El Elegido

EL PRIMER ENCUENTRO

Efran y Labisa habían caído al suelo ante la mirada atónita de los invitados. Los guardias se levantaron de la mesa y cuatro corrieron hacia los alrededores  buscando gente extraña, otros dos fueron al auxilio de los reyes pero el acontecimiento resultó más extraño de lo que parecía porque en el lugar en que se supone debían estar los cuerpos de Efran y Labisa sólo había una especie de polvo dorado envuelto entre las ropas. Pero para sorpresa de todos, el polvo se comenzó a oscurecer, la ropa se carcomió rápidamente y en un abrir y cerrar de ojos los ropajes del rey y de la reina fueron tragados por la oscuridad que se había producido en el castillo. Un gran soplo de viento se presentó en el comedor los invitados y en si todo el pueblo en general se cayó al suelo, la oscuridad se poso en los cuerpos de todos, menos los elfos, como un manto y se desvanecieron poco a poco pero sus bordes quedaron como si estuvieran debajo del piso y lo levantaran, el frió se apoderó del lugar y una nube oscura salió del horizonte lentamente tomando la forma de una persona gigante con armadura de color negro que surgía de lo más profundo  de un abismo.

Huala se detuvo un momento desviando la mirada hacia el castillo y escuchó una risa seguida por una voz  tan espantosas que se le heló el corazón, al mismo tiempo que el castillo caía en pedazos, Huala ahogó un grito de dolor y giro su caballo de regreso.

¡Huala noooooooooo! - Gritó Falath y regresó al castillo en busca de su aprendiz, pero algo lo detuvo y que lo hizo dudar durante unos segundos.
  Por Rani, no es posible fuiste desmaterializado le dijo Falath a la sombra. Y se movió rápidamente al ver que Huala estaba por entrar al castillo en ruinas.

La elhum desmontó y entró al castillo, vio que no había nada solo una oscuridad fría y algunos elfos que huyeron, no por horror, sino por ir a cumplir una misión o prevenir a alguien. Un sonido de pasos agigantados asustó a Huala que con gran agilidad desenvainó la espada pero una voz dura la acobardó a tal grado que decidió salir del castillo pero la neblina oscura la hizo perderse en la inmensidad del castillo y seguía escuchando la voz que ahora  decía onerha ranurmm entherim sufernac losc.                       
 
Huala se dio cuenta entonces que tenia el poder máximo en su bolsa de color vino y pensó porque no usarlo somos uuunooo. Su frente comenzó a sudarle y apreció una fuerte vibración por todo el cuerpo, sintió que el corazón le latía fuertemente, el cuerpo le temblaba en su totalidad pero la  mano  que sujetaba el báculo era firme, mientras la respiración se le hacia más profunda sus ojos se fueron tornando negros, la voz se escuchaba más fuerte. Huala levantó el báculo y dijo con palabras claras.

- Onrurak nelm-(esto es una frase en luxcor idioma de Rougdur)

 Y el báculo soltó una luz poderosa que disipó por un momento la oscuridad, Huala quedo extrañada porque las palabras que pronunció nunca las había escuchado en su vida, Rougdur vaciló por un momento  pero rápidamente se decidió y extendió su mano gigante hacia Huala, que aunque estaba atónita  decidió correr y alumbrarse con la poca luz del báculo, la voz cambió de palabras y ahora todo lo decía en osern (lengua común) te he visto, mi báculo, eres tan bello.

Huala aceleró el paso al oír esas palabras, su perdición había venido ya que  usó el báculo - que hice que hice soy una torpe- en ese momento sintió algo bajo sus pies que la detuvo como de golpe y cayó al suelo, soltó el báculo  un rayo salió de él  y rebotó por el piso como chocando con unos bordes.

Un murmullo empezó a resonar por toda la sala  Ahhhh sum ahhhh sum, se escuchaba, y los elhums comenzaron a moverse por debajo de los mantos de piedra, la elhum  se levantó rápidamente y quedó azorada ante la horrible visión que tenia porque era como ver toda su vida destruida, vio que todos sus amigos se retorcían bajo el suelo y trataban de salir de una pesadilla que apenas había empezado.

Huala sintió que era la hora de irse y abandonar todo lo que había que hacer e irse a los campillos de swar de los que nunca debió haber salido, pero sus pensamientos fueron cortados rápidamente en un retorno duro a la realidad por unas manos cubiertas de polvo que eran frías y duras, la elhum dio la vuelta y distinguió las figuras oscuras de los elhums que se movían por debajo de la tierra ella pensó por un momento que la ayudarían a escapar del peligro que ahora la acosaba, pero no fue así, los elhunos* se abalanzaron contra ella con cuchillos que brotaron de la oscura niebla y que habían sido envenenados con el poder de Rougdur el titán oscuro            

* Etimología elhu: por ser  antiguos  Elhums - nos: deformes

Entre todos los elhunos la sujetaron pero no se atrevían a tomar el báculo, pero a Huala si la tomaron y se la entregaron a Rougdur que rápidamente la miró con sus ojos rojos que parecían obtener su color de unas profundidades abismales, el terror se adueño de ella, sintió que era absorbida por la respiración del titán oscuro y la conmoción llegó a tal grado que se desvaneció y quedó inmóvil pero antes de cerrar los ojos vio una gran luz que le cegó la vista.

Huala tuvo una visión o lo que creyó que era una, pero era tan horrible que se parecía más a la realidad que enfrentaba, creyó que la oscuridad de su corazón se ampliaba y le recorría todo lo que su mente alcanzaba a comprender o visualizar, una risa diabólica se escuchaba a su alrededor, y trató de buscar de donde venía pero solo vio a Emáruc en llamas, los grandes palacios de los elfos no existían, los ríos tenían sangre y fuego en lugar de la cristalina agua, el frío se adueño de todo lo que había y la risa se debilitó  cada vez más hasta que se transformó en  murmullos de la noche  y la elhum captó un mensaje - pasado  era  yo  gané  -  que dices- murmuró Huala, pero nadie contestó, la visión comenzaba a crecer y ahora se vislumbraba un pelea entre cuatro gigantes y el caballero oscuro  que antes había atacado a Huala.

Las espadas de los cuatro brillaban en diferentes tonos como el azul, el rojo, amarillo y verde y cada una soltaba un poder en especial, aun así la gran hermosura de los titanes se colapsó por una fuerza mayor que  parecía que con el tiempo se había  acrecentado, Rougdur el titán oscuro, el señor del mal, el dueño de la antigua tierra había crecido y no solo en tamaño sino en poder, el poder que acumuló tras haber traicionado a los cuatro, su armadura era negra como el humo del volcán Namarenrre  que hacía erupción en ese momento, su rostro era cubierto por una gran máscara de alunan en la que solo se distinguían los ojos de color rojo profundo que dejaban a conocer sus pensamientos sombríos, tomó su espada negra y la alzó, esta liberó un rayo que golpeo a los titanes dejándolos en el piso con grandes heridas que eran poco comunes porque en vez de que sangraran sacaban luz y por cierto esta era hermosa tan hermosa que Huala pensó que había salido de esa pesadilla- yo regreso a mi luz- se dijo a ella misma.
Sintió que su cabeza le ardía y sudaba demasiado, sus manos estaban frías al igual que sus piernas, no podía ver más porque los parpados se volvieron tan pesados que no aguantó tenerlos abiertos por mucho tiempo aunque todavía seguía conciente de lo que pasaba, creía que estaba dormida pero a la vez despierta  y mientras se encontraba en un estado entre conciencia e inconciencia escucho la voz de Falath - déjenme y déjenla a ella, ustedes no son así. Entonces Huala comenzó a sacudirse con violencia y no supo más.

Falath veía como Huala desmontaba y se internaba en las ruinas del castillo, entonces se percató de que Rougdur se materializaba lentamente y su armadura se volvía negra. Falath sacó de su túnica morada una varita, que era del tamaño de su mano a la que le susurró estas palabras- oder talma rece (que en buen osern significa: crece, amplia tu poder) y la varita débil y frágil aumento su tamaño en 25.3 varinus que es la medida de los magos en su bastón, esta indica el rango.

El mago lanzó un conjuro de protección para Huala y uno de rechazo para Rougdur pero este último no aceptó el conjuro, enviando otro en su lengua- onerha ranurmm entherim sufernac losc con una voz muy dura y penetrante, con esto el mago salió disparado del caballo golpeándose la cabeza y unas gotas de  sangre corrieron por su pelo café y murmuró - Rani quiera que mi prueba no sea..., pero no acabó de decir esto cuando una fuerza oscura lo levantó tres metros y mientras  lo empujaba o lo jalaba al castillo, Falath no soltaba su bastón porque trataba de conjurar algo pero nada le venía a la cabeza, solo maldiciones pero eso de nada le servía, pero ¿cómo era posible de que no le viniera nada bueno a la cabeza, sino pensamientos oscuros?, La cabeza y el cuerpo comenzaban a dolerle como si lo estiraran en una tortura y en su punto de más desesperación, cayó en seco al piso, se levantó dándose cuenta de que estaba afuera de las ruinas del castillo a unos escasos metros de Huala, al mismo tiempo de que escuchaba las palabras de Rougdur- te he visto, mi báculo, eres tan bello, Huala tomó el camino a la puerta principal, Falath estaba tan aturdido que por unos segundos  sintió que estaba en su niñez  cuando fue elegido para ser mago y perdió el conocimiento pero aún escuchaba  a Rougdur  o más bien lo percibía en su mente de tal manera  que con las palabras lo torturaba, decía maldiciones tan fuertes que hasta el más vulgar de todos los Elfuns se sentiría ofendido (las maldiciones eran en Luxcor).
                 
El mago levantó su cabeza, se despabiló y vio que el piso  se contorsionaba fuertemente pero aún peor porque las figuras del piso se dirigían hacia Huala que estaba aterrada. Tomó su bastón del piso y se levantó encaminándose con furia hacia Rougdur con el cabello resplandeciendo y con  la cara más brillante que nunca se dispuso a conjurar algo, diciendo - rocantropo norbalis -y de su bastón salió una luz que distrajo a Rougdur, cegó a Huala y los elhunos se detuvieron y por un instante sus mantos se convirtieron en cenizas  los cuerpos humeantes de lo elhums recobraron su forma original y con ello su belleza, pero no duró más que unos cuantos segundos y recobraron su amorfa fealdad, cuando la luz se disipó totalmente Falath se dijo así mismo - no ha funcionado - al mismo tiempo que Huala era tragada por Rougdur. Pero Rougdur se agacho y comenzó a quejarse y murmuro palabras como pasado, era, yo o algo muy parecido y la reacción de sus nuevos esclavos no se hizo esperar y comenzaron a atacar al mago y este los repelía con gran velocidad  y poder.

Un elhuno lo tomó por los pies pero Falath le pegó en lo que parecía ser su cabeza y un grito de dolor salió de la boca del elhuno  tan agudo que los demás se detuvieron pero aun más rápidos que antes se movieron en ataque gritando maldiciones, le pegaron a Falath en las piernas dejándolo inmóvil y como reflejo lanzó un hechizo de rechazo que ahora si funcionó y que lanzó a todos los elhunos por los aires, se veía algo extraño porque ahora no tenían mantos de piedra o de lo que fuera sino ahora sus bordes se marcaban en el cielo como si estuvieran pegados en una pintura exacta de las nubes, todos gritaban maldiciones en osern que son impronunciables porque ninguno de nosotros aguantaría las ganas de llorar.

El hechizo había alcanzado tal potencia que Rougdur también se conmocionó y con un grito de locura y tan fuerte como las olas del mar comenzó a vomitar oscuridad y a Huala la aventó unos cuatro metros  antes de desaparecer de una forma muy extraña, se convirtió en una nube y se levantó por los aires y que unos segundos después explotó con un gran estruendo y un frío que paralizó a los ahora inconscientes elhunos.

Huala cayó en el piso de una manera estrepitosa pero no soltó el báculo ni por un segundo, Falath corrió a ayudarla y se hincó ante su cuerpo de apariencia mortal ya veras Huala me las vas a pagar por todo esto- dijo el mago con una voz que en lugar de regaño parecía pedirle perdón por haberla obligado a participar en esta misión que no tenia aún un buen comienzo.
Falath trató de quitarle el báculo de las manos pero estaba muy caliente y pegado a la piel de Huala y le succionaba la sangre lentamente, el mago miró a su alrededor y quedó impresionado porque estaba dentro del cuarto que era de los reyes donde hace mucho tiempo Enruk  pronunció la maldición que se había roto hace una hora y que era la causante de la muerte del rey y la reina, pero la desesperación había ahogado el corazón de Falath porque Huala empezaba a tornarse amarilla y perdía su color blanco.

El mago cargó a la elhum y corrió rápidamente al caballo  que lo estaba esperando en la puerta de madera que ahora había perdido su esplendor y belleza en el estado que se encontraba, aunque la vana alegría que había producido ver el caballo del mago, desapareció cuando escuchó un murmullo aterrador a sum, a sum -otra vez estas cosas me comienzan a caer mal.

Los elhunos se comenzaron a arrastrar por el piso como si estuvieran debajo de una alfombra pero ahora se habían hecho más, los deformes reptaban rápidamente  hacia Falath que hacia todo lo posible por subir a Huala al caballo- apúrate Falath apúrate ya vienen- con estas palabras de autoayuda el mago se montó en su hermoso corcel Imis - vamos Imis arre arre- dijo el mago, Falath pensó que si llegaba a la delta norte del río Ran y usaba la llama de Darmos  que lo trasladaría a Burnugal en unos tres días - uff creo que ya tracé mi ruta, aguanta Huala en tres días estaremos en Burnugal y ahí nos repondremos- Los elhunos se arrastraban cada vez más rápido y llenaban la orilla oeste de la delta norte  obligando a Falath a cruzar el río a caballo.

Falath se encontraba en un dilema- es una locura pasar por el río en un caballo que lleva a dos personas y con miles de criaturas detrás de el, los elhunos avanzan cada vez más rápido y ya estamos cerca del río no tengo otra opción que cruzar, pero no podremos regresar porque para la noche el lado oeste de Elhum se llenará de los deformes y no llegaré nunca a Lacrab con esas cosas ahí, entonces tendremos que ir a las murallas del Elhumas.