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Ver tema#492 Respondiendo a: burzumgad
acción.
El alba nos iluminó al fin, pero se trataba de un amanecer esquivo y lastimoso, a cuyo conjuro el paisaje no permitía abrigar esperanzas.
Allí estábamos, ante ese dilema al que nos había enfrentado el destino. Yo había dado mi parecer, y nada más aguardaba la decisión mayoritaria fumando...
Acción
El vuelo de Alion despertó a Dimas de sus cavilaciones en la última jornada, de la que había parecido estar ausente. Durante todo este tiempo no había dejado de incitar a sus compañeros a colarse por algunas de las oquedades de la montaña. Era un enano, y como tal, ansiaba olfatear la humedad de la montaña y deleitarse con las formas caprichosas de las rocas en la profundidad del mundo. El olor de la pipa de Burzumgad, le trajo al mundo de los vivos. Pocos metros más adelante Rúmil, Burzumgad y el Peregrino Gris parecían haber consensuado tomar el camino de la izquierda.
[quote]- Orco -exclamó Dimas rompiendo su silencio y provocando la atención del resto de sus compañeros- ¡yo también estoy contigo!
- Gracias viejo enano -observó Burzumgad-, ya pensábamos que el cansancio había hecho mella en tu ánimo.
[/quote]
Las montañas seguían proporcionando inquietud y temor. Burzumgad y Abarmil, rastreadores de raza, encabezaron a todos. El camino se inundó prontamente de una niebla densa y penetrante. Aunque a pocos metros de distancia cada cual parecía andar solo por aquel angosto camino. El olfato de Burzumgad parecía volverse loco con tantos olores, sensaciones y aromas confusos. Pasos más adelante descubrieron un bosque al final del camino. Muchos de sus árboles parecían carbonizados, otros estaban aplastados o semiquebrados. El escenario le era sin duda familiar a Dimas, hijo de Thranios:
[quote]- ¡Por Aulë!, ¡estamos en tierra de dragones – sentenció .
- En verdad eso parece –corroboró Gandalf.
- Por las viejas crónicas de mi pueblo, que escuché en las colinas de Hierro, sabía de la existencia de una explanada en las Ered Mitrhin siempre cubierta de niebla donde murieron Frar y Blor al acudir de visita a la pequeña ciudad de Magror. ¡Sin duda debe ser este lugar!
[/quote]
Al punto todos desnudaron sus armas. Dimas agarró con todas sus fuerzas su hacha de doble filo, en la que las runas parecían centellear.
[quote]- ¡ruidos! ¿de dónde vienen? – preguntó ínquieto Inglor.
- Allí – apuntó con el dedo Gandalf
- ¡Malditos mortales! morid bajo el fatal aliento de Garchôt y sus hijos...- pronunció una voz siniestra.
- ¡Dispersaos... a cubierto todo el mundo!- gritó Dimas mientras corría para ponerse a cubierto. ¡Es un dragón!
[/quote]
Un grito ensordecedor heló la montaña. Aquella criatura era uno de esos dragones milenarios que tantas tragedias habían causado a hombres y enanos. Tan de cerca impresionaba verlo. Ojos rojos, alas membranosas, garras afiladas y olor hediondo que no eran desconocido del todo a Dimas. Mientras Abarmil y Rúmil se afanaban con sus flechas, el enano corrió hacia las espaldas del reptil alado.
[quote]- Amigos, es posible que si le llamo desde atrás y le despisto por unos instantes, podáis acertar en su punto más débil, los ojos- al punto Dimas, fue de árbol en árbol hasta situarse detrás del dragón....[/quote]
PD: lamento no haber tenido tiempo de haber respondido la anterior acción. Es cierto que debemos dar movimiento a las acciones, porque sino esto pierde gancho. Estaré al pie del cañón, con mi hacha presta para lo que se tercie.
El vuelo de Alion despertó a Dimas de sus cavilaciones en la última jornada, de la que había parecido estar ausente. Durante todo este tiempo no había dejado de incitar a sus compañeros a colarse por algunas de las oquedades de la montaña. Era un enano, y como tal, ansiaba olfatear la humedad de la montaña y deleitarse con las formas caprichosas de las rocas en la profundidad del mundo. El olor de la pipa de Burzumgad, le trajo al mundo de los vivos. Pocos metros más adelante Rúmil, Burzumgad y el Peregrino Gris parecían haber consensuado tomar el camino de la izquierda.
[quote]- Orco -exclamó Dimas rompiendo su silencio y provocando la atención del resto de sus compañeros- ¡yo también estoy contigo!
- Gracias viejo enano -observó Burzumgad-, ya pensábamos que el cansancio había hecho mella en tu ánimo.
[/quote]
Las montañas seguían proporcionando inquietud y temor. Burzumgad y Abarmil, rastreadores de raza, encabezaron a todos. El camino se inundó prontamente de una niebla densa y penetrante. Aunque a pocos metros de distancia cada cual parecía andar solo por aquel angosto camino. El olfato de Burzumgad parecía volverse loco con tantos olores, sensaciones y aromas confusos. Pasos más adelante descubrieron un bosque al final del camino. Muchos de sus árboles parecían carbonizados, otros estaban aplastados o semiquebrados. El escenario le era sin duda familiar a Dimas, hijo de Thranios:
[quote]- ¡Por Aulë!, ¡estamos en tierra de dragones – sentenció .
- En verdad eso parece –corroboró Gandalf.
- Por las viejas crónicas de mi pueblo, que escuché en las colinas de Hierro, sabía de la existencia de una explanada en las Ered Mitrhin siempre cubierta de niebla donde murieron Frar y Blor al acudir de visita a la pequeña ciudad de Magror. ¡Sin duda debe ser este lugar!
[/quote]
Al punto todos desnudaron sus armas. Dimas agarró con todas sus fuerzas su hacha de doble filo, en la que las runas parecían centellear.
[quote]- ¡ruidos! ¿de dónde vienen? – preguntó ínquieto Inglor.
- Allí – apuntó con el dedo Gandalf
- ¡Malditos mortales! morid bajo el fatal aliento de Garchôt y sus hijos...- pronunció una voz siniestra.
- ¡Dispersaos... a cubierto todo el mundo!- gritó Dimas mientras corría para ponerse a cubierto. ¡Es un dragón!
[/quote]
Un grito ensordecedor heló la montaña. Aquella criatura era uno de esos dragones milenarios que tantas tragedias habían causado a hombres y enanos. Tan de cerca impresionaba verlo. Ojos rojos, alas membranosas, garras afiladas y olor hediondo que no eran desconocido del todo a Dimas. Mientras Abarmil y Rúmil se afanaban con sus flechas, el enano corrió hacia las espaldas del reptil alado.
[quote]- Amigos, es posible que si le llamo desde atrás y le despisto por unos instantes, podáis acertar en su punto más débil, los ojos- al punto Dimas, fue de árbol en árbol hasta situarse detrás del dragón....[/quote]
PD: lamento no haber tenido tiempo de haber respondido la anterior acción. Es cierto que debemos dar movimiento a las acciones, porque sino esto pierde gancho. Estaré al pie del cañón, con mi hacha presta para lo que se tercie.
"Así lucharemos a la sombra"- dijo Dieneces en las Termópilas al saber que los persas harían una nube con sus flechas.