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Aunque se desconoce su orÃgen, estos espÃritus atormentados llegados a Beleriand en la Primera Edad del Sol, es seguro que adoptaron su forma de lobos por medio de algún oscuro acto de brujerÃa. Estos siervos del enemigo oscuro Melkor, eran una raza temible ya que sus ojos brillaban con una gran ira aterradora y además tenÃan la capacidad de hablar tanto en Lengua Negra como el idioma de los Elfos (Sindarin).
Durante las largas Guerras de Beleriand y bajo el estandarte del señor oscuro Sauron, el mayor número de estos licántropos fue a la torre de los Noldor situada en el rÃo Sirion, sumiéndola bajo su poder. Esta torre fue denominada como Tol-in-Gaurhoth o Isla de los Licántropos, construyendo debajo de ella profundas mazmorras y con los poderosos lobos acechando sus defensas, allà estuvo gobernando Sauron.
En la búsqueda del Silmaril, Huan, el perro de los Valar, llegó a Tol-in-Gaurhoth, donde luchó y mató a una ingente cantidad de lobos, hasta que se encontró con Draugluin, padre y señor de la raza de los licántropos, que no aguantó el ataque de Huan y acabó huyendo a la torre, muriendo en el trono de su amo. En ese momento Sauron el cambiante adoptó la forma de un licántropo. Era más grande y fuerte que Draugluin, pero Huan se defendió cogiendo a Sauron por el cuello y éste no fue capaz de liberarse por ningún acto de magia o de fuerza. Asà que no tuvo más opción que entregar la torre a Beren y Lúthien. Las maldiciones desaparecieron de Tol-in-Gaurhoth y los temibles espÃritus perdieron su aspecto de lobos mientras Sauron huÃa con la forma de un murciélago vampiro. Y asÃ, el poder que sostenÃa el dominio licántropo en Beleriand desapareció para siempre.
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