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Reflexiones de un mago
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De nuevo, Ian McKellen ha actualizado su "Libro Gris" con nuevas experiencias y reflexiones de su participación en el rodaje de estas películas, en las que (vaaale, todos lo sabemos ya) interpreta al mago Gandalf. El artículo (disponible aquí) es bastante extenso, así que mostraré aquí las partes más importantes o más novedosas. Al margen del comentario del primer capítulo del libro ("Una reunión muy esperada"), que al parecer se ha visto muy reducido para la película, el texto se centra en la descripción física que están creando para el personaje. Al parecer, la barba de Gandalf ha dado más problemas de lo que se podría suponer. "En la primera prueba, la barba era demasiado larga y engorrosa para un hombre de acción como Gandalf - siempre está corriendo y cabalgando y moviéndose. No quería una barba que se me enredase con vida propia en cuanto soplase el viento.[...]" "Para la segunda prueba, la barba fue cuidadosamente recortada por Peter Owen, quien nunca había confiado demasiado en ella ni en los pelillos que escondían mis mejillas. Una vez recortada, pude captar un destello de la austeridad del viejo mago. Sonreí y ensayé un poco como Gandalf, el amigo de los Hobbits que admira su espíritu y sociabilidad." "Peter Jackson sugirió un bigote más fláccido. De pronto, me parecía a un doble del Maharishi (líder espiritual de la india, N. del T.) de los Beatles. Así, las cejas, más que fiables a la descripción de Tolkien, se quedaron más finas y cortas. El viejo gurú estaba todavía ahí, pero no podrías asegurar que fuera él. Al fin, Ngila Dickson me puso el picudo sombrero azul-grisáceo del mago en la cabeza. Aparte del azul, recordé la bufanda plateada que lleva en l libro. De algún modo, se había pasado por alto o se había eliminado. De todas formas, hasta que no leí esa parte no la había echado de menos. Y hay una cosa que hay que sopesar: ¿Qué necesidad tiene un hombre con un paraguas por sombrero y un cálido abrigo de una bufanda? El libro empieza en otoño. Pero estamos filmando en verano.[...]" Poco más podemos sacar de este artículo, salvo que McKellen parece realmente impresionado de la actitud de Peter Jackson: Sabe que está metido en algo que ha calificado de "la mayor empresa cinematográfica, tanto en tecnología como en logística", y sin embargo, su ánimo no decae en ningún momento. Un punto para Jackson.
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