El Señor de los Armarios

15 de Junio de 2003, a las 00:00 - Wampag y Oriön
Grandes parodias - Chistes, parodias, humor gráfico :: [enlace]Meneame


Capítulo III: El Armario va hacia el sur
Después de unos pocos días, aunque fueron interminables para Elrond, porque sus "ilustres" invitados le rompían cada día algo nuevo, la Pandilla, o formalmente llamada Comunidad del Armario, estuvo lista para partir. Frodo fue a visitar por última vez a su tío Bilbo para despedirse amablemente y para dejarle un buen sabor de boca.

Frodo: Oye tío, ¿podrías dejarme unas pelas? Es que cuando llegamos aquí me puse a beber aprovechando el momento y se me ha acabado todo.
Bilbo: ¡¡¡¡SERÁS RATA!!!! ¡Bah! Si te doy esto y me prometes que te irás de aquí para no volver, trato hecho.
Frodo: Venga va... Oye, y ya que estamos... verás, he oído que tienes una especie de cota de un material muyyyy bonito y que cuesta bastante dinerito, pero que tú la tienes por una infeliz casualidad. Tengo algunos problemas con los filfos de aquí, porque el otro día me cargué la pantalla plana de la televisión  de la casa de Figwit, el elfo moreno del concilio, y no hay forma de pagársela.
Bilbo: ¿MI COTA DE MITHRIL? ¿TÚ ESTÁS LOCO?
Frodo: Venga tío, hagamos un trato. Tú me das la cota de mithril y yo te doy el Armario para ti solito.
Bilbo: ¿Me lo ofreces sin más?
Frodo: Por supuesto, estoy harto de llevarlo a cuestas. Así tengo el lumbago que tengo. Venga, tú me lo das, y...

Justo en ese momento entró un elfo para anunciar que ya era la hora de partir, por lo que Frodo se encontraba ahora ante un compromiso. ¿Qué podía hacer? No le iba a echar la culpa a su viejo tío.

Frodo: ... ¡NO TÍO, NO! Ya te he dicho miles y miles de veces que no te voy a dar el Armario, tengo que destruirlo. Pero sí que te acepto lo que me ibas a dar de mithril y también alguna que otra espadilla que tengas por ahí.

Pues sí, Frodo fue tan poco solidario como para no echarle la culpa al viejo. El caso es que Bilbo se vio obligado a darle lo de mithril y además, una espada especial que tenía reservada para momentos especiales, pero de la que su sobrino le obligó a separarse con la amenaza de informar a Hacienda sobre los tesoros que se había traído de la Montaña Solitaria y que no había declarado en todos los años que los había tenido.

Bilbo: Aquí tienes mi vieja espada, Pinball. Como le hagas una muesca te la clavo, ¿entendido?
Frodo: Vale, vale. ¿Tiene alguna función más?
Bilbo: ¿A qué te refieres?
Frodo: Ya sabes, si sirve para hacerte brochetas, pinchitos gigantes y cosas así.
Bilbo: Como mi espada sufra en tus manos te las corto... Aunque ahora que lo dices sí que tiene una función muy útil. La hoja brilla cuando hay orcos cerca. Mira, si le das a este botón...

El anciano le indicó un pequeño botón en la empuñadura de su espada. Al hacerlo, sonó un extraño ruido. ¡SSSHKN!

Frodo: ¡Cómo mola! ¡Mi propia espada láser!
Bilbo: Sí, sí. Esta espada fue forjada por los técnicos de George Lucas. Seguramente te servirá de gran ayuda, ya que tú no sabes hacer nada por ti mismo...

Llegó por fin la hora señalada. Los filfos de Rivendell prepararon provisiones para todo el camino, que cargaron en un solo poney (hay que ser basto, el poney se estaba acordando del Vala que parió a los elfos). Todos salieron con pancartas y con una banda de cornetas y tambores a despedir a la Pandilla. Incluso Warren se asomó para decir adiós a su amor, Argón. Una vez que Elrond soltó un discursito solemne (o lo que es lo mismo, aburrido) sobre el compañerismo, la lealtad y que el destino de la Tierra Cuarto y Mitad estaba en sus manos y blablabla salieron de allí por patas, antes de que Elrond empezara a hablar otra vez.
Así, los pasos de la compañía los llevaron a muchas millas al sur de allí, sobre una cadena montañosa. Pero llegó un día en el que había que tomar una decisión. Estaban acampados en un repecho de un monte. Sam tenía el delantal puesto y preparaba la comida. Frodo estaba durmiendo, para variar, aunque eran las 2 de la tarde. Gandalf reflexionaba sobre la ruta a tomar y consultaba la guía Campsa. Gimli limpiaba su hacha y no paraba de discutirle a Gandalf por la ruta. Argón estaba sentado fumando y viendo como Boromir, Merry y Pippin jugaban a las palmitas. Legoland, por último, oteaba el horizonte.

Boromir, Merry y Pippin: En la caaalle lle lle, veinticuaaaaaatro tro , ha habido do do un asesinaaaaato to...
Gimli: Te digo que estamos dando un rodeo muy tonto. Podríamos haber cogido la salida anterior de la autovía y pasar por las Minas de Moria, donde vive mi primo Balin.
Gandalf: Que no, que no quiero ir por ahí. Además, la guía Campsa dice que por el paso de Crujan hay muchas ventas donde ponen choricitos picantes.
Legoland: (Mirando a la lejanía) ¡Cushaaaa! ¿Ezo qué eh lo que eh?
Gimli: Pero mi primo tiene gente que sabe hacer cualquier plato, y con condiciones higiénicas mejores. ¿Te vas a fiar de lo que te sirven por ahí?
Gandalf: Pero eso ya no importa, los de Sanidad controlan mucho el tema.
Gimli: ¿Y qué me dices del alojamiento? Mi primo nos acogería gratis.
Legoland: (Volviéndose a sus compañeros) Creo que viene algo a lo leho, y avanza mu rápido...
Gandalf: Mira, Gimli, no seas plasta. Te he dicho que no pienso ir por las Minas.
Gimli: Claro, tú eres otro racista de esos que no quiere tratos con los enanos.
Legoland: (Empezando a ponerse nervioso) Pa mí que deberíamoh ehcondennoh, eso sigue viniendo p´acá...
Gandalf: No vayas a hacerte ya la víctima. La fama que tenéis os la habéis ganado a pulso. Además, si vamos a las Minas nos tenemos que meter otra vez en la autovía y el poney está molido de trotar como mínimo a 60 km/h con los bultos y con todos nosotros encima.
Gimli: ¿Y de quién fue la idea de llevar un solo poney? De los filfos de Rivendell. Un enano hubiera fletado un autocar y...
Argón: ¡¡¡PONEOS A CUBIERTO!!!

Por fin alguien había hecho caso al pobre Legoland, que llevaba 5 minutos diciendo que algo avanzaba con rapidez hacia ellos. Cuando Argón gritó la orden todos salieron corriendo a meterse debajo de rocas o entre arbustos, y fue justo a tiempo, porque al momento pasaron 3 cazas F-16 en vuelo rasante. Bueno, casi todos, porque Frodo seguía durmiendo y tuvieron que arrastrarlo debajo de un arbusto. Se despertó justo a tiempo para ver cómo se alejaban los cazas.

Frodo: (Desperezándose) ¿Qué era eso? ¿Es ya la hora de comer?
Gandalf: Cazas, de las Tierras Brunas. Aviones espías de Saruman. El paso de Crujan está vigilado. Tomaremos el paso de Caradhras.

Y diciendo estas palabras señaló una pedazo de montaña que daba susto de verla. Era un cruce entre el Matacuernos y el K2, y por supuesto, llena de nieve. La subida a la montaña fue penosa, y como el poney se negó a llevarlos a todos en lo alto otra vez tuvieron que ir andando. Avanzaron muy lentamente porque nadie había echado esquíes para la nieve en el equipaje.

Merry: Anda que... ¿por qué tenemos que subir por aquí?
Gandalf: Es el mejor paso.
Pippin: Pero está impracticable, la nieve me llega por la barbilla.
Gandalf: Deja de quejarte. No es culpa mía que la estación de esquí de Caradhras no esté abierta aún y no funcione el telesilla.
Gimli: Ya dije que no era plan de venir por aquí...
Gandalf: No vayas a empezar otra vez con Moria. Además, un poco de aire libre vendrá bien a Frodo, ya que tiene que llevar el Armario. ¿Verdad Frodo? ¿Frodo? ¡Frodo!

Cuando Gandalf se dio la vuelta vio a Frodo rodando montaña abajo con el Armario. Acabó a los pies de Argón, que iba en último lugar. Pero curiosamente se dio cuenta de que se sentía más liviano, y es que el Armario se le había quedado atrás. Entonces, una vez que se incorporó ayudado por Argón, vio como Boromir "recogía" el Armario.

Boromir: ¡Qué cosas! Sufrir tanto miedo por algo tan tonto como esto. Si a mí no me parece tan amenazador. Y lo bien que iría con la decoración de mi castillo... Y la de cositas que podría hacer con él...

En ese momento fue sacado de sus pensamientos por un bolazo de nieve que le tiró Argón, quien después le dijo por señas que devolviera el Armario a Frodo, porque ya estaba visto que hablando no había manera. Se acercó al enanillo gracioso y entregó el Armario, mientras ponía cara de "bah, si de todas maneras no lo quería".
Después de este incidente el viaje se hizo cada vez peor. Llegaron a un paso muy estrecho por un lado de la montaña. Los hobbits iban en brazos de los humanos, alegando que se les había torcido el tobillo a los cuatro a la vez. La nieve les llegaba a la altura del pecho, y había una fuerte ventisca. El único que lo llevaba mejor era Legoland, porque tenía un cuerpo Danone y no se hundía en la nieve.

Gimli: El poney casi no puede andar. Tendríamos que haberle puesto las cadenas.
Argón: ¡Gandalf! ¡Tenemos que volver!
Gandalf: ¡No! ¡He dicho que no quiero ir por las Minas! ¡No empieces tú también ahora!
Legoland: ¡Er viento trae un zonío crué!
Sam: Perdón, es que tengo gases.
Legoland: No eh eso, eh otra cosa...

Y así era, porque Saruman, sabiendo por sus aviones espías que la Pandilla se dirigía a Caradhras les envío un misil Tierra-Aire para echar abajo la montaña. Hizo impacto justo por encima de donde estaban ellos, lo que provocó un gran alud. Cuando por fin salieron de debajo de la nieve se encontraron con una patrulla de la Guardia Civil, que les dijo que el paso estaba impracticable, a menos que llevaran cadenas para el poney. Además, les pusieron una multa porque las herraduras no eran las reglamentarias y porque no había pasado la última ITV.
Cuando por fin llegaron a la base, Gandalf tuvo que preguntar sobre la ruta alternativa. Boromir propuso el paso de Crujan, pero Gimli estaba empeñado en pasar bajo la montaña, a través de las minas de Moria. Así que Gandalf se enfrentaba ante una difícil decisión. Por eso, para eludir responsabilidades, le preguntó a Frodo.

Gandalf: Que el portador del Armario decida.
Frodo: (Pensando: A ver, si vamos por Crujan, beberemos un buen vino y además comeremos gratis porque venimos con el rey de Cóndor; sin embargo, en Crujan esta prohibido el botellón). (A todos). Atravesaremos las minas.
Gandalf: A ver, Frodo, creo que no lo has entendido bien. (Alzando un poco más la voz) Que   el portador   del Armario    decida.
Frodo: ¿Otra vez, viejo? Que por las minas, que habrá vino y cervecilla.
Gandalf: ¡ASQUEROSO NIÑATO! Te estoy diciendo que elijas bien, a conciencia.
Frodo: Que sí, que sí. Que por las minas, ya lo he dicho.

Así que tuvieron que irse para abajo, y tomar la dirección de las Minas de Moria para atravesarlas, para regocijo de Gimli y desesperación de Gandalf.


Capítulo IV: Un viaje en la oscuridad
Así que, después de haber subido a lo alto de la montaña, tuvieron ahora que bajar para dirigirse a la puerta de las Minas de Moria. Llegaron a una enorme pared de piedra, casi vertical, con una laguna muy oscura por delante. Gandalf se puso a tantear la pared en cierto punto hasta que dio con las muescas de la puerta. Entonces, cuando la luz de la luna y las estrellas traspasó las nubes que las cubrían, se pudieron ver los grabados de la puerta.

Gandalf: Aquí estamos por fin. Las puertas están hechas de Ithildin, un material que sólo refleja la luz de la luna y las estrellas.
Frodo: ¿Y qué pasa si quieres entrar durante el día?
Gandalf: Pues... ahora que lo dices... no lo sé...
Frodo: ¿Y qué dicen esas escrituras?
Gandalf: Oye, te estás poniendo un poco pesadito. A ver, aquí dice: "Las Puertas de Puri, el Ello de Moria. Habla, amigo y entra".
Merry: Aaaaah, qué bien. ¿Y eso qué quiere decir?
Pippin: ¿Seguro que no dice nada de Zona de descanso, Bar, Camping, Gasolinera o algo así?
Gandalf: Esto quiere decir que si sabes la contraseña puedes entrar. A ver Gimli...
Gimli: ¿Qué pasa conmigo? ¿Por qué tengo yo que saber la contraseña?
Legoland: Hombre, despuéh de toa la paliza que hah dao pa venir por aquí...
Boromir: ¿Por qué no llamamos al timbre?
Gandalf: Dejadme probar... ¡ÁBRETE SÉSAMO!
Argón: Me parece a mí que no...

Las horas pasaron así: Gandalf venga a decir encantamientos y chorradas para intentar abrir la puerta, pero nada. Pasó de "ábrete sésamo" a "ábrete imbécil", pero ni por esas. Por último probaron todos a empujar a la vez, pero tampoco consiguieron mover la puerta. Así que ahora Gandalf estaba sentado delante pensando en la solución, mientras los demás también descansaban. Menos Merry y Pippin, que habían hecho una caña e intentaban pescar algo en la laguna. Argón estaba quitando los bultos del poney para soltarlo.

Argón: Las minas no son un lugar seguro para un poney, ni siquiera para uno tan valiente como Bill. (Dando una palmada en el lomo del animal) Vamos, Bill. Vete.
Sam: (Llorando) Esto es más triste que la muerte de la madre de Bambi. Adiós Bill. Volveremos a encontrarnos, te lo prometo
Bill el Poney: (Pensando) Dios me libre. Por fin... se acabó la esclavitud...
Pippin: Vaya porquería de laguna, aquí no pica nada.
Argón: No molestéis al agua.
Merry: (A Merry) ¿Y este de qué va?

Gandalf estaba ya echando mano de todos sus recursos mágicos. En vista de que las palabras mágicas no funcionaban comenzó a sacar sus otras "herramientas de trabajo" del equipaje. Tenía ya fuera una palanqueta, una motosierra, un cartucho de Goma-2, garfios, poleas, e intentaba decidir cuál usar para abrir las puertas. En ese momento, Frodo parece que dio con la solución del enigma.

Frodo: ¡Ya está! ¡Lo tengo! Es un acertijo. ¿Cómo se dice amigo en élfico?
Gandalf: Sándia.

Al decir estas palabras sonó un crujido en la puerta pero todavía no se movieron. Otra vez se pusieron todos, menos Merry y Pippin, que habían pescado algo, a empujar con todas sus fuerzas. Pero seguía sin moverse. Esta vez Boromir dio con la clave.

Boromir: ¿Y si se abre hacia fuera?
Pippin: ¡¡¡Eeeeh!! ¡Algo a picado! Esta noche cenaremos pescado.

Mientras Gandalf tiraba hacia fuera pesadamente de las puertas apareció el "pez" que habían capturado Merry y Pippin del otro lado del sedal. Resultó ser una especie de pulpo gigante bastante molesto por el piercing involuntario que acababan de hacerle. La Pandilla tuvo que salir corriendo hacia el interior de la mina mientras el bicho los perseguía. Por suerte para ellos la puerta era muy pequeña para él y al intentar cruzarla derrumbó la pared exterior, tapando la salida.

Sam: ¡¡Por favor!! ¡¡Que alguien encienda una luz!!
Frodo: Sí, que le da miedo la oscuridad y no me deja tranquilo.
Gandalf: Vale, vale, ya está. Mi vara nos alumbrará.
Boromir: Estoooo, Gimli... a ese primo tuyo Balin... ¿le gustaba rodearse de gente viva? Es que estos que están el suelo tienen muy mal aspecto.

Cuando la Comunidad miró al suelo vieron todo sembrado de esqueletos y cadáveres de enanos. Vaya, una auténtica asquerosidad.

Pippin: Oye, que decoración de Halloween más conseguida.
Gandalf: Silencio ahora. Son cuatro jornadas hasta el otro lado. Y eso sobre todo va por ti Argón, que no veas si hace ruido tu cencerro.

De esta forma la Pandilla fue atravesando los largos corredores de las Minas de Moria, hasta que llegaron a un cruce con 3 puertas diferentes.

Gandalf: Mmmmm, no guardo recuerdos de este lugar. La última vez que pasé por aquí estaba demasiado borracho.

Los 8 compañeros se sentaron durante horas para dejar tiempo a Gandalf para pensar por donde ir. El mago estaba sentado justo delante del umbral de las puertas reflexionando en profundidad, aunque si los otros se hubieran acercado hubieran descubierto que en realidad se había quedado dormido hacía una hora. De repente, Frodo giró la vista hacia la oscuridad que habían dejado atrás y vio una silueta pequeña agazapada en las sombras, abajo, en lo profundo, que los estaba siguiendo.

Frodo: ¡Gandalf! ¡Gandalf!
Gandalf: (Despertándose) ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Qué tripa se te ha roto ahora?
Frodo: Hay alguien ahí abajo.
Gandalf: Ah, sí. Es Gollum. Nos lleva siguiendo desde hace varios días.
Frodo: ¡Gollum! ¡Hippie asqueroso! Qué lástima que Bilbo no lo matara cuando tuvo la oportunidad.
Gandalf: ¿Lástima? Fue la lástima lo que frenó la mano de Bilbo. Escucha bien, Frodo. Cuando tengas a tu merced a una criatura despreciable y te den ganas de matarla, hazlo antes de que se te pasen, porque si no mira tú la que puede liarse. Este es mi sabio consejo. Para que luego digan que esta historia no enseña nada... ¡Oh! ¡Ya sé! Tenemos que ir por esa puerta.
Merry: ¡Se ha acordado!
Gandalf: No. Escucha, Meriadoc. Cuando todo lo demás falle, usa un dispositivo de posición GPS como este, jejeje.

Cuando atravesaron la puerta empezaron a descender por unas escaleras larguísimas, hasta que llegaron a los salones más grandes de las Minas. Allí Gandalf, para chulear de magia, hizo que su vara brillase más, como las cerillas que se encienden en las pelis americanas, que dan luz como para iluminar todo un estadio de fútbol. De esta forma Gimli vio una cámara a un lado de la que salía luz y salió corriendo hacia allá. Cuando llegaron vieron todavía más fiambres que en la puerta y una tumba enorme en el centro de la habitación sobre la que daba la luz del día, que se colaba por un agujero del techo.

Gandalf: A ver, la lápida dice "Aquí yace Balin, hijo de Findus, señor de Moria". Ha muerto entonces.
Pippin: Yo creo que es obvio.
Legoland: (A Argón) Quillo, no podemoh entretenernoh máh aquí.
Gandalf: Aquí hay un libraco que tiene uno de los fiambres. A lo mejor es el diario... Veamos... "Cuaderno de bitácora. Fecha estelar 27504.12. Nos encontramos orbitando un planeta desconocido después de haber sido atacados por una flota de Klingons que..." ¿Pero qué chorrada es esta? A ver la portada del libro... "Star Trek. Las memorias del capitán Kirk". Este no es. Buscad el libro por ahí.
Boromir: Creo que es este.
Gandalf: Dame... "Han tomado el puente y la segunda sala. No podemos salir. Tambores, tambores de Safri Duo en lo profundo. No podemos salir. Ya vienen..." Aquí acaba.
Sam: Esto empieza a dar cague.

Mientras los demás estaban entusiasmados con la lectura, Pippin se había acercado a un pozo con una cadena colgando de un extremo junto a un extraño cartel que decía "Rasu on. Socro ed rodamall". Pensado que era el baño tiró de ella, lo cual solo hizo que el fiambre que estaba agarrado en el extremo se cayera al fondo del pozo, haciendo muuuuuuuucho ruido. Gandalf se volvió hacia Pippin con mirada asesina y los ojos inyectados en sangre.

Gandalf: ¡Tuk insensato! ¡La próxima vez tírate tú y líbranos de tu estupidez!
Pippin: Lo siento, yo sólo quería saber qué significaba este extraño cartel.
Gandalf: "Rasu on. Socro ed rodamall". ¿Serás idiota? ¡¡Está al revés!! ¡¡Léelo al derecho!!
Pippin: (Dándole la vuelta al cartel) "Llamador de orcos. No usar". Ah... vale, ya sé qué significa. Pero no hay porqué preocuparse, a lo mejor ya no funciona...

En ese momento se comenzó a oír al fondo del pozo el ruido de muchos tambores tocando canciones de Safri Duo. Del otro lado de la puerta se escucharon risas crueles. Legoland fue el primero en reaccionar y habló en su lengua élfica.

Legoland: ¡Fistros! (Que en la lengua común quiere decir ¡Orcos!).
Argón: (A los hobbits) ¡Quedaos detrás de Gandalf! ¡Boromir, ayúdame a cerrar la puerta!
Merry: Tranqui, tío. No pensaba ponerme delante a recibir a los orcos.
Boromir: (Asomándose a la puerta y esquivando una flecha) ¡Tienen un troll de las cavernas!

A continuación lo que pasó es que entraron un montón de orcos; pero claro, nuestros héroes no pueden morir y se los cepillaron a todos en 10 sangrientos minutos. Y como la sangre de los orcos es negra el suelo se quedó que parecían las playas de Galicia cubiertas de chapapote. Pero cuando aún no habían recuperado el aliento, entró el temible troll de las cavernas, sobre el que se lanzaron los 9 sin darle tiempo a decir nada, y apalearon y trincharon hasta que palmó. Lo más gracioso es que el pobre troll no iba a hacerles nada. Simplemente subió pacíficamente a pedir que por favor hicieran menos ruido porque no le dejaban dormir, y que había vecinos que tenían mucho más mal genio que él y que iba a ser peor. Pero como no le dejaron decir nada pues ahí quedó la cosa. Entonces vieron sombras de más orcos que subían a ayudar y decidieron que era hora de salir pitando de allí.

Gandalf: (Gritando) ¡Al puente de Khazad-Dûm,y mariquita el último!

 

Capítulo V: El puente de Khazad-Dûm
Obviamente, todos salieron por patas para llegar al puente de Khazad-Dûm, pues justo al otro lado se encontraban la caseta de peaje y después la salida a la luz del día, donde de seguro estarían a salvo (pues ningún orco normal y corriente se atreve a ver la luz del sol). Estuvieron durante unos cuantos minutos corriendo, pero de pronto Merry miró hacia el techo y advirtió algo que los demás no habían visto.

Merry: Perdona, ¿aquí suele haber cucarachas?
Sam: ¡AAAGS! ¡CUCARACHAS!
Gandalf: No, ¿por qué?
Merry: Pues si no hay cucarachas, ¿qué es lo que está saliendo del techo y corre por las paredes?

Cuando miraron hacia arriba, vieron una manada de orcos sedientos de sangre, y que incluso salían por las grietas del suelo. Los rodearon, así que no tenían escapatoria. Justo en el momento en el que los orcos iban a atacar, se escuchó un ruido muy extraño. Era una cadena del váter sonando. Todos los orcos salieron corriendo por donde habían venido. Cuando los nueve de la Comunidad miraron a sus espaldas, vieron algo similar a luz del día que poco a poco se iba acercando a ellos.

Boromir: (A Gandalf) ¿Qué nueva criatura es esta?

Gandalf estaba con los ojos cerrados, apoyado en su bastón, y no contestaba.

Argón: ¿Gandalf?

Escucharon un fuerte ronquido procedente del anciano. Se había dormido en medio de todo el tumulto, pero fue despertado cuando Legoland empezó a zarandearlo con brusquedad.

Gandalf: (Despertando) ¿Qué? ¿Qué?
Boromir: Que qué nueva criatura es esta.
Gandalf: Es el Balrog.
Boromir: ¿El qué?
Gandalf: ¡El Balrog!
Boromir: Perdona, no te oigo.
Gandalf: ¡¡EL BALROG, TÍO, EL BALROG!!
Boromir: ¿Barro? ¿Qué pasa con el barro? Aquí no hay barro.
Gandalf: (Cogiendo del cuello a Boromir) ¡¡EL BALROG!! ¡¡EL BALROG!! ¡¡NO EL BARRO!! Un pedazo de bicho de fuego y sombra impresionante. Por eso no quería entrar aquí.
Frodo: ¿Y por qué no lo has dicho antes?

Gandalf se quedó pensando un momento sin saber qué contestar, pensando en por qué no había dicho nada.

Gandalf: ¡Vaya! Ahora que lo dices, se me olvidó mencionarlo. Creo que estoy quedándome senil...

El caso es que todos corrieron y corrieron durante horas, hasta que el más vejete, o sea, Gandalf, no pudo más, a pesar de llevar la bombona de oxígeno a cuestas. Como no podía seguir corriendo más, puso la excusa de que iba a enfrentarse con el Balrog; pero, la realidad era que estaba fundido, así que le echó el muerto a Argón encima pidiéndole que hiciera de guía turístico mientras llegaban al puente. Sin embargo, bajando las escaleras que tenían que descender hasta el puente, se encontraron con un leve obstáculo. Un pedazo de "buquete" en medio de la escalera que, claro, para un humano es posible saltar, pero para los chiquitines era un poco difícil.

El primero en saltar fue Legoland, con sus pies ligeros (bueno, en realidad es que sacó de su súper mochila una cama elástica plegable y la utilizó para saltar al otro lado).

Legoland: Al pasaaaaaaar laaaaa barca me dijo el baaaaaarquero...
Gandalf: ¡Eh, tú! ¡Mariposa! Ayúdame.
Legoland: Ojú hijo, no te me pongah azín. Enga, zarta tú primero.

Gandalf saltó grácilmente, y esperó a ver quiénes eran los siguientes en saltar.

Boromir: ¡Merry! ¡Pippin! Venid aquí. (A Argón) Ve llamando al Book Guinnes of Récords, que vamos a batir uno en lanzamiento de hobbits.

Boromir cogió a Merry en primer lugar, se preparó, y le dio tres vueltas al chiquitín sobre sí mismo para después lanzarlo hacia las siguientes escaleras. ¡¡100 METROS SEÑORES!! Después cogió a Pippin, que al ver lo que había hecho con su compañero, pidió de rodillas que se le concediera piedad; pero, como Boromir estaba sordeta, entendió que Pippin estaba pidiendo que lo lanzara contra una piedra. Así que, lo lanzó igualmente y alcanzó los 200 metros. Después saltó Boromir, que con el peso de la edad, hizo que cayera un trozo más de escalera.

Argón: ¡Qué bueno! ¡Yo quiero intentarlo! Voy a probar con Sam.

Fue entonces el momento en el que por los laterales aparecieron unos cuantos orcos, los cuales empezaron a disparar con un Nerf Arco y Flechas (ya sabéis, esos juguetitos con flechitas de goma espuma). Probablemente a los protagonistas de nuestra historia no les harían daño, pero, ¿y lo que incomoda que no te dejen hacer algo tan sencillo como saltar el hueco de una escalera que tiene el diámetro de una plaza de toros? Así que Legoland, harto ya de que le despeinaran, sacó de sus bolsillos un pequeño y humilde... BAZOKA... con el cual se puso a disparar a los orcos.

Argón: Ladies and gentlemen, voy a batir un récord mundial. ¡Sam! ¡Ven aquí!

Sam se acercó, llorando y rezando, mientras que Argón hizo un espectacular lanzamiento de hobbit que llegó a los 550 metros. Después quiso intentar con el enano, pero éste no se dejó.

Gimli: (Con el hacha en las manos) O quitas tus manos de mí o jamás podrás tener hijos.

Ante esa expectativa, Argón se apartó, y dejó que Gimli saltar por su propio pie, mientras que al otro lado Legoland lo cogía de la barba y le daba consejos de Nivea para que mejorara su cutis.
Era pues el momento de Argón y cómo no, Frodo. Pero cuando fueron a saltar, un nuevo trozo de escalera se soltó, así que tuvieron que esperar a que la suerte hiciera su papel y así pudieran encontrarse a una distancia adecuada para saltar.

Cuando por fin se encontraron todos al otro lado de la escalera, sanos y salvos, pudieron llegar al puente. El último en pasar fue Gandalf, pues se había encontrado por el camino con el Balrog.

Gandalf: (Al Balrog) Hola, buenos días.
Balrog: Buenos días.
Gandalf: ¿Cómo tú por aquí?
Balrog: ¿Yo? Nada, aquí, paseando un ratillo.
Gandalf: ¡Ah, bien, bien!

Cuando Gandalf se dio cuenta de quién era, se asustó un ratito, pero vio que en realidad no estaba lleno de llamas, tal y como se lo había imaginado. Así que como toda persona interesada, se detuvo y le preguntó.

Gandalf: Perdona, yo te imaginaba un poco más encendido.
Balrog: ¡Ah! Sí, eso dicen todos. Siempre tengo que mostrar mi último truco de faquir.

Entonces el Balrog sacó el bote de gasolina, se impregnó en él y después sacó una cerilla. Se la puso encima y realizó lo que hoy en día se conoce como la "combustión espontánea". Fue pues cuando Gandalf se puso a correr como loco, y llegó al puente de Khazad-Dûm, pasando el último. Al llegar a la mitad, se dio la vuelta y dijo unas palabras casi imperceptibles.

Gandalf: ¡Qué asqueroso está el puente! Le voy a dar una pasada con la fregona.

De su túnica sacó una fregona y se puso a limpiarlo, cuando de repente salió el Balrog y estuvo dispuesto a pasar. Claro, Gandalf acababa de fregar y no era plan de que le estropeara tan maravilloso y pulimentado suelo.

Gandalf: ¡NO PUEDES PASAR! ¡ACABO DE FREGAR EL SUELO! Soy siervo de la lejía secreta, administrador del Ajax Pino, llama de estiércol. ¡NO PUEDES PASAR!

Total, que tal fue el cabreo que Gandalf levantó la fregona, la estampó contra el suelo, y con qué fuerza no le daría que cuando fue a pasar el Balrog hizo que el puente se rompiera (cosa que a los constructores no les sentó muy bien después de años construyéndolo sobre un abismo), y el monstruo cayera al vacío. ¿Sería este su final? El de él no sé, pero se llevó a Gandalf con él, porque con su súper látigo lo agarró por el pie e hizo que se quedara colgado del puente.
(Ahora viene un momento muy emotivo, sacad los kleenex).

Todos: ¡Huyamos! ¡Huyamos!
Gandalf: Pero, ¿qué hacéis?
Boromir Podemos morir. Lo sentimos Gandalf, pero el Armario es más importante. ¡Huyamos!
Gandalf: ¡VENID P´ACÁ, INSENSATOS!
Frodo: Yo te salvaré.
Gandalf: ¿Tú? No me hagas reír que voy a perder fuerza. Uno que no me llega ni al pecho y quiere salvarme. Caeríamos los dos. Y, sinceramente, lo digo por mí, porque tú me importas más bien poco. Yo soy mejor y más importante que tú.
Argón: Tiene razón, Frodo. Tenemos que irnos.
Gandalf: ¡Eeeeeeeeeh! Para el carro. ¿Dónde vas, Barrabás? Tú si puedes cogerme. (Nadie va a salvar al mago). ¡¡¡¡¡COGEDEME INSENSATOS!!!!! ¡¡¡¡¡SALVADME POR VUESTRAS MUELAS!!!!!!
Argón: Pero, Gandalf, entiéndelo... Los orcos, las flechas... es muy peligroso.
Gandalf: ¡A LA PORRA CON LOS ORCOS Y A LA PORRA CON LAS FLECHAS! 550 orcos disparando y no os han dado antes... ¿CREÉIS EN SERIO QUE VAN A ACERTAR AHORA?
Gimli: (A los hobbits) ¿Os acordáis cuando me iba a caer por esas escaleras? Yo diciendo "de la barrrrba no".
Pippin: Sí. Juajuajua. Fue muy bueno.
Legoland: No podemoh zarvarte o toh caeríamos ar vazío, o por culpa de loh orcoh.
Gandalf: Habló la flor del desierto. ¡Calla nenaza! Y si vas a hablar, hazlo con conocimiento y propiedad. Son TRASGOS, no orcos comunes y corrientes (Pausa). Pero bueno... ¿VAIS A DAR LA VIDA POR UN ASQUEROSO HOBBIT QUE NO CONOCEIS DE NADA Y A MI, QUE OS HE SALVADO DE UN MONSTRUO QUE ES LA CAÑA, NO?
Argón: Legoland tiene razón. Lo sentimos Gandalf.
Gandalf: Pooor favor... (Imitando a Aragorn) Legoland tiene razón... SI NO ME SALVAS, DESVELO LO TUYO CON EL DEL NERF ARCO Y FLECHAS.
(Legoland echa una risa femenina y se pone a canturrear: Somos lirios, somos rosas...)
Síiiii. A Dios pongo por testigo (música de Lo que el viento se llevó) de que lo contaré si no me salváis.
Boromir: (A Merry y a Sam). Duérmete niiiiiiiiiiiño duérmete yaaaaaaaaa, que viene el oooooorco y te comeráaaaaaaa...
Gandalf:¡¡Que nooooooooooooooooooooo!! ¡¡Que no son ooooooooorcos!! ¡A LA PORRA CON LOS ORCOS! ¡A LA PORRA CON VOSOTROS, PALETOS INCULTOS! Me rindo. Prefiero diñarla a que me vean con vosotros. Pero volveré para vengarme de todos. Volveréeeeeeeeeeeeeeeee.

(Gandalf se tira. Legoland corre al borde).

Legoland: ¿HAS PROBAO PANTENE PRO-V PAL PELOOOO? SI VAS A VOLVER, HAZLO CON PROPIEDAD Y NO VUELVAS CON LAS GREÑAS.
Argón: (Dirigiéndose al resto) Bueno, ahora que nos hemos deshecho de Gandalf, nos vamos de aquí que esto por la noche se va a poner de orcos como en el botellón.
Gandalf: (Desde el fondo del abismo) TRASGOOOOOOS. TRAAASGOOOOOS.
Frodo: ¿Botellón? ¿Quién ha dicho botellón?
Legoland: Bueno, podemoh ir a Jarlórien, que allí tendremoh alohamiento gratis.
Argón: Bueno, pues venga, vámonos para Jarlórien.



1 2 3 4 5 6 7 8

  
 

subir

Películas y Fan Film
Tolkien y su obra
Fenómenos: trabajos de los fans
 Noticias
 Multimedia
 Fenopaedia
 Reportajes
 Taller de Fans
 Relatos
 Música
 Humor
Rol, Juegos, Videojuegos, Cartas, etc.
Otras obras de Fantasía y Ciencia-Ficción

Ayuda a mantener esta web




Nombre: 
Clave: 


Entrar en el Mapa de la Tierra Media con Google Maps

Mapa de la Tierra Media con Google Maps
Colaboramos con: Doce Moradas, Ted Nasmith, John Howe.
Miembro de TheOneRing.net Community - RSS Feed Add to Google
Qui�nes somos/Notas legalesCont�ctanosEnl�zanos
Elfenomeno.com
Noticias Tolkien - El Señor de los AnillosReportajes, ensayos y relatos sobre la obra de TolkienFenopaedia: La Enciclopedia Tolkien Online de Elfenomeno.comFotogramas, ilustraciones, maquetas y todos los trabajos relacionados con Tolkien, El Silmarillion, El Señor de los Anillos, etc.Tienda Amazon - Elfenomeno.com name=Foro Tolkien - El Señor de los Anillos