Curso de Quenya: Lección Cuatro

10 de Septiembre de 2006, a las 16:38 - Helge K. Fauskanger - Traducción de Antonio Palomino
Las Lenguas de Tolkien - Reportajes Tolkien :: [enlace]Meneame

LECCIÓN CUATRO:

El Adjetivo. / La cópula. / Concordancia adjetival en número:

El vocabulario de cualquier idioma se divide en varias clases de palabras (varias partes de la oración). Los idiomas de Tolkien se diseñaron para ser "de tipo europeo en estilo y estructura" (Cartas:175), por eso y porque las partes de la oración no son muy exóticas, deberían ser absolutamente familiares para cualquier estudiante de Europa o América. Ya hemos hablado de los nombres. Ahora nos toca hablar de los adjetivos.

Los adjetivos son palabras con la misión de describir. Si queremos decir que algo o alguien posee cierta cualidad, encontraremos siempre algún adjetivo que haga ese trabajo. En una frase como "la casa es roja", la palabra "roja" es el adjetivo: describe a la casa. Hay adjetivos para definir todas las cualidades, útiles para decir que algo o alguien es grande, nauseabundo, pequeño, alegre, triste, tonto, estropeado, maravilloso, delgado, alto, bonito, odioso o cualquier otra cosa que demande la ocasión.

Se pueden distinguir dos formas diferentes del uso de un adjetivo:

[1] Combinándose con el nombre al cual describe, dando como resultado frases del tipo de: "hombres altos", o: "(un/el)libro rojo". Estas frases se pueden insertar en una oración completa, como "los hombres altos me asustaron", o "el libro rojo es mío", en donde las palabras "alto" y "rojo", añaden más información acerca de los nombres a los que acompañan. Esta acción se realiza atributivamente: la cualidad en cuestión, se presenta como un atributo del nombre, o se le atribuye a él (hombres altos, con lo que sabemos exactamente de que tipo de hombres estamos hablando: altos. Su altura es su atributo).

[2] Construyendo oraciones en las que el punto principal de interés sea que alguien o algo posea una cualidad específica. No se puede tan solo presuponer la altura cuando hablamos de "hombres altos", queremos decir que "los hombres SON altos", y esa es la parte que queremos definir, como en este caso "los hombres", y se le añade el adjetivo que determina la cualidad que poseen. Este tipo de adjetivo se llama predicativo.

Como cualquier lector atento habrá sospechado por lo leído, hay más de una complicación: no se puede decir "los hombres altos", sino "los hombres son altos". Las oraciones del tipo de "los hombres altos", podrían ser válidas en bastantes idiomas (el Quenya incluso podría ser uno de ellos), pero en el nuestro hay que pasar por una palabra como "son" o "es", colocada ante el adjetivo, cuando se usa como predicado: "el libro es rojo", "los hombres son altos". Este "es"/"son", no da en realidad un significado completo (he aquí la razón por la que algunos idiomas no usan este tipo de palabras), pero se usa para emparejar al adjetivo con las palabras que nos dicen realmente de quien queremos hablar (como el libro y los hombres de nuestros ejemplos). "Es"/"son", se llama cópula. En oraciones como "el oro es maravilloso", "estoy elegante", o "las piedras son duras", se puede percibir la función principal de la cópula (aquí manifestada como "es", "estoy" y "son"), que es simplemente, conectar a los adjetivos que la siguen: "maravilloso", "elegante" y "duras", con la cosa(s) o persona(s) sobre las que estamos hablando: "oro", "yo" y "piedras". La cópula es parte integrante del predicado de la oración. Esta es una de las construcciones más importantes que los de habla inglesa tienen a su diposición cuando quieren decir que X posee la cualidad de Y.

Bien, volvamos al Quenya. Cuando se compara con la plétora de formas que puede tener un nombre, un adjetivo parece bastante restringido. La gran mayoría de los adjetivos Quenya acaban en -a o en -ë. La última es menos común y aparece generalmente para definir los colores: minquë "blanco", morë "negro", carnë "rojo", varnë "marrón", etc. Cuando un adjetivo no termina ni en -a ni en -ë, lo hace siempre en -in, p.e.: firin "muerto", hwarin "torcido", melin "querido" o latin "abierto, libre, claro (de tierra)". El último de estos se encuentra también en los escritos de Tolkien, como latin(a) (LR:368), sugiriendo que latin es una forma acortada de la forma más larga latina, apareciendo ambas en el idioma (quizá todos los adjetivos terminados en -in se consideren formas cortas de otras formas más completas terminadas en -ina). Los adjetivos que no terminan en -a, -ë, -in, son muy raros; al menos tenemoss constancia de la existencia de teren "delgado", pero incluso este, tiene una forma larga acabada en -ë: terenë. Los adjetivos que acaban en -a son, con diferencia, los más comunes. La -a como vocal final, puede aparecer por sí misma, como en lára "piso", pero acostumbra a ser parte de un final adjetival más largo, como -wa, -na (variante -da), -ima, -ya. Ejemplos: helwa "pálido", harna "herido", melda "querido, amado", melima "adorable", vanya "maravilloso". La misma palabra Quenya, tiene su origen en el final adjetival -ya, que significa Quendi de los Elfos, aunque Tolkien decidió que provenía del uso de un nombre del Alto Elfico (Cartas:176, WJ:360-361, 374).

En Quenya, un adjetivo también se puede combinar directamente con un nombre, describiéndolo. Tenemos muchos ejemplos de adjetivos que se usan atributivamente de esa manera; incluidos en las oraciones: lintë yuldar "corriente veloz" (Namárië), luini tellumar "bóvedas azules" (prosa estilo Namárië), fána cirya "un barco blanco" (Markirya), quantë tengwi "signos completos" (término usado por los primeros lingüistas; no discutiremos aquí su verdadero significado; ver VT39:5). En estos ejemplos, el orden de las palabras es el mismo que en inglés y el inverso al castellano: ADJETIVO+NOMBRE, aunque en Quenya puede también darse el caso de que el adjetivo siga al nombre, p.e.: en Markirya está anar púrëa "sol nubloso" (literalmente: "(un) sol nubloso"), y en LR:47, tenemos: mallë téra (literalmente "carretera recta", en vez de "recta carretera")(LR:43). Quizá se emplee este orden cuando se quiera enfatizar el adjetivo: el contexto en LR:47, indica que esta es una "recta carretera" en oposición a una con curvas. No obstante, el que el adjetivo siga al nombre, puede ser algo habitual en el caso de un título adjetival, que se use en conjunción con el siguiente nombre: en UT:305, tenemos: Elendil Voronda "Elendil el Fiel" (pues bien, esta forma se convierte en Elendil Vorondo al declinarse; volveremos sobre la terminación -o más adelante). Es casi seguro que se pueda usar el orden inverso Voronda Elendil, pero eso (sospecho) sería tan solo una forma casual de definir al Fiel Elendil y no significaría lo mismo, no tendría la misma intensidad y solemnidad que Elendil el Fiel con el adjetivo usado como un título. Destacaremos que en el Quenya (al contrario que en el inglés), no va insertado un artículo ante un adjetivo usado como título (no sería **Elendil i Voronda, al menos no es necesario!).

Entonces ¿qué hay acerca del uso de los adjetivos como predicados ("rojo" como predicado de la oración el libro es rojo)? (contrastar con el uso atributivo del adjetivo en una frase como "el libro rojo").

El adjetivo vanwa "perdido", se usa predicativamente en Namárië: Vanwa ná...Valimar "perdido está...Valimar" (un sitio en el Reino Bendito que Galadriel pensó que no vería nunca más). Esta oración nos dice que la cópula "es/está", tiene la forma ná en Quenya. El plural "son/están", parece ser nar, aparecido en una antigua versión de Namárië y grabado en cassette por Tolkien (ver Una Introducción al Elfico, de Jim Allan, página 5). Generalmente se asume que estas cópulas deben ser como las inglesas, p.e.:

I parma ná carnë = El libro es rojo.

Ulundo ná úmëa = Un monstruo es maligno.

I neri nar hallë = Los hombres son altos.

En esta lección, publicada en Diciembre de 2000, deslicé disimuladamente en este punto la siguiente advertencia:

"Debería añadir que, debido a la extrema carencia de ejemplos, no podemos asegurar cual es el orden ideal de las palabras. A partir del ejemplo vanwa ná...Valimar "perdido está...Valimar" en Namárië, se podría argumentar que nádebería seguir al adjetivo, por lo que "el libro es rojo" debería ser i parma carnë na "el libro rojo es". Sería interesante saber si ná"es/está" podría seguir detrás de vanwa "perdido", si colocamos Valimar al principio de la oración; ¿sería Valimar está perdido = Valimar ná vanwa al estilo inglés, o quizá: Valimar vanwa ná? En los ejemplos citados y en los ejercicios siguientes, he organizado las oraciones siguiendo el orden inglés, pero Tolkien puede que haya hecho algo más exótico. No hay forma de saber como era lo anterior al metrial publicado..."

He revisado esta lección en Noviembre de 2001 y este pasado verano he añadido algunos ejemplos más, concernientes a la palabra ná. Parece existir cierta tendencia a colocar ná al final de la oración, como en el ejemplo lá caritas...alasaila ná (literalmente: "no hacerlo imprudente es")(VT42:34). El mismo artículo en donde se proporciona este ejemplo, cita también la fórmula A ná calima lá B (literalmente: "A brilla más allá de B"), como la forma de expresión Quenya "A brilla tanto como B" (VT42:32). Advertimos que esta fórmula utiliza el sistema inglés del orden de las palabras, con ná "es/está", precediendo en vez de siguiendo a calima "brillo". Así, parece que las oraciones como i parma ná carnë, corresponden palabra por palabra a la inglesa "el libro es rojo", después de todo. Por consiguiente, no he revisado muchos de los ejemplos o ejercicios de este curso, usando el orden inglés de las palabras en lo que a la cópula se refiere. Sin embargo, el orden i parma carnë ná "el libro rojo es", también debe considerarse como una alternativa perfectamente válida, y Tolkien pudo haber hecho de este último el orden más común. Debemos esperar a tener más ejemplos, para obtener mayor seguridad.

Nueva nota de Enero de 2002:

"Este mes he añadido nuevos ejemplos a lo ya publicado. Parece que el nuevo orden de las palabras es simplemente una prueba. El ejemplo elyë na manna "benditos seáis" de VT43:26, lleva el orden del estilo inglés y la cópula "es/son", aparece con la forma corta na en vez de con ná. Sin embargo, mantengo ná en los ejercicios de este curso; la palabra na tiene otros y muy diferentes significados. Quizá la forma corta na- sea preferible cuando haya que añadir alguna terminación; la forma plural es nar "son/están". Por supuesto, la forma nár aunque no está contrastada, sería igualmente válida por lo que sabemos hasta ahora..."

En la Canción de Fíriel (un texto pre-LotR, la palabra que figura para "es/está" es ye en vez de ná o na: írima ye Númenor "bonita es Númenor" (LR:72). Sin embargo en el QL:64 y en Etym. (LR:374), se apunta ná y en Namárië tenemos también esta última en el texto más moderno. Tanto Etym como QL, son anteriores a la Canción de Fíriel, pero Namárië es posterior, así que parece ser que ye tan solo fue un experimento más de la evolución del Quenya de Tolkien. En la Canción de Fíriel vemos también una terminación para "es/está" en -ië, añadido a los adjetivos y desplazando a las vocales finales: así, en esta canción tenemos márië "(ello) es bueno", derivado del adjetivo mára "bueno". Esta terminación está muy relacionada con la palabra ye. No creo que el sistema de utilización de la terminación -ië "es/está", sea válido para el estilo Quenya de LotR, y no recomendaré su uso. El final -ië tiene otras funciones en el Quenya moderno.

Otro sistema que puede ser válido: no usar ninguna cópula. Simplemente yuxtaponer el nombre y el adjetivo, dando "es/está" por entendido: Ilu vanya "el Mundo (es) bello" (Canción de Fíriel), maller raicar "carreteras (son) curvas" (LR:47). La fórmula "A brilla más allá de B" = "A es tan brillante como B", referida más atrás como "A (ná)calima lá B" en VT42:32. Como se sugiere por los paréntesis, ná se puede omitir. El ejemplo malle téra "una carretera recta" mencionado más atrás, también podría interpretarse como "una carretera (es) recta", si el contexto lo permite. La versión final de la traducción que Tolkien hizo de la Salve, publicada en Enero de 2002, está desprovista de cópulas: Aistana elyë, ar aistana i yávë mónalyo "bendita (seas) tú, y bendito (es) el fruto de tu matriz".

Debemos asumir que la cópula ná, nar, no se limita a la combinación de nombres y adjetivos, sino que también se usa para igualar a los nombres: parmar nar engwi "libros son cosas", Fëanáro ná Noldo "Fëanor es un Noldo" (advierto de pasada que la última forma Quenya del nombre Fëanor, es Fëanáro; Fëanor es una forma "híbrida" Quenya-Sindarin, que se usaba en la Tierra Media después de su muerte). Vemos otra vez que se puede mantener el significado sin necesidad de conservar la cópula: parmar nati, Fëanáro Noldo.

CONCORDANCIA ADJETIVAL EN NÚMERO:

Los adjetivos Quenya deben concordar en número con el número que describen. Esto es: si el nombre es plural, el adjetivo debe ser plural; si el adjetivo describe a varios nombres también debe ser plural, aunque cada uno de esos nombres será singular. Esto es así también en español, y no nos debe extrañar que Tolkien hiciera concordar a los adjetivos en un lenguaje altamente declinable como este.

No tenemos ejemplos de lo que podría pasar si un adjetivo tuviera que concordar con un nombre en la forma dual (o con un nombre en partitivo plural terminado en -li). Aunque generalmente se asume que no hay formas especiales de los adjetivos para el dual y el partitivo plural, sino solo para el plural (¿o deberíamos decir el "no singular"?)

¿Cómo se construye entonces la forma plural de los adjetivos? Por los ejemplos que tenemos disponibles, vemos que Tolkien experimentó con varios sistemas a través de los años. En las fuentes más antiguas, los adjetivos terminados en -a forman sus plurales añadiendo el final -r, así como los nombres lo hacen en -a. Por ejemplo: el mapa más antiguo del mundo imaginario de Tolkien (descrito como un barco imaginario), incluye una referencia a i Nori Landar. Esto evidentemente significa "las Tierras Anchas" (LT1:84-85); el adjetivo landa "ancho" aparece en Etym, entrada LAD. En LT1:85, Christopher Tolkien sugiere la traducción "Las Grandes Tierras". Aquí el nombre plural nori "tierras" se describe con el adjetivo landa "ancho" (otro ejemplo de un adjetivo atributivo siguiendo al nombre), y como el nombre es plural, el adjetivo toma la terminación plural -r para concordar con él. Este sistema que tienen los adjetivos para formar el plural, era aún válido después de 1937 o un poco antes; ya hemos señalado el ejemplo maller raicar "carreteras (son) curvas" de LR:47, donde el adjetivo raica "curva" (enumerado por él mismo en LR:383), es plural en concordancia con maller.

Sin embargo, este sistema no es recomendable a la hora de escribir; la evidencia demuestra que en el estilo LotR ya se abandonó. Tolkien de alguna manera, recuperó del pasado y revivió un sistema que habría usado en su primer "Qenya", para el primer poema que escribió: Narqelion de 1915-16. En este poema, los adjetivos acabados en -a forman sus plurales por medio de la terminación -i. Por ejemplo, la frase sangar úmëai, que aparece en este poema, aparentemente significa "multitudes grandes" = "grandes multitudes"; el adjetivo úmëa "grande" se enumera en el primer QL (QL:97), aunque en el Quenya moderno la palabra úmëa significa "maligno". Más tarde Tolkien introdujo una complicación añadida: los adjetivos terminados en -a tienen su plural en -ai tan solo en el Quenya arcaico. En el Quenya del Exilio, el que hablaban los Noldor después de volver a la Tierra Media, -ai se redujo a -ë al final de las palabras de más de una sílaba (WJ:407; considerando la terminación -vë como representación del arcaico "Q-vai"). Así, mientras la forma plural de quanta "completo" era quantai en las etapas más antiguas del idioma, más tarde se convirtió en quantë. Esta forma ya la hemos visto en algunos ejemplos señalados antes: quentë tengwi "signos completos", donde quanta aparece en la forma plural en concordancia con tengwi "signos" (VT39:5).

Hay un caso especial a considerar: los adjetivos terminados en -ëa como laurëa "dorado". En el Quenya arcaico su forma plural era laurëai, pero ¿cuándo se convirtió -ai en -e?¿Porqué? Laurëe no fue una forma duradera; para erradicar la molesta combinación de dos -e`s concomitantes, la primera se convirtió en i. Así es como la forma plural de laurëa en el Quenya del Exilio aparece como laurië, como en la primera línea de Namárië: Ai! laurië lantar lassi súrinen... "Ah!, doradas caen las hojas en el viento...!" (el adjetivo va en plural en concordancia con el nombre al que describe: lassi "hojas").

Los adjetivos terminados en -ë, parecen comportarse como la mayoría de los nombres con la misma forma: -ë se convierte en -i en el plural. No tenemos muchos ejemplos, pero la frase luini tellumar "bóvedas azules" en la versión en prosa de Namárië, parece incorporar la forma plural de un adjetivo: luinë "azul" (actualmente no se encuentra con esa forma, pero como se observó antes, axisten muchos adjetivos-colores, terminados en -ë). Aún más, En Etym Tolkien llama la atención acerca del adjetivo maitë "cercano", que tiene como forma plural a maisi (LR:371). Evidentemente, aclararemos esta forma plural antes de pasar a otro punto: estos adjetivos acabados en -itë, tienen sus formas plurales en -isi, la consonante t se convierte en s ante la i. Esta idea particular parece haber surgido más tarde: en una fuente posterior a LotR, Tolkien escribió hloníti tengwi, y no hlonísi tengwi "signos fonéticos" (WJ:395). Por eso quizá la forma plural de maitë pudiera ser simplemente maiti.

Algunas formas plurales de adjetivos terminan en una consonante, como firin "muertos", aunque no hay demasiados ejemplos para guiarnos. Tradicionalmente se asume que forman sus plurales terminados en -i, tal y como hacen los nombres con esa forma, y eso parece lo más razonable.

Por eso, "muertos hombres/hombres muertos", podría ser firini neri. Si se puede levantar algún argumento en contra de esto, será que los adjetivos terminados en -in, parecen ser formas acortadas de los adjetivos más largos terminados en -ina. Como se apuntó más atrás, Tolkien definió el adjetivo que significa "abierto, libre, claro (de la tierra)", como latin(a), indicando dos formas: latin y latina. La forma plural de latina debería ser latinë, antiguamente latinai. Pero, ¿qué pasa con latin? Si tan solo fuera una forma acortada de latina, la forma plural ¿sería latinë en vez de latini? No podemos estar seguros; en los ejercicios que siguen al final de la lección, me he ceñido a lo que está tradicionalmente aceptado, usando los plurales terminados en -i.

Los adjetivos que acaban en consonante son, de cualquier forma, muy raros, por eso es incierto que pongan en peligro la calidad de nuestros propios textos Quenya.

¿En que posiciones concuerdan en número los adjetivos? Ejemplos comprobados como el ya señalado luini tellumar "bóvedas azules", parecerían indicar que un adjetivo atributivo delante de un nombre, muestra concordancia. También lo hace un adjetivo atributivo siguiendo a un nombre; en Markirya tenemos: i fairi nécë "los pálidos fantasmas" (néca, plural nécë "vago, difuminado, indefinido, difícil de ver", etc., MC:223). Un adjetivo separado del nombre al que describe, también concuerda en número, como lauréa "dorado" aparece en la forma plural laurië en la primera línea de Namárië: laurië lantar lassi "doradas caen las hojas" (en la prosa Namárië, es: lassi lantar laurië "hojas caen doradas"). De los adjetivos predicativos también tenemos pocos ejemplos. En alemán, los adjetivos atributivos concuerdan en número, pero los predicativos no. El viejo ejemplo maller raicar "carreteras/caminos (son) curvos/curvados/con curvas" en LR:47, indicaría que en Quenya, los adjetivos concuerdan en número también cuando son predicativos. En el Quenya más moderno, se puede leer maller(nar) raicë, desde que Tolkien cambió las reglas para la formación de los plurales de los adjetivos.

Para resumir, concluiremos que los adjetivos concuerdan en número con los nombres que describen "en cualquier circunstancia" (ya estén delante, detrás, separados del nombre, ya sean distributivos o predicativos). Hay unos cuantos ejemplos aunque no demasiado fiables. El apéndice E del ensayo Quendi y Eldar de 1960, contiene varios ejemplos del "buen funcionamiento" del plural de los adjetivos atributivos usados con el nombre plural tengwi "signos", recuperando varias frases usadas por los antiguos lingüistas Elficos, cuando intentaban analizar la estructura de su lengua (como ya hemos dicho antes, aquí no vamos a necesitar conocer el significado exacto de esos términos). Junto con hlónti tengwi "signos fonéticos" y quantë tengwi "signos completos" ya señalados (WJ:395, VT39:5), tenemos racinë tengwi "signos desheredados" y penyë tengwi "signos inadecuados" (VT39:6; el singular de este último penya tengwë "un signo inadecuado", está comprobado en VT39:19). En estas frases, los adjetivos hlonítë "fonético", quanta "completo", racina "desheredado" y penya "inadecuado", asumen sus formas plurales concordando perfectamente bien con tengwi "signos, elementos, sonidos". Tanto bueno! Volvemos entonces al borrador del material del apéndice E de Quendi y Eldar. Aquí Tolkien no permitió la concordancia en número de los adjetivos, y tenemos frases como lehta tengwi "libres, elementos liberados", sarda tengwi "sonidos difíciles" y tapta tengwi "elementos sobrantes" (VT39:17). Deberían ser así: lehtë tengwi, sardë tengwi, taptë tengwi, pero no se encuentran estas formas. Al menos, aceptaremos que hay varias clases de adjetivos, unos concuerdan en número y otros no (y creo que esto es lo más cercano a la realidad), parece que Tolkien en el boceto del material, empleó un sistema por medio del cual, un adjetivo atributivo colocado inmediatamente delante de su nombre, no concuerda en número con él. Aunque en el apéndice definitivo parece ser que introdujo la concordancia también en esa posición, y por eso tenemos el ejemplo quantë tengwi en vez de (?)quanta tengwi significando "signos completos". La gramática élfica se pudo aclarar y cambiar rápidamente en el momento en que Tolkien hizo sus revisiones, así que no deberíamos sorprendernos de todo esto.

La última versión del poema Markirya, la que piensa Christopher Tolkien quesu padre en algún momento de la última década de su vida (1963-73), es también reveladora. En la frase "torres caídas", Tolkien escribió primero el adjetivo atalantëa "ruinoso, derribado" en su forma plural atalantië, tal y como era de esperar. Luego, de acuerdo con lo que dice su hijo, cambió misteriosamente atalantië al singular (o a alguna forma declinada) atalantëa, aunque el nombre adyacente "torres" seguía en plural (MC:222). De nuevo parece estar experimentando con un sistema mediante el cual, los adjetivos atributivos inmediatamente delante del nombre al que describen, no concuerdan en número con él, sino que figuran con sus formas no declinadas. Un sistema parecido se advierte en los escritos Westron, la "Lengua Común" de la Tierra Media (una lengua de la que solo hizo un boceto). ¿Consideró quizá el autor introducir también en el Quenya una especie de sistema "parpadeante"?

Sin embargo, lo que yo recomendaría es la absoluta concordancia en número de los adjetivos. En LotR, Namárië, tenemos la frase lintë yuldar "corrientes rápidas", y en la traducción interlineal en RGEO:66, Tolkien apunta directamente que lintë es un adjetivo plural. Aceptaremos pues, que lintë representa al viejo lintai, la forma plural del adjetivo linta. Si un adjetivo atributivo que va inmediatamente delante del nombre al que describe no concuerda en número con él, "corrientes rápidas" debería haber sido (?)linta yuldar. La fuente en la que Tolkien explicó que lintë era una forma plural, se publicó durante su vida, posiblemente como una nota añadida a la última versión de Markirya. Su decisión final por lo tanto, parece haber sido que los adjetivos deben concordar en número con sus nombres, incluso cuando el adjetivo aparezca inmediatamente delante del nombre. Sospecho que pasaría muchas noches en vela, considerando cuidadosamente los pros y contras de esta importante cuestión.

NOTA ACERCA DE LOS ADJETIVOS USADOS COMO NOMBRES:

Como ya se ha descrito, Tolkien en cierta etapa decidió que los adjetivos terminados en -a tuvieran sus plurales terminados en -ar (si se usaban como nombres), porque en algunos casos se declinaban como nombres. Dejó instaurado que,en vez de decir penyë tengwi "signos inadecuados", los Elfos se podían referir simplemente al penyar de "algunos inadecuados" (usando(el adjetivo)penya como nombre técnico; VT39:19). Uno de los ejemplos más conocidos lo proporciona el adjetivo vanya "amable, maravilloso"; este podría tener su forma plural en vanyë (p.e.: vanyë nissi "mujeres maravillosas"). No obstante, el adjetivo vanya, se puede usar también como nombre: un Vanya o un Gentil, palabra usada para describir a cierto miembro del Primer Clan de los Eldar, por lo que deducimos que el Clan completo se definía como los Vanyar, tal y como aparece en Silm, capítulo 3: "...los Vanyar eran (de Ingwë) la gente; son los Elfos Gentiles...". Usando otro adjetivo: "maravilloso", en Quenya vanima, Treebeard (Bárbol) empleó otro plural con estilo de nombre, cuando saludó a Celeborn y Galadriel como a vanimar "los maravillosos" (traducido en Cartas:308).

Los adjetivos terminados en -ë, deberían tener sus formas plurales terminadas en -i si se usan como nombres, ya que la mayoría de los nombres terminados en -ë también tienen -i como terminación de sus plurales.

Sumario de la Lección Cuatro:

Los adjetivos son palabras que se usan para describir cualidades como "alto, maravilloso". Se pueden combinar con los nombres, formando frases como "(un/el) libro rojo", "hombres altos", donde los adjetivos "rojo" y "altos", describen a los nombres "libro" y "hombres"; este tipo de adjetivo se llama atributivo. Pero también se pueden formar oraciones como "el libro es rojo" o "los hombres son altos", donde el punto principal de la oración queda adscrito a cierta cualidad de un nombre determinado; aquí el adjetivo se usa como predicado. En algunos casos, se usan cópulas como "es/son" (en los ejemplos), para dejar clara la relación entre el nombre y el adjetivo. Algunos idiomas lo hace sin la cópula (como sería escribir "el libro rojo"), y esto parece estar también permitido en el Quenya, a pesar de que, la cópula concreta ná "es/está", o nar "son/están", también se usa.-_La mayoría de los adjetivos en Quenya, terminan en vocal -a, y algunos también en -ë; los únicos que terminan en consonante, son unos cuantos que acaban en -in (aparentemente la forma corta de -ina). Los adjetivos Quenya concuerdan en número; si un adjetivo describe a un nombre plural o a más de un nombre, el adjetivo deberá ir también en plural. Los adjetivos terminados en -a, forman sus plurales acabados en -ë (el viejo -ai); advertimos que si el adjetivo termina en -ëa, su forma plural será -ië para evitar una terminación -ëe). Los adjetivos que terminan en -ë forman sus plurales acabados en -i; de los pocos adjetivos que terminan en -in no hay muchos ejemplos, pero asumiremos que para sus plurales se les añadirá una terminación en -i.

VOCABULARIO:

Excepto por las dos primeras palabras, todas las demás son adjetivos. No te preocupes de las otras palabras que aparecen en los ejercicios que siguen; aquellas que ya has memorizado cuidadosamente, siguiendo las instrucciones de la Lección Dos:

Neldë: "tres"

Ná: "es/está" (nar: "son/están")

Vanya: "maravilloso, gentil"

Alta: "grande" (=usado en sentido físico)

Calima: "brillo"

Taura: "poderoso"

Saila: "sabio, prudente" (usaremos esta forma más moderna que sustituye a la antigua saira)

Úmëa: "malvado, maligno"

Carnë: "rojo" (sospechamos que el Católico Devoto Tolkien pensaba en los cardenales con sus rojas vestiduras; la palabra italiana earne "(roja) carne", también tiene su importancia en esto)

Minquë: "blanco"

Morë: "negro"

Firin: "muerto"

EJERCICIOS:

1. Traducir al español:

A. morë rocco

B. calimë hendu

C. neldë firini neri

D. vanyë aiwi

E. tári ná taura nís

F. I oronti nar altë

G. Aran taura (dos posibles traducciones)

H. I nér ar i nís sar sailë

2. Traducir al Quenya:

I. La puerta blanca

J. Un barco grande

K. El suelo es rojo

L. Una piedra negra y tres piedras blancas

M. Los reyes prudentes son hombres poderosos

N. El hombre poderoso y la mujer maravillosa son malignos

O. Los Elfos son maravillosos

P. Los Elfos son gente maravillosa


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