El Señor de los Ladrillos

19 de Mayo de 2003, a las 00:00 - Jose Sáez
Grandes parodias - Chistes, parodias, humor gráfico :: [enlace]Meneame

Capítulo III



En donde se trata de los fantafticos sufesos que ocurren a Flojo Bolsero y sus amigos, de como tropiefan con una criatura mopnftruosa y de como luchan valientemente hafta derrotarla, difcutiendo pofteriormente refpecto a la diftribución del botín y del futuro que les aguarda mas adelante, y de como ellof llegan a la Posada del Burro Pisador en la no tan lejana ciudad de Brea.

Ehm, bueno en realidad este capítulo se trata de eso mismo, así que no lo voy a escribir. Estaría de mas. Sigamos con el siguiente.


Capítulo IV



En muchos libros, historias y películas siempre existe una posada donde el protagonista puede ir a refugiarse, descansar, beber un trago y de paso, enterarse de las últimas noticias.

También en muchas de esas ocasiones, o mas bien digamos, casi inevitablemente, el protagonista termina agarrándose a mangazos con un gigantón barbudo que no le deja beber su trago debido a que no le pareció adecuada la distribución de sus rasgos fisonómicos y decidió modificarla de manera artesanal.

Por lo general esto lleva a una gresca de proporciones magníficas, en la cual el protagonista no sufre ningún rasguño, pero el bar o posada termina hecho añicos.
Si yo fuera una empresa de seguros, no ofrecería jamás una póliza a un bar.

Bueno, pero este no era el caso. La posada del "Burro Pisador" se caracterizaba especialmente porque ninguno de sus parroquianos jamás levantaba una mano contra otro. Esto, porque la mayoría de los clientes solían encontrarse tan ebrios que dificilmente podrían haber levantado alguna parte de su cuerpo contra alguien mas.

El lugar en sí era propiedad de un hombre llamado Trigalillo Hipercolesterolémico, un hombre gordo y muy activo, cuya principal labor era barrer restos de contenido gástrico depositados de manera mas o menos artística por sus clientes en el piso del local.

Así que el olor que existía en el Burro Pisador era una rara fragancia fruto de la noble cruza entre alcohol, frituras, vómito, excusados tapados y clientes que no se bañaban desde que aprendieron a caminar por su cuenta. Un par de buitres que entraron por equivocación en una oportunidad salieron dando arcadas. Incluso las moscas rehusaban entrar, si es que no se encontraban bien ocultas dentro de algún cliente.

- Bien, aquí estamos. - Dijo Flojo. Lo cual era una aseveración bastante tonta, porque era obvio que estaban ahí, y a que por lo general nadie dice "allí estamos" a menos que esté realizando un viaje astral o cualquier actividad que implique separar la cabeza del cuerpo. Así que podemos considerar esta frase como inexistente.

- La posada del Burro Pisador -respondió Pippin mientras espantaba las moscas que intentaban introducirse en cualquier orificio disponible de su persona - ¿ Qué se supone que haremos aquí ?

- Encontrarnos con Gandulfo... Dijo que nos vería acá debido a que tenía asuntos importantes que hacer en otros lados.

[ Hacemos un salto de imágen rápido para mostrar a Gandulfo durmiendo la mona en la casa de Flojo, en Barril Cerrado, sin mostrar la menor intención de ir a la posada en Brea]

Mientras tanto, uno de los clientes contemplaba fijamente a los rabitts. Su aspecto sugería que era el único que no estaba ebrio de los allí presentes. Permanecía absolutamente quieto, y sólo movía los ojos a la manera de los camaleones. Fijaba su atención en Flojo, y sobre todo, en el bolso de cuero cuadrado que este llevaba al cuello.
Flojo se acercó al mesón y se dirigió a Trigalillo Hipercolesterolémico.

- Eh, caballero... ehm, disculpe, pero yo y mis amigos necesitamos hospedaje...
Trigalillo miro a Flojo de arriba a abajo. Luego lo volvió a mirar en dirección inversa. Posteriormente lo miró de lado a lado y luego en diagonal. Flojo comenzó a marearse.

- ¿ Son ustedes.... rabbits ? - preguntó Trigalillo.

- No, somos Enanos y andamos de incógnito - respondió Flojo, algo picado.
Trigalillo lo miró pensativo un par de segundos, considerando la posibilidad de que en realidad fueran Enanos, pero luego desechó la idea. No llevaban barbas, ni lámparas, ni picotas, y ninguno de ellos entonaba el "hey-ho, hey-ho, vamos a trabajar" tan característico.

- No hay necesidad de ser agresivos - replicó Trigalillo - sabía que iban a venir, puesto que Gandulfo me envió un mensaje.

- ¿ Puedo ver el mensaje ? A lo mejor sabremos que es lo que desea Gandulfo.

- Por supuesto.... acá está...

El mensaje decía lo siguiente:


"Trigalillo:

Van unos rabbits.

Gandulfo"


- Vaya.

- Tan comunicativo como siempre - repuso Sam.

- ¿ Pero no habrá algun mensaje oculto en la nota ? - preguntó Merry.

- ¿ Mensaje ? Como quieres que haya un mensaje, si hay cinco palabras solamente !!! - contestó Flojo.

- Pues... no sé.... a lo mejor si lo leemos al revés...

- "¿ ollilagirt nav sonu stibbar, ofludnag ?"

- No tiene sentido.. a lo mejor es un hechizo, y hay que hacer gestos con las manos...

- A lo mejor es un anagrama, si ordenamos las sílabas puede salir una frase...

- Yo creo que es un telegrama, y el viejo amarrete no quiso gastar plata en mas palabras...

- ¡ basta ! - exclamó Flojo - mejor pidamos nuestras habitaciones y esperaremos con calma a que llegue Gandulfo. No debemos llamar mucho la atención.

Y diciendo esto, dio media vuelta y se dio de bruces contra la barra del bar, botando catorce botellas, un set de cristalería procedente de Brimp, dos juegos de servicio de hierro forjado y una cantidad indeterminada de ánforas de greda con diversos contenidos.
El estruendo fue tal que hasta uno de los clientes que estaba muerto -literalmente- levantó la cabeza para mirar a Flojo, antes de volver a morir. Tres hadas que pasaban por las afueras del pueblo tuvieron que taparse los oídos, y los sismógrafos localizados a 500 kilómetros detectaron las vibraciones producidas.

Y también un grupo de Jinetes Oscuros...

Ya anochecía cuando los Jinetes se detuvieron por primera vez siguiendo las órdenes de su líder. Este con un solo gesto, frenó a su caballo, y con voz sombría. proclamó:

- "Me duele la guata. Deben haber sido los porotos que comimos en el camino. Voy a ir detrás de las matas y vuelvo".

El resto de los jinetes contempló como su líder se marchaba altivamente, siguiendo el llamado de la naturaleza.

Sin embargo, regresó rápidamente, como impulsado por un oscuro deseo.

- " ¡ El Libro ! ¡ Necesito el Libro !"

- " Poderoso Maestro " - respondieron al unísono los Jinetes - " ¿ acaso os referís al Necroantieconomicon, el Libro del Fuego Eterno, Portador de los Oscuros Versos de Al-Mohada, Invocador del Espíritu Errante de Cuchulú, y cuya sola mención volvió locos a los Quinientos Héroes del Marmaridón ?"

- " A Aquél me refiero. Necesito de su poder. "

Haciendo una genuflexión, el Segundo de los Jinetes Oscuros tomó cuidadosamente al Libro, el cual venía envuelto bajo los Siete Pliegues del Manto del Poder, Sellado con las Nueve Invocaciones del Rito de Shul-al-Bihasa, protegido por las Veinticuatro Invocaciones del Cántico Sagrado de la Tribu Wanga-Wanga, de quienes se dice que descienden de los Hijos de las Estrellas.

Con gran reverencia, se lo entregó a su líder.

- " Ah " - exclamó aquel - " al fin " - y diciendo esto, se alejó hacia los matorrales.

Cuando regresó, el Libro tenía treinta páginas menos, pero el Líder de los Jinetes se notaba mucho mas aliviado.

Nunca sabremos que oscuro rito se realizó en aquellas lóbregas tierras, pero nunca nadie volvió a aventurarse en ese bosque, por temor a pisar algo húmedo, blando y humeante.

Mientras tanto, en Brea, los Rabbits disfrutaban de la atención de Trigalillo Hipercolesterolémico. Lo que básicamente significaba que éste aún no los echaba a patadas de su establecimiento. Cuando los Rabbits fueron a sus habitaciones, se encontraron con la puerta forzada, y en el interior, al mismo tipo que los había estado mirando fijamente en el bar.

- Córcholis ! - exclamó Flojo. Lo cual no era una exclamación muy original. Perfectamente podría haber sido ¡ Reflautas ! , ¡ Cáspita ! o incluso ¡ Repámpanos ! , pero era la exclamación que Flojo tenía mas a mano y no dudó ni un segundo en hacer uso de ella.

- Silencio, pequeña criatura - le calló el individuo - si acaso no quereis llamar la atención de todos los parroquianos de este tugurio.

- Esta bien, pero yo creo que ya hemos llamado la atención de casi toda la población...

- Oh, si. Aquel tropezón que os habéis dado en el bar debe haber llamado la atención del Enemigo.

- ¿ Del Enemigo ?

- Pues sí... debeis saber que el Enemigo os sigue... Y que yo soy la única esperanza para vuestra salvación. Debéis confiar en mí.

- ¡ Primero debeis contestarme dos cosas ! - exigió Flojo.

- Pues bien, decidme cuáles son...

- Bueno, la primera es " ¿ Quien sóis ?"

- Ah, "quien soy" es una pregunta en verdad difícil. Aquí y allá me conocen sólo como un Vagabundo Errante, pero quienes me conocen mas a fondo me llaman Troncos, el Vagabundo Errante.

- ¡ Venga ! - exclamó Pippin.

- ¿ Perdón ?

- No, que venga, hombre, vale y ya, y se acabó. Pues bien... ya sabemos quien sois...

- Pero aún me queda una pregunta para vuesa merced - interrumpió Flojo.

- Pues decidme, no me tengais en ascuas.

- Pues bien, su señoría, y no tengais a mal la pregunta que voy a faceros, pero vos podéis explicarme... ¿¿¿ PORQUE !@~#&% ESTAMOS HABLANDO TAN COLOQUIALES ???

Troncos miró fijamente a Flojo, y luego respondió:

- Saís que no sé ná porque ´tabamos ablando así chaaaa, logo, pulento, bacánpoh.

- Ah, poh, haberlo dicho anté, chiguaaa - le replicó Flojo, colocando su indice bajo la barbilla en actitud de "te le cayo el casét".

- Chi ! Que wea le pasa a etos giles culecos, ah ? - preguntó Pippin.

- No se que onda loco, pero me tinca que estos weones están hablando en la Florida Lengua del Sur de Santiagolirién. Ón. - respondió Samantha.

- ¡ Con razón ! Ya se me hacía conocido el dulce y musical sonido de la lengua de los Lonyis !

Y así siguieron durante un buen rato, hablando de noticias venidas desde la bella Granjópolis, de la distante Pinttana, y de la indómita Lalegua.

Troncos le relato a los Rabbits que él era el portador del Antiguo Sopapo de Laxur, que había sido roto cuando Laxur se enfrentó al Enemigo en una ardua lucha. Esta culminó en la muerte de Laxur por un estallido de vejiga, al quedar atrapado en una de las celdas de Gordor sin posibilidad de ir al baño.

De alguna forma el sopapo había llegado a manos de Troncos, y el esperaba que se cumpliera la antigua profecía que decía:

    "cuando el Gran Sopapo sea forjado nuevamente
    cuando vuelvan las oscuras golondrinas en tu jardín sus nidos a colgar
    cuando la deuda externa esté completamente pagada
    cuando no hayan hoyos en la carretera panamericana
    entonces, y solo entonces, llegará el momento de apretar cachete"

- Personalmente creo que es una bonita leyenda, pero no se si viviré lo suficiente como para verla cumplida
- opinó Troncos.

- Yo tampoco - respondió Flojo - pero es muy probable que los Elvis si alcancen.

Mientras tanto, y cada vez mas cerca, los Jinetes Oscuros galopaban en medio de la noche. Lo cual era bastante arriesgado y estúpido, ya que dos de ellos ya se habían fracturado un par de costillas siguiendo el conocido mecanismo de dar contra un árbol a cincuenta kilómetros por hora.

Por esta razón, habían pasado del galope desenfrenado a un trotecillo elegante pero mucho mas seguro.

Uno de los jinetes se detuvo y anunció: - debemos reportarnos ante nuestro Señor. Debe estar ansioso de saber si hemos capturado o no al Rabitt. - Y diciendo esto extrajo desde su alforja un pequeño punzón, una tableta de arcilla y escribió un conciso mensaje.

"No hemos visto Rabbits. No hemos visto ningún ladrillo.
Debe ser porque es de noche.

Abrazos,
Sus Jinetes Oscuros"



- Bien, listo. Con esto deberá sentirse más tranquilo.

- Ehr, por casualidad ¿ has pensado como le vas a entregar el mensaje ?

- Ehmmm, bueno, eh, pensaba ir a dejárselo yo mismo, ¿ no ?

- ............... !!

- Eh, si, tienes razón. A ver, espera - y diciendo esto sacó una pequeña paloma mensajera desde un bolsillo de la alforja, y procedió a amarrarle la tableta de arcilla a una pata.

- Vamos, vuela, pequeña ! - exclamó arrojándola al aire.

La paloma dio un par de aleteos y luego cayó al suelo como una... bueno, como una paloma a la cual le hubieran amarrado una tabla de arcilla a una pata.

¿ Mmmmejor olvídalo, quieres ? Los rabbits deben andar cerca, y muy probablemente el Ladrillo debe andar junto con ellos.

Sin embargo, muy lejos, en Gordor, Caurón vigilaba a los Espectros del Ladrillo con su Ojo Rojo.

Nadie tenía muy claro el porqué el Ojo Rojo había sido la enseña de Caurón durante los últimos siglos, pero si tenían muy claro que no se trataba de un episodio de conjuntivitis aguda o que a Caurón le diera por rascarse muy a menudo.

No, el Ojo Rojo vigilaba atentamente desde la Torre de Gordor, y para él, los Espectros del Ladrillo, esto es, los Jinetes, eran también sus ojos y oídos en los territorios de la Tierra Entera.

Caurón había sido el paradigma del villano durante mucho tiempo. Era el prototipo televisivo de lo que podía considerarse un villano. Si caminaba por un calle muy concurrida, la gente se daba vuelta a mirarlo y decía: "¡ Es un villano !" o también "¡ Que malo que es !". Caurón era alto, musculoso, vestía de negro, y solía caminar con un séquito de Espectros torturando a quien se le cruzara si es que era lunes por la mañana o había tenido una mala resaca. Era de de esa gente que le gustaba patear los puestos de los mercaderes, robar princesas, asesinar héroes y mantener dragones hambrientos en el foso del patio para alejar a la gente. Era de esa gente que le daba cilantro a los conejos, así de malo era. Era tan malo que una vez le pegó a su abuelita en la iglesia para el día de las madres. ¡ Era malo !

Y hace mucho tiempo, en realidad mucho mas de lo que puede permitirse cualquier relato que no haya sido escrito por Isaac Asimov, Caurón había mandado a construir los famosos Ladrillos de Poder. Básicamente los había hecho pensando en ocuparlos como armas de guerra, pero posteriormente se había dado cuenta del grado de adicción que producían. Los Reyes de Los Hombres, quienes no tenían nada que ver con Los Reyes De La Colina, habían sucumbido al poder de los Ladrillos, y ahora eran meros espectros bajo el dominio de Caurón.

Bueno, eran tan sólo espectros, pero se vestían bastante cool, de eso no hay duda.



1 2 3 4 5 6 7

  
 

subir

Películas y Fan Film
Tolkien y su obra
Fenómenos: trabajos de los fans
 Noticias
 Multimedia
 Fenopaedia
 Reportajes
 Taller de Fans
 Relatos
 Música
 Humor
Rol, Juegos, Videojuegos, Cartas, etc.
Otras obras de Fantasía y Ciencia-Ficción

Ayuda a mantener esta web




Nombre: 
Clave: 


Entrar en el Mapa de la Tierra Media con Google Maps

Mapa de la Tierra Media con Google Maps
Colaboramos con: Doce Moradas, Ted Nasmith, John Howe.
Miembro de TheOneRing.net Community - RSS Feed Add to Google
Qui�nes somos/Notas legalesCont�ctanosEnl�zanos
Elfenomeno.com
Noticias Tolkien - El Señor de los AnillosReportajes, ensayos y relatos sobre la obra de TolkienFenopaedia: La Enciclopedia Tolkien Online de Elfenomeno.comFotogramas, ilustraciones, maquetas y todos los trabajos relacionados con Tolkien, El Silmarillion, El Señor de los Anillos, etc.Tienda Amazon - Elfenomeno.com name=Foro Tolkien - El Señor de los Anillos