Ver publicación (NUEVO ''PLAY BY POST'')

Ver tema

burzumgad
burzumgad
Desde: 11/10/2005

#515 Respondiendo a: Entaguas

NARRACIÓN 11ª - (GRUPO 2º)

Burzumgad apenas podía contener su ira mientras aquella manada de salvajes uruks cargaban con él, Barin, Rúmil, Maelor y Gilford. De repente había clavado su espada en el dragón. Este se retiró bruscamente de él con un gran rugido, y mientras se retorcía en el suelo, su...

Acción.

Todo había sido tan veloz...luego de ultimar al dragón me erguí sobre él, victorioso, mi arma en alto, y oí los gritos de alguien que me alentaba “¡fuerza, orco!” decía una amiga, quizás la de Barin; pero todo aquello no había durado sino instantes: luego, LA NADA. Una nada difusa, pastosa como el interior de un caldero lleno de grasa fundida y asfixiante como humo de hoguera. Nadé desesperadamente hacia la superficie, a la que intuía lejana, mas al ascender perdía fuerzas y volvía a sumirme.
Desperté como quién sale del interior de una pesadilla, la boca abierta y los ojos espantados. Me dolía el rostro, quizás a consecuencias de una herida, quise tocarme y recién allí descubrí que tenía las manos atadas. Presa del miedo y la impotencia me volví de lado, y allí estaban Rúmil, Barin, Maelor y Gilford, tan amarrados como yo. [quote]-¿Que sucedió?
-No lo se exactamente- dijo Rúmil, quién aparecía herido en la frente y tenía los labios resecos de quién padece sed prolongada – pero creo que alguno de los dragones nos hechizó.
-Yo vi todo- dijo Maelor [/quote]
Y se disponía a hablar cuando un verdadero batallón de uruks de increíble talla nos rodeó, y el más temible profirió órdenes en una jerga tan endemoniada que apenas si pude entender alguna palabra suelta. No obstante llamó mi atención el nombre que los soldados deben a su jefe: “Leandro” lo llamaban. Yo conocí alguna vez a un Leandro hobbit, y la coincidencia me hubiese causado gracia en otras circunstancias. Pero este Leandro no bromeaba: habló de dividir a los prisioneros en “dos grupos” (¿debíamos inferir de ello que nuestros otros amigos habían sido capturados también?) y luego dijo una sarta de cosas a las que no comprendí. Lo cierto es que nos cargaron como a sacos de patatas y se pusieron en marcha. Si bien esos tíos eran rudos por naturaleza, yo me sentí peor tratado que el resto, pues de acuerdo a su lógica ellos veían en mí a un traidor.
A lo lejos un grupo pareció cumplir las órdenes de Leandro y se los vio alejarse, llevando quizás a nuestros amigos. Nuestros captores nos cargaron un buen rato más, y al fin nos dejaron en el suelo para beber vino turbio y masticar pan rancio.
Era curioso ver a estos combatientes, enormes, cubiertos de tatuajes y de indómitas cabelleras trenzadas sobre las orejas largas y velludas. Ninguno debía de medir menos de dos metros de altura.
El uruk que me cargaba me dejó caer adrede sobre una mata de dolorosos espinos secos, me pateó, insultó de una manera grosera que no reproduciré aquí, y fue por su comida. Algo más allá vi a Mealor y a mis otros amigos.
Al rato dos orcos más vinieron a sentarse cerca de mí. No me vieron, pues entre sus ojos y yo se estiraban las ramas de las zarzas, de modo que se pusieron a hablar. Utilizaban una forma más convencional de la lengua negra, y algo pude entender.
[quote]-Oye, Barghok ¿cómo ves esta guerra, viejo?
-¡Gloriosa, Rugaj! Todo anda de viento en popa, como dicen los marinos...
-¿Lo crees? (y aquí Rugaj dijo varias cosas incomprensibles para mi) luego agregó, en lengua negra “clásica”- ...Por la asamblea ...escucha, Barghok ¿se sabe el nombre de esos...esos... (pareció buscar la palabra) senadores ? [/quote]
Senadores era por cierto una palabra atípica de lengua negra, y al fin Rugaj terminó utilizando el término en lengua común. Sin advertirlo, Barghok le respondió en el mismo idioma:
[quote]-Los nombres son secretos, imbécil...a nosotros sólo nos importa que ellos caigan, que caigan y que les quiebren el pescuezo...los nombres ni el propio Leandro lo sabe. Son cosas de Alta Información que solo la Nueva Sombra conoce...
-La Nueva Sombra...- repitió Rugaj con inoculto entusiasmo -¡Ahora si, viejo! Desde al caída de Mordor que no teníamos oportunidad... [/quote]
Yo aguzaba el oído, interesado. Pero lo que siguió me tocaba de cerca:
[quote] – Oye ¿Que cosa hará Leandro con el traidor? ¿Lo matará sin más?
-No se. Creo que tiene un plan para él.[/quote]
Los dos gigantones se movieron buscando ponerse cómodos, y yo me las ingenié para rodar y alejarme de ellos, no sea que me viesen y advirtieran que había estado parando la oreja. De pronto estuve cerca de Maelor y Rúmil, quienes me interrogaron, y yo los puse al tanto de lo poco que sabía.
[quote] – Es todo muy confuso, debería de escucharlos más y analizar sus comentarios.- dije [/quote]
Pero en esos momentos Maelor se indicó que me callara, pues Leandro, el capitán, se había puesto de pie y hablaba con otro, aparentemente su segundo: hablaban de llevarnos a Gundabad... ¿es que la mítica ciudad orca, arruinada en la guerra con los enanos volvía a estar ocupada?

Las últimas palabras del jefe uruk sí que sonaron amenazantes:
[quote]- En Gundabad los harán hablar mejor que nosotros. – dijo.[/quote]
La marcha se reanudó casi de inmediato. Yo esperaba caminar al lado de mis compañeros, pero en cambio Leandro me tomó de un brazo.
[quote] – Tendré unas palabras contigo, maldito orco – me dijo. Pero la jovialidad de su gesto así como el tono de voz utilizado no eran de enojo – Se quién eres, Burzumgad - prosiguió guiñándome un ojo [/quote]
Todo aquello me desconcertó ¿se trataba de una broma cruel? A los costados los otros uruks gruñían y gritaban: “córtale la cabeza sin más” decían.
Pero Leandro los silenció.
[quote] - ¡Dejadme hablar con “el amigo”, malditos seáis – bramó el capitán, y luego me miró – oye...¿cómo va tu pequeño país, allá en Morgul?
-Bien, ya que está libre de tíos como tú – repliqué.
Leandro parecía a punto de perder la calma, pero algo lo impulsaba a proseguir su farsa, por que era una farsa.
-Me han informado que tus pagos están bien gobernados y ordenados...oye ¿quieres hablar con alguien de “más arriba”?...los jefes te tienen simpatía, dicen que serías para nosotros un aliado ideal...
-Si tus propósitos son tan sanos ¿harías a bien en liberar a los míos? [/quote]
En ese exacto momento un lugarteniente de Leandro llegó al trote para decirle que el otro grupo de prisioneros había escapado. Mi cara de alegría fue evidente, pero Leandro seguía forzando su máscara.
[quote]- No importa...os tenemos a vosotros (me colocó una pasada mano en el hombro) y contigo, amigo quizás podremos hacer negocios...[/quote]
Miré a Leandro, quién sonreía con su boca enorme y colmilluda. Maldecirlo o desairearlo sólo apresuraría nuestro tormento o muerte. Mejor sería a escuchar sus palabras, y quizás algo de lo que dijese podía sernos útil.
Umbrías son las montañas, mas la ciudad brilla:Se diría una gran mortaja flotando entre el cielo y la tierra.
Quién se adelante hacia ella procedente de Ithilien la verá brillar cuando aún le resten millas para arribar la misma.
Quién llegue a ella desde el interior de Mordor la advertirá con...