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LIBROS
Pues.... (30 de Marzo de 2002, a las 23:15)
....Saruman sí sabía que Gandalf tenía uno de los Anillos,y se puede afirmar que este es el origen de su envidia por él.
Sobre Glorfindel te lees ésto,cortesía de Eviore(¿dónde te metes amigo?):
"En el verano de 1938, cuando mi padre reflexionaba sobre el Concilio de Elrond de El Señor de los Anillos, escribió: ‘Glorfindel narra su pasado en Gondolin’ (VI.214). Más de treinta años después retomó la cuestión de si Glorfindel de Gondolin y Glorfindel de Rivendell eran realmente el mismo, y lo resolvió en dos discusiones junto con otros escritos breves o fragmentarios asociados muy de cerca con ellos. Me referiré a ellos como ‘Glorfindel I’ y ‘Glorfindel II’. La primera página de Glorfindel I esta perdida, y la segunda comienza con las palabras ‘como protector o asistente.’ Luego sigue:
“Un Elfo que hubiera conocido la Tierra Media y hubiera combatido en las largas guerras contra Melkor sería un compañero eminentemente conveniente para Gandalf. Podemos suponer entonces razonable que Glorfindel (posiblemente como una más de una pequeña compañía, más que como único acompañante) desembarcó con Gandalf – Olorin alrededor del 1000 de la Tercera Edad. Esta suposición puede de echo explicar el aire de poder especial y santidad que rodea a Glorfindel – nótese como el Rey Brujo huye de el, a pesar de que otros también valientes (como el Rey Earnur) no pueden inducir a sus caballos a enfrentarse a el (Apéndice A (I, iv), RK p.331). Pues de acuerdo con lo que se cuenta en otro lugar sobre la naturaleza de los Elfos (con poca relación a este caso), y sus relaciones con los Valar, cuando Glorfindel fue muerto su espíritu habría ido a Mandos y habría sido juzgado, y después habría permanecido en las Estancias de la Espera hasta que Manwë le concedió la libertad. Los Elfos estaban destinados por naturaleza a ser ‘inmortales’ dentro de los desconocidos límites de la vida en la Tierra como reino habitable, y la separación de su cuerpo era un hecho doloroso. Por consiguiente era deber de los Valar el restaurarlos a la vida encarnada, si eran muertos y así lo deseaban – salvo que por alguna grave (o extraña) razón: como el haber realizado alguna gran maldad, o algunas acciones maliciosos de los que inexorablemente no se arrepienta. Cuando eran reencarnados podían permanecer en Valinor o ir a la Tierra Media si su hogar estaba allí. En consecuencia podemos suponer razonable que Glorfindel, tras la purga o perdón de su participación en la rebelión de los Noldor, fue liberado de Mandos y volvió a ser él mismo, pero permaneció en el Reino Bendecido - dado que Gondolin había sido destruida y toda o la mayoría de si parentela había perecido. Podemos pues comprender porqué parecía ser una figura tan poderosa y casi ‘angélica’. Pues había sido devuelto a la primitiva inocencia de los Primeros Nacidos, y había vivido desde entonces entre aquellos Elfos que nunca se habían rebelado, y en compañía de los Maiar durante edades: desde los últimos años de la Primera Edad y a lo largo de la Segunda Edad hasta el final del primer milenio de la Tercera Edad; antes de retornar a la Tierra Media. Es incluso probable que ya en Valinor se hubiera vuelto amigo y seguidor de Olorin. Incluso en las breves escenas en que participa en el Señor de los Anillos aparece especialmente relacionado con Gandalf, y fue uno (el más poderoso, según parece) de los enviados desde Rivendell, cuando las inquietantes noticias de que Gandalf no había reaparecido para guiar o proteger al Portados del Anillo, llegaron a Elrond.”
El segundo ensayo, Glorfindel II, es un texto de cinco páginas manuscritas que indudablemente siguió al primero en un intervalo de tiempo no muy grande; aunque una tira de papel en la que mi padre anoto rápidamente algunos pensamientos sobre el asunto se situa entre ambos, dado que en ella dice que aun cuando Glorfindel podría haber venido con Gandalf, ‘parece mucho más probable que le enviaran durante la crisis de la Segunda Edad, cuando Sauron invadió Eriador, para asistir a Elrond, y que aunque no se le menciona (todavía) en los anales que registran la derrota de Sauron, el jugó un papel notable y heroico en la guerra.’ Al final de esa nota escribió las palabras ‘Nave Númenóreana’, presumiblemente indicando como pudo haber llegado Glorfindel a trabes del Gran Mar.
“Este nombre deriva de hecho de los trabajos más tempranos en la mitología: La Caída de Gondolin compuesta en 1916-17, en los que la lengua Elfica que al final se convertiría en el Sindarin estaba en su forma primitiva y desorganizada, y su relación con el Alto Elfico (en si mismo muy primitivo) era aun fortuita. Se pretendía que significaba ‘rizos dorados’, y era el nombre dado al heroico ‘Gnomo’ (Noldo), uno de los dirigentes de Gondolin, que en el paso de Cristhorn (‘grieta del águila’) lucho con un Balrog [> Demonio], al que dio muerte a costa de su propia vida.
Su utilización en el Señor de los Anillos es otro de los casos de utilización algo aleatoria de los nombres que se encuentran en las viejas leyendas, ahora referidas como el Silmarillion, que escapó de las reconsideraciones de la forma final publicada de El Señor de los Anillos. Es un hecho desafortunado dado que el nombre es ahora difícil de encajar en el Sindarin, e imposible en el Quenyarin. Incluso en la ahora organizada mitología se presentan dificultades debido a las cosas que se recogen de Glorfindel en El Señor de los Anillos, si se supone que el Glorfindel de Gondolin es la misma persona que el Glorfindel de Rivendell.
En cuanto al primero: fue muerto en la Caída de Gondolin al final de la Primera Edad, y dado que como dirigente de esa ciudad debía ser un Noldo, uno de los Señores Elfos de la hueste del Rey Turukano (Turgon); sea como fuere cuando se escribió la Caída de Gondolin ciertamente se le consideraba así. Pero los Noldor eran en Beleriand exiliados de Valinor, que se habían rebelado a la autoridad de Manwë cabeza supremo de los Valar, y Turgon era uno de los partidarios más decididos de la rebelión de Fëanor y uno de los menos dispuestos a arrepentirse. No hay escapatoria para ello. En el Silmarillion se dice que Gondolin había sido construida y habitada por un pueblo en casi su totalidad de origen Noldorin. Podría ser posible, aunque incoherente, suponer que Glorfindel era un príncipe de origen Sindarin que se hubiera unido a las huestes de Turgon, pero esto contradice completamente lo que se dice de Glorfindel en Rivendell en el Señor de los Anillos: más concretamente en La Comunidad del Anillo, p.235, donde se dice de el que había sido uno de los ‘Señores del Eldar, de más allá de los mares lejanos ... quienes han vivido en el Reino Bienaventurado.’ Los Sindar nunca habían dejado la Tierra Media.
Esta dificultad, mucho más seria que la lingüística, debe considerarse en primer lugar. De todos modos lo que a simple vista podría parecer la solución más sencilla debe desecharse: esto es, una mera duplicación de nombres, y que el Glorfindel de Gondolin y el Glorfindel de Rivendell fueran personal diferentes. Esta repetición de un nombre tan llamativo, aunque posible, no es creíble. Ningún otro personaje de las leyendas Élficas que aparezca en el Silmarillion y en el Señor de los Anillos tiene el nombre de pila de otro personaje Elfico importante. También podría encontrarse aceptable que la identidad de Glorfindel, el viejo y el de la Tercera Edad, se explicaran realmente según lo que se dice de ellos y mejorando la historia.
Cuando Glorfindel de Gondolin murió su espíritu habría sido obligado a volver de nuevo a la tierra de los Valar de acuerdo con las leyes establecidas por el Único. Entonces habría ido a Mandos y habría sido juzgado, y habría permanecido en ‘los Salones de la Espera’ hasta que Manwë le concediera el perdón. Los Elfos estaban destinados a ser ‘inmortales’, esto es a no morir dentro los desconocidos límites decretados por el Único, que a lo sumo podría ser hasta el fin de la vida en la Tierra como reino habitable. Su muerte – por alguna herida en su cuerpo tan severa que no pudiera ser sanada – y el abandono de sus cuerpo por parte de sus espíritus era un suceso ‘antinatural’ y doloroso. Era por tanto deber de los Valar, por orden del Único, devolverlos a la vida encarnada, si así lo deseaban. Pero esta ‘restauración’ podía ser retrasada por Manwë si el fea había hecho algún acto malvado cuando estaba aún en vida y rechazaba el arrepentimiento por ello, o albergaba aún alguna malicia contra cualquiera de entre los vivos.
Ahora bien, Glorfindel de Gondolin era uno de los Noldor exiliados, rebelados contra la autoridad de Manwë, y estaban todos ellos bajo la prohibición impuesta por este: no podían retornar en forma corpórea al Reino Bendecido. Aun así Manwë no estaba limitado por sus propias órdenes, y como todavía seguía siendo el gobernante supremo de toda Arda, podía dejarlas de lado cuando lo veía apropiado. Dado lo que se dice de Glorfindel en el Silmarillion y en el Señor de los Anillos es evidente que era un Elda de alto y noble espíritu; y puede asumirse que, aunque había dejado Valinor con la hueste de Turgon, y por tanto incurrido en la prohibición, lo había hecho de mala gana y a causa de su parentesco con Turgon y su alianza con el, y no había tomado parte en la matanza de Alqualondë.
Lo más importante: Glorfindel había sacrificado su vida en la defensa de los fugitivos de la destrucción de Gondolin contra un demonio salido de Thangorodrim, permitiendo así que Tuor e Idril, hija de Turgon, y su hijo Eärendil escaparan y buscaran refugio en las Bocas del Sirion. Aunque el no podía saber la importancia de esto (y los habría defendido aunque hubieran sido fugitivos de otro linaje), este hecho fue de vital importancia para los designios de los Valar. Por consiguiente la subsiguiente historia de Glorfindel esta enteramente en consonancia con la concepción original del Silmarillion. Tras su purga por la culpa en que había incurrido en la rebelión, fue liberado de Mandos, y Manwë lo restauró. Entonces se convirtió de nuevo en una persona viviente encarnada y se le permitió morar en el Reino Bendecido; pues había recobrado la inocencia y la gracia primitiva de los Eldar. Permaneció largos años en Valinor, junto con los Eldar que no se habían rebelado y en compañía de los Maiar. Y se había vuelto casi como ellos, pues aunque era un encarnado (para quien era necesario un cuerpo no escogido o hecho por si mismo) el poder de su espíritu había sido grandemente enaltecido por su auto-sacrificio. En algún momento, probablemente temprano, de su estancia en Valinor se convirtió en seguidor y amigo de Olorin (Gandalf), que como se dice en el Silmarillion sentía un amor y interés especial por los Hijos de Eru. Olorin, como era posible para uno de los Maiar, ya había visitado ciertamente la Tierra Media y no solo se había familiarizado con los Elfos Sindar y otros asuntos en la Tierra Media, sino también probablemente con los Hombres, pero nada se ha [> ha sido aún] dicho al respecto.
Glorfindel permaneció en el Reino Bendecido, en principio no por propia elección: Gondolin había sido destruida y toda si parentela había perecido y estaba aún en los Salones de la Espera inaccesibles para los vivos. Pero su permanencia durante los últimos años de la Primera Edad, y hasta bien entrada la Segunda Edad, sin duda estaba también de acuerdo con los deseos y designios de Manwë.
¿Cuando regreso Glorfindel a la Tierra Media? Probablemente sucedió antes del final de la Segunda Edad, el ‘Cambio del Mundo’ y el Hundimiento de Númenor; después del cual ninguna criatura corpórea, ‘humana’ o de menor linaje, podía regresar del Reino Bendecido que había sido ‘retirado de los Círculos del Mundo’. Esto sucedió de acuerdo con una orden del propio Eru; y sin embargo no fue hasta el final de la Tercera Edad cuando Eru decreto el comienzo del Dominio de los Hombre, podría suponerse que Manwë habría recibido permiso de Eru para hacer una excepción en este caso, y hubiera ideado algún medio para trasportar a Glorfindel a la Tierra Media; esto es improbable y haría a Glorfindel de mayor poder e importancia de lo que parece adecuado.
Entonces podemos suponer mejor que Glorfindel regresó durante la Segunda Edad, antes de que la sombra cayera sobre Númenor, y mientras los Númenóreanos eran bienvenidos por los Eldar como poderosos aliados. Su retorno debió haber sido con el propósito de fortalecer a Gil-galad y a Elrond, cuando por fin habían percibido el crecimiento de las malvadas intenciones de Sauron, por tanto tubo que ser antes del 1200 de la Segunda Edad, cuando Sauron fue en persona a Lindon e intento engañar a Gil-galad pero fue rechazado y despedido. Aunque podría ser, quizá con mayor probabilidad, tan tarde como hacia el 1600, el Año del Miedo, cuando se Barad-dûr quedo completada y se forjó el Anillo Único, y Celebrimbor al fin fue consciente de la trampa en que había caído. Pues en 1200, aun lleno de ansiedad, Gil-galad se sentía aun fuerte y capaz de tratar a Sauron con desprecio. Además en ese tiempo los aliados Númenóreanos habían empezado a construir fuertes puertos permanentes para sus grandes naves, y también algunos empezaban a morar allí permanentemente. En 1600 quedo claro para todos los dirigentes de los Elfos y los Hombres (y los Enanos) que la guerra contra Sauron era inevitable, Desenmascarado ahora como un nuevo Señor Oscuro. Por tanto empezaron a prepararse para su ataque, y sin duda mensajes urgentes y peticiones de ayuda se recibieron en Númenor (y en Valinor).”
Saludos.
 Edhel-dûr  (Elfo Silvano)
Senescal (5341 mensajes)
"Non nobis, Domine, sed Nomini tuo da gloriam"
edheldur@elfenomeno.com
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Perdonen mi ignorancia...pero....
¿no me van a contestar? snif...
