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GENERAL
pero querer es poder!!!! (19 de Enero de 2005, a las 11:54)
Bueno....ayer parece que la musa decidio visitarme, asique aqui teneis mi primera colaboracion!!!! Espero que os guste un poquito aunque sea!!!
Acordamos que la primera en bajar sería la Señora de Bolsón, de este modo ella podría avisarnos si alguien se acercaba. Sin duda, una hobbit descendiendo por una sábana en plena noche llamaría menos la atención que una elfa o una mujer. Ni siquiera a Gandalf le extrañaría demasiado, él los conocía mejor que nadie. Y yo lo sabía bien, pues solía contarme muchas historias cuando nos reencontrábamos tras sus viajes a la lejana Comarca. “Son unas criaturas increíbles, Lalaith- decía con una sonrisa en los labios- capaces de hacer cosas de lo mas inesperadas, tanto que a menudo lo son incluso para ellos mismos”.
Y la señora de Bolsón lo demostró esa noche de varias maneras, formando parte de nuestra “compañía” y descendiendo desde aquel balcón con una facilidad pasmosa!! Se deslizaba por las sábanas igual que una araña por su propia seda.
Un instante después pudimos escuchar un sonido que imitaba la llamada de un autillo. Esa era la señal, no había nadie que pudiera vernos. Había llegado el momento de bajar. Una a una fuimos bajando, me precedieron Ithilien, seguida de Elfa Arwena. La última en bajar fue Arwen Undomiel, para minimizar el riesgo de que alguien entrara en sus aposentos y encontrara a alguien que no fuese ella.
Una vez que nos encontramos en el jardín, optamos por seguir la ruta que habíamos planificado. Nuestro recorrido discurriría lo mas alejado posible de las grandes salas y las habitaciones, adentrándonos en las frondosas arboledas, hasta cruzar el puente y salir así, ocultas entre las sombras, del valle de Rivendel. Atravesamos los jardines sin toparnos con nadie, escuchando los maravillosos cantos élficos en la distancia. Al llegar al puente volvimos la vista atrás y a todas nos invadió cierta nostalgia. Era, sin duda, un lugar hermoso. También lo eran la tranquila Comarca, la imponente Ciudad Blanca, y la mágica Lothlorien. Pero Imladris tenía algo especial, el Último Hogar de los elfos, el Último Refugio. Emanaba sabiduría, sus paredes rebosaban de historias, y desearon poder permanecer allí para escucharlas, sentadas junto al fuego, en un lugar que el mal no podría alcanzar. Pero ahora les tocaba a ellas forjar su propia historia, que comenzó en el momento en que volvieron la vista a las lejanas montañas y emprendieron el paso.
La primera sorpresa del viaje no se haría esperar.
-Alguien anda cerca –susurró la señora de Bolsón- y, a juzgar por el crujido de las ramas bajo sus pies, no se trata de un hobbit!!
-Desde luego sería algo improbable, aunque dada la insensatez que os caracteriza, tal vez alguno haya decidido salir a explorar el valle bajo la luz de la Luna- añadió Elfa Arwena.
-Al menos una cosa está clara, no pone mucho cuidado en ocultarse –comentó Ithilien- incluso los humanos somos muy silenciosos si la situación lo requiere.
-Podría ser un elfo que salió a cantarle a Elentári- dijo Lalaith con la mirada perdida en las estrellas- yo suelo hacerlo a menudo. Sin embargo algo me dice que no es así, siento una presencia poderosa cerca.
-También yo lo he sentido –dijo Arwen Undomiel- mas no me inspira ningún temor. Me acercaré a esos árboles, tal vez logre ver algo.
No había dado aún un paso cuando una cegadora luz brilló ante ella. Nadie supo que hacer, estaban paralizadas. Poco a poco la luz fue haciéndose más tenue, dejando entrever una figura humana, pero mucho mas grande y poderosa que cualquier mortal.
Entonces supieron que se encontraban ante algo sobrenatural, un ser más allá del bien y del mal, de la vida y la muerte. Ante sus ojos, a medida que la luz fue atenuándose, apareció un Vala.
Arwen Undomiel y Elfa Arwena le reconocieron al instante, era el mismo que se les había aparecido en sueños. Ithilien y la señora de Bolsón no sabían con exactitud de quien se trataba, pero pudieron percibir su buena voluntad y una sensación de paz que las embargaba. Para Lalaith no fue difícil reconocerlo. Ella, como todos los elfos, amaba la naturaleza, pero las aves siempre fueron su pasión, y, por encima de todas, los Señores de los Vientos, mensajeros del gran Vala que habita en la cumbre de Taniquetil. Le había imaginado miles de veces, y de pronto allí estaba, ante sus ojos.
Era Manwë, el Señor de las grandes Águilas.
Bueno, esto ha sido todo lo que mi pobre cabecita ha sido capaz de hacer.
Laitalë mellon!!!
Lalaith_Stormcrow  (Elfo Noldo)
Montaraz (463 mensajes)
 "Y se perdió,confudiéndose con el bosque,aquel que la vio nacer. Todo porque aquellos ojos, una fría noche de invierno, se cerraron para siempre y nunca más la miraron"
El Señor Oscuro tiene Nueve. Pero nosotros tenemos Uno, más poderoso que ellos: el Caballero Blanco. Ha pasado por las pruebas del fuego y el abismo, y ellos le temerán. Iremos a donde él nos conduzca.
Co-fundadodra de L.H.D.L.N.C.S.R. y máxima aspirante a pertenecer también al clan N.R.A.R.Q.V.A.M. :P
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