El Señor de los Cuchillos

15 de Febrero de 2005, a las 20:19 - Usagi-cha
Grandes parodias - Chistes, parodias, humor gráfico :: [enlace]Meneame

3. TRES ES COMPAÑÍA

El trío de hobbits llevaba unas horas caminando; se empezaba a hacer de noche, pero la situación ya no pintaba muy bien: Frodo estaba empeñado en andar toda la noche, alegando que los paseos nocturnos por el campo eran muy saludables; Sam aprovechaba que empezaba a oscurecer para acercarse más a su amo sin que este se diese cuenta; y Pippin estaba sumido en sus pensamientos: ¿Por qué Merry le ponía los cuernos con Gandalf? ¿Qué tenía Gandalf que no tuviera él? Él era mucho más atractivo, mucho más cariñoso, por no decir mucho más joven. Llegó a la conclusión de que se merecía a alguien mejor que Merry, y estuvo planteándose seriamente el cogerle la mano a Frodo, hasta que...
-S...Señor Frodo... No puedo más... ¿Pod...? ¿Podríamos descansar... un rato?
-¡Pero Sam, caminar es muy sano, y además te sobran unos quilitos y te hacen perder parte de tu atractivo!
-E... ¿En serio? Bueno, señor Frodo, si insiste...
Así el trío siguió caminando hasta que Pippin se durmió de pie; ante la idea de estar arrastrándolo toda la noche, Frodo y Sam prefirieron acampar.

A la mañana siguiente Frodo despertó con el siguiente panorama: a su derecha estaba acurrucado Sam, que "inconscientemente" (nótense las comillas) se había deslizado en sueños hasta él; sobre él se encontraba Pippin, quien echaba de menos a Merry y había imaginado que quien dormía a su lado era él.
Frodo no sabía cómo quitarse a aquellos dos gays de encima; al final optó por sacudírselos a patadas.
-¡¡¡Venga, hobbits, arriba!!!-gritó Frodo, como si nada hubiera pasado.
Sam y Pippin seguían sin despertar, murmurando "Frodo" y "Merry" respectivamente.
-¡¡¡¡ARRIBA, COÑO!!!!
Los dos hobbits sí que despertaron esta vez, sientiendo un extraño dolor en la zona donde Frodo los había pateado.
-¡Venga, gente, hay que desayunar y largarse!
Efectivamente, desayunaron lo primero que encontraron por el suelo (se les había olvidado llevar comida, lo que demuestra una vez más la estupidez de los hobbits) y se dispusieron a seguir.

Frodo obligó a los otros hobbits a caminar todo el día bajo un sol de justicia y encima con todo el peso que llevaban encima. A la hora de la comida llegaron a una colina desde donde se veía el fin de la Comarca. Allí recolectaron algunos alimentos que encontraron también por el suelo y se los comieron, para después seguir andando.

Al atardecer llegaron arrastrándose a un precioso caminito, en el cual se pusieron a perder el tiempo con las plantas y tonterías que encontraban en sus bordes; Frodo, con su sexto sentido, captó un sonido sospechoso y empujó a sus dos camaradas a unos arbustos. Estos ya se pensaban que Frodo planeaba hacerles lo peor, cuando vieron aparecer por el camino a un horripilante jinete vestido de negro, encapuchado y con un caballo que debía de tener una grave enfermedad, puesto que tenía los ojos inyectados en sangre.
Esta escena horripiló a los pequeños hobbits, que se encogieron en el suelo dispuestos a esperar a que aquella criatura se marchara. Mientras, el jinete iba olfateando el aire, pero al llegar a la altura de Pippin el caballo se encabritó y salió corriendo. Los hobbits, pasmados, salieron de su escondite, y tras pensar un poco Frodo dijo:
-Pippin... Esto... ¿Cuánto tiempo hace que no te duchas?
-Pues... Ahora que lo dices... Creo que un mes o así.

Tras bañar bien a conciencia a Pippin, los hobbits siguieron su camino. Ya era de noche, de modo que Sam y Pippin volvían a plantearse acercarse más a Frodo. Ahora caminaban manteniéndose a distancia del camino y ocultándose todo lo posible. Cada vez el bosque (porque iban por un bosque, por si no lo había mencionado) se fue haciendo más oscuro y tenebroso, y para ahuyentar el miedo (y atraer unos cuantos enemigos de paso) se pusieron a cantar una de las canciones que Bilbo había plagia... inventado.
-¡¡¡¡SOY YOOOOOO, LA QUE SIGUE AQUÍ, SOY YOOOOOOO, TE LO DIIGO A TI...!!!!
-¡¡¡¡MÍRAME Y...!!!!-seguía Pippin, pero Frodo lo calló de una colleja.
-¡Cállate! Creo que he oído algo...
Se detuvieron y se quedaron escuchando en silencio... Tras escuchar durante más de una hora, se empezó a oir un sonido de cascos (de caballo, no de cabeza) que se acercaban.
-¡Escondámonos entre los arbustos otra vez!-sugirió Sam, a quien le había gustado eso de estar escondidito y apretadito junto a su señor Frodo.
-Sí, pero no nos alejemos demasiado; quiero ver si el Jinete es capaz de vernos en la oscuridad-dijo Frodo, que se sentía con ganas de jugar al escondite.
De modo que volvieron a tirarse a unos arbustos cercanos. Aguardaron a que ocurriera algo, y de pronto se fueron escuchando las voces de unos elfos cantando una canción que los hobbits no pudieron entender, y que supusieron estaría en élfico:
-¡¡¡ASEREJÉ, JA, DEJÉ, DE JEBE TU DE JEBERE SEBIUNOUBA, MAJABI AN DE BUGUI AN DE BUIDIDIPÍ...!!!!

El hermoso cántico iba acercándose cada vez más, hasta dejar a la vista un grupo de elfos que cantaban alegremente mientras daban brincos por el camino. Estos seres llevaban hermosas minifaldas en colores de tonos rosados, cabellos largos y normalmente rubios y recogidos en dos trencitas o coletas, y también gustaban de llevar maquillaje, también en tonos rosados, y zapatos de tacones altos.

Sam, a quien siempre le habían fascinado estas criaturas, estaba ahora con la boca abierta contemplando el hermoso color de las ropas de los elfos; Pippin estaba entretenido mirando todos los pares de buenas piernas que se dirigían hacia ellos en aquel momento; Frodo, por su parte, no prestaba atención a los elfos en si, si no que trataba de descifrar la canción que estaban cantando.
Salieron al camino para que los elfos pudieran verlos. Estos no tardaron en darse cuenta de la presencia de los hobbits (olían al sexo masculino, y así siempre sabían cuando había hombres cerca, la raza no les importaba) y se dirigieron a ellos:
-¡¡¡Ooooohhhhhh, mirad que hombrecitos tan monos!!!-dijo la... esto, perdón, el que parecía ser el jefe, y llevaba el cabello más largo, la minifalda más corta y los zapatos con tacón más alto.
-¡¡¡Oooooooohhhhhhh!!!-le respondieron al unísono todos los demás.
-Esto...-empezó Frodo, a quien siempre le había incomodado el comportamiento de los de esta raza-. Estamos viajando solos, y nos gustaría acompañarlas... ¡Quise decir, acompañarlos!, puesto que seguimos el mismo camino que ustedes...
-Mmmmm... No se... ¿Vosotros que decís, chicos?-preguntó el mismo de antes dirigiéndose a sus seguidores.
-¡¡¡¡Sí, por favor, sí!!!!-respondieron todos los demás, que nunca perdían la oportunidad de pasar la noche con cualquier hombre.
-Muy bien, ¡podeis venir con nosotros! Mi nombre es Gildor Inglorion, ¡pero podeis llamarme Gildy!-añadió, con una vocecilla afeminada que hizo escalofriar a los hobbits.
-Em... Muy bien, Gildy... Quisieramos preguntarte... ¿Sabeis algo sobre los Jinetes Negros?-preguntó Pippin tímidamente, ya que los elfos comenzaban a intimidarlo.
-¡¡¡Aaaaahhhh, Jinetes Negros!!! ¡Que horror!-gritaron algunos de los elfos mientras se escondían detrás de alguno de sus amigos y daban saltitos.
-Esto no debemos hablarlo aquí... ¡Vamos, acompañadnos!
Dicho esto, empezaron a caminar, y los hobbits los siguieron.

Viajar con elfos era realmente una experiencia traumática: la mayoría se reunían en grupitos de cinco o seis para discutir sobre quien era la estrella pop más guapa, o sobre productos de belleza, ropa (normalmente femenina), peinados o accesorios para el cabello. Otros simplemente se dedicaban a estrujarte entre sus piernas y las del elfo del otro lado. Pippin tenía sueño, pero no podía adormilarse ante la visión del trasero de un elfo que iba delante suyo contoneándose a cada paso que este daba; Frodo caminaba un poco incómodo, aunque ya había viajado con elfos antes, así que no estaba sorprendido; Sam, junto a él (cómo no), seguía boquiabierto, y no podía dejar de mirar ahora las piernas del elfo de al lado, ahora el trasero del elfo de delante, ahora el peinado del elfo de atrás.

Cuando por fin dejaron de viajar, los elfos se pusieron a preparar la cena mientras los hobbits descansaban, tanto el cuerpo como la mente (después de viajar con elfos necesitas descansar para reponerte de la impresión). Pasado un rato los llamaron, y los hobbits se sentaron frente a una mesa surgida de la nada, donde los elfos habían puesto velas perfumadas, servilletas rosas y platos con adornos florales. Les sirvieron unos manjares exquisitos que ellos mismo habían preparado, como de vez en cuando alardeaban. También les dieron una bebida dorada y burbujeante que ellos llamaban "champagne" y que los hobbits no conocían; les pareció tan deliciosa que Pippin y Sam se bebieron una botella cada uno.
Extrañamente, al cabo de un rato los hobbits empezaron a sentirse muy mareados y somnolientos. Pippin se durmió directamente, y un grupo de elfos se lo llevaron corriendo mientras discutían sobre su turno en algo; Sam no quiso separarse de Frodo por si los elfos le hacían algo (a Sam le gustaban los elfos, pero sentía algo que le decía que tuviera cuidado con ellos), y se acurrucó a sus pies para quedarse dormido también. Frodo, por el contrario, se quedó charlando con Gildy... Esto, Gildor.

Hablaron de muchas cosas, anticuadas y modernas, y Frodo interrogó a Gildor sobre lo que ocurría en el ancho mundo; Gildor sólo le habló de los nuevos cosmeticos y productos para el cuidado del cabello que habían salido recientemente al mercado. Frodo, aburrido y medio dormido, decidió preguntarle:
-Dime, Gildy, ¿has visto a Bilbo después que se fue?
Gildy sonrió pícaramente, para desconcierto de Frodo.
-Sí... Lo vi, sí... Dos veces. Se enro... despidió de nosotros en este mismo sitio, y nos encontramos otra vez, lejos de aquí.
Frodo no dijo nada, intentando comprender el por qué de la sonrisa de Gildy... Gildor y su balbuceo.
-No preguntas ni dices mucho sobre lo que a ti concierne, Frodo-dijo Gildor, con voz sexy, acercándose más a Frodo. Sam se movió e inmediatamente Gildor volvió a su posición anterior-. Me refiero a tu misión, claro-aclaró con voz más normal-. Dejas la Comarca, y todavía no sabes si encontrarás lo que buscas, si cumplirás tu cometido, o si algún día volverás. ¿No es así, Froddy?
-Em... Sí...-balbuceó Frodo, a quien el nuevo mote que Gildy le había puesto no le gustaba en absoluto-. Pero pensaba que sólo el cabrón de Gandalf y el empalagoso de Sam conocían mi misión...
Miró a Sam, que acababa de dar un ronquido más fuerte de lo normal, como si protestase por el adjetivo que Frodo le había puesto... Pero eso era imposible, pensó Frodo, estaba dormido.
-En lo que toca a nosotros, el secreto no llegará al Enemigo-dijo Gildy.
-Dime una cosa Gildy, ¿quienes son los Jinetes Negros?
-¿Gandalf no te ha dicho nada?
-Gandalf nunca me dice nada útil...
-Oh, mi pobre Froddy... Entonces no soy quien deba decirte más, pues el temor podría impedir tu viaje.
-¡Oye! ¿¡Me estás llamando cobarde!? ¡Yo soy muy macho!
-¿Ah, sí?-preguntó Gildor, volviendo a su tono sexy-. ¿Por qué no me lo demuestras?
Sam dijo algo en sueños (algo que sonó como "tócalo y te mato") y Gildor volvió a su tono normal.
-Ejem... Bueno, el caso es que debes seguir con el plan que tenías hasta ahora; y tengo sueño, así que vámonos a dormir. Buenas noches, Frodo.
Gildor se levantó y caminó rápido hasta un rincón en otro árbol, donde varios elfos se acumulaban alrededor de un bulto que posiblemente era Pippin. Frodo lo miró sorprendido, y tras murmurar algo como "elfos..." se quedó dormido.



1 2 3 4

  
 

subir

Películas y Fan Film
Tolkien y su obra
Fenómenos: trabajos de los fans
 Noticias
 Multimedia
 Fenopaedia
 Reportajes
 Taller de Fans
 Relatos
 Música
 Humor
Rol, Juegos, Videojuegos, Cartas, etc.
Otras obras de Fantasía y Ciencia-Ficción

Ayuda a mantener esta web




Nombre: 
Clave: 


Entrar en el Mapa de la Tierra Media con Google Maps

Mapa de la Tierra Media con Google Maps
Colaboramos con: Doce Moradas, Ted Nasmith, John Howe.
Miembro de TheOneRing.net Community - RSS Feed Add to Google
Qui�nes somos/Notas legalesCont�ctanosEnl�zanos
Elfenomeno.com
Noticias Tolkien - El Señor de los AnillosReportajes, ensayos y relatos sobre la obra de TolkienFenopaedia: La Enciclopedia Tolkien Online de Elfenomeno.comFotogramas, ilustraciones, maquetas y todos los trabajos relacionados con Tolkien, El Silmarillion, El Señor de los Anillos, etc.Tienda Amazon - Elfenomeno.com name=Foro Tolkien - El Señor de los Anillos