NARRACIÓN

Ya habíais salido del Bosque Verde. Aunque había mucho silencio al principio, pronto no tardó en ser rompido por Abârmil:
[quote]- Me pregunto el por qué de el rescate de el tesoro, ¿Tan valioso será, que poderes tendrán tales joyas? Aunque todos sabemos de la codicia de Thranduil…[/quote]
Poco después, no tardaron en volar los comentarios, las presentaciones, historias y batallitas de todos los aventureros. (Aquí es cuando ya todos os presentáis, hacéis vuestros comentarios de la aventura, contáis vuestras historias, etc.)
Después de la larga caminata, pronto no tardáis en ver que el sol rojizo y anaranjado empieza a desaparecer para dejar paso a la luz de la luna y el ver como miles de estrellas empiezan a poblar el cielo…
[quote]- Esta anocheciendo- dijo Burzumgad- Estaré atento a cualquier suceso extraño, pues no olvidéis lo bien que veo en las tinieblas.
- Creo que ahora que anochece sería mejor acampar, a pesar de lo dicho por Thranduil de la posada.- dijo Serke, con un escalofrío en el cuerpo como presentimiento.
- Con un guía nocturno como Burzumgad, es imposible perdernos- bromeó el primo de Serke- Sigamos pues.
Mientras, Serke se percataba que no solo él era el único que tenía malos presentimientos.
- Tengamos cuidado cuando nos acerquemos a las montañas- dijo Inglor- es terreno peligroso.
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Pronto, toda la compañía empezó a temer, a tener una especie de malos presentimientos en aquellos lugares, mientras que ruidos extraños, causados por animales y crujidos de los árboles terroríficos se sucedían. Barin, cogió la jaula de la paloma con fuerza. Entonces, Burzumgad señaló con el dedo hacia una posada, y todos supieron, que era la mencionada posada. Nada más entrar en la posada sintieron un frío no muy acogedor, la posada era pequeña, e inexplicablemente los camareros y el dueño de la posada estaban recogiendo. El dueño, de barba negra y desaliñada les dijo:
[quote]- ¿Venís por lo de la misión? Ya tardabais, os esperan en la habitación nº 13, entre ellos dos enanos y un anciano de barba grisácea, además de una guerrera bajita, además de unos elfos y montaraces encapuchados…
- ¿Unos enanos y un anciano de barba grisácea?- preguntó Rúmil, a la vez que todos intercambiaban miradas asombrados.
- Sí, un tal Dimasalang y ese peregrino gris… como se llamaba… ¡Gandalf, creo! ¡Ah, y Gilford y Sárelle…!
Abârmil especialmente se asombró ¿Qué hacían allí Dimas y el Peregrino Gris? ¿Y Gilford y Sárelle quiénes eran?
Subieron las escaleras, llamaron en la puerta del número trece, y una voz siniestra les dijo:
- La puerta esta abierta, pasad…
Todos entraron y nada más entrad, un conocido enano por todos les recibió con los brazos abiertos. Todos se quedaron asombrados.
- ¡Queridos amigos! Al final resulta que los asuntos importantes que me impedían participar en esta misión ya han sido acabados. ¡Sabed pues que me uno a esta misión, no me resultó difícil pues Thranduil me dijo la dirección de la posada en la que os dirigíais! Lo que no explico es como he llegado antes que vosotros.
- Luces y sombras tenebrosas nos acechaban en el camino, maese enano- dijo Burzumgad- cómo me alegra el que puedas unirte a nosotros- y sin más todos intentaron abrazar a la vez al enano.
- Aquí están Serke, su primo e Inglor, un rohirrim, un gondoriano y un medio-elfo. Valientes y audaces, también se han unido a nuestra misión.- dijo Abârmil presentándoles.
- Un placer conocerles- dijo Dimas- más sabed, que quizás no me una solo a esta misión…
Todos vieron a un anciano de barba grisácea en la chimenea, fumando en pipa, y a unos elfos y montaraces encapuchados en unas mesas distantes. Abârmil conoció al anciano al instante.
- ¡Peregrino Gris!
- Así es maese Abârmil…- contestó el anciano.
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Después de eso, todos supieron quien era. Gandalf, gris de nuevo, se les iba a unir. Sin embargo, no eran los únicos que se iban a unir, pues una guerrera bajita les daba la bienvenida con un joven enano. Todos intercambiaron opiniones, se volvieron a presentar y pronto la cerveza empezó a correr por las manos de todos.
[quote]- Ejem… si no os importa- dijo un alto elfo encapuchado de la mesa- tenemos información importante.
- Ahora que empezaba a beberme mi cerveza- dijo la guerrera, Sárelle.
Todos se sentaron, y pronto el maese elfo encapuchado estaba explicándoles todo sobre la nueva misión. Al parecer no iba a parecer cosa fácil…
- Aventureros, tengo que deciros que esta misión es algo más serio de lo que se trata por las noticias y cosa que he observado espiando junto a mis compañeros…
‘’ Sabed pues, que los orcos se multiplican como ya ha dicho Thranduil, y que hay muchos prisioneros captados, tanto mercaderes y mujeres inocentes, niños curiosos e incluso enanos y elfos. Hay algo que se nos escapaba a nuestra visión, pues no sabemos que es lo que hace tanto albedrío, no sabemos si es un caudillo orco o un espectro quién lidera estos nuevos sucesos. Sabed también que incluso dragones han sido traídos del lejano sur y del norte, y que también se reproducen y montan guardia en las montañas. Capturan a los que se pierden en los laberintos de montañas, y si no los matan, lo mandan a calabozos de tortura, u obligan a enfrentarse entre ellos en un coliseo. También les proponen una serie de acertijos a resolver, que si no resuelven, mueren chamuscados…
Y en cuanto al tesoro, poco sabemos, aunque Thranduil sabe más al parecer de lo que parece. Quizás la codicia le haya vencido…
Unos consejos. No os separéis nunca en las montañas u os separéis, y es posible que nunca os encontréis. Tampoco vayáis por los caminos, aunque tengáis que escalar, pues para eso se os han dado las cuerdas. Y también se han detectados espectros tenebrosos en los lindes, cerca de aquí, tumularios y otros espectros malignos que han sentido la llamada de el caudillo orco o espectro que los convoca. Sabed que el fuego contra estas criaturas será vuestro mejor aliado, pues los espanta, aunque no los mata, pues todavía no hemos encontrado arma que mate a estas criaturas… Y procurad ser sigilosos, ya que si vuestra presencia se nota demasiado, pronto seréis perseguidos en los laberintos montañosos…
Todos se miraron, intercambiando una mirada significativa.
- Bien, creo que tenemos que partid- dijo el Peregrino Gris- pues no nos podemos quedar a dormir en esta posada ¿No, maese elfo?
- Creo que no, Thranduil me dijo que no os atrasara… podéis marchad y acampar después de algún tiempo andando en el camino.
Pronto todos salieron de la posada, y el primo de Serke preguntó:
- Dimas, ¿Sabes algo más de lo que han dicho los extraños elfos?
- No- dijo el Peregrino Gris- Ni Dimas, Gilford, Sárelle, ni yo sabemos nada más.
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Sabemos lo mismo que vosotros, pues hay información que como ha dicho el elfo de la posada, Thranduil esconde avariciosamente, algo tramará…
(Ahora es cuando os volvéis todos a presentar, batallitas, etc. )
Y pronto, todos acamparon mientras que los ojos élficos de Rúmil ya avistaban las montañas.
[quote]- Acamparemos aquí. Será mejor que recuperemos fuerzas, yo haré la guardia- dijo Abârmil, quién quería tener la noche para pensar y meditar en lo dicho de la misión…
Y luego un frío, esta vez acogedor, pareció adormitar y tranquilizar a todos los aventureros, a la vez que unos ronquidos de algunos ya se elevaban en la noche.
Mientras, Abârmil meditaba calentándose las manos frente a la hoguera…
‘’¿Espectros en las tinieblas? ¿Tumularios y dragones? ¿Qué tesoro tan valioso pueden custodiar tales seres de pesadilla?’’ pensó Abârmil.
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