Epílogo - Después de la Guerra

Desde que la guerra acabó, Legolas veía en las estrellas un fulgor diferente; no importaban las noches que pasaran, nunca se parecían.
Había recibido noticias de Gimli, explicándole que pronto regresaría a su lado.
Sabía que muy pocos entenderían la amistad que se profanaban con respeto y cariño, pero también estaba convencido de que nadie les juzgaría.
Se acercó hasta el final de la barandilla elfica que brillaba tanto como el haz de Luna que se asomaba entre los árboles más altos y sonrió al oír el canto elfico de alguien.
Era reconfortante pensar que su gente se sentía  como en casa en aquel lugar. Y más aun oír aquellas voces, aquellas palabras, su idioma.
Aun no conseguía olvidar a Gandalf, ni a Frodo y extrañaba de sobremanera a Pippin con el que había vivido varios años día tras día. Pero estaba tranquilo sabiendo que todos estaban bien.
Aquello siempre era una sensación a la que aferrarse; saber que estaban bien.
Las voces callaron un momento y Legolas bajó su mirada pensativo; en otro tiempo el silencio le hubiera puesto nervioso. Pero ya no.
Hasta él mismo podría entonar una canción e incluso gritarla.

Y compondría muchos poemas que hablarían de la Guerra, de sus amigos, de sus sentimientos…Y algunas veces, cuando la melancolía visitara su corazón, las cantaría.

Fin.