Acción

Por fortuna para aquella pequeña y variopinta comunidad la amenaza de los espectros se evaporó en las brumas de la noche tras sellar los malhadados dólmenes. Era momento de ponerse en camino, pues no había tiempo que perder. Fueron Rúmil y Gandalf quienes discutieron sobre la nueva travesía a tomar. El peregrino gris, y todos con él, convinieron en poner rumbo hacia las Ered Mithrin, las Montañas Grises. Dimas, se emocionó con sólo tener que acariciar el lomo de aquella cadena montañosa que separaba el norte de Rhovanion del sur de Forodwaith, pero también se llenó de temor por todo lo que contaban las viejas crónicas enanas sobre ella por la presencia de dragones. En verdad aquella tierra siempre había sido reclamada por lo enanos hasta que habían sido echados por los dragones fríos. En éstas y otras cavilaciones se encontraba Dimas hasta que el grupo se puso en marcha.
Los primeros en encaramarse a la montaña fueron Abarmil y Burzumgad, que sacaron de sus macutos sendas cuerdas, aparentemente élficas. Seguían a estos Dimas y Gilford, que se movían con evidente soltura entre las abruptas aristas de la montaña. La ascensión se complicaba por momentos. La nieve y el viento hicieron vacilar a varios en su escalada. Inglor y Rumil iban atrás del todo. Barin se cubría temeroso. Los dos enanos, hábiles en aquel paisaje hostil, se permitieron echar una mano a otros menos versados, como Serke, su primo o Sarelle.
No obstante no todo fue alegría para los hijos de Durin, pues el terreno comenzó a hacerse tan complicado, que incluso la agilidad y la fuerza comenzaron a flaquear. En la tesitura de avanzar en una dirección u otra como propuso Abarmil, Dimas dio su opinión, soñando con una tercera vía:
[quote]- Está bien Abarmil. Tienes razón, es necesario explorar y comprobar hasta donde se prolonga este camino, es muy probable que encontremos alguna vieja entrada que lleve al interior de la montaña. Antaño esta inmensa mole estaba agujereada de cavidades y galerías creadas por Fram hijo de Frumgar, Dáin I y Thror y otros tantos de mi pueblo. ¡quien sabe si pudiésemos adentrarnos por alguna de ellas y ahorrarnos la escalada![/quote]