Acción

Ahora que los cuerpos inertes de los lobos habían quedado atrás podías respirar aire más limpio y no el fétido olor de sus cadáveres. El viaje continuo a través de un camino empedrado. Día tras día lo seguíamos, parecía no tener final nunca. Pero gracias a las bromas de los demás el tiempo pasaba más ameno. Como aquel comentario de Îbaldonlin. - ¿Quién necesita tabernas mientras haya orcos? Estaba claro la preferencia de nuestro compañero enano enjoyado.
Poco a poco las montañas blancas fueron quedando atrás de nosotros. La lluvia nos dio pequeños descansos, sobretodo a la noche, eso se agradecía bastante. En un momento del viaje surgieron los comentarios sobre que caminos serían más fáciles. Yo no intervine, por aquel camino los caballos avanzaban sin problemas. Además el más indicado para sugerir era Ulbar ya que aquella tierra formaba ya parte de su hogar. Habló el soldado de Gondor sobre el heredero de de la corona y sobre un muy posible vuelta por el mar. Yo asentí, parecía lo más lógico. El mar no me disgustaba aunque prefería la tierra. De pronto sentí que algo me daba en la cabeza. No dolía, solo fue molesto. Mire de soslayo encontrando a Aravir agarrando la rienda con una mano mientras la otra permanecía cerrada. No moví la cabeza y de ese modo puede ver como algunas migas de pan volaban esa vez hacia la cabeza de Findon. Curiosa forma de entretenerse pensaba, hasta que las mismas cayeron en mi otra vez. Le miré empezando a irritarme y eso bastó para que no se repitiera. Esboce una medio sonrisa por el disimulo más que notable de Aravir. Aunque desapareció rápido cuando algo llamo mi atención. A nuestra derecha se extendía una pequeña arboleda. Alejada del camino unos metros. En el momento que miré a Aravir juraría haber visto algo ocultándose entre los árboles. Preste más atención y creí ver algo de nuevo, aunque no podía asegurarlo. Anochecía y es hacía más difícil distinguir entre las sombras que daban las ramas. Continuo mirando un rato más pero nada. Finalmente me encogí de hombros, imaginaciones mías pensé.