro" inclusivo en vez de un sufijo de persona dual.][111]

mónalyo, sustantivo con sufijo pronominal inflexionado para el caso genitivo: de tu vientre. El sufijo -lya tu (ver esselya respecto de él) aquí se combina con la terminación genitiva -o, dando como resultado -lyo (en vez de **-lyao) de tu... Si quitásemos los finales nos quedaría #móna como traducción de vientre, nunca antes observada. No hay mucho que decir acerca de esta palabra, como no sea observar que el final -a, cuando no es adjetival a menudo aparece en palabras que designan objetos inanimados. Pareciera que la palabra en cuestión exige una raíz como *mon- (o *smon-, *mbon-). #Móna podría, razonablemente, estar relacionada con la raíz indefinida - que produce palabras que tienen que ver con "trabajos" o "afanes" (CP:373), si traer al mundo niños se percibe como tal: por lo menos en Inglés, se usa el verbo trabajar en relación al parto[112].

na, partícula optativa que indica un deseo (o verdaderamente una plegaria). La sintaxis correspondiente ya ha sido señalada. No es posible definir con certeza el origen de esta partícula (a la cual corresponde distinguir de la preposición na a, hacia que se describe en las Etimologías, CP:374 s.v. na1-). Si es que puede relacionársela con cualquier elemento publicado, debe serlo con el verbo es (como en Namárië, cf. CP:374 s.v. 2- donde se dice que esta base es la "raíz del verbo `ser`[113] en Q"; véase también DQ:64). Si vemos a na como el imperativo ¡sea! cobra entonces sentido la oración na aire esselya, la cual puede ser interpretada como *sea sagrado Tu nombre = santificado sea tu nombre. Es interesante observar que en un manuscrito que se encuentra en la Bodleian (MS Tolkien 21, folio 2 vuelta), el Sr. Tolkien observó que la partícula de deseo nai significa sea eso, comparándolo con es y "Namárie `que estés bien`, `que estés en bienestar`[115] = adiós". Por consiguiente, namárie es #na sea + #márie [en] bienestar (esta última parte podría ser una formación abstracta derivada de mára bien, bueno CP:371 s.v. mag-). Sin embargo, la interpretación que se basa en "¡sea!" no puede hacerse concordar con otros ejemplos donde la partícula es utilizada en conjunción con verbos finitos. Aranielya na tuluva no puede, obviamente, ser analizada como *Tu reino será venido. Una teoría totalmente especulativa acerca de cómo un imperativo #na ¡sea! pudo evolucionar hasta convertirse en una partícula optativa general sería la siguiente: originalmente, na aire esselya debía significar *sea santo Tu nombre como se explicó más arriba. Sin embargo, esta construcción fue reinterpretada más tarde como la locución nominal aire esselya santo [es] Tu nombre, con la partícula optativa na prefijada, a efectos de convertir una frase declarativa en un deseo o plegaria. Esta reinvención hace que el hablante se sienta libre de usar na en conjunción con cualquier oración declarativa, incluyendo a aquellas que incorporan verbos definidos. De ahora en adelante, se puede tomar una locución como aranielya tuluva *Tu reino vendrá completa, y transformarla en un deseo o plegaria insertándole na antes del verbo. (Un desarrollo más profundo permitiría incluso la omisión del sujeto de la frase, dejando sólo el objeto del verbo finito: na care indómelya, *deseo que [uno] hace Tu voluntad - a menos que, como especulábamos antes, care misma pueda ser tomada como la forma impersonal *uno hace.)[116][114]

násie, interjección amén. El primer elemento puede ser "es" (ver na para más detalles), mientras que #sie pudiera ser una formación abstracta basada en la raíz si- este, aquí, ahora (CP:385); #sie puede, entonces, significar "esta/este [situación, asunto]". [Según VT43:24, sie aparece en un manuscrito tardío, de ca. 1968, como el adverbio "así, de esta manera, así que...". Si esto es aplicable al obviamente muy anterior manuscrito del Padrenuestro sería muy difícil de determinar, pero sie = "así" tiene sentido también en el contexto.] Násie debe interpretarse con el mismo significado que el Hebreo `amen, que se usaba como una interjección afirmativa ¡es así! o ¡eso es verdad! en vez del solamente optativo ¡así sea! No necesariamente se refiere a lo que meramente se desea, sino a lo que es, a lo que es verdad; el hebreo `amen está relacionado con la palabra `emeth verdad (antiguo *`amint). Si interpretamos la palabra Quenya teniendo en cuenta esto, yo tendería a concluir que ná-sie es literalmente [así] es esto. [O tal vez - sie = "[esto] es así", si aceptamos la traducción de sie como "así, de esta manera"; el significado sigue siendo el mismo.] (Con respecto a colocar el verbo adelante en las exclamaciones, cf. el grito de Fingon antes de la Nirnaeth Arnoediad: Auta i lómë!, traducido la noche está pasando en el texto de El Silmarillion, Cap. 20, pero en la exclamación Quenya el verbo auta está pasando está ubicado antes de su sujeto.) *Ná sie es escrita, entonces, en una sola palabra como la pseudointerjección násie, pero el hecho de que esa s no se haya convertido en z > r, como comúnmente ocurre entre vocales, demuestra que no es una palabra compuesta "genuina". - Si násie debía tener un significado más estricatmente optativo, ¡así sea! en lugar del indicativo esto es así, hubiésemos esperado #na ¡sea! en vez de es (ver na más arriba en lo tocante a la palabra namárie).

nísi mujeres, plural nominativo de nís mujer. El plural de nís está también confirmado en AM:213, pero allí aparece con la ortografía nissi. En las Etimologías aparecen formas similares pero no totalmente idénticas. Bajo la raíz ini- hembra, se muestra un sustantivo Quenya hembra, mujer (CP:377). Sin embargo, en la raíz 1- mujer (de la cual ini- parece ser una variante del tipo vocal radical prefijada) se nos informa que era solamente una palabra "arcaica y poética", siendo las palabras actuales para mujer nis o nisse, pl. nissi en ambos casos (CP:377). Esto está conforme con las entradas nis- (CP:378) y ndis- (CP:375). Se sugiere que nis- es una elaboración de 1- e ini-, mientras que ndis- es, a su vez, un "refuerzo" de nis-. En el párrafo que se refiere a ndis- (CP:375), Tolkien indica que el Q nisse mujer proviene del primitivo ndis-sê. Esto parece indicar que se ha agregado el sufijo - (cuyo significado preciso es difícil de dilucidar) a la raíz. Por otro lado, también podemos entender que la forma primitiva era *ndiS-ê, con la duplicación de la s como refuerzo medial; la terminación primitiva -ê agregada a la raíz fortificada pudiera ser aquí un femenino. La formación del primitivo ndis-sê mujer a partir de la raíz ndis- es similar a bessê esposa de la raíz bes- (CP:352). Cualquiera sea la etimología exacta, en esta hipótesis el descendiente Quenya de ndis-sê era nisse, el cual aparentemente solía acortarse a nis. Esto representaría **niss, con la ss final simplificada a s porque el Quenya no puede tener una consonante doble al final de las palabras; pero en la forma plural nissi, en la que la consonante doble no queda al final a causa de la terminación de plural, la ss persiste naturalmente. Hasta ahora hemos discutido la tesis que deriva de las Etimologías. Como ya se ha mencionado, en AM:213 el plural mujeres todavía es nissi, pero en esta fuente post-ESdlA el singular es nís con vocal larga (como si estuviera influida por la palabra arcaica ). El texto del Padrenuestro parece presuponer el mismo singular, pero aquí el plural es nísi, formado sencillamente por el agregado del sufijo -i: no hay indicios de ninguna variación en la raíz. El plural nísi es más sorprendente, porque la s intervocálica simple debería sonorizarse como z, volviéndose a su vez una r. Entonces, ¿por qué no vemos nís mujer pl. **nízi/níri así como tenemos olos sueño pl. olozi/olori en CI:396? ¿Puede haber imaginado el Dr. Tolkien en esta etapa que nís pl. nísi representa el antiguo *níþ pl. *níþi, porque la s de una þ anterior nunca se vuelve z > r? (Cf. por ejemplo nause imaginación de la antigua nauþe, CP:378 s.v. nowo-; no aparece ninguna forma del tipo **nauze, **naure, evidentemente porque la s intervocálica pronunciada z antes de þ se volvió una s; la regla de sonorización no funciona aquí cuando las s nuevas se desarrollan en base a una þ). Si nís representaba el Quenya antiguo *níþ, esto requeriría que la palabra primitiva tuviese una forma bastante diferente de la que se sugiere en las Etimologías. Cualquiera que sea el caso, la reaparición de nissi como plural en una fuente reciente (AM:213) indicaría que Tolkien cambió de idea una vez más, resucitando el plural que había usado en las Etimologías. (Por ende, los autores podrían hacer que el plural de nís fuese nissi y no nísi.)

-o, terminación del genitivo que se encuentra tres veces en el texto, en las palabras Eruo de Dios, Eruanno de gracia y mónalyo de tu vientre (las formas nominativas son Eru, #Eruanna, #mónalya - estas dos últimas confirman que cuando se agrega a una palabra terminada en -a, el sufijo genitivo -o desplaza a la última vocal; cf. Vardo, Calaciryo como genitivos de Varda, Calacirya en Namárië). Siguiendo a GJ:368, este sufijo genitivo debe ser relacionado con el "antiguo elemento adverbial" ho, que parece tener como significado básico de, desde (con el punto de vista fuera de "el objeto, lugar o grupo [que se abandonó]"; cf. la entrada 3O desde, afuera, de entre, fuera de en las Etimologías, CP:360). Se nos dice que el final Quenya desciende del Quenya Primitivo -, sufijo enclítico que se agrega a las raíces sustantivales; esta posición esra "el lugar usual para los elementos `preposicionales` más simples en PQ" (GJ:368). Este - produjo el Eldarin Común -ô, "porque la h intermedia se perdió muy rápidamente y sin dejar rastros en el EC", y el final genitivo Quenya -o apareció, de esta manera, al acortarse las vocales largas ubicadas en la última posición. Como el propio Tolkien explica en GJ:368-369, este genitivo se refiere propiamente a punto de origen más bien que a "propiedad" (para este último, en buen Quenya debiera usarse el caso posesivo-adjetival terminado en -va). Muchas veces es útil tener en mente que el sufijo -o desciende de un elemento que significa desde, porque a veces este significado se nota claramente en el uso que el Quenya hace del genitivo. En una frase como i yáve mónalyo, el fruto de tu vientre, es obvio que la idea no es que el vientre de alguna manera posee el "fruto", sino que el "fruto" procedía del vientre. (Cf. también el uso "ablativo" del genitivo en la palabra Oiolossëo del Monte Siempreblanco en Namárië, aunque para desde el Quenya usaría normalmente el ablativo común terminado en -llo; ver ulcullo).

ontaril, sustantivo madre o más literalmente generatriz, no atestiguado previamente pero construido en base a elementos familiares. En las Etimologías, el verbo onta- generar deriva de la raíz ono- de significado similar (CP:379; se trata evidentemente de una variante de con la vocal de la raíz prefijada, la cual también se define como generar: CP:378). Onta- representaría el primitivo *ontâ- u *onotâ-; este es uno de los casos donde el final - funciona sólo como formador de verbos y no agrega nada al significado de la raíz. En realidad, la Etimologías expresan dos sustantivos agentales derivados: ontaro generador, padre y su correspondiente forma femenina ontare (el hecho de que se diga que la última es femenina implica evidentemente que ontaro es masculina; los sufijos -o y -e son las contrapartes masculina/femenina en el Quenya). Incluso en esta traducción del Avemaría, Tolkien no utilizó ontare, sino una forma femenina alternativa, ontaril. La terminación femenina -il sólo está comprobada en otras pocas palabras Quenya: amil madre derivada de la raíz am1- (CP:348 - mamil[117] en CI:191 es tal vez una variante hipocorística) y tavaril dríada femenina de la raíz táwar- (CP:391). Cf. también en el Noldorin Antiguo khíril dama (CP:364 s.v. kher-). La forma de agente más simple, terminada en -r, posiblemente no posea especificidad de género: los finales primitivos -ro y -re (cf. GJ:371 en relación al primero de ellos) eran masculino y femenino, repectivamente, pero se habrían fundido en una simple -r ya en el Eldarin Común, porque la -o y la -e cortas finales se perdieron muy temprano. Sin embargo, los sufijos primitivos también aparecieron en sus variantes largas - y -, y donde aparecen, las vocales finales indicativas de género estarían todavía presentes en el Quenya, aunque ahora cortas: es por esto que en las Etimologías las palabras para generador/padre son ontaro m. y ontare f. Aún así, tenemos relativamente pocos ejemplos de sustantivos que incluyen la terminación masculina larga -ro (todos ellos en las Etimologías), y la palabra ontare parece ser, en sí misma, el único ejemplo del final femenino -re. Puede ser que Tolkien haya decidido dejar de lado estos sufijos y utilizar en su lugar las terminaciones personales/de agente del primitivo: -ro (m.) y -re (f.) se han unido en el Quenya -r, sin indicación de sexo; es deseable que, para expresar el género, uno agregue un final secundario a esa -r, como el masc. -on o el fem. -il. (Cf. masc. tavaron y fem. tavaril como las palabras para dríada en CP:391 s.v. táwar-.) Tenemos, por todo ello, ontaril como palabra para generatriz, madre en el texto estudiado. - La palabra plural de género neutro padres, ontari (evidentemente malinterpretado como "ontani" en CP:379) aparece en una versión temprana del saludo de Bárbol a Celeborn y Galadriel, pero fue cambiada a nostari cuando se publicó ESdlA, explicando Tolkien más tarde que nosta- quiere decir generar. (SD:73; en el "Qenya", más antiguo, este verbo quería decir, en cambio, parir; ver LT1:272 o DQ:66.) Esta modificación se hizo cuando ESdlA estaba a punto de concluirse, lo cual sugiere que la traducción del Avemaría es un poco anterior - o, de lo contrario, posiblemente hubiésemos encontrado aquí *nostaril en lugar de ontaril. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la raíz ono- generar, parir todavía era válida en el período posterior a ESdlA, lo que queda en evidencia en GJ:413, reproduciendo una fuente fechada ca. 1960. Incluso así, el uso de la palabra ontaril puede proveer un indicio de que nuestro texto fue escrito por la época en que Tolkien estaba terminando ESdlA (digamos, luego de que los dos primeros tomos fueron publicados, pero antes de que él hiciese las pequeñas revisiones finales en el tercer volumen - como cambiar ontari por nostari, lo que se registra en SD:73).[118]

quanta, adjetivo lleno. Esta palabra está comprobada en cada una de las etapas de la larga evolución que Tolkien llevó a cabo con el Quenya; aparece tanto en el Diccionario Qenya de 1915 (DQ:78 s.v. qntn o qata), como en las Etimologías de mediados de la década del 30 (CP:366 s.v. kwat-, que se agregó como entrada) y en una fuente tan post-ESdlA como el ensayo Quendi and Eldar de ca. 1960 (en la frase quanta sarme "escritura completa", VT39:8). Por supuesto, en las dos primeras fuentes la ortografía es qanta. La raíz kwat- de la cual se derivó este adjetivo en las Etimologías no fue explicada ni tampoco definida en ellas. Sin embargo, en Quendi and Eldar Tolkien arrojó un poco más de luz sobre esta raíz (GJ:392). "Teorizaba" que originalmente aparecía en la forma kwa, más simple: "Esta raíz se refiere, evidentemente a la `terminación`. Sobrevive como tal bajo la forma de un elemento en muchas palabras Eldarin para `completo, total, todo`, etc. Pero también se la encuentra bajo la forma *kwan, y no puede ser bien separada de la raíz verbal *kwata, Q[uenya] quat- `rellenar`." El adjetivo quanta lleno tampoco "puede ser bien separado", y esta raíz verbal kwata, extensión de kwa, es claramente la misma que kwat- en las Etimologías (otro caso de representación ligeramente inconsistente de raíces; vea Eruo). Si kwat(a) es primariamente la raíz verbal rellenar, podría tener un participio pasado primitivo *kwatnâ relleno (siendo - el sufijo primitivo de participio pasado; véase aistana). Si quanta lleno debe relacionarse con *kwatnâ relleno, este participio antiguo debe, entonces, haberse desarrollado para formar un adjetivo. Para un caso probablemente parecido, cf. Quenya melda amado, querido; las traducciones dejan bien en claro que debe tomárselo como un adjetivo. Sin embargo, posiblemente Tolkien quería que la forma primitiva fuese *melnâ, la que sería simplemente el participio querido, formado de la raíz mel- amor (de amigos) (CP:372). *Kwatnâ debe haberse metatetizado a *kwantâ en una época muy temprana; cf. otro ejemplo del sufijo - agregado a una raíz en una pausa sorda: de stak- hender, insertar vienen tanto stankâ como staknâ, formas primitivas que son citadas como las fuentes del adjetivo Quenya (¿y/o sustantivo?) sanka hendidura, rajadura (CP:388). A pesar de que staknâ se menciona en último término, puede ser ella la forma más antigua, tempranamente convertida en stankâ; el Quenya sanka desciende claramente de esta última forma. El ancestro inmediato de quanta debe haber sido, del mismo modo, *kwantâ. Sin embargo, es muy posible que también pueda tomársela por una forma ulterior, no solamente una variante metatética de *kwatnâ. Hay otros ejemplo de adjetivos que derivan por infijación nasal y por sufijación de una -â, como el primitivo tungâ tieso, ajustado vs. la raíz tug- (CP:394; es, por supuesto, posible que stankâ sea una formación similar en vez de ser una forma de staknâ que ha sufrido una metátesis). Nuestra teoría favorita debe ser probablemente que *kwantâ es el adjetivo lleno derivado de kwat- por medio de los mismos fenómenos; en tal caso no tendremos que postular un desarrollo desde el participio pasado al adjetivo (llenado > lleno).[119]

rámen, pronombre para nosotros (¿?), en nuestro nombre (¿?). Como se indicó en el sumario, #men debiese haber sido suficiente para indicar por nosotros (#me nosotros + el sufijo dativo -n). Si la última parte de rámen es en realidad #men para nosotros, nos quedamos con el prefijo #- que es totalmente desconocido. Es concebible que el mismo vuelque el significado del simple dativo para nosotros en la dirección de en nuestro nombre; nada más podemos decir de él. [VT43:33 sugiere que - deriva de ara `a lo largo de`, y analiza rámen como "por" + men "nosotros".Como los autores deben saber y de hecho han escrito en otras partes, men es la forma dativa "para nosotros", no simplemente "nosotros". El prefijo - sigue pareciendo superfluo siempre que el sufijo dativo esté adjunto al pronombre. Es posible, empero, que en el papel de la preposición "para" o "en nombre de" gobierne el caso dativo, en forma parecida a como ú "sin" gobierna el caso genitivo. Si es así, el "prefijo" sería en realidad una preposición más que un prefijo, aunque se le haya unido un pronombre. Una versión más antigua del Avemaría Quenya en verdad lo pone como dos palabras separadas rá men: VT43:27. Acaso, entonces, podríamos tener frases como *rá i Eldan "en el nombre del Elfo".]

, adverbio ahora. Está testimoniado previamente en Namárië (an sí Tintallë... máryat ortanë porque ahora la Iluminadora... ha elevado sus manos), en CP:47/SD:310 (ilya sí maller raikar, con traducción interlineada ahora todos los caminos [se han] torcido), y en las Etimologías. Esta última fuente muestra a la palabra como derivada de la raíz si- este, aquí, ahora (CP:385); la raíz, por tanto, refiere a la posición presente en el tiempo o el espacio. (En Sindarin, la palabra si - muchas veces en su forma suavizada hi - cubre tanto aquí como ahora.) Las Etimologías también listan sin como forma alternativa de , y un ejemplo tomado de CP:47 (sin atalante, en SD:310 sín atalante) pareciera indicar que la variante sin (sín) se usa cuando la palabra que le sigue empieza con vocal. Compárese la distribución de a vs. an en inglés[120]. Sin embargo, no es éste el caso en el texto del Avemaría, que tiene sí ar y no *sin/sín ar por ahora y.

síra, adverbio hoy. El primer elemento es obviamente derivado de la misma raíz si- este, aquí, ahora (CP:385) como ahora más arriba. Esta raíz manifiesta como prefijo - (con la vocal larga) también en la palabra símen aquí en la canción de Fíriel (CP:72); se nota claramente que es - este + men lugar (CP:372 s.v. men-). A la luz de este ejemplo, sería tentador analizar síra como este día. Sin embargo, el último elemento #-ra no puede relacionarse con ninguna palabra conocida que signifique día. La forma *síre pudiese incorporar , mencionada en ESdlA, Apéndice D: "Un `día` solar [que los Elfos] llamaban y que se computaba de ocaso a ocaso". Cuando se lo ubica como último elemento de una palabra compuesta, se acorta a -re (-); por ejemplo, el Apéndice D también cita mettarë como nombre del último día del año (claramente metta fin + día, cf. CP:373 s.v. met-, aunque Tolkien puede haber pensado originalmente que el elemento final de la palabra era arë antes que : ver ilaurëa). Cuando estaban efectuando su propia traducción del Padrenuestro, Patrick Wynne y Carl F. Hostetter acuñaron precisamente la palabra *síre para traducir "hoy" (VT32:8). Pero el manuscrito de Tolkien parece decir definitivamente síra y no *síre (el cual, dicho sea de paso, podría confundirse con síre río: CP:385 s.v. sir-). Mientras que no podemos descartar terminantemente la posibilidad de que Tolkien escribiera accidentalmente una a cuando lo que correspondía era una e, es posible explicar en forma plausible la palabra síra tal como es. El elemento final puede considerarse simplemente como el sufijo adjetival -ra (primitivo -, ver aire). El adjetivo/adverbio síra no significaría estrictamente "hoy" según la etimología, sino que sólo se referiría, de alguna forma, al tiempo o al lugar presente, pero por convención pudo ser usado específicamente para significar "hoy". Es interesante remarcar que, al menos en el "Qenya" primitivo, la palabra para mañana era enwa (DQ:34; no conocemos ninguna palabra para "mañana" que provenga de fuentes posteriores). Esta palabra fue concebida desde un principio como raíz demostrativa e(n)- a la cual se agregaba lo que parece ser un final adjetival. En el contexto del Quenya tardío, enwa pudiera interpretarse como si incorporara la raíz en- por allí, lejano (CP:356) la que "respecto del tiempo, apunta al futuro" (CP:399 s.v. ya-); a esto se le agrega el sufijo -wa (primitivo -) conocido en adjetivos, adverbios y preposiciones (ver imíca respecto del primitivo hekwâ). Enwa, por su etimología, sólo se refiere vagamente a lo que está "por allí" o "en el futuro", pero convencionalmente pudiera haberse usado específicamente para mañana. La formación adjetival/adverbial síra hoy basada en la raíz si- (aunque tiene que ver con el presente en lugar de con el futuro) podría tener un origen similar. Además, uno debiera, en general, ser cuidadoso antes de basar en materiales "Qenya" conclusiones que podrían afectar al Quenya, e incluso se puede encontrar una interpretación todavía mejor: la palabra día que se menciona en ESdlA, Apéndice D puede reflejar la raíz *r- (se conocen varias raíces consistentes en una sola consonante, cf. la "raíz demostrativa" s- en CP:385). En , esta *r- podría combinarse con la terminación primitiva (abstracta) -ê, y por lo tanto * > Quenya . Sin la terminación tendríamos *-r- "este-día", al cual se agrega el final adjetival simple -â (GJ:382), resultando entonces el "adjetivo" primitivo *sî-r-â > Q síra, usado en Quenya por el adverbio "hoy".[121]

sív`, forma elidida[122] de *síve, conjunción o preposición: como, aparentemente cuando se compara con algo cercano al hablante (al contrario que tambe más abajo). [VT43 confirma que la forma completa de la palabra es síve.] El primer elemento es - este, esto, aquí, ahora como en síra más arriba. Aquí se lo prefija a lo que evidentemente es la preposición ve como, al igual que, que ha persistido a través de todos los períodos del desarrollo que Tolkien llevó a cabo con el Quenya (DQ:101, Namárië, MC:215). La palabra Sindarin #be que aparece en la Carta del Rey (SD:129, allí con el artículo ben sufijado) es aparentemente el equivalente del Quenya ve. Mientras que se lo traduce en la en la frase ben genediad Drannail = en la Comarca el cómputo (calendario), el contexto deja en claro que ese en la significa aquí *de acuerdo con el. El Sindarin #be podría ser similar a la forma primitiva de la preposición; en Quenya, la forma primitiva con b en lugar de v puede haberse preservado en la palabra tambe, ver párrafo siguiente.

tambe, preposición: como, de la misma forma que, apuntando aparentemente a algo alejado del que habla (al contrario que *síve más arriba). Puede tratarse de tana eso, ese (CP:389 s.v. ta-) prefijado a *be como, al igual que (ver arriba), que ha sido contraído a *tan-be y luego asimilado a tambe. Aún si esta explicación es correcta, uno podría preguntarse por qué sív[e], explicada en el parágrafo anterior, no aparece como **simbe, contraída del mismo modo a partir de *sina-be (sina este, CI:305). Pareciera que la formación de palabras en el Quenya no es totalmente simétrica; en el caso de sív[e] se usa un prefijo basado directamente en la raíz si-, mientras que en el caso de tambe el primer elemento parece estar basado en tana, una forma derivada, en vez de en la raíz desnuda ta-. ¿Podría tal vez ser igualmente posible **táve como forma paralela a sív[e]? A pesar de ello, una forma tan especulativa no puede recomendarse a los autores y poetas. Se puede observar que en un texto "Qenya" bastante temprano, reproducido en MC:215-216, la palabra que significa eso aparece como tanya en vez de tana (tanya wende esa doncella). Tanya se analiza mejor como una raíz, *tan-, más la terminación -ya. Si Tolkien (al menos algunas veces) pensaba en la raíz demostrativa como si fuese *tan- en vez de simplemente ta-, esto explicaría la forma tambe (< *tan-be). Es interesante el hecho de que el verbo tana- mostrar, indicar y el sustantivo tanna signo, ambos provenientes de una fuente posterior a las Etimologías y en realidad el mismo ESdlA (AM:385), puedan muy bien reflejar la raíz demostrativa *tan-. (Nótese que el mismo Christopher Tolkien se refiere a tana como una raíz en AM:385.)

tien, evidentemente el pronombre dativo a ellos, para ellos. Conocemos la palabra te ellos de la Alabanza de Cormallen. Esto puede representar *tai esas (gentes) suavizado, una forma plural primitiva formada (con el final plural primitivo -î, -i) a partir de la raíz demostrativa ta- eso; cf. Quenya ta eso, ese (CP:389). La vocal de conexión e bien puede aparecer antes del sufijo dativo -n cuando está agregado a un monosílabo que termina en diptongo, produciendo la forma *taien. Antes de otra vocal, ai se reduce en Quenya a e, cf. por ejemplo el Q leo matiz del primitivo daio (CP:354 s.v. day-). Es por eso que *taien pudo convertirse en *teen, pero la secuencia de dos e concomitantes no era durable, volviéndose ie por diferenciación. Por lo tanto, la forma dativa de te puede ser posiblemente tien. (Para el desarrollo ee > ie, cf. por ejemplo laurië como plural de laurëa dorado en Namárië: se sabe desde hace mucho tiempo que esa forma plural representa *laurëai, con el final suave -ai transformado luego en -e, pero convirtiéndose al fin *laurëe en laurië por diferenciación.)

tuluva, verbo en futuro vendrá. El verbo tul- venir está confirmado; se lo muestra en primera persona del aoristo en las Etimologías (tulin vengo), derivándose directamente de la raíz tul- venir, aproximarse, moverse hacia (el que habla) (CP:395, cf. GJ:368). El verbo aparece aquí con el final de tiempo futuro -uva, como en firuvamme (q.v.) La forma futura tuluva ya estaba probada en El Silmarillion, ahí con el prefijo en- re-, de nuevo, cuando Húrin grita aurë entuluva, el día vendrá de nuevo, luego de la Nirnaeth Arnoediad (Quenta Silmarillion Cap. 20).

tulya, verbo guiar, o literalmente *hacer venir. Debe ser considerada una forma causativa del verbo tul- venir (véase tuluva). Las Etimologías muestran también un causativo primitivo, tultâ- hacer venir, del cual el Quenya tulta- mandar a, ir a buscar, citar: CP:395 s.v. tul-. Probablemente se trate del mejor ejemplo que tenemos del sufijo verbal - > -ta usado como causativo (a pesar de que a veces funciona sencillamente como formador de verbos). Tulya-, sin embargo, muestra otra terminación, y también tiene un significado algo distinto del de tulta-: este último sólo tiene que ver con hacer que algo venga a (hacia) uno mismo, mientras que tulya- significa evidentemente guiar o dirigir en general, sin tener en cuenta la posición del que habla (a pesar del sentido asignado a la raíz tul-, citado en relación a tuluva). ¿Cómo deberíamos, entonces, analizar tulya? El sufijo -ya (primitivo -, o también escrito -) es en ocasiones un simple formador de verbos que no agrega nada al significado de la raíz. Un ejemplo claro es el Quenya sir- vs. el Noldorin Antiguo sirya-: ambos verbos quieren decir fluir, pero mientras que la forma Quenya representa la raíz sir- fluir sin ningún elemento agregado, el sinónimo verbal Noldorin Antiguo está derivado a través del sufijo -ya que en este caso no produce ningún cambio semántico (CP:385). Incluso, en otros casos, esta terminación puede dar a la palabra un significado causativo. En GJ:411 la raíz tele se traduce como cerca, fin, viniendo al final. Su más inmediato descendiente Quenya es el verbo intransitivo tele- finalizar, terminar. Tiene incluso una contraparte transitiva: telya finalizar, liquidar, concluir. No es sorprendente, entonces, que el mismo sufijo pueda usarse para derivar el verbo transitivo tulya conducir, hacer venir de la raíz verbal intransitiva tul- venir. La terminación -ya puede no tener, necesariamente, conntación transitiva, pero es un hecho interesante que el verbo ulya- derramar sólo retenga el -ya final en el tiempo pasado ulyane si el mismo es usado en sentido transitivo. Si "derramar" es intransitivo, el sufijo -ya se abandona y el tiempo pasado es ulle, aparentemente derivado en forma directa de la raíz (CP:396 s.v. ulu-).[123]

úcaremmar, sustantivo plural con sufijo pronominal: nuestros pecados, nuestros crímenes. La terminación pronominal -mma, seguida aquí por el final de plural -r, denota un nuestro exclusivo (ver Átaremma). Quitando todos los sufijos (pronominal y plural), nos queda úcare-. No podemos determinar con certeza si el sustantivo pecado debe ser #úcare (#úcarë) o simplemente #úcar: la e de úcare- puede ser parte de la palabra misma, pero también podría ser una vocal de conexión, inserta en la palabra para evadirse de un grupo consonántico imposible, tal como sucede con Átaremma. Hay evidencias indirectas que podrían apoyar el punto de vista de que #úcare es la verdadera forma del vocablo: en MC:222, tenemos elenillor como el plural en caso ablativo de elen estrella. Nótese que se ha insertado una i entre elen y el sufijo de caso -llor (para el plural ablativo): parece que el sufijo de caso ha sido agregado al plural normal, "nominativo" eleni estrellas (comprobada de por sí en Namárië). Por lo tanto, si un sustantivo que termina en consonante debe recibir una terminación que produciría un grupo consonántico imposible, y la forma completa ha de ser plural, uno no tiene que usar la vocal de conexión común e (como en Átaremma, o Elendilenna en PTM:401). Corresponde en su lugar construir la forma plural más simple, terminada en -i, y utilizar esta terminación plural como vocal de conexión antes de agregar el final de modo. Si el sustantivo pecado fuese #úcar, se podría haber usado aquí el mismo procedimiento: plural *úcari, al cual se agregaría el sufijo pronominal, obteniéndose *úcarimmar (con doble indicación de plural, i y r, tal como en elenillor). El hecho de que no tengamos aquí *úcarimmar sino úcaremmar, puede sugerir que no se necesitó una vocal de conexión extra - sc. que el sustantivo desnudo pecado no es #úcar, que termina en una consonante, sino #úcare. La -e final representaría a la primitiva *-ê, de la que sabemos que es un sufijo abstracto (vea esselya). Con respecto a en base a qué elementos fue diseñado #úcare, véase el verbo úcarer más abajo.

úcarer verbo plural pecar, ofender. El verbo tiene el sufijo de plural -r para no entrar en conflicto con su sujeto, que también está en plural ("quienes pecan/ofenden contra nosotros", "aquellos que nos ofenden"). Esta forma incluye el verbo car- hacer, respecto del cual véase care; como se explicó allí, hubiésemos esperado en su lugar que el plural en tiempo aoristo fuese *úcarir, siguiendo el sistema que Tolkien usó en fuentes tanto anteriores como posteriores a nuestro texto. Como fuese, el verbo está obviamente relacionado com el sustantivo #úcare pecado, crimen que se desarrolla más arriba. El prefijo ú- funciona en ciertas ocasiones como la negación no, a-, in-, pero las Etimologías agregan que es "usualmente en el mal sentido" (CP:396 s.v. ugu-, umu-). El "mal sentido" es dominante aquí; en este caso, el prefijo no indica negación, sino algo erróneo. El sustantivo #ú-care es literalmente mal-obrar, y #úcar- es el verbo correspondiente: cometer un crimen, errar, pecar.

úcarindor, sustantivo plural pecadores, malvados; singular #úcarindo. Esta es la forma agental del verbo úcar- discutido arriba. Esta palabra nos procura el tercer ejemplo comprobado del sufijo de agente -indo, con el mismo significado que el inglés -er[124]. Las Etimologías definen melindo amante, derivado del verbo mel- amar (CP:372 s.v. mel-). En ESdlA encontramos la palabra #colindo portador, testimoniada en un plural compuesto: forma parte de la Alabanza de Cormallen, cuando Frodo y Sam fueron saludados como los Cormacolindor o Portadores del Anillo. (El verbo subyacente #col-, #kol- portar, trasladar nunca ha sido confirmado por sí mismo, pero cf. AM:385 declarando que kolla significa producido o usado.) En las Etimologías, se sugiere que -indo es un sufijo de agente específicamente masculino, porque el masc. melindo contrasta con el fem. melisse como palabras para amante (y, por supuesto, ambos Cormacolindor o Portadores del Anillo eran varones). Sin embargo, en el contexto de la plegaria, el plural úcarindor no apunta, probablemente, a conllevar ninguna implicación de género.

ulcullo sustantivo en ablativo, del mal (o posiblemente de [el] Maligno, como ya se ha explicado). Es ésta la única vez que el final ablativo -llo de aparece en este texto, pero está bien probada en otras obras (Namárië, MC:221-222, la Carta Plotz). Poco podemos decir del origen de este sufijo; es tentador asumir que la -o final está relacionada de algún modo con ho desde, que es el origen del sufijo genitivo Quenya (ver -o). Al contrario que el sufijo de caso, el sustantivo #ulcu mal no está atestiguado antes, aunque obviamente emparentado con el adjetivo ulca malo, malvado, equivocado (DQ:97). [Puede ser interesante destacar que ahora se haya sabido que ciertas versiones tempranas de la oración muestran en realidad la palabra como ulcallo en lugar de ulcullo[125].] Aunque no se lo encuentra en las Etimologías, este adjetivo "Qenya" temprano también fue válido en el Quenya posterior; aparece como parte de una palabra compuesta en uno de los manuscritos de ESdlA: henulka de-ojos-maléficos. (SD:68 - es parte de la denuncia que Bárbol hace acerca de los Orcos; en la versión publicada de EsdlA esta palabra Quenya no se incluye, aunque el Ent aún llama a los Orcos "de-ojos-maléficos".) Posiblemente sea mejor ignorar algunas ideas muy tempranas acerca de la derivación de ulca que se exponen en DQ:97, al menos dentro del contexto del Quenya maduro. En el último período de la concepción de Tolkien, el adjetivo ulca y el sustantivo #ulcu deben probablemente haberse derivado de la raíz *uluk- (o concebiblemente *guluk- pues la inicial primitiva g- se perdía sin dejar rastro en Quenya, pero al optar por *uluk- admitimos la posibilidad de que la raíz ulug- en CP:396 sea una variante de ella; esta última raíz no está definida pero genera palabras para conceptos "malignos" como horrendo, horrible, monstruo). El adjetivo ulca debiera entonces descender del primitivo *ulukâ o *ulkâ, sc. esta raíz con el final adjetival -â (GJ:382). El sustantivo #ulcu representaría a *ulukû: las raíces de dos sílabas a veces forman sustantivos que llevan la vocal radical triplicada en última posición, pero en esa ubicación la vocal es larga. Cf. algunas palabras primitivas tales como galadâ árbol (CP:357 s.v. galad-) o kyelepê plata (Cartas:426, cf. CP:367 s.v. kyelep-). - Otra teoría sostiene que la forma primitiva debía ser *ulku, la cual por sí sola produciría Q *ulco: la -u corta final en la lengua primitiva se ha convertido en una -o en Quenya (cf. primitivo tundu colina > Q tundo, CP:395 s.v. tun-). Este *ulco aparecería entonces como #ulcu- solamente antes de los sufijos, y de ahí el ablativo ulcullo, porque la -u original se vuelve -o sólo cuando queda al final de las palabras. Esta teoría parece ser menos probable. El cambio de la -u corta primitiva al final del vocablo por -o semeja el cambio de la -i primitiva corta por una -e. De ejemplos como úcarer en reemplazo de *úcarir ya hemos relatado que alrededor de 1950, Tolkien estaba en una "etapa" en la que llevaba al extremo el cambio de la calidad de las vocales en todas partes, aún incluso cuando la vocal no era la última por causa de algún otro sufijo que la seguía. Puede haber tenido la intención de que las vocales cambiaran en todas las posiciones por analogía con las formas simples, en las cuales la vocal "final" era realmente final y debía cambiar por razones fonológicas. Por eso, si él imaginó un desarrollo *ulku > Q *ulco, hubiese usado probablemente *ulcollo como forma ablativa. Cuando en su lugar escribió ulcullo, pudo estar indicándonos que el nominativo era simplemente #ulcu. [A mí me parece que mi razonamiento como tal era sólido, pero de acuerdo a VT43:24, la forma simple debía, después de todo, haber sido ulco con la forma radical ulcu-. Existe al menos una versión de la oración que lleva va ulco en vez de ulcullo, siendo en apariencia este va la preposición "de" que se usaba en lugar del sufijo ablativo -llo.] - Si #ulcu no significa mal como concepto abstracto, sino (el) Maligno en su lugar, la -u al final no debe ser simplemente la vocal de la raíz reduplicada. Debiera, al contrario, ser el mismo sufijo masculino/animado que observamos en Héru, q.v. Luego #ulcu podría derivar del adjetivo ulca maligno, cayendo dentro de los patrones establecidos de la lengua Quenya. Con respecto a la palabra Ainu, en verdad un préstamo del Valarin, Tolkien declaró: "Fue de este ainu que en Quenya se formó el adjetivo aina `sagrado`, porque de acuerdo a las reglas de derivación del Quenya ainu aparece como una forma personal de un adjetivo tal" (GJ:399). Si en verdad #ulcu significa el Maligno, pudiera, del mismo modo, tratarse de una forma "personal": un sustantivo derivado del adjetivo ulca. #ulcu puede ser, inclusive, la palabra abstracta mal después de todo; como se mencionó antes, la palabra hubiese recibido o el artículo o la inicial en mayúscula si se suponía que se refiriese al demonio. Es verdad que los conceptos abstractos en Quenya no suelen terminar en -u (todo lo contrario: los sustantivos abstractos típicamente terminan en -e), pero abstractos con esta forma pueden aparecer si la u es también la vocal de la raíz: Cf. nuru muerte (CP:377 s.v. ñgur-, primitivo *ñgurû con la vocal de la raíz duplicada y puesta como sufijo). Sabemos que se trata de un sustantivo abstracto verdadero porque Tolkien lo puso en oposición con la forma que lleva mayúscula al principio, Nuru, de la cual dijo que era la muerte "personificada" (dentro de los mitos tolkienianos, el nombre del Vala usualmente llamado Mandos). [Si ulcullo es en realidad ulco con raíz ulcu-, se trataría de una formación bastante extraña, especialmente para una palabra que debe tener un significado abstracto. Ulco, ulcu- presuponen la forma *ulku en Eldarin Común temprano.]

úsahtienna, sustantivo en alativo: en la tentación. El final alativo -nna puede indicar simplemente "movimiento hacia" (tal como explicó Christopher Tolkien en CI:432 s.v. Eldanna), pero si Tolkien basó su traducción del Padrenuestro al Quenya en el orden fraseológico normal de la plegaria, este sufijo aquí implica no solamente hacia, en dirección a sino hacia el interior. El alativo tiene igual fuerza en la locución [126]mannar Valion en las manos de los Señores en la Canción de Fíriel (CP:72; -nna se metamorfosea en -nnar cuando corresponde a un plural). Este sufijo alativo está obviamente relacionado con la raíz preposicional 1- a, hacia, en dirección a (CP:374). Tolkien expresó que, en Quenya Primitivo, los elementos "preposicionales" normalmente se encontraban sufijados a las raíces sustantivales (GJ:368, ver el párrafo -o para la cita textual), de modo que el Quenya -nna presumiblemente descendería de 1- en esta posición sufijada. (La terminación Quenya, con doble nn, pareciera estar reforzada o nasalizada; el ablativo Telerin sigue teniendo simplemente -na, y Tolkien equiparaba el Quenya lúmenna sobre la hora con el Telerin lúmena: GJ:367 vs. 407.) - Sacando el sufijo nos quedamos con #úsahtie como traducción del sustantivo tentación. La forma más similar a ésta que encontramos entre los textos publicados sería sahta estropeado, echado a perder comprobado en la oración Arda Sahta Arda Arruinada (AM:405, que Tolkien cambió por Arda Hastaina[128], AM:408, 254). Igualmente, nos parece difícil obtener semánticamente "tentación" a partir de "estropear, estropeado". No se puede decir con certeza cuál es la etimología de #úsahtie, excepto que es evidente que incorpora el prefijo negativo ú-, pero podemos especular un poco: el Diccionario Qenya presenta el verbo saka- perseguir, buscar, examinar (DQ:81). Si la raíz *sak- examinar hubiese seguido siendo válida en una etapa muy posterior de las concepciones de Tolkien, entonces podría haber un verbo causativo primitivo *saktâ- efectuar un examen (para más datos sobre el sufijo verbal -, que algunas veces opera como causativo, véase tulya en lo pertinente al primitivo tultâ-). *Saktâ- produciría el Quenya *sahta-. Con el prefijo ú-, usado en el mismo "mal sentido" que en úcarer pecado, ofensa, podemos interpretar el verbo *úsahta- como hacer (que otra persona) busque lo que es malo, la cual sí representa una etimología plausible para el verbo tentar. Con el sufijo de infinitivo o gerundio -ie (como en en-yalië, CI:317), este verbo realmente podría producir el abstracto #úsahtie tentación. Es también posible, sin embargo, explicar esta palabra en forma razonable sin utilizar el recurso que ofrece el material "Qenya" temprano: Tolkien puede haber pretendido que #úsahtie fuera un derivado de la raíz stag- presionar, comprimir (CP:388). Esta palabra de las Etimologías no lleva asociado ningún verbo que refleje directamente los significados de la raíz, pero podría muy bien existir un verbo primitivo *stagtâ- (que sería aún otro caso de la terminación - funcionando como un mero formador de verbos, sin agregar ni quitar nada al significado de la raíz - ver ontaril). Este *stagtâ- pudo luego convertirse en *staktâ- > Quenya *þahta-, *sahta-. Si significa presionar, podríamos tener de nuevo un gerundio como *sahtie, con el significado de presionando, presión. Agregándole el prefijo ú-, pleno de connotaciones siniestras, llegaríamos a #úsahtie, literalmente referida a cierta clase de "presión maléfica". Es plausible que ésta sea una forma de expresar tentación. [Estas especulaciones muestran ser bastante acertadas, que francamente es más de lo que yo hubiera esperado. VT43:22-23 revela que una versión del texto no lleva la palabra úsahtienna, sino la forma abreviada sahtienna. Ésta fue derivada de la raíz thag- oprimir, aplastar, presionar la cual es una mera variante de stag- presionar, comprimir tal cual se lista en las Etim. Respecto de la variación entre las aspiradas como ph, th, kh y grupos consonánticos que comienzan con s-, tales como sp-, st-, sk-, compárense spal-, spalas- como variantes de phal-, phalas- (CP:387). Tolkien refirió la forma final úsahtie a otra raíz, saka-, que sin embargo no significa "examinar" tal cual figura en el antiguo Diccionario Qenya; Tolkien la definía como "atraer, tirar de" e indicaba que sahta- es un verbo, inducir, de lo que se desprende que el gerundio con su prefijo, úsahtie = inducción a obrar mal.[130]][129][127]

ya, pronombre relativo cual, que, en que: lúmesse ya firuvamme *en la hora en que moriremos, en la cual moriremos. No podemos precisar la etimología de ya; la forma Élfica Primitiva probablemente sería similar. Es nuestra primera demostración de ya como palabra separada en un texto que es incuestionablemente Quenya. Previamente, sólo conocíamos a ya por sí misma en la oración Ártica publicada en Las cartas de Papá Noel: Mára mesta an ni véla tye ento, ya rato nea - traducida "adiós hasta que te vea de nuevo, y espero que sea pronto", o, probablemente, más literal *"...lo cual espero será pronto". Mientras que esto proviene de una obra que tiene muy poca conexión con los mitos tolkienianos de la Tierra Media (de hecho, un texto que no pertenece en absoluto a la producción literaria seria de Tolkien), se supo desde siempre que la oración "Ártica" representaba cierta forma de Quenya o "Qenya". En el Quenya estilo ESdlA, ya ha sido confirmada, hasta ahora, sólo con sufijo de caso; en Namárië figura yassen por en donde (o *el cual, con la terminación para el plural locativo sufijada a ya). Algunos, en verdad, han supuesto que ya- es simplemente la forma que asume el pronombre relativo i (q.v.) antes de un sufijo, y ese ya no aparecería como forma independiente. Esta teoría debe ser hoy abandonada; el manuscrito que tenemos a la vista demuestra que ya no sólo aparece independientemente sino que ya e i coexisten como pronombres relativos en Quenya, apareciendo ambos aquí. Esto, por supuesto, nos enfrenta a la cuestión de dónde usar ya y cuándo usar i. ¿Serán intercambiables? Sospecho que uno siempre debiera usar ya- cuando deban agregarse sufijos de caso; i es "indeclinable" en sus capacidades como artículo (CP:361 s.v. i-), y esto debe ser cierto mientras funcione también como pronombre relativo. Pero cuando i y ya aparecen solos, pareciera que i se refiere a los sensibles (o tal vez más generalmente a los animados), mientras que ya se refiere a inanimados y situaciones (la oración Ártica sería un ejemplo de estos últimos). En resumen, i vs. ya puede representar una distinción groseramente similar a la que en inglés se suscita entre who vs. which, what. Otra teoría, no abandonada aún, sería que i se usa cuando cumple funciones de sujeto con respecto a la oración relativa que lo sigue (e.g. *Orco i tirë Elda un Orco que mira a un Elfo), mientras que ya es el objeto (*Orco ya tirë Elda un Orco al que un Elfo mira).[131]

yáve, sustantivo fruto. Como se indicó, el manuscrito de Tolkien parece decir en realidad yave con la vocal corta, pero como puede haber una tilde tapada por la letra de la línea superior, leemos yáve como en todos los demás ejemplos comprobados de la palabra. Estos se hallan en el Apéndice de El Silmarillion (donde yávë fruto aparece como última entrada) y en las Etimologías: CP:399 s.v. yab- lista la misma palabra con el mismo significado, y la raíz en sí es también traducida "fruto". El DQ (p. 105) indica que en el "Qenya" temprano de Tolkien, esta palabra se escribía yáva, y que había también un verbo, yav- fructificar (mostrado bajo la forma yavin, tal vez con la intención de que fuera el aoristo de la tercera persona; en el Quenya posterior sería, en cambio, la primera persona). Si un verbo tal seguía teniendo validez en las encarnaciones posteriores del idioma, yáve podría considerarse básica u originalmente como una formación abstracta derivada de este verbo. Cf. una palabra Quenya como ráne descarriado, errante, formada de la raíz verbal ran- vagabundear, extraviarse (CP:383) por medio de los mismos procedimientos: alargamiento de la vocal radicular y agregado de la -e. Tales abstractos podrían (¿luego?) tomar un significado más concreto, indicando lo que se produce por causa de una acción más que la acción misma; de ahí la palabra núte, formada de la raíz nut- atar, amarrar, no significa atadura, amarra sino lazo, nudo (CP:378). De manera similar, el significado de yáve puede haberse desplazado desde el totalmente abstracto fructífero hacia el mucho más concreto fruto.[132]

Yésus, nombre masc.: Jesús. Como en el caso de María, la forma "Quenya" que Tolkien otorgó a estos nombres parece estar basada en la pronunciación latina de los mismos, pero escritos de acuerdo con las convenciones romanas normales para la representación del Quenya[133]. La forma semítica subyacente (probablemente algo como Yêshû´, que puede haber sido quenyarizada como *Yéhyu) no parece haber sido considerada en absoluto, así como tampoco intentó Tolkien representarla por su significado ("Salvación de Yahvéh")[134]. El nombre no ha sido totalmente quenyarizado; la s intervocálica normalmente habría sido sonorizada como z, volviéndose luego una r en el dialecto de los Noldor (e.g. olozi > olori como plural de olos sueño, CI:396; cf. nuestra teoría de que aire santo, q.v., fue originalmente pensado para representar el primitivo *gaisi). Si Yésus fuera una palabra Quenya verdadera, tendría que representar el más antiguo *Yéþus, porque la s que proviene de una þ nunca se vuelve z > r (ver nísi). Pero desde el momento en que no se pretende que se trate de una palabra de la herencia Quenya, tales consideraciones diacrónicas devienen irrelevantes. La pronunciación latina de Jesús no viola ninguna regla de la fonología del Quenya, y por ello se utiliza aquí de esta forma. Hubiese sido interesante conocer cómo hubiese inflexionado Tolkien esta palabra, sin embargo. ¿Habríamos tenido *Yésuss- con doble s antes de un sufijo, e.g. el genitivo *Yésusso o el dativo *Yésussen? Ello hubiera seguido el esquema de un sustantivo como eques proverbio, dicho, el cual se transforma en equess- antes de un sufijo: de allí el plural equessi en GJ:392. Se dice que esta forma es "analógica", sugiriendo evidentemente que muchas palabras terminadas en -s duplican este sonido a -ss- antes de un sufijo (e.g. nissi como el plural más ortodoxo de nís mujer; véase nísi), por lo que las nuevas palabras terminadas en -s tenderían a seguir el mismo patrón. Acaso esto sería también aplicable, entonces, a un nombre tomado prestado de otra lengua como Yésus, por lo que una frase como "el amor de Jesús" sería *Yésusso melme.

 

5. Sumario: Nuevos conocimientos sobre el Quenya

 

Resumiendo, podemos decir que las representaciones Quenya que Tolkien llevó a cabo con respecto al Padrenuestro y al Avemaría nos proveen de bastante pocos conocimientos nuevos, pero sí nos dejan con algunos misterios. Hay un extraño caso nuevo: el "locativo" o tal vez "comparativo" ejemplificado por las palabras cemende y Erumande. Los escritores harían bien en no utilizarlo, al menos hasta que sea mejor comprendido: los escritos inéditos de Tolkien, si es que alguna vez son puestos a disposición de los académicos, pueden arrojar más luz sobre estas formas. [Siguiendo a VT43, este -de es un alomorfo del sufijo locativo normal -ssë, pero yo sospecho que esta terminación abreviada no perduró mucho como idea en la concepción de Tolkien, en permanente evolución. Por razones de claridad, los autores debieran usar probablemente el sufijo completo -ssë en sus escritos, insertando cuando fuera necesario una vocal de conexión antes de él.] El mismo principio reza para la preposición (¿?) han, de significado incierto. [Ahora parece que han quiere decir "más allá", pero pienso que yo me apegaría a la mejor conocida preposición pella para significar esto.] Por otra parte, el vocabulario Quenya conocido se ha hecho más rico por la inclusión de una larga serie de palabras nuevas, la mayor parte de las cuales no ofrece dificultades: aistana bendito, #ála imperativo ¡no hagas!, #aranie reino, #apsen- perdonar (con objeto directo del asunto que es perdonado, objeto dativo de la persona perdonada), as con, etelehta- librar, liberar, *Eruanna gracia considerada como don de Dios, ilaurëa diariamente, todos los días (adj.), imíca entre, #indóme sustantivo voluntad [de acuerdo a VT43:16 indóme significa "carácter establecido, también usado como la ´voluntad´ de Eru"], mal pero, #móna vientre, na partícula optativa, násie ¡amén! ¡así es!, la extraña formación rámen, ?por nosotros, ?en nuestro nombre, síra hoy, sív[e] y tambe significando las dos como o al igual que (aparentemente la primera de ellas compara con algo cercano a la persona que habla, y la segunda con algo remoto), tien como el dativo de te ellos, tulya- guiar, las tres palabras relacionadas #úcare pecado, crimen, úcar- verbo pecar y #úcarindo pecador, malvado, #ulcu mal como sustantivo [puede ser en realidad ulco, ulcu-], #úsahtie tentación. También tenemos nísi como plural poco ortodoxo de nís mujer; debe probablemente preferirse el plural nissi que se encuentra en otras fuentes (tanto anteriores como posteriores al texto que nos ocupa).

Más de una decena de las palabras expuestas cubren significados para los cuales no teníamos equivalentes Quenya antes de hoy. Algunas de esas palabras pueden, bajo un escrutinio minucioso, convertirse en fuentes de más vocabulario: si hemos analizado correctamente násie como (así, de esta forma) es esto, podemos aislar la palabra #sie esto en referencia a una situación (e.g. *i Elda carne sie el Elfo hizo esto); la palabra sina conocida por la frase vanda sina este juramento en el Juramento de Cirion (CI:305, 312) puede ser solamente adjetival, modificando a otras palabras pero no necesariamente apareciendo aislada como en "el Elfo hizo esto". [Si nos atenemos a VT43, sie puede en realidad ser el adverbio "de esta manera", "de esta suerte"; ciertamente esta palabra tiene este significado en una fuente posterior. Sin embargo, sie = "de esta manera" sería también una palabra utilísima para los poetas, que a menudo han lamentado su carencia. Sie pudiera también ser traducida "así", "por lo tanto". - Con respecto a "esto", "este", es posible que sin se use por sí misma y sina como modificador adjetival: Elda sina carnë sin, "este Elfo hizo esto".]

Este texto confirma lo que la palabra massánie dador de pan en PTM:404 sugería: en los 50, Tolkien había decidido que la palabra Quenya para pan debía ser #massa y no masta como en los textos previos. Por supuesto que ambas formas muy bien pueden coexistir en el idioma, pero en las Etimologías, masta es tanto el sustantivo pan cuanto el verbo hornear (CP:372 s.v. mbas-). Los escritores pueden usar ahora masta por hornear y #massa por pan, librándose de las formas ambiguas.

Algunas palabras son de particular valor para poetas y escritores. Imíca es una forma libre de ambigüedades para entre y una adición bienvenida a nuestro vocabulario; hasta ahora los autores habían debido recurrir a imbë entre uno y otro, que no es exactamente lo mismo[135]. La palabra mal para pero no llena ningún hueco en nuestro vocabulario, porque ya teníamos nan (o nán, ), aunque mal sea tal vez preferible: por un lado aparece en una fuente que con certeza es más reciente que aquellas que proveyeron estas otras palabras para pero, y como ya hemos explicado, mal puede ser menos ambigua que sus alternativas (incluyendo la forma que aparece en VT41:13, ya que, de acuerdo con CP:379 s.v. nowo- es también el sustantivo concepto, y en una frase incluso parece ser la preposición antes - véase VT41:18). El verbo tulya- guiar será también muy útil; hasta ahora sólo habíamos dispuesto de tulta- convocar, y aunque ambas palabras significan básicamente "hacer venir", la última tiene la limitación de que sólo se refiere a movimientos que se producen hacia el punto en que se encuentra el que habla. Otra palabra utilísima es as con en el sentido de junto con. Hasta el momento no estaba claro cuál era la palabra Quenya para con. Yo mismo he usado y recomendado yo; en GJ:407 aparece como prefijo en la palabra yomenie (¿debe leerse *yomentie?) encuentro, reunión (de tres o más viniendo de diferentes direcciones). Parece que tenemos una comprobación independiente de yo en SD:56, en uno de los borradores con variaciones del Juramento de Elendil: yo hildinyar, significando tal vez *con mis herederos (la versión final en ESdlA - Volumen 3, Libro Seis, capítulo V - dice simplemente ar hildinyar, y mis herederos). Aunque pienso que yo debe ser realmente una palabra Quenya que significa con, por lo menos en cierto estadio de desarrollo de la visión eternamente evolutiva de Tolkien, la nueva palabra as es con toda certeza la mejor opción para expresar este significado. (Más aún, yo puede ser ambigua, ya que casi con seguridad se trata del genitivo de ya cual, entonces *yo = del cual, de quien. El locativo yassen donde, en donde, en lo cual que aparece en Namárië demuestra que el pronombre relativo ya es capaz de recibir sufijos de caso.)

Las noticias acerca de los pronombres son siempre bienvenidas en la lingüística tolkieniana, porque gran parte de la tabla de pronombres Quenya permanece oscura. Ahora podemos quitar el asterisco de emme como pronombre enfático para nosotros exlusivo, así como del sufijo relacionado -mma para nuestro exclusivo. Estas formas ya habían sido deducidas, pero tien como pronombre dativo por/para ellos es totalmente inesperado; incluso parece confirmar que te ellos representa a *tai (de acuerdo con esta teoría, tien evolucionó a partir de *taien a su vez).

Es interesante observar que el prefijo et- fuera, afuera se expande a ete- cuando de otro modo aparecería un grupo consonántico imposible, como en etelehta- librar, liberar, dejar salir. He dudado a veces acerca de cómo se podía combinar et- con una palabra como lelya- ir (GJ:362), porque *etlelya- no es una palabra Quenya posible. Aunque en realidad analicé la posibilidad de una forma como **eltelya- vía metátesis, ahora parece que ir afuera (o salir) sería más bien *etelelya-.

El verbo úcar- pecar es valioso no sólo porque llena un vacío en nuestro vocabulario sino también porque representa un ejemplo del prefijo negativo ú- usado sobre un verbo: transmite la idea de algo equivocado o malo (car- hacer > ú-car- hacer mal, pecar). Algunos, como Nancy Martsch en su libro de lectura Basic Quenya, ha asumido como cierto que ú- se usa, prefijándolo a los verbos, como la negación no. En realidad, esta idea no carecía de fundamentos; sabemos que ú- se utiliza así en Sindarin (como en el linnod de Gilraen linnod en ESdlA, Apéndice A: ú-chebin estel anim no he guardado ninguna esperanza para mí o literalmente *no guardo esperanza para mí, con el verbo *hebin [suavizado como chebin] significando en apariencia *guardo). En los hechos, tenemos una comprobación en Quenya de la ú- en función de prefijo negativo en la Canción de Fíriel, la cual parece tener úye como forma negada de ye es (CP:72: úye sére indo-ninya ¿mi corazón no descansa, o más literalmente mi corazón no está descansando?) Sin embargo, la Canción de Fíriel no es lo bastante cercana al Quenya estilo EsdlA, y el hecho de que el verbo úcar- significa pecar, obrar equivocadamente en vez de no hacer (cf. car- hacer) parece indicar que deberíamos evitar el uso de ú- como prefijo de negación sobre los verbos. (A pesar de ello, efectivamente se lo usa así en el caso de adjetivos, cf. únótimë innumerable o literalmente incontable en Namárië.) Si queremos negar verbos, debemos buscar otros métodos; la solución más directa sería usar simplemente la palabra individual no (CP:367 s.v. la-). Aquí, la palabra está testimoniada como parte de la orden negativa #ála no hagas.

Los textos proporcionan, también, nuevos conocimientos acerca de la gramática y la sintaxis del Quenya. Es interesante observar cómo se construye el imperativo de un verbo "básico" como #hyam- rogar: el verbo recibe la terminación -e (reflejando el sujeto de una raíz-i: hyame = *hyami-), y adelante se inserta la partícula imperativa á para producir á hyame = ¡ruega! El sistema utilizado hasta hoy por muchos escritores (entre los que me incluyo) consistía en elaborar el imperativo de tales verbos mediante la simple adición de una -a al final. Esto seguía a los ejemplos ela! ¡miren! ¡helo aquí! y heka! ¡vete! de GJ:362, 364. Aún sigue pareciendo posible que ¡ruega! pueda ser también, simplemente, *hyama! Sin embargo, debe preferirse la construcción á más la raíz en -e. Puede que Tolkien quisiera que ela! y heka! se consideraran como formas viejas y fosilizadas. Después de todo, el mismo ensayo que proporciona ela! también ejemplifica la forma negada de la misma construcción imperativa (en la locución áva kare ¡no hagas [eso]! en GJ:371; esto correspondería a la orden positiva *á kare ¡haz [eso]!). En el caso del ejemplo á vala gobierna (GJ:404, no **á vale), hemos de asumir que, en sí, vala- es una raíz-A y por consecuencia no acepta el sufijo -e (e.g. la tercera persona del aoristo es vala en lugar de **vale). El imperativo de un verbo "básico" como tir- vigila debiera ser *á tire y no **á tira, a pesar de que un imperativo abreviado del tipo de *tira!, similar a ela! y heka! acaso sea igualmente posible.

Estos textos también muestran otra cosa acerca de las construcciones imperativas del Quenya: la partícula imperativa á puede recibir sufijos pronominales que denotan el objeto de la oración (objeto directo en acusativo u objeto indirecto en dativo), como en áme etelehta danos, ámen anta... massamma da (a) nosotros... nuestro pan (con el "nosotros" indicado por el sufijo #-me, #-men). Lo mismo se aplica a la forma negada de la partícula imperativa, #ála (como en álame tulya, no nos conduzcas). Es posible incluso que la última variante creada por Tolkien para representar no, no hagas, áva, también pueda recibir terminaciones pronominales para indicar el objeto de la prohibición.

Otro fragmento de información acerca del comportamiento de los sufijos pronominales es que aún los verbos finitos pueden aceptar un final pronominal para indicar un objeto, que no necesariamente tiene que estar precedido por otro sufijo que denote el sujeto (apsenet [nosotros] los perdonamos). El ejemplo karitas hacerlo, hacer eso, recientemente publicado (VT41:13, 17), demostró que los infinitivos pueden recibir sufijos de objeto, y esto debe considerarse ahora como cierto también para los verbos finitos. En todos los ejemplos previos de verbos que incorporaban una terminación pronominal indicativa del objeto, el mismo iba precedido de otro sufijo pronominal que señalaba el sujeto (e.g. una palabra de la Alabanza de Cormallen: laituvalmet nosotros [-lme-] los alabaremos [a ellos, -t]). Los autores que elijan agregar finales pronominales a los verbos deberían asegurarse de que no se genera confusión acerca de si el sufijo está indicando el sujeto o el abjeto; en caso contrario, correspondería emplear pronombres separados en vez de terminaciones.

La frase quanta Eruanno llena de gracia representa un uso del genitivo desconocido y nunca observado hasta ahora. Con seguridad se podría usarlo también en contextos más mundanos, e.g. *yulma quanta neno, una copa llena de agua (nén, nen-). La idea subyacente es probablemente el uso del genitivo en el sentido de "referente" (como en Quenta Silmarillion la Historia de [= acerca de, referente a, concerniente a] los Silmarils). Entonces tal vez quanta Eruanno = llena en lo que respecta a la gracia, *quanta neno = llena en lo que involucre al agua. Sería interesante saber si el modo genitivo también se podría usar adverbialmente en conexión con el verbo relacionado quat- llenar (GJ:392), de modo que una oración como "el Elfo llenó la copa con hidromiel [miruvórë]" pudiese expresarse como *i Elda quantë i yulma miruvórëo - con el genitivo indicando qué sustancia se usó para "llenar" el objeto directo. (Si éste no es el caso, posiblemente debiera usarse el instrumental en su lugar: *miruvórenen.) Inclusive es posible que se pueda usar el genitivo, no sólo con quanta lleno, sino también con su antónimo lusta vacío, e.g. *lusta neno vacío de agua.

La partícula de deseo na abre ciertas nuevas vías de expresión que la partícula conocida previamente, nai, no cubría. En todos los ejemplos conocidos, nai expresa un deseo que será satisfecho en el futuro, y que sólo involucra lo que un sujeto espera hacer a un objeto: Nai hiruvalyë Valimar! ¡Sea [que] encontraréis Valimar! (Namárië), nai tiruvantes *¡que lo conserve! (Juramento de Cirion). Mientras que ésta queda como una importante fórmula de deseo en lengua Quenya, la partícula na es más flexible. Puede usarse para conectar adjetivos y sustantivos (na aire esselya, santificado sea Tu nombre o literalmente *deseo-que santo [es] Tu nombre). (Presumo que esto también podría decirse como *nai nauva esselya aire, pero esto colocaría la satisfacción del deseo en el futuro.) Na puede servir en el caso de un deseo respecto a lo que el sujeto espera hacer en el futuro, pero ni necesita involucrar un objeto: Aranielya na tuluva venga Tu reino o deseo que Tu reino vendrá (reelaborada sobre la frase declarativa *aranielya tuluva Tu reino vendrá simplemente a través de insertar la partícula optativa delante del verbo). Esto tambíen hubiera podido expresarse, probablemente, por medio de la fórmula "tradicional" *nai aranielya tuluva (a pesar de que todos los ejemplos comprobados de la misma incluyen un objeto y no solamente un sujeto). Es de particular interés la peculiar construcción na care indómelya, aparentemente *deseo-que [uno] haga Tu voluntad. No sólo demuestra que na puede usarse con otros tiempos además del futuro (care parece un aoristo) - también indica que esta fórmula puede servir para expresar un deseo acerca de lo que se hará con un objeto sin mencionar verdaderamente a ningún sujeto. En efecto tenemos una especie de pasivo.

La forma aistana por bendito parece decirnos que a pesar de que los verbos "derivados", o verbos de raíz-A, normalmente forman sus participios pasados con la terminación -ina (como en hastaina arruinada, AM:254, 408), la forma más corta -na debe preferirse cuando la forma resultante pudiera, de otro modo, tener el diptongo ai en dos sílabas sucesivas, por eso no **aistaina. (Otros verbos para los cuales esto puede ser importante son, entre otros laita- bendecir, alabar, naina- lamentar, taita- prolongar, vaita- arrollar: los participios *laitana, *nainana [¿?], *taitana, *vaitana. Varios otros verbos que contienen ai, como faina- emitir luz, parecen ser intransitivos por sus significados y probablemente pudieran no tener participios significativos.) - Con respecto al verbo que subyace bajo la forma aistana, sc. #aista- bendecir, parece invalidar aista- temer en las Etimologías (CP:358 s.v. gáyas-), aunque, como ya hemos argumentado arriba, la última derivación puede ser la misma. Respecto del significado temer los poetas pueden utilizar en su lugar el verbo #ruk- de una fuente post-ESdlA (primera persona del aoristo en GJ:415: rukin siento miedo u horror, de la que se dice que fue construida con "desde" - sc. ¿el caso ablativo? - del objeto temido). Acerca del significado bendecir ya teníamos laita- de la Alabanza de Cormallen, pero como ya se ha explicado, ésta es por su etimología *engrandecer y muchas veces puede representar alabar (Cartas:308; cf. también el correspondiente sustantivo verbal en Erulaitalë, Alabanza de Eru, como nombre de una festividad Númenóreana: CI:166, 436). En un sentido de significado "religioso" más puro, o sea bendecir por oposición al mero alabar o engrandecer, #aista- debe ser, de aquí en más, la primera elección de los autores.

Estos textos no ofrecen mucha más información acerca de los verbos ser y estar en Quenya (¡un asunto acerca del cual los escritores verdaderamente querrían saber más!), aunque puede observarse que el imperativo ¡sea! parece ser na (q.v. arriba). Si i ëa han ëa significa algo como *que estás en los cielos (Eä), o incluso *que estás sobre Eä, esto confirma que, con referencia a la posición, se usa ëa en lugar de es (cf. i or ilyë mahalmar ëa quien está por encima de todos los tronos en el Juramento de Cirion). Es, sin embargo, interesante ver que las oraciones nominales sin cópula explícita son aparentemente bastante permisibles e incluso usuales: i Héru as elye el Señor [es] contigo, aistana elye bendita tú [eres], aistana i yáve mónalyo bendito [es] el fruto de tu vientre.

Hay aquí también algunas lecciones académicas (por oposición a "prácticas"). Las traducciones del Padrenuestro y del Avemaría demuestran cómo Tolkien se veía obligado a "re-explicar" ciertas formas ya publicadas, para que no entraran en conflicto con revisiones lingüísticas que había llevado a cabo posteriormente (conflicto que hubiera sido inevitable si hubiese conservado la explicación que había propuesto en un principio). Aire es usada aquí repetidamente por santo y la primera parte del compuesto airetári en Namárië es igualmente traducido como santo en ESdlA. En una fuente muy posterior, Tolkien sostiene sin embargo que aire es "en realidad" el sustantivo santidad, y que el adjetivo santo es aira (PTM:363-364). Hoy puede verse que eso no era lo que tenía en mente al principio; cuando escribió airetári por primera vez deseaba que aire significara simplemente santo. Lo que disparó las subsiguientes reexplicaciones y racionalizaciones debe haber sido una revisión de la fonología diacrónica efectuada luego de la publicación de ESdlA (o, en realidad, el hecho de dejar sin efecto una revisión que había sido "válida" durante el final del período en que estaba escribiendo ESdlA): cuando Tolkien decidió de una vez por todas que el cambio de la *-i corta primitiva por la -e ocurría solamente al final de las palabras y que no debía suceder en otras posiciones ni siquiera por analogía, tuvo que enfrentar el hecho de que la forma ya publicada airetári debió haber sido *airitári. El otro caso relacionado, carnemírie, Tolkien lo cambió por carnimírie en la edición revisada de ESdlA (1966), pero airetári se le escapó y debió ser reinterpretada más tarde.

Si debiera traducir estos textos a lo que llamaría Quenya "de última intención" tal como podemos abordarlo hoy, si es que tiene sentido hablar de "intenciones finales" en Tolkien, yo alteraría úcarer por *úcarir (basándome en el ejemplo posterior karir en GJ:391, con certeza mucho más reciente que estas traducciones); esto toca la cuestión de si se debe o no cambiar la *-i corta final a -e cuando se expande a otras posiciones por analogía. Por la misma razón yo leería tal vez *apsenit en vez de apsenet. También cambiaría el extraño plural nísi mujeres por nissi, que es la forma que aparece en otras partes (incluyendo fuentes más recientes que esta traducción del Avemaría).

Es difícil decir si deberíamos leer *Atáremma en lugar de Átaremma, o incluso Heru en vez de Héru; esas formas serían por lo menos más fáciles de reconciliar con lo que ha sido publicado en otros lugares. [Parece ser que Tolkien también cambió -mm- por -lm- en la función de sufijo pronominal para expresar nuestro o nosotros exclusivo, un cambio que se refleja en la Segunda Edición de ESdlA: si se incorpora esta revisión tendríamos que leer *Átarelma, *massalma, *úcarelmar, *elmen, *firuvalme en vez de Átaremma, massamma etc.]

Pero aún así, la traducción de Tolkien del Padrenuestro y el Avemaría persistirá como un extraordinario ejemplo de Quenya, tal como Tolkien llegó a ver el lenguaje Alto-Élfico para la época en que ESdlA estaba siendo publicado.

 

 

 

AGRADECIMIENTOS Y ACLARACIONES DEL TRADUCTOR:

El traductor quiere agradecer a Helge Kåre Fauskanger por haberle otorgado autorización para traducir este sorprendente ensayo. También a Christian (Kili[136]) Slapak, sin cuyos conocimientos del Hebreo muchos puntos hubiesen quedado oscuros (particularmente en las Notas).

Los derechos de la presente traducción pertenecen en un todo a Marcelo Dos Santos, mientras que los del artículo original son de Helge Kåre Fauskanger. Cualquier publicación en todo o en parte, o cualquier utilización que desee hacerse de esta versión castellana requiere la autorización previa de Marcelo Dos Santos.

Toda publicación autorizada deberá llevar la constancia del copyright de Helge Kåre Fauskanger sobre el texto y de Marcelo Dos Santos por la traducción y notas, así como las direcciones de sus sitios web (http://www.uib.no/People/hnohf/index.html y www.mcds.com.ar, respectivamente).

El traductor agradecerá todo error u omisión que se le señale acerca del presente trabajo.

Marcelo Dos Santos, Buenos Aires, Argentina, 12 de diciembre de 2003

mdossantos@clarinmail.com



 

NOTAS DEL TRADUCTOR:

 

1 En Inglés.

[2] En Inglés.

[3] Castellanas.

[4] Dada la diferencia de sentido entre las palabras inglesas "you" y "thou" y "your" y "thy" en cuanto a respeto y jerarquía, cada vez que el autor escribe "thou" o "thy", que es como los angloparlantes se dirigen a su rey, nosotros hemos traducido casi siempre "Tú" o "Tuyo", con mayúsculas, que es como nosotros nos dirigimos a Dios. Este no es el caso en el Avemaría.

[5] El aoristo es un tiempo de verbo que, hasta cierto punto, participa a la vez del pasado, del presente y del futuro. La vaca comía pasto representa el pasado. La vaca está comiendo pasto o la vaca come pasto (ahora) es tiempo presente. La vaca comerá pasto es el tiempo futuro. En cambio, la locución La vaca come pasto en el sentido general (habitualmente, generalmente, usualmente) implica que el pasto es el alimento normal de la vaca, y establece que la vaca comió, come y comerá pasto. Tanto en Griego como en Quenya, este tiempo indefinido y abarcativo se denomina aoristo.

[6] Tal puntuación parece asemejarse a las antiguas inscripciones rúnicas, donde las palabras se separaban por un punto y las frases mediante dos puntos (:).

[7] El autor utiliza la abreviatura latina, muy usual en asuntos lingüísticos o filológicos, sub voce, lit. "bajo la voz", para indicar en qué entrada de las Etimologías se encuentra la raíz de una palabra. La abreviatura está estandarizada, por supuesto, por el The Oxford English Dictionary, que el mismo Tolkien ayudó a componer.

[8] En el original, do not. En inglés hay tres tipos de negaciones: no, not y do not (o su contracción don`t), que tienen diferentes usos y énfasis. La que Fauskanger identifica con ála es esta última, que contiene el verbo auxiliar do (sin significación en castellano) y tiene un aire más formal. Para mayor claridad, es la negación presente en "no nos dejes caer en tentación".

[9] Asociado, como se verá adelante, el prefijo imperativo á-.

[10] Con las modificaciones incorporadas al texto del Padrenuestro recientemente, el texto inglés puede ser considerado virtualmente idéntico al castellano. La copia sobre la que trabajó Tolkien, como se verá, incluso dice "ofensas" en lugar de "deudas".

[11] Entendiéndose.

[12] "La conversación entre Finrod y Andreth", un texto al estilo de los diálogos griegos, donde se discuten profundas cuestiones filosóficas de la Tierra Media.

[13] Obsérvese la forma y el "sabor" típicamente latino (por no decir castellano) del verbo, relacionado con -o más bien "a medio camino" entre- "tintinear" y "titilar". No es el único caso en que Tolkien "castellanizó" palabras, conceptos y sonidos Quenya.

[14] Antes "Venga a Nos el Tu Reino". El Padrenuestro inglés no contiene el pronombre "nosotros": Thy kingdom come, "venga tu reino". Por eso el Profesor de Oxford no incluyó la forma pronominal.

[15] En Inglés, por supuesto, en la forma genéricamente neutra: "eso/ello" (it).

[16] Más bien en el sentido de sustancia o elemento que en el de universo, mundo o cuerpo astronómico.

[17] También en la versión castellana. En Inglés es on earth as in heaven.

[18] "Uno quiere, uno admira", en el sentido de "todos y yo", o "yo mismo, sin nombrarme".

[19] "Quien sujeta", "uno que sujeta".

[20] Que, ciertamente, tanto en el Padrenuestro inglés como en el castellano, tiene mucho más de sumisa aceptación de la voluntad de Dios que de orden explícita.

[21] Se nos enseñó: "El pan nuestro de cada día dánosle hoy".

[22] Notoriamente basadas en el Latín se observan "ámen" por "a nosotros" y "massa" por "pan". Es innegable el aire latino que el Dr. Tolkien quiso dar a la "lengua de su corazón".

[23] Nueva versión de "Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores". Aunque S.S. el Papa ha modificado el texto de la oración, el autor apunta con acierto, más abajo, que el original griego de Mateo dice "deudas" y "deudores". Sin embargo, hoy decimos el Padrenuestro como los anglosajones.

[24] Y en Castellano.

[25] En "los alabaremos".

[26] En "como nosotros perdonamos a los que nos ofenden".

[27] "A ellos".

[28] "Los que cometen fechorías (u ofensas) contra nosotros".

[29] Nosotros decimos "aquellos que nos ofenden".

[30] Comparativo.

[31] En Castellano la sutileza es algo mayor, aunque aún dista mucho de la del Quenya.

[32] En Inglés la frase es "...and lead us not into temptation...": "...y no nos conduzcas a la tentación...".

[33] Don´t! en el original.

[34] "Entrega a nosotros", es decir, "entréganos".

[35] Huelga decir que a laita te, la forma escogida por Tolkien, es mucho más bella, sutil y eufónica.

[36] "Te amo"; literalmente "yo te amo".

[37] Y en Castellano.

[38] En Inglés "Hail, Mary full of grace", es decir "Salve" (o "salud", Ave en Latín), "María llena de gracia".

[39] En realidad, Tolkien utiliza la forma castellana del nombre femenino, no la latina. Ello se evidencia en el acento ortográfico o tilde, que señala en qué sílaba recae el acento tónico, y no es una mera indicación de longitud vocálica como parece suponer el autor (cuya lengua materna es el Noruego). Posiblemente el nombre Quenya de Jesús ("Yésus") sí sea una representación fonética de la palabra latina, donde acaso la tilde haya sido incluída por Tolkien como medida de longitud de la "e".

[40] Con respecto a la letra þ, se da en el Quenya la misma evolución que en las lenguas occidentales (especialmente en las anglosajonas): þ > th > s. Si, como se suele afirmar, Tolkien quiso dar al Quenya un "dejo" fonológico galés, la þ tiene entonces el sonido de la th galesa (una th fuerte y sibilante, algo similar a la th inglesa en thing, o a una z castellana). En este caso, devendría lógica su evolución a una sibilante como la s o la z.

[41] En Inglés falta el "todas": Blessed art thou among women.

[42] Among, con el sentido de "en medio de", "entremedio de".

[43] Algunas de estas locuciones tienen sentido en Castellano, siempre y cuando el contexto lo amerite. Sin embargo, son completamente ininteligibles en Inglés: thy womb´s the fruit, Rúmil´s the sayings y the Mariner´s the wife, respectivamente.

[44] Una célebre carta que Tolkien dirigió a una persona de apellido Plotz, donde le describe las declinaciones verbales del Élfico.

[45] En Inglés se obvia el "en": "el año que nos mudamos", the year that we moved, y así lo consigna el autor, por oposición a the year in which we moved.

[46] En el sentido imperativo. El original inglés dice do rule Manwë, y de ahí la aclaración entre paréntesis, que tiene sentido sólo en ese idioma, asimilando el Q. á con el auxiliar imperativo inglés do!

[47] En realidad, la traducción literal es "oh, hermosos" (o beautiful ones).

[48] Literalmente, to hail, sin traducción literal al Castellano. Es el infinitivo del verbo que corresponde a "saludar, aclamar", como en el Latín Ave, Cesar o en el Castellano ¡Salve, Argentina!. El sentido está también relacionado con el gesto de alzar el brazo con la mano extendida al frente o abajo: el saludo de los romanos y de los antiguos pueblos germánicos. De allí la asociación del Alemán Heil mientras se saludaba con el brazo extendido, o el significado del Inglés to hail: detener o parar un taxi o un ómnibus extendiendo el brazo. A falta de un término mejor, en el texto deberá entenderse con el significado de "aclamar, saludar con respeto, honrar".

[49] Temor reverente, como el temor de Dios, no el simple miedo.

[50] May thy name (be) holy en el original.

[51] Regio de la reina (femenino), no del rey: in... her song, holy and queenly.

[52] Song-in holy-queen`s.

[53] Compárese con el Castellano ubérrimo ("muy abundante, extremadamente liberal, fértil") y también con ubre (del Latín uberrimus y uber, uberis, respectivamente)

[54] En el original, may thy name [be] a sanctity.

[55] Serbal, Sorbus aucuparia, un árbol europeo de frutos rojos brillantes. Viendo la foto de un ejemplar, nos convencemos de que el nombre aplicado por Bregalad es sencillamente perfecto.

[56] Es de hacer notar que la carne cruda es roja, por lo que la similitud semántica se vuelve evidente en Castellano. La inspiración que Tolkien encontró en la lengua de Cervantes aparece una y otra vez. También se observa el parentesco con carmín.

[57] Literalmente, don`t en el original. Como se indica en otras notas, en Castellano la distinción entre las negaciones inglesas no, not y don`t no tiene sentido y suele ser intraducible. Hemos elegido la que nos parece más adecuada en cada caso, aclarando en nota al pie a qué negación inglesa nos referimos.

[58] Not en Inglés.

[59] No, not en el original.

[60] Aunque en Castellano no queda claro, del original Quenya deducimos que se trata del imperativo: don`t!

[61] En el original, I will not y do not!

[62] No, not.

[63] Don`t!

[64] Ibíd.

[65] Por cierto que toda esta aclaración sólo es necesaria en Inglés, ya que en Castellano, el mero género ("nosotras") excluye naturalmente a Frodo, que es varón. En Inglés, esto no se nota, ya que us es usado para ambos géneros.

[66] Y del Castellano abstener. En cualquier caso, es innegable la deuda hacia las partículas privativas latinas a, ab. 

[67] Debe recordarse que, si no está asociada con otra consonante, la h Quenya siempre tiene el sonido de una h aspirada, como en Inglés here, house o el Castellano girar, jarra.

[68] O las castellanas como -dad ("equidad", "igualdad", "vacuidad"), -ura ("ternura", "blandura"), -eza ("justeza", "vileza") o -icia ("sevicia", "malicia", "justicia"), etc.

[69] En el original, kingship. Hay dos palabras muy similares en Inglés que pueden confundirse aquí: kingship, sustantivo abstracto que significa aproximadamente "reinado": Henry the VIII received the kingship; y kingdom, concreto y referente al espacio físico del reino y todo lo que él contiene: We entered the Spanish kingdom. El problema es que el Dr. Fauskanger no puede determinar si aranie funciona aquí como uno u otro.

[70] Nuevos términos que pueden llamar a confusión: reign, tanto sustantivo ("reinado", y por lo tanto sinónimo del sustantivo abstracto kingship) como verbo ("reinar", en el sentido en que se utiliza aquí): y realm, sustantivo concreto que designa el territorio que pertenece a un rey, su "reino" físico. En este caso, el autor se inclina por aquél significado antes que por éste.

[71] "The Kingdom of God".

[72] En Castellano, hace por oposición a está haciendo, y más o menos produce a está produciendo.

[73] A ellos.

[74] O en Castellano ungueal, angular.

[75] El parentesco fonológico con la palabra castellana es innegable.

[76] También en la Vulgata Latina: "Et ipsorum obsecratione pro vobis, desiderantium vos propter eminentem gratiam Dei in vobis. Gratias Deo super inenarrabili dono eius".

[77] Cielo.

[78] En efecto: en Inglés, heaven se define como "cielo, firmamento, paraíso". Si bien las acepciones abarcan tanto el "cielo" teológico como el "cielo" astronómico, heaven se usa casi siempre para el primero de los sentidos: el cielo donde habita Dios. Para el cielo físico, donde están los astros, la lengua de Shakespeare tiene otra palabra más adecuada: sky. En Castellano, por el contrario, se usa la misma palabra "cielo" para los dos significados, sólo que el Cielo de la religión suele escribirse con mayúscula y a menudo en plural (Cielos). En todo el parágrafo Fauskanger utiliza sólo el término heaven.

[79] Aquí el autor sí utiliza, por primera vez, la palabra sky.

[80] Una vez más, heaven.

[81] O sea, propiamente, sky.

[82] Heavens.

[83] Queda finalmente aclarada la cuestión: Tolkien usó Eruman en lugar de menel porque ésta se refiere al cielo físico.

[84] Es claro, por el parentesco entre lassê y leaf que Tolkien se inspiró aquí en el Inglés Antiguo y no en el Finés, el Griego o el Latín.

[85] La confusión entre sustantivo y verbo sólo es posible en Inglés, donde no se sabe si es lo uno o lo otro a menos que al verbo en infinitivo se le agregue el auxiliar to: to release. En Castellano, en cambio, la diferencia entre liberar y liberación es obvia desde el principio.

[86] En el original, out-release y out-free. El autor hace notar el parecido de esta última con el noruego utfri, el cual, siendo una lengua escandinava., forma parte de la rama Germánica de los idiomas Indoeuropeos. Por tanto, está relacionada también con las lenguas sajonas como el inglés.

[87] O también a Elendil. To Elendil en el original.

[88] En el original we won`t, (contracción de we will not) de imposible traducción al castellano. No haremos es el equivalente más aproximado.

[89] El original dice permeating (permeando, permeante), que ni en Inglés ni en Castellano puede ser considerado preposición. He traducido dentro y alrededor porque esas palabras sí pueden considerarse preposicionales, en el sentido que definen relaciones espaciales, y representan, poco más o menos, el sentido de permear.

[90] En el original, who, refiriéndose a quien, el que, el cual: "Padre nuestro que estás en el...".

[91] En Inglés the, que significa tanto el como la, lo, los y las.

[92] That, es decir ese, esa, esos, esas.

[93] Del griego deikticoz (deíktikos), perteneciente o relativo a la deixis. En Lingüística, la deixis consiste en señalar mediante demostrativos como este, esta, aquí, arriba, abajo, ayer, mañana, etc.

[94] En Castellano en el original.

[95] Aurë: compárese con aurora.

[96] La palabra mettarë es, en sí misma, un interesante ejemplo de la intromisión del Griego en las lenguas tolkienianas. Μεσα, en Griego, quiere decir "después".

[97] Metátesis proviene del Latín metathesis, y éste del Griego µetaθesις, significando "transposicion". Consiste en el cambio de lugar de algún sonido en un vocablo; por ejemplo en perlado por prelado. Es una figura de dicción, según la preceptiva tradicional, pero Tolkien la transforma en un fenómeno de evolución del Quenya.

[98] En realidad, el origen de Incánus es claramente latino: canus significa primariamente blanco (color que adquiere Gandalf luego de su lucha con el Balrog) y también gris (su color emblemático original). En sentido figurado, también se utilizaba como canoso (característica asimismo notoria del mago en cuestión).

[99] Ver nota 67.

[100] El sonido 3, inexistente en Inglés -y por ello se lo indica así- tiene su equivalente más cercano en el de la g castellana espirada (como en giro, gente, no en gato o gusto) o el de una j suave. En "El Señor de los Anillos" se lo puede visualizar en varias palabras de la Lengua Negra y del Orco (ambos lenguajes descendientes lejanos del Quenya). Tolkien la transcribe allí como gh: ghâsh fuego. Para un hispanoparlante, se pronunciaría aproximadamente "jáash". Tanto esta consonante como la anteriormente explicada þ son comunes en el Valarin. El mismo Fauskanger explica, en su artículo Valarin, like the glitter of swords, que el Quenya "tomó prestadas" muchas palabras y sonidos del Valarin.

[101] Nótese la similitud fonética con el equivalente castellano.

[102] La forma citada parece un apócope directo de la palabra castellana.

[103] Porque en inglés "por otro lado" o "por otra parte" se dice on the other hand, en la otra mano, de allí lejos de una mano (porque está en la otra).

[104] Acierta Fauskanger al definir la explicación de Vinyiar Tengwar como "especulativa". Nos parece menos que eso: en realidad, no pasa de ser un simple juego de palabras entre on the other hand y la correspondencia de hand con en cuanto a significado. Sin embargo, nada de ello tiene que ver con la conjunción mal pero. Tal vez la publicación de otros escritos de Tolkien aún desconocidos nos dé la clave de esta misteriosa cuestión.

[105] Muchos autores consideran que Tolkien se sentía "constreñido" o "limitado" por lo que ya había publicado, y hacía todo lo posible por considerar lo que estaba impreso como un "corpus" o marco de referencia fijo. Sin embargo, cuando hacía cambios esenciales, por ejemplo, en sus sistemas de derivación, tenía por necesidad que inventar etimologías nuevas para palabras ya explicadas en un libro publicado con anterioridad. Esto no le gustaba en absoluto, y a esto se refiere el autor al decir que Tolkien debe haberse sentido "libre" en este caso (porque ni na ni mal se habían publicado todavía).

[106] En realidad, el Inglés to be refiere a dos verbos castellanos: ser y estar.

[107] Castellanas en realidad, como ya se ha explicado.

[108] María es, sin duda, el nombre cuyo origen y etimología ha sido más estudiado. Las formas del nombre que llegaron a las lenguas occidentales (Myriam y Maryam) son por supuesto incuestionablemente hebreas. Su origen puede ser el verbo hebreo marah "poseer" o "dominar". En ese caso, Maryam quiere decir "Señora", "Ama". Esta teoría se ve apoyada por el sustantivo Arameo mari´ya, que significa "señor". Si atendemos a otras teorías etimológicas, podría especularse con que el original hebreo era Myriam (Mir-yam). Si es así, mir es la forma abreviada de me´ir "quien ilumina", del verbo ´or "brillar". El elemento yam proviene del nombre de Yahvé (Dios), por lo tanto el significado último sería "Dios ilumina" o bien "Luz de Dios". Algunas teorías atendibles sostienen, sin embargo, que muchos nombres hebreos son resultado de la judaización de nombres egipcios adquiridos durante la Esclavitud. El ejemplo más claro es el nombre egipcio Moisés, pero también María caería dentro de esta categoría. Las raíces verbales egipcias mr- "amar" y mry- "amado/a", aunadas a yam contracción de Yahvé, pudieron haber producido el híbrido Egipcio/Hebreo maryam, "Amada de Dios" o "Amor de Dios". El Hebreo tiene tres tipos de h: la que se incluye en el nombre de Dios es completamente muda. Su mutación a la bilabial nasal m es perfectamente válida en Egipcio como en Hebreo, de modo que, de ser cierto lo expuesto, no violaría las normas fonológicas de ninguno de los dos idiomas.

[109] En verdad, masajear, pero el sentido permanece incólume.

[110] Es evidente la relación de la raíz Quenya masag- con el Francés massage, el Castellano masaje y con la palabra masa.

[111] We won`t en el original.

[112] También en Castellano, por supuesto.

[113] Y también estar.

[114] En el original, be it that, intraducible.

[115] En Castellano Rioplatense, es muy utilizada la fórmula de despedida que sigas bien, que siga bien, que estés bien, casi literalmente la utilizada por Tolkien en Q.

[116] Es impersonal en Inglés: one does. En Castellano, uno hace es casi siempre una forma alternativa de la primera persona del singular: yo hago.

[117] Compárese con el Castellano mami, mamita y con el Italiano mammina.

[118] Es neutra en Inglés: parents. En Castellano, si padres es neutro o masculino se deduce por el contexto.

[119] Da la casualidad de que en este caso, en Castellano, el participio y el adjetivo son iguales: lleno. Aunque es erróneo, hemos puesto como participio la declinación verbal llenado por razones de claridad. En Inglés sí se diferencian claramente las dos formas: filled y full.

[120] En Inglés, a ("un, una") se transforma en an cuando la palabra que le sigue comienza con vocal: por tanto, a man ("un hombre"), pero an animal ("un animal"). Esta regla no tiene excepciones.

[121] En Castellano el sentido de la frase es ambiguo: se refiere a día después de hoy, no a las horas entre el amanecer y el mediodía. En Inglés es muy claro: tomorrow y morning, respectivamente.

[122] En fonología, la elisión es la supresión de la última vocal de una palabra cuando la siguiente también comienza con vocal: en Castellano al en vez de a el y del en lugar de de el. La elisión es todavía más frecuente en Quenya, tanto que podríamos considerarla una característica fonológica de ese idioma. También es frecuente (en Castellano) la elisión gramatical: Pepe va al trabajo y Pablo [va] a la escuela. Aquí se suprime una repetición sin perjuicio de la corrección gramatical. "Elisión" quiere decir, simplemente, "suavizar".

[123] Nuevamente las raíces griegas se reflejan en el Quenya: tele significa, precisamente, "lejos", "a la distancia", "el último". De alli televisión, teléfono, telecomunicaciones.

[124] Como en parker, gardener o en francés chauffer. En Castellano equivaldría a los sufijos -ero (granjero, portero), u -dor (administrador, leñador).

[125] Como Tolkien conocía perfectamente el idioma castellano, no es absurdo suponer que al principio descartó ulcullo por ulcallo a causa de que en nuestro idioma el primero de estos sustantivos es malsonante. Al cabo, debió imponerse su apego al método, y fue ulcullo el término que prevaleció en la versión definitiva.

[126] Porque en Inglés, el Padrenuestro dice: "... and lead us not into temptation", teniendo la preposición inglesa into el significado específico de "dentro", "adentro". En Castellano, en cambio, en significa aquí, como en la primera acepción que el autor asigna a úsahtienna, más bien "hacia", "en dirección a": "no nos dejes caer en dirección a la tentación", no "no nos dejes entrar en la tentación".

[127] Prácticamente el mismo caso: into the hands of the Lords en el original.

[128] El Quenya hastaina puede ser tanto "arruinada", "echada a perder", "estropeada" como asimismo "herida", "desfigurada". Arda Hastaina, "Arda Herida", "La Tierra Herida" es sin duda mucho más poético que el pedestre "La Tierra echada a perder".

[129] Aunque pressure no es una forma gerundial, el original dice textualmente: "...again have a gerund *sahtie, meaning pressing, pressure". Esta última palabra significa, literalmente: "prensadura", "presión", "fuerza", "peso", "carga", "opresión", "urgencia", "calamidad".

[130] Al contrario de lo que se expresa en el texto, es obvio que inducción (induction en el original) no es en modo alguno una forma gerundial.

[131] Literalmente: "quién" vs. "cuál", "qué". El primero es para personas ("seres sensibles"), los otros para objetos o situaciones.

[132] Es ésta una de las oportunidades en que Tolkien toma raíces hebreas para significar cosas enteramente diferentes. A pesar de que declaró más de una vez que "no había raíces semíticas" en sus lenguas, El es uno de los nombres de Dios en Hebreo, y Yáve (yhvh, Yáhweh, Jehovah) otro. Es interesante destacar que Yáhweh significa exactamente "El que Es", es decir, "El Único que Es", precisa traducción literal de Eru.

[133] Puede que aquí sí se trate de la forma latina: ciertamente no es la forma castellana como en el caso de María. Como el mismo autor dice en otro sitio, la "j" nunca tiene sonido de "y" (como en el castellano yo) y en Quenya, a su vez, la y casi siempre tiene sonido vocálico (Fauskanger la llama "semivocal"). Por lo tanto, deviene lógico que Tolkien haya elegido poner una "Y" inicial en el nombre Yésus, con lo que la pronunciación Quenya quedaría (si aquí la "é" acentuada representa una vocal larga) sonando aproximadamente "I-é-e-sus", la cual es muy cercana, si no idéntica, al sonido que tiene en Latín.

[134] La etimología del verdadero nombre hebreo de Jesús, Yehoshua ben Yusef (Jesús hijo de José), es mucho mejor conocida que la de María. Yehoshua significa literalmente "Yahvé es la salvación". Más usual era su contracción, Yeshua, arameo Yeshua (Joshua). De allí pasó al Griego bajo la forma de Iesous, de la cual procede la forma latina Iesu. Es cierto que con ninguno de los dos nombres intentó Tolkien una traducción etimológica, suponemos que por razones de respeto.

[135] Fauskanger se refiere a la diferencia entre las preposiciones inglesas among y between. Las definiciones de una y otra son similares: "entre", pero sus sentidos son muy distintos. La primera de ellas se usa por un "entre todos los", "en medio de", como en "bendita tú eres entre todas las mujeres". La segunda, en cambio, significa "entre uno y otro", por ejemplo "la diferencia entre among y between" o "no puedo decidirme entre ir a España o a Italia".

[136] Sin relación con el nombre del Enano. Kili es, en la Argentina, un diminutivo común para quienes llevan el nombre Cristian o Christian.

Publicado originalmente en Axxón 148 - marzo de 2005


  

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