El Camino de los Enanos es la antigua calzada que atraviesa el Bosque Negro de oeste a este. Nace como una senda desde el Paso Alto de Rivendel, en las Montañas Nubladas, por lo que constituye en realidad una extensión del Camino del Este de Eriador. Inicialmente, corre en paralelo a un arroyo que desemboca en el Anduin unas millas al sur de La Carroca. Justo en ese punto, el río es ancho y poco profundo, y es vadeable a caballo, aunque durante un tiempo un puente ayuda a cruzarlo. Luego, el camino se adentra en el bosque, rumbo este, durante casi 400 kilómetros, hasta salir de la floresta muy cerca del río Celduin.
Construido en tiempos inmemorables por los Enanos, permitía desplazarse con rapidez entre sus minas de las Montañas Nubladas y sus asentamientos del este, sin tener que rodear el Bosque Negro. Durante la Segunda Edad, se construye un puente sobre el río Anduin, que se ensancha y refuerza a finales de esta era para que lo atraviesen los ejércitos de la Última Alianza.
Sin embargo, tras la caída de Moria en 1980 de la Tercera Edad, la invasión de las montañas por partes de los Orcos hacia 2480 y la batalla de Nanduhirion de 2799, los Enanos y demás pueblos dejan de utilizar el camino. El puente cae en ruinas hasta desaparecer en la corriente del Río Grande. A finales de la Tercera Edad, el tramo inicial del valle del Anduin es vigilado por Trasgos, mientras que en el bosque la calzada se cubre de maleza. En su trecho oriental, unos pantanos formados por el río Celduin lo hacen completamente impracticable.
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