Primer Ataque a Amon Sûl

Alrededor del año 1356 de la Tercera Edad, tuvo lugar el Primer Ataque a Amon Sûl, la Cima de los Vientos, un evento que marcó el inicio del largo conflicto conocido como la Guerra de Angmar.

En ese mismo año, Argeleb I, rey de Arthedain, había comenzado a fortificar las Colinas del Viento para defender su reino. Sin embargo, cayó en batalla precisamente en 1356 T.E., enfrentándose a las fuerzas combinadas de los reinos hostiles de Rhudaur y Angmar. 

Tras la muerte de su padre, su hijo Arveleg I logró repeler a los enemigos y expulsarlos de las Colinas, contando para ello con la ayuda crucial de sus aliados de Cardolan y Lindon. Como resultado de esta defensa, Arthedain y Cardolan consiguieron establecer y mantener una frontera defensiva a lo largo de las Colinas del Viento, el Gran Camino del Este y el curso del río Mitheithel (Fontegrís). Esta línea defensiva demostró ser aparentemente efectiva, ya que Angmar desvió posteriormente su atención y esfuerzos militares hacia el este, centrando sus ataques en Rivendel, lo que llevaría al Segundo Asedio de Imladris. 

Las marcas de las fortificaciones construidas por Argeleb I en la Cima de los Vientos perduraron a través de los siglos, siendo todavía visibles en el camino que Aragorn y los hobbits siguieron durante la Guerra del Anillo, más de mil seiscientos años después.