El Elegido

PERDIDAS IMPORTANTES

Sko vio como el hombro de Falath era perforado por el colmillo del gurn que estaba cubierto con una capa negra, el gurn comenzó a sisear y con su lengua tocó y saboreo el cuello de Falath, Sko corrió y golpeó a la serpiente en su cabeza y esta se abatió contra el suelo. Pero no muerta sino que su cuerpo comenzó a serpentear jalando a Falath al abismo, Sko tomó el colmillo con asco y trató varias veces de clavarlo en el cuerpo de el gurn pero solo conseguía rasgar su manto y pensó que Falath se iría al agujero con esa cosa, pero  justo cuando intentó clavar el colmillo por quinceava ocasión el gurn se levantó siseando intensamente y sacó su garra verde de la manga y le rasguño la cara a Falath y le bebió la sangre - todo esta hecho amigo- susurró, tiró a Falath por el abismo y el gurn se dirigió a la boca de la nube negra de Rougdur y ésta desapareció en un instante.

Sko sintió como si su cuerpo tuviese miles de hormigas caminando por el y  casi se arroja al abismo pero vio que Huala despertaba y dijo -Falath, arem du ustielén,- y una lágrima rodó en su cara, un rayo fino, blanco y cálido salió de su boca que se dirigió al fondo del abismo y solo vio más oscuridad, cerró su boca y tiró el colmillo al abismo caminó un poco se sentía desolado con frío y su cabello rubio cambió, ahora no brillaba más y sus ojos perdieron vida, Huala se acercó a el y dijo -¿qué pasa?, ¿donde está Falath?- Sko la abrazó y comenzó a llorar con mucha fuerza y entre sollozos contestó- no lo pude ayudar, no lo sé, ¿por qué?, cayó.

Huala tomó tierra y la arrojó al abismo- mi querido maestro tu luz se apagó, tu esencia se queda, Rani te cuidará ahora, tú nos protegerás ahora y para siempre-una sensación de emoción se abalanzó por todo su cuerpo y se quitó la llave del cuello, abrió el brazalete y el báculo le emergió en la mano- Sko, ¡puedo traerlo!-  el desconcierto recorrió el rostro de ambos

-No, no podemos- contestó Sko desilusionado- el quedaría como espectro, si su destino fue morir lo traerías como tal.

- y si no fue su destino ¿Qué pasaría?, ¿como sería? Un espectro, yo sabía que regresaría normal, y lo que pasó hoy no era destinado para el.

-¿pero que haremos si no?, el sería inmortal, ¿te gustaría que el fuera un alma en pena por siempre?, no podemos arriesgarnos- Sko caminó al extremo derecho por donde Falath perdió su vida  y pateó una piedra al abismo, en ese instante recordó la imagen Falath cayendo inconsciente ¿habrá sentido dolor?, espero que no. La piedra chocó contra algo que se quejó. - ¿Qué, diablos, la piedras no se quejan?- Y sacó su rayo por la boca alumbró y vio un manto de color vino colgado de la raíz de un árbol seco que parecía ser...

-Falath- gritó Huala que vio a Sko alumbrar algo vino en una rama, al mismo tiempo que se ataba el báculo a la cintura- si es Falath, lo sé.

La emoción era el sentimiento que predominaba en ese momento, Sko no sabía que hacer si abrazar a Huala, buscar algo para sacar a Falath.

Al fin se decidió y sacó de su bolsa una vara blanca y tratando de pensar bajo los gritos de emoción de Huala le vino a la cabeza un hechizo sencillo pero que no había practicado en mucho tiempo.

-Huala guarda silencio- dijo el mago un poco brusco
-¿por qué?-dijo Huala en una forma desafiante.
-¿te sabes el hechizo de levitación?
-lo sabía, pero como me van enseñando hechizos más complicados, ese se me olvida, ¡¿no sé como Falath se acuerda de todos?!- dijo con desanimo

-lo intentaré, pero trata de no hacer movimientos para que no parpadee y pierda mi objetivo-la elhum asintió con la cabeza.

-leviticum Falath- de la vara blanca salió un débil rayo transparente y serpeó por el aire hasta llegar a donde el cuerpo de Falath estaba colgado, un momento después la mano de Sko se tensó como si algo lo jalara y aplicó más fuerza -leviticum- dijo con más fuerza, su temor se incrementaba -leviticum- dijo nuevamente cuando sintió que el también se iba al precipicio-leviticum- un rayo aún más fuerte que los anteriores serpeó con más rapidez  pareciendo calor -leviticum- dijo  una vez más y escuchó como se rompía una rama y el peso se tornaba más intolerante, su cuerpo comenzó a temblar y Huala  no podía hacer nada solo veía como Sko se resistía y dijo -Leviticum Falath- y su rayo salio pero le pegó a Sko en el hombro, dejando caer a Falath al abismo perdiéndolo ahora si.       
  
-¡Estúpida! ¿Qué he hecho?-dijo Huala con un grito que se escuchó muy lejos, el báculo comenzó a brillar y se calentó de una forma increíble, después el cinturón de Huala comenzó a quemarse y cayó al suelo rodó con fuerza al abismo.
Sko apenas conciente de lo que hacía y sentía se arrojó al abismo para alcanzar al báculo, una idea que se consideraría  tonta en ese momento.

-¡Sko!- gritó  Huala con desesperación, no sabía que hacer, la cabeza le dolía, tantos problemas se vinieron a su cabeza, ¿qué haría sin Falath, sin Sko y sobre todo si el Báculo?, lo había perdido todo, absolutamente todo.

De pronto escuchó -aaaa suuum, aaaa suuum, - suspiros conocidos seguidos por gritos de gurns y elfuns, que venían corriendo, sus armaduras  rechinaban en todos lados las espadas y siseos se escuchaban cada vez más cerca.

Huala, no sabía que hacer estaba ahí pasmada viendo como de la nube negra que nuevamente cubría el campo, salía todo un ejercito que iba contra ella, entonces las nubes reales comenzaron a retumbar y relampaguear la lluvia descendió rápidamente y de forma muy estrepitosa. Huala estaba aún ahí parada sin poder reaccionar, el ejército se acercaba a ella rápidamente, ya podía distinguir las horribles caras de los gurn y los elfuns, que venían sobre los fangosos y horribles elhunos.

Un llamado desde el interior de Huala le dijo-¡corre, no todo está perdido!- casi por inercia Huala  se echó a correr directo al abismo, cerró los ojos dio un salto, su cuerpo empezó a temblar, su cabello estaba mojado y sucio, toda su vida pasó delante de ella, recuerdos que eran muy interesantes pero que ahora no podía analizar, de pronto algo desde su corazón hizo correr con más y más fuerza a su sangre, sus piernas literalmente volaron por el abismo y un golpe sordo terminó con ese tremendo momento, pero solo con ese momento.

Al caer Huala al otro lado pudo ver al ejército como nuevamente se metía en la nube que ahora lucía un poco débil, pero que tenía la intención de transportarlos, Huala estaba cansada, sus piernas parecían gelatina y no podía ponerse en pie, sentía como si cargara a alguien en su cuerpo, cada vez más se perdía, se sentía como si ya ese fuera su ultimo momento de vida, ella se había rendido su cuerpo no daba para más y perdió su conciencia al ver que el ejercito salía nuevamente de la nube y gritaba de forma extraña, pero ella lo interpretaba como gritos de victoria, cerró los ojos y lo último que pensó fue: "he fallado".