El nombre, en Quenya, tiene el significado de “Agua Fragante”.
Lago fluvial que formaba el río Nunduinë al descender desde las tierras altas centrales de Mittalmar hacia Nísimaldar. Medía unos veinte kilómetros de este a oeste y en su punto de mayor anchura unos ocho; su extensión aproximada era de 80 kilómetros cuadrados. Era la puerta de entrada al paraíso de Nísimaldar, y desde sus orillas ya se podía apreciar la embriagadora fragancia que venía desde sus bosques.
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