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Ver tema#494 Respondiendo a: Inglor
acción
Gandalf susurró algo a Alion y seguidamente la soltó. Todos mirábamos la paloma, en silencio, y después a Barin, que, después de todo, él fue el portador de la paloma, él le puso el nombre y él se había ocupado de ella durante todo el viaje, desde luego le había tomado cariño al ave.
Tras...
Acción
Una densa niebla apareció de la nada en cuanto comenzó nuestro descenso por el camino de la izquierda. Debido a su estrechez, teníamos que avanzar en fila de a uno y a causa de la niebla no podíamos ver donde iban a posarse nuestros pies. Un olor nauseabundo acompañaba a nuestro grupo a medida que avanzábamos por la senda y este cada vez era mayor. Nuestros pasos nos dirigieron a un siniestro bosque cubierto por grandes matorrales y árboles arrancados de raíz y calcinados. Al observar este panorama nuestros peores temores se estaban confirmando, y había una gran tensión en el ambiente.
[quote] - Aquí nos conduce este camino- dijo Abârmil- no parece un bosque muy hospitalario ni acogedor, pero temo que ya es demasiado tarde para volvernos para atrás, y tengo la sensación de que el camino de la derecha tampoco nos iba a llevar a otro sitio mejor.[/quote]
A lo que Serke añadió:
[quote] Compañeros, tal vez sea este uno de los peores peligros con los que nos encontremos; con el peligro de la duda.[/quote]
Era peligroso que nuestras dudas y temores nos doblegaran así que les dije a mis compañeros que ese no era el momento de dudar, cuando hasta ese momento todo nos había ido bien.
Tras el intercambio de opiniones, reanudamos la marcha, ya con nuestras armas en mano, preparados para lo que todos sabíamos inminente. De repente la niebla se retiró y rápidamente nos envolvió de nuevo, dejándonos totalmente desorientados. Un hálito de azufre y calor nos golpeó en la cara, volviendo a disipar la niebla. Inglor exclamó:
[quote]-¿Qué ha sido eso?[/quote]
Aunque todos sabíamos ya la fatal respuesta a su cuestión. Sobre una inmensa roca, se alzaba la esplendorosa figura de un dragón, que en ese instante extendió sus imponentes alas y gritó, y su gritó estremeció a la montaña y nuestras almas. Sus ojos rojos, tenían un poder hipnótico sobre la compañía. Con una gracilidad sorprendente a pesar de su apariencia tosca, se alzó en vuelo unos metros removiendo la niebla a su alrededor y a continuación se posó de nuevo en la roca, en posición desafiante.
[quote] - Malditos mortales, morid bajo el fatal aliento de Garchôt…y sus hijos.[/quote]
En el cielo aparecieron varias figuras aladas más, lo que nos dejó a todos unos instantes bloqueados. Burzumgad fue el primero en reaccionar.
[quote]-¡Debemos dispersarnos y confundirlo! –susurró el orco- ¡es muy fuerte para nosotros y no está solo! Una sola de sus bocanadas de fuego puede ser la perdición de todos ¡Y no atendáis a sus palabras! Los dragones suelen ser tan inteligentes como arteros y malévolos.[/quote]
Rápidamente todos nos pusimos en acción: los arqueros comenzaron a disparar flechas contra Garchôt, aunque con poco efecto. Dimas intentó dirigirse hacia la cola del dragón para distraerlo y permitirnos a los demás atacarlo en los ojos y los demás nos dispusimos a hacer frente a los que se acercaban por el aire. Entonces, advertí a mis compañeros, al tiempo que alzaba mi vara hacia el cielo:
[quote]-¡Cuidado con su sangre, que es más venenosa aún que su lengua! ¡Ni siquiera la toquéis o podríais morir envenenados en poco tiempo! [/quote]
Una densa niebla apareció de la nada en cuanto comenzó nuestro descenso por el camino de la izquierda. Debido a su estrechez, teníamos que avanzar en fila de a uno y a causa de la niebla no podíamos ver donde iban a posarse nuestros pies. Un olor nauseabundo acompañaba a nuestro grupo a medida que avanzábamos por la senda y este cada vez era mayor. Nuestros pasos nos dirigieron a un siniestro bosque cubierto por grandes matorrales y árboles arrancados de raíz y calcinados. Al observar este panorama nuestros peores temores se estaban confirmando, y había una gran tensión en el ambiente.
[quote] - Aquí nos conduce este camino- dijo Abârmil- no parece un bosque muy hospitalario ni acogedor, pero temo que ya es demasiado tarde para volvernos para atrás, y tengo la sensación de que el camino de la derecha tampoco nos iba a llevar a otro sitio mejor.[/quote]
A lo que Serke añadió:
[quote] Compañeros, tal vez sea este uno de los peores peligros con los que nos encontremos; con el peligro de la duda.[/quote]
Era peligroso que nuestras dudas y temores nos doblegaran así que les dije a mis compañeros que ese no era el momento de dudar, cuando hasta ese momento todo nos había ido bien.
Tras el intercambio de opiniones, reanudamos la marcha, ya con nuestras armas en mano, preparados para lo que todos sabíamos inminente. De repente la niebla se retiró y rápidamente nos envolvió de nuevo, dejándonos totalmente desorientados. Un hálito de azufre y calor nos golpeó en la cara, volviendo a disipar la niebla. Inglor exclamó:
[quote]-¿Qué ha sido eso?[/quote]
Aunque todos sabíamos ya la fatal respuesta a su cuestión. Sobre una inmensa roca, se alzaba la esplendorosa figura de un dragón, que en ese instante extendió sus imponentes alas y gritó, y su gritó estremeció a la montaña y nuestras almas. Sus ojos rojos, tenían un poder hipnótico sobre la compañía. Con una gracilidad sorprendente a pesar de su apariencia tosca, se alzó en vuelo unos metros removiendo la niebla a su alrededor y a continuación se posó de nuevo en la roca, en posición desafiante.
[quote] - Malditos mortales, morid bajo el fatal aliento de Garchôt…y sus hijos.[/quote]
En el cielo aparecieron varias figuras aladas más, lo que nos dejó a todos unos instantes bloqueados. Burzumgad fue el primero en reaccionar.
[quote]-¡Debemos dispersarnos y confundirlo! –susurró el orco- ¡es muy fuerte para nosotros y no está solo! Una sola de sus bocanadas de fuego puede ser la perdición de todos ¡Y no atendáis a sus palabras! Los dragones suelen ser tan inteligentes como arteros y malévolos.[/quote]
Rápidamente todos nos pusimos en acción: los arqueros comenzaron a disparar flechas contra Garchôt, aunque con poco efecto. Dimas intentó dirigirse hacia la cola del dragón para distraerlo y permitirnos a los demás atacarlo en los ojos y los demás nos dispusimos a hacer frente a los que se acercaban por el aire. Entonces, advertí a mis compañeros, al tiempo que alzaba mi vara hacia el cielo:
[quote]-¡Cuidado con su sangre, que es más venenosa aún que su lengua! ¡Ni siquiera la toquéis o podríais morir envenenados en poco tiempo! [/quote]
Mithrandir, Mithrandir, cantaban los elfos, ¡oh Peregrino Gris!. Pues así les gustaba llamarlo.
Soy la espada en la oscuridad. Soy el vigilante del Muro. Soy el fuego que arde contra el frío, la luz que trae el amanecer, el cuerno que despierta a los durmientes, el escudo qu...
Soy la espada en la oscuridad. Soy el vigilante del Muro. Soy el fuego que arde contra el frío, la luz que trae el amanecer, el cuerno que despierta a los durmientes, el escudo qu...