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Ver tema#528 Respondiendo a: dimasalang
Acción
No era el silencio de Dimas causa alguna de enojo hacia sus compañeros. A la entrada de las profundidades de las Ered Mithrin, sus runas y sus cavilaciones le habían llevado muy lejos, en el tiempo y hasta en el espacio. Pero no era momento para melancolías, y el hijo de Thranios lo sabía mu...
Acción
Las estocadas enemigas volaban a mi alrededor, pero eran seres torpes quienes las lanzaban, seres jóvenes con pocas batallas a sus espaldas. Inglor y yo avanzábamos sin oposición considerable, codo con codo, mientras a nuestros pies caían los orcos al ritmo del tic-tac de un reloj de pared. Entonces llegamos ante el “cucú”, el gigante se apostaba ante nosotros atacando indiscriminadamente a Haldamir. Inglor se apostó al lado del montaraz y Entaguas apareció para confundir aún más al vigoroso oriental. Yo aguanté la embestida de los últimos orcos que amenazaban las espaldas de mis camaradas; no hubo piedad para ninguna de aquellas viles criaturas. Levanté mi cabeza y miré en derredor: Dimas se erguía ufano con el comandante uruk a sus pies; Gandalf y Serke daban cuenta de uno de los orientales y se aproximaban a la gran puerta; y a mi lado luchaban Haldamir, Entaguas e Inglor contra un gigante ya jadeante frente a ellos. Aproveché el cansancio de este último para acercarme sin ser apercibido, así con las dos manos la empuñadura de mi espada y clavé su bruna hoja entre dos costillas del colosal ser, tras lo cual soltó un grito ahogado que hizo temblar hasta mi mano. Seguidamente lanzó un codazo imprevisto que impactó en mi mejilla derecha haciéndome besar el suelo; se giró con la espada atravesada, me miró con los ojos fuera de las órbitas, la ira bañaba su tez. Un silbido hizo presencia en la escena y al tiempo una saeta vestía el ojo del oriental. Éste cayó de rodillas lentamente. Y así se quedó, apoyado sin vida sobre sus talones. Saqué mi arma de su robusto torso y me uní al resto de compañeros en la puerta.
[quote]Gran belleza blanca
que te guía oro y plata,
hacia poniente llevando perdón,
hacia levante llevando ayuda y esperanza.- escuché de los labios de Gandalf. Balbuceé durante unos segundos aquel acertijo, “esperanza, esperanza”.
- Vingilot, Eärendil, la esperanza ante la larga sombra! - grité con fuerza y el pecho henchido de energía.[/quote]
Los compañeros me miraron sorprendidos, la emoción se reflejaba en mi rostro.
Las estocadas enemigas volaban a mi alrededor, pero eran seres torpes quienes las lanzaban, seres jóvenes con pocas batallas a sus espaldas. Inglor y yo avanzábamos sin oposición considerable, codo con codo, mientras a nuestros pies caían los orcos al ritmo del tic-tac de un reloj de pared. Entonces llegamos ante el “cucú”, el gigante se apostaba ante nosotros atacando indiscriminadamente a Haldamir. Inglor se apostó al lado del montaraz y Entaguas apareció para confundir aún más al vigoroso oriental. Yo aguanté la embestida de los últimos orcos que amenazaban las espaldas de mis camaradas; no hubo piedad para ninguna de aquellas viles criaturas. Levanté mi cabeza y miré en derredor: Dimas se erguía ufano con el comandante uruk a sus pies; Gandalf y Serke daban cuenta de uno de los orientales y se aproximaban a la gran puerta; y a mi lado luchaban Haldamir, Entaguas e Inglor contra un gigante ya jadeante frente a ellos. Aproveché el cansancio de este último para acercarme sin ser apercibido, así con las dos manos la empuñadura de mi espada y clavé su bruna hoja entre dos costillas del colosal ser, tras lo cual soltó un grito ahogado que hizo temblar hasta mi mano. Seguidamente lanzó un codazo imprevisto que impactó en mi mejilla derecha haciéndome besar el suelo; se giró con la espada atravesada, me miró con los ojos fuera de las órbitas, la ira bañaba su tez. Un silbido hizo presencia en la escena y al tiempo una saeta vestía el ojo del oriental. Éste cayó de rodillas lentamente. Y así se quedó, apoyado sin vida sobre sus talones. Saqué mi arma de su robusto torso y me uní al resto de compañeros en la puerta.
[quote]Gran belleza blanca
que te guía oro y plata,
hacia poniente llevando perdón,
hacia levante llevando ayuda y esperanza.- escuché de los labios de Gandalf. Balbuceé durante unos segundos aquel acertijo, “esperanza, esperanza”.
- Vingilot, Eärendil, la esperanza ante la larga sombra! - grité con fuerza y el pecho henchido de energía.[/quote]
Los compañeros me miraron sorprendidos, la emoción se reflejaba en mi rostro.
All that is gold does not glitter,
Not all those who wander are lost;
The old that is strong does not wither,
Deep roots are not reached by the frost.
From the ashes a fire shall be woken,
A light from the shadows shall spring;
Renewed shall be blade that was broken,
The crownless again shall...
Not all those who wander are lost;
The old that is strong does not wither,
Deep roots are not reached by the frost.
From the ashes a fire shall be woken,
A light from the shadows shall spring;
Renewed shall be blade that was broken,
The crownless again shall...