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Batalla librada en el año 1944 de la Tercera Edad entre el ejército de Gondor y los Aurigas en Dagorlad.
Tras la victoria de Calimehtar sobre los Aurigas en el año 1899 T.E. Gondor disfrutó de unos años de paz y tranquilidad. En ese periodo los Aurigas se lamÃan sus heridas y planeaban el momento de su venganza contra Gondor. Por ese entonces los Aurigas se multiplicaron y renovaron sus fuerzas, asentándose en las tierras al este del Mar de Rhûn y que escapaban al control del Rey de Gondor. Sin embargo transcurrió mucho tiempo antes de que se decidieran a atacar a sus enemigos pues pensaban que el reino de Gondor era más populoso de lo que en realidad era, debido a que nada sabÃan de lo que pasaba al oeste del Anduin. Además, los Aurigas, se habÃan expandido hacia el sur, más allá de Mordor, y estaban en guerra con los pueblos de Khand y el Harad, y sin embargo no dudaron en hacer la paz entre ellos para lanzar un ataque simultáneo desde el norte y el sur para acabar con sus odiados enemigos de Gondor. La crónica de esta batalla es dificultosa pues sólo sabemos lo que los historiadores dedujeron mucho más tarde, entre otras cosas que tal ataque estaba claramente influido por las maquinaciones de Sauron puesto que una acción de tales caracterÃsticas no era propia de unos pueblos que hasta hace poco estaban enfrentados. Se dice que Forthwini, hijo de Marhwini, informó al Rey Ondoher que los Aurigas de Rhovanion se estaban reponiendo y que sospechaba que estaban recibiendo refuerzos de sus parientes del Este. Por lo tanto Gondor se apresuró a reunir un ejército lo suficientemente poderoso como para resistir un posible ataque, si bien, y tal y como más tarde se pudo comprobar, su ejército no disponÃa de suficientes fuerzas para enfrentar a tan peligroso oponente.
Ondoher también sabÃa que sus enemigos del sur se estaban preparando para la guerra y por tanto tuvo el acierto de dividir su ejército mandando un ejército al norte y otro más pequeño al sur, pues estimaba que el peligro allà era menor. La noticia de la llegada del enemigo llegó a Pelargir el noveno dÃa de Cermië del año 1944 T.E. Eärnil, descendiente de Telumehtar, y al mando del Ejército del Sur, habÃa cruzado el Anduin para dejar indefensos los Vados del Poros, acampando a una cuarenta millas al norte, en Ithilien del Sur. Mientras, el Rey Ondoher se habÃa propuesto conducir a su ejército hacia el norte a través de Ithilien para asà desplegarlo por la Dagorlad, terreno de funestos recuerdos para los enemigos de Gondor.
Sin embargo, se dice que la noticia del ataque del enemigo del norte no le llegó a Ondoher hasta la mañana del duodécimo dÃa de Cërmië, cuando estaba demasiado cerca del enemigo, y cuando el ejército de Gondor se movÃa lentamente a través de Ithilien, justo cuando su vanguardia no habÃa llegado aún a las Puertas de Mordor. La fuerza principal iba por delante con el Rey y su Custodia. Estos iban seguidos por las tropas del Ala Derecha y del Ala Izquierda que ocuparÃan sus lugares correspondientes una vez abandonaran Ithilien. Esperaban en Dagorlad que el ataque les llegara desde el norte o el nordeste como en las anteriores batallas, pero no fue asà puesto que luego se supo que los Aurigas habÃan reunido un gran ejército en las costas al sur del Mar de Rhûn, al que se sumaron sus parientes de Rhovanion y los nuevos aliados procedentes de Khand. Este gran ejército se puso pronto en movimiento y desplazándose a gran velocidad llegaron a lo largo de la linea de las Ered Lithui, donde se los descubrió demasiado tarde.
Asà sucedió que cuando la vanguardia del ejército de Ondoher habÃa llegado a las cercanÃas del Morannon se levantó una enorme polvareda que anunciaba la llegada del ejército enemigo. Este ejército se componÃa de los habituales carros de los Aurigas y de una fuerza de caballerÃa mucho mayor de lo esperado. Ondoher apenas sà tuvo tiempo para enfrentar al enemigo con su flanco derecho de cara a las Puertas de Mordor y de enviar una orden a Minohtar, Capitán del Ala Izquierda en la retaguardia, de que cubriera el flanco izquierdo del ejército cuando se produjo el ataque en masa del enemigo. El ejército de Ondoher no estaba preparado para resistir una carga de caballerÃa y de carros de gran peso y por tanto acompañado de su Custodia y llevando el estandarte intentó resistir en una pequeña loma. Esto de nada sirvió puesto que los Aurigas lanzaron la carga más brutal contra el estandarte, que le fue arrebatado, y contra la Custodia, que fue prácticamente aniquilada, resultando muertos tanto el Rey Ondoher como su hijo Artamir. El ataque del enemigo pasó como un ciclón por sobre la loma y a ambos lados de ella para atacar con furia entre las filas del ejército que precedÃa a la Custodia. El ejército de Gondor no tuvo más remedio que ceder ante su empuje, emprendiendo una desordenada retirada; muchos de los que huyeron hacia el norte murieron en la Ciénaga de los Muertos.
Más tarde se supo que Faramir, el segundo hijo de Ondoher, pese a que se le ordenó permanecer en Minas Tirith como regente (la ley no permitÃa que el Rey acudiera a la batalla sin dejar un sucesor en el trono, en este caso uno de sus dos hijos) desoyó la orden y acudió a la batalla disfrazado. Según se cuenta, Faramir, se unió a un grupo de soldados, que fue atrapado cuando retrocedÃan a la Ciénaga de los Muertos donde finalmente encontró la muerte.
Tras la que podemos llamar Tercera Batalla de Dagorlad aconteció la Batalla del Campamento en la que Eärnil obtuvo un gran triunfo sobre los Aurigas expulsándolos con graves daños de Ithilien y persiguiéndolos por la Ciénaga de los Muertos, donde muchos de ellos encontraron la muerte. Un año más tarde, en el 1945 T.E. recibió la corona pasándose a llamar Eärnil II.
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