Legado de sombras

11 de Junio de 2003, a las 00:00 - Mª Isabel Esteban Alvarez
Relatos de Fantasía - Relatos basados en la obra de Tolkien, de fantasía y poesías :: [enlace]Meneame

3. En defensa del rival

Creo que ya es hora de que saques tu sucio trasero de mi establecimiento- exclamó en voz alta, mirando fijamente el rostro del bardo, que comenzaba a ponerse rojo de furia mientras le devolvía la mirada.
-Esta noche ya he pagado por mi cena, y me iré cuando lo crea necesario-contestó Erik, con un tono levemente hostil, mientras una expresión de sorpresa cruzaba el rostro del posadero. -Vaya, vaya ¿desde cuando tienes tanto coraje?- preguntó con sorna mirando disimuladamente hacia la elfa, que no se perdía detalle de la escena, mientras el pequeño halfling se dirigía rápidamente hacia la mesa en la que se encontraban sus compañeros.
-A este paso no voy a poder comer nada para llenar mi pobre estómago- gimió cuando se sentó pesadamente en su silla, después de fijarse en los escasos  restos que se hallaban sobre la mesa.
-¿Has podido averiguar algo, antes de que tu incipiente barriga retumbase en toda la posada, y salieras corriendo en cuanto las cosas se han puesto un poco feas?- preguntó el enano después de adivinar lo que había sucedido, pues ya conocía algunas de las tácticas de su compañero, mientras observaba la mesa vecina, en la que el posadero agarraba al bardo bruscamente, mientras Illswyn se interponía entre ambos, y su  agresor con  la  mano  que tenía libre la arrojaba al suelo con un fuerte empujón.
-¡Maldita sea, sabía que se metería en problemas de nuevo!- gritó Aldor, mientras se levantaba rápidamente de su silla y se dirigía hacia allí maldiciendo en voz alta.
-Bueno, creo que va a ser una velada interesante después de todo- repuso el enano mientras reía por lo bajo y le dirigía una breve mirada al hambriento halfling, que buscaba desesperadamente alguna camarera para pedir más comida.
Desgraciadamente en esos momentos se encontraban pendientes de lo que sucedía entre el dueño de la posada y el joven bardo; por lo que se recostó en su asiento y emitió un resoplido de indignación mientras miraba en dirección a las mesas vecinas y sobre todo en lo que había sobre ellas, percatándose de que la atención de la mayoría de los clientes estaba centrada en la pelea que estaba a punto de iniciarse; por lo que se dirigió silenciosamente, bueno todo lo silenciosamente que su estruendoso estómago le permitía hacia la mesa más cercana y que parecía  rebosante de sabrosos platos, todos ellos repletos de comida en abundancia.
Al mismo tiempo, Erik se preguntaba por milésima vez que le había impulsado a enfrentarse a aquella bestia, mientras sentía las fuertes manos que se cerraban en torno a su cuello impidiéndole respirar con normalidad, y aunque intentaba soltarse, sus esfuerzos resultaban inútiles. Su visión comenzó a nublarse mientras escuchaba a Illswyn insultar al posadero y exigirle que apartase sus manos de él sin ningún resultado. En ese momento oyó una voz desconocida y bastante furiosa que intervenía en su ayuda, o al menos eso esperaba, mientras la oscuridad se apoderaba de él y caía en una bienvenida inconsciencia.
-¡Suéltale inmediatamente o tendrás que responder ante mí!- gritó Aldor detrás del robusto posadero mientras ayudaba a Illswyn a incorporarse dirigiéndole una breve mirada de advertencia, y aunque esta se resistió al principio, mientras parecía buscar algo en el interior de su capa, finalmente le obedeció a regañadientes.
Reinaba un silencio sepulcral en el interior de la posada mientras varios pares de ojos se posaban en las figuras del elfo y el posadero, mientras este último giraba lentamente sin soltar el cuerpo inerte que sostenía con una mano y se enfrentaba a su adversario. Se miraron fijamente el uno al otro durante lo que pareció una eternidad, hasta que con una velocidad sorprendente para alguien de su tamaño, el furioso posadero lanzó su enorme puño hacia el rostro desprotegido del elfo, mientras soltaba el cuerpo del bardo que caía sobre el suelo con un golpe seco y quedaba completamente inmóvil.
Aldor no hizo ningún movimiento para defenderse, simplemente esperó a que el golpe llegara y en el último momento lo esquivó con una increíble velocidad; mientras se agachaba y arremetía contra el voluminoso vientre de su rival que después de retroceder unos cuantos pasos debido a la fuerza de la carga, cayó cuan largo era sobre el duro suelo con un fuerte estrépito. El enojado elfo después de apartarse antes de la caída, acercó su rostro al de Otto, que respiraba pesadamente e intentaba enfocar sus ojos en algún punto fijo del techo de la posada pues no dejaba de girar aceleradamente. Cuando por fin logró recuperarse se encontró con la mirada amenazadora del elfo que lo observaba con dureza desde arriba.
-Te lo advertí, pero hiciste caso omiso de mis palabras, ¿no es cierto?- le susurró con voz fría y controlada mientras observaba la expresión sorprendida y asustada del posadero que sudaba abundantemente y le miraba con los ojos muy abiertos sin lograr emitir ningún sonido. -Debería darte una lección por abusar de tu fuerza con personas más débiles- murmuró en su oído, lanzando una mirada despectiva en dirección a la desmayada figura del bardo, mientras acercaba su rostro al de él y colocaba una mano alrededor de su gordo cuello, al tiempo que comenzaba a apretar lentamente y el rostro del posadero iba palideciendo poco a poco.
-Pero no vale la pena perder el tiempo con un gusano como tú- escupió Aldor mientras soltaba bruscamente su presa y se incorporaba ignorando el cuerpo que se encontraba a sus pies y dirigiendo una vez más su mirada hacia el bardo, que en ese momento era atendido por una muy preocupada y solícita elfa que intentaba hacerle volver en si, algo que hasta el momento no había conseguido. Sin poder ocultar su decepción, avanzó hacia una mesa en la que había varias jarras de cerveza, cogió una de ellas y se dirigió hacia el cuerpo inerte del bardo; mientras la joven elfa le dirigía una mirada interrogante y más tarde furiosa, después de derramar el contenido de la jarra sobre el rostro del maltrecho juglar, que despertó inmediatamente tosiendo y mirando a su alrededor desorientado.
Mientras Illswyn le relataba apresuradamente lo sucedido, Aldor volvió a la mesa sin mirar a su alrededor pues era consciente de que había llamado demasiado la atención; aunque como ocurría más a menudo de lo que desearía, Illswyn era la causa indirecta de ello, y desgraciadamente era la única que parecía no darse cuenta. Mientras apartaba su silla para sentarse, notó que alguien le agarraba con fuerza del brazo, mientras una tosca voz le gritaba: -¡Nadie toca a nuestro amigo sin nuestro consentimiento y menos un estúpido orejas largas que no sabe quedarse quieto en su lugar! ¿No crees, Hengak?- preguntó a la voluminosa figura que se encontraba a su lado, la cual respondió con un sonoro gruñido.           
Antes de poder contestar adecuadamente a ese par de patanes que se atrevían a desafiarle después de lo ocurrido con el posadero, alguien que se encontraba muy cerca de  ellos  exclamó: -¿No pensarías divertirte tu solo verdad?... Además, no es una pelea justa, dos contra uno- puntualizó el enano mientras una desagradable sonrisa curvaba sus labios semiocultos por la densa barba rojiza, y un maligno brillo surgía de sus ojos grises como el humo, acercándose lentamente hacia ellos estirando sus gruesos miembros y librándose del ligero entumecimiento que comenzaba a embargarle.
Una vez más y antes de poder responder a la pregunta, se le adelantó el hombretón llamado Hengak, que era bastante más robusto que su compañero y se lanzó de cabeza hacia él; pero antes de que pudiera alcanzar su objetivo, éste se impulsó sobre sus ágiles piernas y dio un sorprendente salto sobre el cuerpo del gigante, por lo que no encontró nada más que aire cuando llegó al lugar en el que se encontraba el elfo poco antes; mientras notaba que algo le obligaba a girarse, y a continuación, un puño que se acercaba velozmente hacia su rostro. 
Al tiempo que intentaba reaccionar y esquivarlo, un segundo golpe se dirigió  hacia  su
estómago, y no pudo detenerlo antes de que le alcanzara de lleno y le hiciera tambalearse y encogerse de dolor, para, poco después, caer sobre una mesa vacía que terminó completamente destrozada por el impacto de la caída del voluminoso cuerpo.
Mientras, el enano se había encaramado sobre el lanzador de gruñidos y estaba aporreándole la cabeza brutalmente con los puños, al tiempo que rodeaba la cintura de su enemigo con sus fornidas piernas. Este intentó lanzarse contra la pared más próxima para liberarse del persistente enano, pero antes de que pudiese alcanzarla, notó que éste tiraba hacia atrás y le hacia caer; mientras su atacante lograba girar a tiempo y quedar sentado a horcajadas sobre él y empezaba a golpearle sin cesar en el rostro, hasta que su víctima  quedó inconsciente y con la cara totalmente ensangrentada y deforme.
Hengak, su maltrecho compañero, intentó incorporarse torpemente pero después de mirar con ojos vidriosos hacia delante, cayó de nuevo sobre los restos de la mesa quedando totalmente inmóvil. El elfo, después de dirigirle una mirada cargada de desprecio a la figura que yacía en el suelo, se colocó las ropas ligeramente y mirando a su alrededor exclamó: -¿Queda algún amigo del posadero que desee defender su honor?- preguntó con una leve ironía en su voz mientras sus ojos lila se oscurecían peligrosamente y miraba fijamente a todos los presentes; después de un breve momento, en el que tan sólo se escuchaba el gemido del viento en el exterior, giró sobre sí mismo y se dirigió lentamente hacia la puerta de entrada, cerrándola tras él con un fuerte golpe, creando extrañas resonancias en la silenciosa estancia.
 



1 2 3 4 5 6 7

  
 

subir

Películas y Fan Film
Tolkien y su obra
Fenómenos: trabajos de los fans
 Noticias
 Multimedia
 Fenopaedia
 Reportajes
 Taller de Fans
 Relatos
 Música
 Humor
Rol, Juegos, Videojuegos, Cartas, etc.
Otras obras de Fantasía y Ciencia-Ficción

Ayuda a mantener esta web




Nombre: 
Clave: 


Entrar en el Mapa de la Tierra Media con Google Maps

Mapa de la Tierra Media con Google Maps
Colaboramos con: Doce Moradas, Ted Nasmith, John Howe.
Miembro de TheOneRing.net Community - RSS Feed Add to Google
Qui�nes somos/Notas legalesCont�ctanosEnl�zanos
Elfenomeno.com
Noticias Tolkien - El Señor de los AnillosReportajes, ensayos y relatos sobre la obra de TolkienFenopaedia: La Enciclopedia Tolkien Online de Elfenomeno.comFotogramas, ilustraciones, maquetas y todos los trabajos relacionados con Tolkien, El Silmarillion, El Señor de los Anillos, etc.Tienda Amazon - Elfenomeno.com name=Foro Tolkien - El Señor de los Anillos