Se trata de una criatura que aparece tan sólo en la primera película de la trilogía, ya que no existe en los libros de Tolkien. El director Peter Jackson, muy dado a inventar monstruos de apariencia horrible, necesitaba darle al final de La Comunidad del Anillo un momento cumbre y eligió la escena de la muerte de Boromir. Decidió que Saruman crease a Lurtz en las cavernas de Isengard, como jefe de su tropa de Uruk-Hai, para perseguir a la Compañía del Anillo durante su travesía por el Río Anduin y conseguir el anillo de poder. Jackson quería que Boromir muriera a manos de una criatura superior a los de su raza y no por simples Orcos o Uruks, dando a la escena mayor dramatismo. Lurtz utilizó su arco para asesinar al héroe con varias flechas certeras, para más tarde morir decapitado por la espada de Aragorn.
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