Ver publicación (NUEVO ''PLAY BY POST'')
Ver tema#442 Respondiendo a: Entaguas
Puntos y Habilidades
En equipo, la lucha contra los espectros en la oscuridad os permitirá estar más preparados para combatir juntos a otras criaturas en la noche.
Individualmente habéis ganado:
- Rúmil: 3 puntos con el arco.
- Abârmil: 2 puntos con el arco, coraje e inteligencia.
- Dimas: 3 pu...
Acción
Como siempre, el Peregrino Gris tenía razón. Tan rápido como los espectros habían surgido ante nuestros estupefactos ojos, éstos volvieron a sumirse en sus tumbas soterradas con el aparecer de un nuevo amanecer. Me acerqué a Burzumgad que se encontraba sentado sobre una alargada roca lisa en actitud triunfal (no en vano el pétreo asiento era uno de los dólmenes). Al ver mi cansado rostro no dudó en alargarme un poco de su rudo tabaco de Morgul, que yo acepté muy agradecido justo antes de sentarme a su lado y comenzar un pequeño concurso de aros humosos. Por supuesto gané yo, aunque él opinaba de diferente manera.
Nuestro descanso fue interrumpido bruscamente por una indicación de Gandalf tras hablar con Rúmil, las montañas estaban próximas y era preciso no demorarse por aquellos lares sombríos. Parecían no recordar que yo no había cerrado los ojos desde hacía muchas horas. Dado que mis quejas no iban a ser atendidas decidí ponerme en marcha entre los primeros, junto a Inglor, que estaba deseoso de partir a por más aventuras.
Atravesamos un pequeño aunque complicado bosque al separarnos del camino principal, pues todos recordábamos las indicaciones que nos dieron en “La Jarra Agradecida”. No había sido hollado por ningún mortal desde tiempos remotos y el avance se volvió penoso por momentos; tras el tercer rasponazo con las zarzas, que fue directo a la mejilla, decidí sacar mi espada y facilitar el camino a mis compañeros. Por suerte hallamos un riachuelo donde pudimos refrescarnos y limpiarnos de la última batalla.
[quote]- Es lo que tiene luchar contra espectros, que no te manchas mucho de sangre - dije socarronamente.[/quote]
Habían transcurrido más de dos fatigosas horas desde los túmulos y ya nos encontrábamos ante las faldas de las Ered Mithrin. Treinta metros al oeste comenzaba una senda de fácil tránsito bastante tentadora, mas Serke nos recordó de nuevo el peligro de tomar esa decisión. Por tanto decidimos escalar la ladera de la montaña, “Para algo nos hemos traído las cuerdas, ¿no?”, comenté. Burzumgad y yo nos atamos una cuerda a la cintura cada uno e iniciamos la ascensión. No resultaron difíciles las primeras rampas así que no cesaba de preguntarle al orco acerca de trucos de escalada, pues le veía tan ágil como a una cabra montesa. La subida se fue complicando progresivamente y yo dejé de hablar visiblemente irresoluto. Fruncía el ceño quejumbrosamente, pues proseguir se volvía arduo y mi orgullo se sentía tocado al comprobar que Burzumgad se quedaba esperándome cada poco rato para ir a la par. Un descuidado tropiezo por mi parte supuso un caudal de piedras para los que me seguían, todos fueron bañados y más de uno se quejó lanzando algún que otro improperio.
Nos enfrentábamos a una pared casi vertical cuando comenzó a caer una fortísima ventisca. A partir de entonces sentía como cualquier paso en falso podría ser el fin: un resbalón, una roca móvil o una fuerte ráfaga de viento acechaban en cada sufrido movimiento de avance.
[quote] - ¡Abârmil, Burzumgad!- dijo el Peregrino Gris gravemente con su voz, sujetándose a la cuerda pues le daba la sensación de que casi iba a salir volando- ¡Estad atentos por si veis algún llano o lugar donde descansar! ¡La situación se empieza a hacer insoportable![/quote]
Continuamos lentamente con el corazón en un puño, ¡no se veía nada! Tal era el azote al que estábamos sometidos. De repente, al intentar cogerme a la siguiente roca, palpando me percaté de que había terminado la pared y de que habíamos llegado a una rampa casi llana. Burzumgad subió primero y me ayudo a mí, luego atamos las cuerdas a un par de grandes piedras y anunciamos nuestro descubrimiento colina abajo. Fueron llegando uno a uno nuestros amigos hasta que estábamos todos arrinconados contra la otra pared.
[quote]- Esta tormenta - grité - nos está impidiendo ver bien donde estamos, pero por la anchura del rellano tal vez estemos en el camino principal. Sé que reanudar la marcha es mucho pedir, sin embargo sostengo que aquí corremos peligro.
- No mucho más del que tendríamos continuando la escalada - respondió Rúmil.
- Sin duda - reconocí -, aún así no estoy tranquilo.
- Está claro que lo mejor es votar qué hacer - intervino el Peregrino Gris.
- Yo voto por caminar hasta comprobar si es el camino realmente, si es un descansillo pronto veremos que se acaba y no continúa - afirmé.[/quote]
PD: Doy por terminada la acción, que cada uno vote su opción. No sé si esto es lo que esperabas, Entaguas, pero quizás te lo he puesto más interesante, jeje.
Como siempre, el Peregrino Gris tenía razón. Tan rápido como los espectros habían surgido ante nuestros estupefactos ojos, éstos volvieron a sumirse en sus tumbas soterradas con el aparecer de un nuevo amanecer. Me acerqué a Burzumgad que se encontraba sentado sobre una alargada roca lisa en actitud triunfal (no en vano el pétreo asiento era uno de los dólmenes). Al ver mi cansado rostro no dudó en alargarme un poco de su rudo tabaco de Morgul, que yo acepté muy agradecido justo antes de sentarme a su lado y comenzar un pequeño concurso de aros humosos. Por supuesto gané yo, aunque él opinaba de diferente manera.
Nuestro descanso fue interrumpido bruscamente por una indicación de Gandalf tras hablar con Rúmil, las montañas estaban próximas y era preciso no demorarse por aquellos lares sombríos. Parecían no recordar que yo no había cerrado los ojos desde hacía muchas horas. Dado que mis quejas no iban a ser atendidas decidí ponerme en marcha entre los primeros, junto a Inglor, que estaba deseoso de partir a por más aventuras.
Atravesamos un pequeño aunque complicado bosque al separarnos del camino principal, pues todos recordábamos las indicaciones que nos dieron en “La Jarra Agradecida”. No había sido hollado por ningún mortal desde tiempos remotos y el avance se volvió penoso por momentos; tras el tercer rasponazo con las zarzas, que fue directo a la mejilla, decidí sacar mi espada y facilitar el camino a mis compañeros. Por suerte hallamos un riachuelo donde pudimos refrescarnos y limpiarnos de la última batalla.
[quote]- Es lo que tiene luchar contra espectros, que no te manchas mucho de sangre - dije socarronamente.[/quote]
Habían transcurrido más de dos fatigosas horas desde los túmulos y ya nos encontrábamos ante las faldas de las Ered Mithrin. Treinta metros al oeste comenzaba una senda de fácil tránsito bastante tentadora, mas Serke nos recordó de nuevo el peligro de tomar esa decisión. Por tanto decidimos escalar la ladera de la montaña, “Para algo nos hemos traído las cuerdas, ¿no?”, comenté. Burzumgad y yo nos atamos una cuerda a la cintura cada uno e iniciamos la ascensión. No resultaron difíciles las primeras rampas así que no cesaba de preguntarle al orco acerca de trucos de escalada, pues le veía tan ágil como a una cabra montesa. La subida se fue complicando progresivamente y yo dejé de hablar visiblemente irresoluto. Fruncía el ceño quejumbrosamente, pues proseguir se volvía arduo y mi orgullo se sentía tocado al comprobar que Burzumgad se quedaba esperándome cada poco rato para ir a la par. Un descuidado tropiezo por mi parte supuso un caudal de piedras para los que me seguían, todos fueron bañados y más de uno se quejó lanzando algún que otro improperio.
Nos enfrentábamos a una pared casi vertical cuando comenzó a caer una fortísima ventisca. A partir de entonces sentía como cualquier paso en falso podría ser el fin: un resbalón, una roca móvil o una fuerte ráfaga de viento acechaban en cada sufrido movimiento de avance.
[quote] - ¡Abârmil, Burzumgad!- dijo el Peregrino Gris gravemente con su voz, sujetándose a la cuerda pues le daba la sensación de que casi iba a salir volando- ¡Estad atentos por si veis algún llano o lugar donde descansar! ¡La situación se empieza a hacer insoportable![/quote]
Continuamos lentamente con el corazón en un puño, ¡no se veía nada! Tal era el azote al que estábamos sometidos. De repente, al intentar cogerme a la siguiente roca, palpando me percaté de que había terminado la pared y de que habíamos llegado a una rampa casi llana. Burzumgad subió primero y me ayudo a mí, luego atamos las cuerdas a un par de grandes piedras y anunciamos nuestro descubrimiento colina abajo. Fueron llegando uno a uno nuestros amigos hasta que estábamos todos arrinconados contra la otra pared.
[quote]- Esta tormenta - grité - nos está impidiendo ver bien donde estamos, pero por la anchura del rellano tal vez estemos en el camino principal. Sé que reanudar la marcha es mucho pedir, sin embargo sostengo que aquí corremos peligro.
- No mucho más del que tendríamos continuando la escalada - respondió Rúmil.
- Sin duda - reconocí -, aún así no estoy tranquilo.
- Está claro que lo mejor es votar qué hacer - intervino el Peregrino Gris.
- Yo voto por caminar hasta comprobar si es el camino realmente, si es un descansillo pronto veremos que se acaba y no continúa - afirmé.[/quote]
PD: Doy por terminada la acción, que cada uno vote su opción. No sé si esto es lo que esperabas, Entaguas, pero quizás te lo he puesto más interesante, jeje.
All that is gold does not glitter,
Not all those who wander are lost;
The old that is strong does not wither,
Deep roots are not reached by the frost.
From the ashes a fire shall be woken,
A light from the shadows shall spring;
Renewed shall be blade that was broken,
The crownless again shall...
Not all those who wander are lost;
The old that is strong does not wither,
Deep roots are not reached by the frost.
From the ashes a fire shall be woken,
A light from the shadows shall spring;
Renewed shall be blade that was broken,
The crownless again shall...