Ver publicación (CARTA DE DESPEDIDA (DG))
Ver tema#1 Respondiendo a: Anónimo
Este mensaje va dedicado a todos ser ser viviente que odie la Dragonlance por encima de todas las cosas. No se como demostrar ya que la DG no se merece el trato que se le da. Esta es mi última intentona. Os pido por favor que os toméis un poco de tiempo en leerlo, porque creo que merece la pena. Aqu...
Mi querida señora, nadie en este foro encenderá tu pira, no al menos mientras un águila lo sobrevuele
Pero, ¿acaso has olvidado, Doncella del Atardecer, las palabras de despedida de tu amado Aragorn?:
"Dama Undómiel, dura es la hora sin duda, pero ya estaba señalada el día em que nos encontramos bajo los abedules blancos del jardín de Elrond, donde ya nadie pasea. Y en la Colina de Cerin Amroth cuando tú y yo rechazamos la Sombra y renunciamos al Crepúsculo, aceptamos este destino. Reflexiona un momento, mi bienamada, y pregúntate si en verdad preferirías que esperara a la muerte, y verme caer del trono achacoso y decrépito. Oh Dama, soy el último de los Númenórenos y el último Rey de los Días Antiguos; y a mí me ha sido concedida no sólo una vida tres veces más larga que la de los Hombres de la Tierra Media, sino también la gracia de abandonarla voluntariamente, y de restituir el don. Ahora, por lo tanto, me voy a dormir."
"No te diré palabras de consuelo, porque para semejante dolor no hay consuelo dentro de los confines de este mundo; a ti te toca una última elección: arrepentirte y partir hacia los Puertos llevándote contigo hacia el oeste el recuerdo que allí será siempre verde, pero sólo un recuerdo; o de lo contrario esperar el Destino de los Hombres."
La carta de Tanis el Semielfo no está mal, pero le falta la profundidad de la despedida de Aragorn: tras sus palabras hay una grandeza que en la Dragonlance ni siquiera se sugieren.
Lo siento mi Dama, no me gusta en absoluto la Dragonlance, ¿qué se le va a hacer? Efectivamente, para gustos se hicieron los colores.
Tenna rato.

Pero, ¿acaso has olvidado, Doncella del Atardecer, las palabras de despedida de tu amado Aragorn?:
"Dama Undómiel, dura es la hora sin duda, pero ya estaba señalada el día em que nos encontramos bajo los abedules blancos del jardín de Elrond, donde ya nadie pasea. Y en la Colina de Cerin Amroth cuando tú y yo rechazamos la Sombra y renunciamos al Crepúsculo, aceptamos este destino. Reflexiona un momento, mi bienamada, y pregúntate si en verdad preferirías que esperara a la muerte, y verme caer del trono achacoso y decrépito. Oh Dama, soy el último de los Númenórenos y el último Rey de los Días Antiguos; y a mí me ha sido concedida no sólo una vida tres veces más larga que la de los Hombres de la Tierra Media, sino también la gracia de abandonarla voluntariamente, y de restituir el don. Ahora, por lo tanto, me voy a dormir."
"No te diré palabras de consuelo, porque para semejante dolor no hay consuelo dentro de los confines de este mundo; a ti te toca una última elección: arrepentirte y partir hacia los Puertos llevándote contigo hacia el oeste el recuerdo que allí será siempre verde, pero sólo un recuerdo; o de lo contrario esperar el Destino de los Hombres."
La carta de Tanis el Semielfo no está mal, pero le falta la profundidad de la despedida de Aragorn: tras sus palabras hay una grandeza que en la Dragonlance ni siquiera se sugieren.
Lo siento mi Dama, no me gusta en absoluto la Dragonlance, ¿qué se le va a hacer? Efectivamente, para gustos se hicieron los colores.
Tenna rato.
"Si fui entonces, mi amor, iré de nuevo, dondequiera que estés. Tú eres todo lo que tengo, mi verdadero amor. Tú eres la Dama más valiente, el navegante más osado. Eres mía. Navegaste por mí. Eres mi dama, la Dama que llevó El Alma."
(Cordwainer Smith, "La Dama que llevó El Alma"
(Cordwainer Smith, "La Dama que llevó El Alma"