El árbol de la vida y la sabiduría

Shyal se quedó pensativa, ¿Quién andaba detrás de todo esto? Sus dudas se fueron cuando un hombre con ropas echas de piel se le acercó con una capa de piel de gamo
- Ponte esto, vas acoger frío
- ¡Gracias! ¿Cómo conseguiste hacer eso?
- los lobos me avisaron de tu situación y vine tan rápido como me fue posible, mi nombre es Kailles, llevo viviendo en este bosque muchos años, la Naturaleza a sido mi maestra, ella me lo enseño todo.
Mi nombre es Shyal- se presentó la elfa- ¡gracias por salvarnos la vida, te estamos muy agradecidos!- Dijo sinceramente Shyal.
- Déjame que te revise las heridas, no parecen muy profundas, pero aun sangran, las plantas que necesito se encuentran cerca de la cueva en la que vivo, si vienes tardaremos menos.
- Pues iré contigo- montaron los dos en Kywer y se dirigieron veloces a su guarida, el bosque pasaba rápido ante sus ojos, hasta que de pronto el hombre les dijo que pararan.
-paramos aquí, tu caballo no va a poder pasar, es un sitio muy estrecho y bajo- el hombre tenía razón, entraron en una cueva casi arrastrándose, hasta que llegaron a un lugar donde el techo se encontraba a varios metros de altura
- espera aquí, voy a buscar las plantas- dijo mientras encendía un fuego y ponía a calentar agua en un frasco de barro. Tardó poco en llegar, venía con dos plantas distintas.
- ¿qué plantas son?-preguntó Shyal curiosa
- Esta es Thymus vulagaris, sirve para evitar infecciones- le contestó mientras las echaba a la agua hirviendo
- y esta otra, Aloe vera, es para cerrar las heridas-dijo señalando a una planta de hojas largas y carnosas- cuando termino de calentarse se la sirvió en un baso también de barro para que la bebiera y luego cortó un trozo de la hoja carnosa y el jugo se lo pasó por las heridas
-descansa un poco para que te haga efecto, puedes quedarte esta noche a dormir aquí si quieres- le ofreció Kailles
- pero ¿Qué será de mi pueblo? tengo que marcharme ya- hizo un intento de levantarse
-no puedes salir, estando como estas no durarías nada ahí afuera cabalgando, mañana al levantarte te sentirás mejor- al final no opuso resistencia y se quedó allí sentada, al cabo de una hora Kailles le indicó que se tomara otra infusión de Thymus, hablaron durante largas horas, Shyal le contó su viaje y su vida con los lobos, el también comentó su experiencia con los lobos y la Naturaleza, ya era bastante tarde y Kailles le dio otra infusión y luego durmieron placidamente.
A la mañana siguiente cuando algún rayo de sol penetraba en las profundidades de la cueva, Shyal se encontraba mucho mejor, las heridas habían cicatrizado.
- ¡Gracias por todo!-se despidió Shyal
- Ven cuando puedas, me encanta hablar contigo, eres la única que conozco que también halla sido criada por lobos, pero no te entretengo más, ve a salvar a tu pueblo ¡suerte!- El hombre pareció desvanecerse en una suave neblina y los lobos que también se encontraban allí desaparecieron poco a poco, otra vez se quedaron solos Shyal y Kywer.