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EL SEñOR DE LOS ANILLOS
Vivos o Muertos. (30 de Agosto de 2003, a las 01:05)
Aiyä!
Sobre la cuestión de los Nazgûl, sería necesario recapitular las intervenciones y establecer un sistema coherente que intente finalizar con algo concluyente. En primer lugar conviene analizar las palabras de Gandalf sobre los efectos de los Grandes Anillos sobre los mortales; aunque sería más preciso decir sobre los Hombres, ya que sabemos que sobre los Enanos sólo despertaban el deseo de la avaricia. La cita, traída por Eviore, es la siguiente:
"Un mortal que conserve uno de los Grandes Anillos no muere, pero no crece ni adquiere más vida. Simplemente continúa hasta que al fin cada minuto es un agobio. Y si lo emplea a menudo para volverse invisible, se desvanecerá, se transformará al fin en un ser perpetuamente invisible que se paseará en el crepúsculo bajo la mirada del Poder Oscuro, que rige los Anillos."
Este es un texto difícil, pero de él podemos extraer algunas conclusiones tales como que los Nazgûl no habían muerto, que se habían desvanecido hasta el punto de ser imperceptibles, pero que no obstante se paseaban por las Sombras; es decir que su existencia se sustentaba en un plano de realidad distinta, merced a la magia de Sauron. A pesar de la afirmación de Gandalf y sin que a esta se contradiga, los Nazgûl se hacían visibles bajo un manto de espeso ropaje negro, lo que evidenciaba la existencia de una estructura física sustentadora del paño. La pérdida de este disfraz y la interrupción momentanea del hechizo que mantenía firme la mencionada estructura en el Vado, es la causa de que volvieran "vacíos y sin forma" a Mordor, tal y como oportunamente apuntaba Merwen; eso quiere decir sin ningún género de duda que Sauron tenía mediante la hechicería un dominio absoluto sobre la esencia espectral de esos seres. De hecho, los Nueve volvieron a manifestarse bajo identico palio, aunque en esas ocasiones hubieran cambiado de cabalgadura.
A continuación, parece necesario acudir al suceso en el que Merry, esgrimiendo una espada de Oesternesse, logró desactivar el principio esotérico que sustentaba al Rey Brujo. En esta ocasión ha sido Idril_Itarillë, quien nos ha facilitado el texto:
"Ninguna otra hoja, ni aún esgrimida por manos mucho más poderosas, habría podido infligir una herida más cruel, hundirse de ese modo en la carne venida de la muerte, romper el hechizo que ataba los tendones invisibles de la voluntad del espectro."
En esta ocasión es la épica la que complica la lectura; pero de una forma sosegada se pueden establecer las siguientes cuestiones: por un lado la especial significación de la espada como arma singular, y por otro que no sólo la crecida de las aguas del Bruinen era capaz de doblegar el hechizo que sustentaba la estructura física e invisible que sostenía manto y plaquín, sino también que la carne no muerta e invisible era vulnerable. La acción de destrucción posterior de Éowyn, traída nuevamente por Merwen, no deja lugar a dudas sobre la total anulación del Señor de los Nazgûl, a quien en este caso ni el propio Sauron pudo recuperar:
"Eowyn cayó de bruces sobre el enemigo derribado. Mas he aquí que el manto y el plaquín estaban vacíos. Ahora yacían en el suelo, despedazados y en un montón informe; y un grito se elevó por el aire estremecido y se transformó en un lamento áspero, y pasó con el viento, una voz tenue e incorpórea que se extinguió, y fue engullida, y nunca más volvió a oírse en aquella era del mundo"
Y esto lo corrobora el propio Tolkien en su Carta 246 cuando manifiesta que "El Rey Brujo había sido reducido a la impotencia"; y otra vez gracias a Merwen hemos podido concretar la cita.
Así pues, tenemos hasta ahora a unos seres mortales que no habían muerto, que permanecían vinculados al Poder Oscuro, que eran vulnerables a determinadas circunstancias en las que incluso podían ser anulados, pero no destruídos o eliminados. La razón de esto es que Sauron mantenía en su mano los Anillos de Poder, y los Nazgûl estaban sometidos a ellos; y aún no había sido derrotado. Otra vez Merwen nos ha facilitado la cita apropiada para el intento que nos ocupa:
"Y al corazón mismo de la tempestad, con un grito que traspasó todos los otros ruidos, desgarrando las nubes, llegaron los Nazgül; y atrapados como dardos incandescentes en la vorágine de fuego de las montañas y los cielos, crepitaron, se consumieron, y desaparecieron"
En ese momento, cuando los ocho Nazgûl operativos habían abandonado la Batalla del Morannon y llegaban al Orodruin en llamas, Sauron -la voluntad que los sustentaba- sucumbió, y ellos -y también por supuesto el noveno que había sido reducido a la impotencia- se deshicieron en llamas y finalmente murieron.
Así por fin sobre los Nazgûl se cumplió el destino previsto en su origen, y al que de ninguna manera podrían escapar: la muerte.
Un saludo desde Minas Ithil.
Namárië.
PD: el post anterior de mismo título está por supuesto incompleto. Su remisión se debe a una incompetencia absoluta de mi dedo, ya que no quiero pensar que sea de mi mente. Por favor Adminforo, ¿te importaría retirarlo? Gracias, XD.
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