Hola
#484 Respondiendo a: Findon
Narración 18
Tras alejarse de Tharbad algunas millas, el grupo hace noche a poca distancia del serpenteante y adoquinado camino. Todos comprueban las provisiones, preparan la hoguera y dejan pastar a sus caballos. A su alrededor extensas y monótonas planicies se extendían. Todo parecía tranquilo, d...
Seguimos unas cuantas millas con los bichejos caminantes y acampamos al lado del camino. Teníamos comida de sobra, me dí la vuelta y saqué de mis alforjas una bota llena de cerveza y otra de ron. Le dí un largo trago a una y luego a la otra, giré de nuevo mi cabeza y vi al pelirrojo mirandome con ojos avidos... Oh, no! ¿Habrá olido algo? Guardé rapidamente mis botas ávaramente y silbé disimulando. Unas extensas planicies se abren ante nosotros, y nos cobijamos en unas de las pocas rocas que hay en los alrededores. La noche llegó y el elfo y el gondoriano empezaron la guardia, uno de los montaraces, el que parecía menos importante, y yo los seguimos. Estuve quieto, pero mirando a los alrededores por si las moscas. La guardia paso, y la próxima y todas sin novedad, sacamos los caballos al amanecer y volvimos al camino. Seguimos unos cuantos días, algunos de los compañeros parecían absortos en sus pensamientos, pero yo solo pensaba en una buena hogera con carne fresca y cerveza ´fresca.
Una de las noches comenzó a llover, pero a mí me daba igual, yo ronqué igual.
Lo único que me despertó fue un gran y agudo silbido.
-¿Que? ¿Cuando?... ¡Oh! ¡SÍ!- dije medio dormido
Agarré el martillo y me levanté.
-¡A luchar se ha dicho!
Los lobos se acercaban, más, más y más. Me froté las manos. Un gran lobo se acercó a mí, y lo último que vio fue una mole de metal acercandose a su inmunda cabeza. Esa sucia cabeza quedó destrozada por el martillazo.
#261 Respondiendo a: Findon
Intento de columna de off-topics
Bueno, pues encantados de leeros de nuevo. Por diversos motivos yo tampoco he podido pasar mucho por aqui, aunqe espero qe de ahora en adelante pueda un poquillo mas.
En cuanto a lo de Miquel, dalo por hecho, comprendo tu situacion, ya qe ya se sabe qe los es...
¡Joder!Que silencio hay por aquí... A ver si alguien escribe algo, que no quiero que la partida se termine sin llegar a Gondor

#485 Respondiendo a: gandalf el beis
Acción
Seguimos unas cuantas millas con los bichejos caminantes y acampamos al lado del camino. Teníamos comida de sobra, me dí la vuelta y saqué de mis alforjas una bota llena de cerveza y otra de ron. Le dí un largo trago a una y luego a la otra, giré de nuevo mi cabeza y vi al pelirrojo mirandom...
Cayo otra noche fría. Las ruinas de Tharbad habían quedado atrás desapareciendo de nuestra vista. Un ligero alivio se reflejaba en los rostros de todos por ello. Nos detenemos a un lado del camino y mientras Entaguas, y yo despojamos a los caballos de sus monturas, Ulbar toma las provisiones llevándolas a donde Findon y Aravir preparaban una hoguera. Nuestros dos señores enanos se habían apartado unos pasos de nosotros. Miquel caminaba de un sitio otro seguramente agradecido por poder estirar las piernas e Ibaldoin miraba a su alrededor con aire distraído. Pero para cuando la hoguera empezó a arder todos nos aproximamos, agradeciendo el calor que desprendían las llamas. Aún teníamos provisiones aunque como todo en algún momento se acabarían. Oí la voz de Ulbar dirigiéndose a Ibaldoin, pero sólo pronunciar la palabra “alcohol” ya me imagine el resto. Después organizamos unas guardias. Como a mis compañeros la mía junto a Findon, y más tarde uniéndose Miquel, transcurrió tranquila.
A la mañana siguiente reprendimos nuestro camino. Transcurrieron días largos en los que las bromas aumentaban para que al menos fueran menos aburridos. Las siluetas de las orgullosas montañas aparecieron antes nuestros ojos una mañana. Cada día que avanzábamos más cercanas. Esa misma noche comenzó a llover. Acampamos bajo el amparo de unos árboles, que no formaban más que un bosquecillo. De nuevo si hicieron guardias, aunque esa vez empezaría Miquel, él solo.
Los demás buscamos un lugar cerca más o menos seco, pero desgraciadamente no había ninguno.
- Esta noche creo que no descansaremos mucho.- dijo Aravir resignado.
- Pues no creo que Ibaldoin tenga ningún problema, o al menos sus ronquidos no lo demuestran.- dijo Entaguas, señalando al enano enjoyado quien no había perdido tiempo en tumbarse y cerrar los ojos.
Así fue como entre risas cada uno intento dormir. Yo me cubrí mejor la cara con la capucha para que no me dieran de lleno las gotas en la cara como ya había comprobado. No se cuanto tiempo tardé en poder conciliar el sueño entre las ropas mojadas y el frío, pero cuando al fin lo conseguí un fuerte silbido me despertó de golpe. Al incorporarme, vi a Aravir y Ibaldoin poniéndose en pie alertados y rápidamente nos reunimos con los demás. Un lobo yacía atravesado por el hacha de Miquel. Al sonido de desenvainar las armas, lo siguieron unos aullidos que parecían provenir de todas partes.
- ¡Allí! Entre los árboles.- nos advirtió Entaguas.
Nuestra vista no podía compararse a la del elfo, pero si conseguimos ver algunos pares de ojos brillantes que surgían. De pronto dos figuras salieron de la nada y se abalanzaron contra Ibaldoin y Ulbar. Entaguas y Findon habían comenzado a disparar sus flechas que arrancaban alaridos a los lobos acercándose cada vez más. Entonces se oyeron los relinchos asustados de los caballos. Encabritados tiraban de las riendas que los mantenían atados para huir.
- ¡Atacan a los caballos!- nos grito Aravir a todos, y sin perder tiempo corrió en aquella dirección.
Entaguas y Miquel lo siguieron mientras yo permanecí en el mismo lugar junto a los demás. En segundos Ibaldoin y Ulbar habían despachado a los dos lobos. Findon siguió disparando deteniendo a otros dos. Preparados, pronto recibimos el ataque de los lobos que habían escapado a las flechas.
And the sound of his horn´s
Like a raging storm
Proudly the high lord
Challenges the doom
Lord of slaves he cries"
"No queda sino batirse"- Quevedo y Villejas
#262 Respondiendo a: gandalf el beis
Off-topic
¡Joder!Que silencio hay por aquí... A ver si alguien escribe algo, que no quiero que la partida se termine sin llegar a Gondor![]()
Hola, ¿que tal? Pues la verdad es que si, hay mucho silencio.
Señor Beis, muy buena composición , si, me reí bastante. Nunca se sabe cuando llega la inspiración


Bueno y a los demás espero veros pronto por aquí y que todo vaya bien.
Saludos.
And the sound of his horn´s
Like a raging storm
Proudly the high lord
Challenges the doom
Lord of slaves he cries"
"No queda sino batirse"- Quevedo y Villejas
#486 Respondiendo a: Namsis
Acción
Cayo otra noche fría. Las ruinas de Tharbad habían quedado atrás desapareciendo de nuestra vista. Un ligero alivio se reflejaba en los rostros de todos por ello. Nos detenemos a un lado del camino y mientras Entaguas, y yo despojamos a los caballos de sus monturas, Ulbar toma las provisione...
El Gwathlo y las ruinas de Tharbad quedaron definitivamente atras tras dias de cabalgada. Durante esos dias, avanzamos a traves de la Enedwaith sin descanso ansiando llegar a nuestro destino. Una noche, acampamos entre os arboles de un bosquecillo para intentar protegernos de un chaparron nocturno. Tras montar un campamento, nuestro particular señor enano se ofrecio a montar la primera guardia el solo, pero entre la lluvia y los ronquidos de nuestro nuevo enano enjoyado, poco descanso teniamos los demas. Pronto Entaguas, nuestro ya resignado lider y yo, acompañabamos al señor enano en su guardia. Tras un poco de charla, todos permanecimos en silencio. En el bosquecillo retumbaban los ronquidos del enjoyado enano y yo, sonriendo, miro a mis compañeros y digo. - Desde luego, no se que es peor. Si la aficion a la mugre de nuestro enano e siempre o la aficion musical de nuestro enano enjoyado. -Naturalmente, nuestro clasico señor enano se me queda mirando y, alzando su hacha me replica. -¿Quieres ver como tenemos una nueva voz en el concierto?, Seria mas aguda por que ya te puedes imaginar lo que voy a acabar cortando yo con mi hacha. - Y yo, no puedo evitar reir al oir al señor enano. Cuando consigo controlarme, replico. - ¡No delires!. Creeme, yo sufro tanto como tu la ausencia de alcohol, pero, al menos, no tengo visiones absurdas. - Mientras, Findon, nuestro silencioso lider, nos mira a uno y a otro pero no dice nada. Tan solo se encoje de hombros resignado. Ya nos conoce y sabe que no merece la pena intentar pararnos. El señor enano y yo reimos. Reimos hasta que, de pronto, Entaguas se levanta con un gesto de alarma en el rostro. De inmediato todos estamos en pie y alertas. Yo desenvaino pero la noche es oscura. Una gran sombra se lanza sobre mi y me derriba. Por el gruñido y el hedor, reconozco a un lobo. Mientras forcejeo en el suelo con la bestia oigo ahora aullidos y los relinchos aterrados de los caballos. En ese momento, el lobo que esta sobre mi aulla de dolor y cae a un lado. De su espada asoma la gran hacha del señor enano. Yo me pongo en pie mientras el señor enano recupera su hacha. Y nos miramos por uno segundos. El tiempo necesario para que el señor enano me diga. -¡Me debes una jarra!. -Y yo, sonriendo, replique. -Por supuesto. Un soldado de Gondor siempre paga sus deudas. - Ahora todos nuestros compañeros estan en pie. Mas y mas aullidos resuenan en la negra noche. Los relinchos de los caballos aumentan en intensidad y la lluvia no cesa de caer. Aqui y alla consigo distingir como mas de un lobo cae atravesado por las flechas de Entaguas y nuestro valeroso lider. Todos oimos en ese momento la advertencia de Aravir. -¡Atacan a los caballos!. -Y yo corro todo lo rapido que puedo a ayudar a Aravir. El señor enano corre como puede detras de mi y pronto, se nos unen el resto de los compañeros. Llego junto a Aravir el cual esta remantando a un lobo en ese momento y veo como una segunda besta se dispone a lanzarse sobre nuestras monturas. El lobo salta y yo salto sobre el hundiendole mi espada en el costado. Ra`pidamente libero mi hoja del despojo maloliente y corro hacia la hogera del campamento. Agarro una tea encendida y grito. -¡Usad el fuego contra estas bestias!. ¡Debemos impedir que alcancen a los caballos!. -Un segundo lobo se aproxima. Y yo, viendolo, sonrio. La bestia maldita me gruñe y abre su sucia boca frente a mi. Y yo, que he envainado mi daga y empuño la tea encendida con la mano izquierda, digo. -¡Ven que te voy a arreglar esa sonrisa!. -El lobo se dispone a atacar. Pero no estoy yo por esperarle. Me lanzo hacia delante y le alcanzo en el morro con la tea. Sus aullidos de dlor resuenan por todo el lugar mientras hute con la cabeza envuelta en llamas. Yo rio al ver el espectaculo y grito. ¡Que alguen mate a esa escoria!. ¡Apesta y es ruidosa!. - Una flecha silba en medio de la noche y el lobo cae atravesado. Junto a mi, aparece Entaguas empuñando su arco y me dice. -¿Te diviertes, verdad?. - Y yo sonrio y replico. -Mientras no alcancen a los caballos si que me divierto. -Ambos miramos entonces en direccion a los caballos y vemos como Namsis y Aravir, uno al lado del otro destrozan a un par mas de bestias. Y, como no, hasta nosotros llega el susurro de Namsis. -¡Por estas bestias roñosas, ni siquiera merece la pena que ilumine el campamento!. -Y Namsis atraviesa con su acero a otro desgraciado lobo que no a sido lo bastante rapido para quitarse de en medio. Aravir sonrie entre dientes al oir a Namsis. Despues, empuñando su Anket con ambas manos, carga hacia delante y le destroza el craneo a otro lobo. A la dercha de Aravir, han acabado combatiendo los dos enanos uno junto al otro. Nuestro señor enano de siempre, destroza en ese momento a un lobo y la sangre le salpica por completo. Y el enano enjoyado, descarga su martillo sobre el cuello de otro lobo partiendoselo. Sin embargo, los aullidos aumentan. Parece que hay toda una manada de bestias malolientes cercandonos. Y Findon, nuestro temerario lider, grita. -¡No podremos sostener la situacion mucho tiempo!. ¡Debemos rechazar este ataque y aprovechar paraabrinos paso a caballo. -Y yo, tras oirle replico. - ¡Muy bien!. ¡Que los dos enanos se queden protegiendo a los caballos!. ¡El resto, hagamos huir a estas bestias de una vez por todas!.
#487 Respondiendo a: ulbar
Acción
El Gwathlo y las ruinas de Tharbad quedaron definitivamente atras tras dias de cabalgada. Durante esos dias, avanzamos a traves de la Enedwaith sin descanso ansiando llegar a nuestro destino. Una noche, acampamos entre os arboles de un bosquecillo para intentar protegernos de un chaparron n...
Mientras nos alejabamos de Tharbad, yo me sentia levemente mejor. En verdad era muy agotador tener que mirar aquellas ruinas con tanta melancolía, pero bueno ya estabamos caminando hacia nuestro destino una vez mas. A unas millas, armamos el campamento cerca de algunas rocas que nos servirían de refujio, aprovecharíamos cualquier ventaja que la naturaleza nos ofresca. La primera noche le toco la guardia a Entaguas y a Ulbar, el gondoriano pertenceció a su ejercito, así que no habia que dudar de su responsabilidad, pensé yo. El elfo… bueno, hasta ahora no he conocido muchos elfos que digamos, menos uno de cabellos tan oscuros, en verdad habia algo raro en Entaguas, pero tampoco dudaba de él. La verdad todos los compañeros eran de confiar, a excepción de Îbaldolin, no tengo nada contra él, pero bueno… al fin y al cabo sigue siendo el nuevo del grupo.
Dormí hasta que me despertaron para mi turno de guardia, justamente mi compañero sería el enano joyero… bueno, hasta ahora nose si él pueda luchar o sólo lucir joyas. De todas formas estaría mas atento durante la noche. Mientras él se quedaba vigilando el campamento, yo me dispuse a buscar por los alrededores.
- Iré a dar un vistazo- Le dije –Estaré cerca.
Ibaldolin asintió en silencio.
En unas horas y sin novedad, despertamos a los demas compañeros y retomamos nuestra ruta. Pronto divisamos lo que parecían ser las montañas nubladas…
-solo quiero recuperar el sueño perdido- dije en voz baja cuando nos detuvimos a descansar un poco… y casi me quedo dormido.
Parece que la siguiente noche no me tocaría hacer de guardia, eso espero. Sólo tenía intenciones de dormir. Aunque para nuestra mala suerte algunas gotas comenzaban a caer, y después, ya comenzo la lluvia. De todas formas no conciliaré sueño, aunque quien sabe, con el cansancio tal vez me duerma de inmediato.
Mientras pensaba esto, mis compañeros ya me miraban algo sonrientes… han de pensar que soy flojo y dormilon. Pero que mas me pueden pedir, no tengo el agunta de un elfo, ni la fuerza de un enano…
- Esta noche creo que no descansaremos mucho.- dije sin muchas esperanzas.
- Pues no creo que Ibaldoin tenga ningún problema, o al menos sus ronquidos no lo demuestran.- dijo Entaguas, señalando al enano enjoyado quien no había perdido tiempo en tumbarse y cerrar los ojos.
Poco a poco, me vino el sueño a pesar de la lluvia incesante. Estuve soñando algo hacerca de una taberna, unas jarras de cerveza, una linda camarera y de pronto silbidos…silbidos?.
Ibaldolin estaba de pie con un martillo en sus manos… luego, muchos aullidos. Me puse de pie, Namsis nos siguió hasta los guardias. Un lobo en el suelo y todos empuñando las armas.
- ¡Allí! Entre los árboles.- Entaguas nos advertia
Un lobo salió de los arbustos, pero el joyero le asesto un buen golpe con su martillo. Salieron dos más, que fueron blanco de las flechas de Findon y Entaguas. Cuando comenzaba a divisar mas ojos en la oscuridad, escuche los relinchos de los caballos.
- ¡Atacan a los caballos!- Les grite a los demas, y acto seguido desenvaine mi espada y corri hasta los caballos. No voltee para mirar, solo corri para defenderlos.
Diviso al primero, con la espada empiñada salto hasta su espalda y atraviezo el lomo de la bestia, el lobo me quita de ensima y se dispone a seguir luchando pese a su herida mortal. Un segundo intenta atacar a las monturas, pero Ulbar le clava su espada costado y le da fin a la bestia. Termino de matar al primero de una vez y Ulbar grita:
-¡Usad el fuego contra estas bestias!. ¡Debemos impedir que alcancen a los caballos!. –
el gondoriano usaba una tea y su daga para quemar a los inscursores.
¡Que alguen mate a esa escoria!. ¡Apesta y es ruidosa!. – La flecha de Entaguas terminó con él.
Yo, aun cerca de los caballos, seguia preparado para lo peor… otro lobo salio de la oscuridad, le di una estocada para hacerlo retroceder. La bestia parecia ser ágil y solo dio un gruñido de remordimiento, se hacerco una vez mas para morderme el brazo cos sus terribles fauces.
¡Por estas bestias roñosas, ni siquiera merece la pena que ilumine el campamento!. –
Namsis lo atravieza con su espada, dejandome libre de problemas. Sonrio ante su actitud, que ya se parece a Ulbar.
De la nada, nos llegan mas lobos. Sin temor, corro hacia uno y le destrozo la cabeza con mi espada. Cerca de mi, ambos enanos luchaban arduamente contra dos lobos mas, la sangre de las bestias salpicaba mucho. Los aullidos seguian viniendo, seguramente quedaban muchos lobos mas.
-¡No podremos sostener la situacion mucho tiempo!. ¡Debemos rechazar este ataque y aprovechar para abrinos paso a caballo- dijo Findon.
- ¡Muy bien!. ¡Que los dos enanos se queden protegiendo a los caballos!. ¡El resto, hagamos huir a estas bestias de una vez por todas!.- Replicaba Ulbar.
De pronto cuatro bestias vinieron corriendo, una de ellos tumbo a un caballo sin que pudierasmos preverlo, Miquel corrio hasta él para socorrerlo.
Con un corte libro al caballo de aquella bestia, el lobo cayó destripado mientras el señor enano revisaba las heridas de la montura.
-Parece que no es nada grave!, solo unas heridas superficiales!- nos avisaba Miquel
Los demas nos preocupamos de eliminar a los lobos mientras los enanos se quedaron al lado de los caballos para darles mayor proteccion.
Mientras los demas daban caza a los lobos, yo me dedique a buscar maderos de la fogata y los puse a una distancia prudente de los caballos formando un circulo. Ibaldolin y Miquel dominaban bien a las bestias.
Cuando termine esta tarea, empeze a ayudar a los demas con los lobos… las bestias parecian que llegaban eran cada vez mas grandes y de pelaje negro, a mi parecer.

------------------------------------------------
En el Sur la temible Oscuridad crece
Los Reinos se enfrentan a su destino
Minas Tirith es el barco que corta la marea
La marea del destino que todo lo inunda.
Del Oeste les lleg...
#263 Respondiendo a: Namsis
Off-topic
Hola, ¿que tal? Pues la verdad es que si, hay mucho silencio.
Señor Beis, muy buena composición , si, me reí bastante. Nunca se sabe cuando llega la inspiración![]()
![]()
Bueno y a los demás espero veros pronto por aquí y que todo vaya bien.
Saludos.
¡Hola! Sigo estando por aquí. Siento no haber colgado aún mi acción, los estudios me tienen algo ocupado. Espero poder colgar mi acción el martes o el miércoles, el viernes a mucho tardar.
Un saludo.
¡Oh hermoso fresno, sobre tu cabellera qué hermosas son las flores!
¡Oh fresno mío, te vi brillar en un día de verano!
Tu brillante corteza, tus leves hojas, tu voz tan fresca y dulce:
¡qué alta llevas en tu cabeza la corona de oro rojo!
Oh fresno muerto...
#264 Respondiendo a: Entaguas
Off-topic
¡Hola! Sigo estando por aquí. Siento no haber colgado aún mi acción, los estudios me tienen algo ocupado. Espero poder colgar mi acción el martes o el miércoles, el viernes a mucho tardar.
Un saludo.
Siento decir que debido a los estudios, que este año me tienen bastante ocupado, no se si voy a poder seguir participando en el rol. No lo puedo asegurar, pero no me esperéis para las narraciones. Que Findon controle a mi personaje como npj o desaparezca. No creo que pueda seguir participando.
Un saludo desde Mordor.
¡Oh hermoso fresno, sobre tu cabellera qué hermosas son las flores!
¡Oh fresno mío, te vi brillar en un día de verano!
Tu brillante corteza, tus leves hojas, tu voz tan fresca y dulce:
¡qué alta llevas en tu cabeza la corona de oro rojo!
Oh fresno muerto...
#265 Respondiendo a: Entaguas
Off-topic
Siento decir que debido a los estudios, que este año me tienen bastante ocupado, no se si voy a poder seguir participando en el rol. No lo puedo asegurar, pero no me esperéis para las narraciones. Que Findon controle a mi personaje como npj o desaparezca. No creo que pueda seguir particip...
Jo....

Por mi que tu personaje no desaparezca y si llega el momento en que no estés tan ocupado remontar tus acciones. Aunque bueno, eso creo debe ser Findon quien decida.
Un saludo
And the sound of his horn´s
Like a raging storm
Proudly the high lord
Challenges the doom
Lord of slaves he cries"
"No queda sino batirse"- Quevedo y Villejas
#266 Respondiendo a: Namsis
Off-topic
Jo..... Lamento leer eso Entaguas. Bueno por supuesto lo primero es lo primero.
Por mi que tu personaje no desaparezca y si llega el momento en que no estés tan ocupado remontar tus acciones. Aunque bueno, eso creo debe ser Findon quien decida.
Un saludo
Muy buenas a todos. Espero qe estéis bien.
Entaguas, lamento qe no puedas seguir participando

PD: Disculpas a todos por no haber colgado todavia mi accion. En breve intentare postearla.
Un saludo a todos

#488 Respondiendo a: Aravir
Acción
Mientras nos alejabamos de Tharbad, yo me sentia levemente mejor. En verdad era muy agotador tener que mirar aquellas ruinas con tanta melancolía, pero bueno ya estabamos caminando hacia nuestro destino una vez mas. A unas millas, armamos el campamento cerca de algunas rocas que nos serviría...
Tras pasar las ruinas de Tharbad el paisaje se volvió más acogedor, aunque no era muy difícil superar el clima tenebroso y húmedo de la antigua ciudad, ahora en ruinas. Los días pasaban, todavía gélidos y montábamos campamentos de noche donde encontrábamos refugio. El camino continuaba sin posible pérdida, ya que sólo debíamos seguir la vía adoquinada. Una noche encontramos un pequeño grupo de árboles y allí nos resguardamos de la lluvia que estaba cayendo. En un pequeño refugio, que no aislaba del agua lo suficiente como nos hubiera gustado, se sortearon las guardias y le tocó el primer turno a Miquel. Yo me arropé con mi manta e intenté protegerme de una gotera que me caía justamente en la nariz. Tras un rato desistí, y recogiendo la manta y mis armas fui donde Miquel hacía la guardia. En el refugio deje a Namsis, Aravir e Ibaldoin, que dormían plácidamente, lo que yo no había conseguido. Por un momento me extrañó ver que Ulbar y Entaguas no estaban en el improvisado refugio, pero tras avanzar unos metros hacia donde Miquel había comenzado la guardia vi tres figuras sentadas, conversando entre ellas. Saludé a mis compañeros y me senté también en otra roca, mojada por cierto, que me hizo blasfemar por lo bajo. Tras un rato en silencio, se escucharon desde el bosque los ronquidos de Ibaldoin. Al poco Ulbar comentó:
-Desde luego, no se que es peor. Si la afición a la mugre de nuestro enano e siempre o la afición musical de nuestro enano enjoyado.
Ante la broma del gondoriano sonreí, aunque las telas que ocultaban parte de mi cara no lo mostraron. El enano respondió con furia, alzando incluso su hacha. Yo simplemente negaba con la cabeza y me encogía de hombros, mirando a los participantes de la discusión. Entaguas, que hasta entonces había estado divirtiéndose con las bromas, se levantó y miró en una dirección, con cara de que las cosas no iban a ir bien. Tomé el arco en una mano y me puse el carcaj. De pronto una masa se abalanzó sobre Ulbar, pero Miquel no tardó en abatirlo con su hacha. Recordando que nuestros compañeros todavía seguían ajenos al peligro, silbé con todas mis fuerzas llevándome dos dedos a la boca. En unos segundos a nuestro alrededor se escucharon múltiples aullidos, y también nuestros compañeros llegaron dispuestos a hacer frente a la manada de lobos que parecía acercarse. En varias ocasiones vi claramente los cuerpos de los lobos y no dudé en disparar, a lo que casi siempre seguía un aullido lastimero. Entaguas también disparaba con rapidez su arco, y los lobos que se acercaban eran victimas de los aceros de los demas compañeros. De pronto, Aravir nos apremió para que fueramos a proteger a los caballos, que relinchaban aterrados. Corrí todo lo que pude y llegué al lugar donde los caballos se encabritaban ante los enormes lobos que les acosaban. Dispare a uno que abati por la espalda y a un segundo le hice una grave herida en el costado con el puñal. Ahora los lobos nos arrinconaban, pero algunos compañeros cogieron algunos palos ardiendo de la pobre hoguera que habíamos conseguido encender aquella noche, y con ellos asustaban a los lobos. En cuanto a mí, había empezado a disparar contra los lobos con el arco, pero paré cuando al echar la mano atrás para coger otra flecha, me encontré vacío el carcaj. Me uní a mis compañeros, mientras los enanos se quedaban protegiendo a nuestras monturas y nos abrimos paso hendiendo cuerpos de lobos. Tras una larga refriega, y verse diezmados, los lobos comenzaron a retirarse. Por suerte, ningún caballo había sido dañado de gravedad, gracias a Eru. Volvimos a la pequeña base y nos mantuvimos alerta el resto de la noche, con el pensamiento de partir con las primeras luces. Al menos un poco de ejercicio, no viene mal de vez en cuando –pensé mientras recogía flechas de los lobos caídos, limpiándolas y devolviéndolas al carcaj.