Grupo o especie asociado: Elfos

Autor: J.R.R. Tolkien

Fecha: 1915

Lengua(s): Quenya Primitivo

Obra(s) relacionada(s): Qenyaqetsa: The Qenya Phonology and Lexicon together with The Poetic and Mythologic Words of Eldarissa

Otros Nombres: Quenya primitivo, Lindarin, Cweneglin, Cwedhrin, Eldarissa.

Qenya (o Quenya primitivo) es el nombre original que J.R.R. Tolkien dio a la forma más temprana de la lengua de los Altos Elfos, la cual evolucionaría gradualmente hasta convertirse en el Quenya que conocemos en El Señor de los Anillos

La creación de esta lengua se remonta al menos a 1915, con la compilación del "Léxico Qenya", siendo por tanto anterior al desarrollo completo del legendarium, aunque se utilizó en paralelo con la escritura de El Libro de los Cuentos Perdidos poco después. Tolkien, de hecho, afirmó que su mundo secundario fue creado en gran medida como un hogar para sus lenguas inventadas, siendo la inspiración fonoestética del finlandés particularmente notable en las etapas iniciales del Qenya, más que en sus desarrollos posteriores.

En las primeras concepciones mitológicas, el Qenya (como otras lenguas élficas) se clasificaba como "oromëano", derivado de la lengua enseñada por el Vala Oromë a los Quendi. Era el idioma de la Primera Tribu élfica, los Lindar (que luego serían los Vanyar), y por ello también se le llamaba Lindarin. Los Gnomos (Noldor tempranos) la conocían como Cweneglin o Cwedhrin. Otro nombre registrado es Eldarissa, glosado como "lengua de los Eldar".

A lo largo de la vida de Tolkien, la lengua alta élfica experimentó una continua evolución. Algunos lingüistas y estudiosos tolkienistas usan deliberadamente la grafía "Qenya" (sin 'u') para distinguir esta fase temprana de la posterior "Quenya". Señalan que el Qenya temprano mostraba diferencias fonológicas que posteriormente fueron eliminados de las reglas fonológicas del Quenya. También se observa que el Qenya inicial presentaba influencias y préstamos más evidentes de lenguas del mundo real, y que el idioma tendió a estabilizarse en cierta medida después de 1940.

La diferencia ortográfica entre Qenya y Quenya se debe a una decisión posterior de Tolkien. Originalmente, escribía el sonido [k] simplemente como 'q', pronunciándose siempre [kenya]. Al escribir El Señor de los Anillos, optó por la grafía 'qu' (y reemplazó 'k' por 'c' en general) por razones principalmente estéticas, buscando darle al Quenya un aire de "latín élfico", sin que esto alterase la pronunciación. 

No obstante, la distinción terminológica entre "Qenya" y "Quenya" ha sido criticada por algunos como artificial, argumentando que ignora la continuidad y evolución gradual del idioma, ya que Tolkien no parece haber dividido su concepción en etapas claramente definidas.