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barin-de-rohan
Desde:
05/12/2005
#1 Respondiendo a: barin-de-rohan
Recuerdo que hace un buen tiempo comenzo una aventura apartir de la iniciativa de Entaguas, que creo anda perdido del Fenomeno, llamada "Play-By-Post". En el cual habia una narración y los jugadores respondian con sus acciones. No me di cuenta que me habia metido a una "experiencia literaria" como f...
NARRACIÓN
Findon e Inglor fueron a buscar leña seca, en estos días lluviosos, mientras Unfeniön se dispuso a cazar un jabalí o cualquier criatura que se le apareciera en el camino.
Unfeniön divisaba a unos veinte metros como un jabalí pastaba, algo alerta por la cantidad de ruido que se vivía alrededor, parecía que en Bree se vivía una anarquía sin precedente. Gritos, botellas rotas y ruidos con aroma de bar adornaban la fría noche.
A casi cincuenta metros, Findon lanzaba el hacha prestada sobre lo que parecía el único pedazo de madera seca en todo el húmedo bosque. Inglor a su lado recogía hojarasca, y algunos palos que podrían servir para hacer una carpa. Sin embargo su mente estaba muy atenta a lo que se les ocurriera hacer a sus nuevos compañeros.
Un rato después se encontraron los tres en el claro estipulado para el campamento. Unfeniön traía al hombro un pequeño jabalí de carnes tiernas. Prendieron fuego, levantaron la carpa que traía en su mochila Unfeniön. Fue entonces que Inglor vislumbró muy cerca como la anarquía de Bree rondaba los alrededores. Comentó a sus compañeros a lo que Findon dijo en un susurro:
-Ladrón no roba ladrón…
Aparecieron entonces cerca a donde habían dejado los caballos 15 hombres (contados rápidamente por Findon) armados con espadas cortas y algo desafiladas, pero con una mirada de fiera hambrienta. No tardaron en lanzarse sobre el aparentemente indefenso grupo de tres…
Un nuevo sol despuntaba en las tierras de Rohan cuando un par de orcos y un general cabalgaban hacia el norte. Pocas horas después de atravesar el Paso de Rohan, y con una mirada agotada de parte de Burzumgad se detuvieron para dejar descansar a los caballos.
En la sombra el par de orcos incitaba al general a probar el buen tabaco de Morgul, a lo que Barin se resistía argumentando lo feliz que estaba con su tabaco hobbit. Todo parecía en calma y algo jocoso cuando Burzumgad se levantó estrepitosamente y dijo a Palmero:
-¡Maldito tabaco! Me ha estropeado las narices… ¿Puedes oler eso?
Palmero asintió luego de olfatear. Ambos estuvieron de acuerdo que aquel olor recordaba mucho a la batalla de Cuernavilla…
Findon e Inglor fueron a buscar leña seca, en estos días lluviosos, mientras Unfeniön se dispuso a cazar un jabalí o cualquier criatura que se le apareciera en el camino.
Unfeniön divisaba a unos veinte metros como un jabalí pastaba, algo alerta por la cantidad de ruido que se vivía alrededor, parecía que en Bree se vivía una anarquía sin precedente. Gritos, botellas rotas y ruidos con aroma de bar adornaban la fría noche.
A casi cincuenta metros, Findon lanzaba el hacha prestada sobre lo que parecía el único pedazo de madera seca en todo el húmedo bosque. Inglor a su lado recogía hojarasca, y algunos palos que podrían servir para hacer una carpa. Sin embargo su mente estaba muy atenta a lo que se les ocurriera hacer a sus nuevos compañeros.
Un rato después se encontraron los tres en el claro estipulado para el campamento. Unfeniön traía al hombro un pequeño jabalí de carnes tiernas. Prendieron fuego, levantaron la carpa que traía en su mochila Unfeniön. Fue entonces que Inglor vislumbró muy cerca como la anarquía de Bree rondaba los alrededores. Comentó a sus compañeros a lo que Findon dijo en un susurro:
-Ladrón no roba ladrón…
Aparecieron entonces cerca a donde habían dejado los caballos 15 hombres (contados rápidamente por Findon) armados con espadas cortas y algo desafiladas, pero con una mirada de fiera hambrienta. No tardaron en lanzarse sobre el aparentemente indefenso grupo de tres…
Un nuevo sol despuntaba en las tierras de Rohan cuando un par de orcos y un general cabalgaban hacia el norte. Pocas horas después de atravesar el Paso de Rohan, y con una mirada agotada de parte de Burzumgad se detuvieron para dejar descansar a los caballos.
En la sombra el par de orcos incitaba al general a probar el buen tabaco de Morgul, a lo que Barin se resistía argumentando lo feliz que estaba con su tabaco hobbit. Todo parecía en calma y algo jocoso cuando Burzumgad se levantó estrepitosamente y dijo a Palmero:
-¡Maldito tabaco! Me ha estropeado las narices… ¿Puedes oler eso?
Palmero asintió luego de olfatear. Ambos estuvieron de acuerdo que aquel olor recordaba mucho a la batalla de Cuernavilla…
"-La ilusión no se come -dijo ella -No se come, pero alimenta -replicó el coronel."
Gabriel García Marquez
Gabriel García Marquez