El Elegido

LOS  SUEÑOS DE FALATH

-Es que no estoy confundido, solo necesito aclarar un poco mi mente- contestó Falath de manera enérgica y dolida es que con ese viaje que nos dio pues cualquiera se perdería en sus pensamientos. Pero aún me siento un poco distraído y cansado dejemos esto para mañana, ahora solo queremos dormir- al decir esto Falath cerró sus ojos sin pensar en nada y dentro de sus sueño apareció una gran torre de tela amarilla y pensó en Huala, luego sangre y fuego, después oyó una fría voz que le caló los huesos que decía dámelo, tú lo tienes. Falath despertó sudando y algo le decía que ese no sería el único sueño.

Falath vio que estaba dentro de una habitación oscura, supuso que era del castillo porque la piedra era azul, los detalles no estaban claros, solo podía ver una mesa de madera vieja junto a una ventana abierta, mejor explicado sin vidrio. Se levantó de la cama que tenía las sabanas llenas de lodo y una cobija gris, el mago tomó su ropa y con la su dedo dijo
- ¡armo! - al decir esto su vestimenta cambió de tono, de color vino a verde esmeralda y después la apareció puesta, se dirigió a una gran puerta de madera sin tomar en cuenta el ruido que venía de afuera, abrió la puerta y vio a Huala acostada en un cuarto idéntico al de el y decidió no despertarla, caminó a la puerta enfrente de la suya y la abrió, al tratar de salir alguien lo empujó dentro de la habitación

-¡oye que te pasa!- dijo Falath demasiado confundido

- no es conveniente que salgas, por aquí, despierta a tu amiga y váyanse, el irá contigo se llama Sko, es un elfo y conoce todos los camino a Burnugal- dijo un Hombre feo de pelo negro

-ah ya se quien eres, eres el capitán de este ejercito, lo se por tu placa de águila en tu capa y porque te vi aquel día en la lluvia y tu fuiste el que nos trajiste aquí (le dijo al elfo) - dijo Falath dándose cuenta de que ese no era el momento de hacer esa clase de comentarios incongruentes.

Después de esto rato Falath prestó más atención a los ruidos que antes le parecían nada y se dio cuenta de que Otorlinad estaba en una gran guerra, volvió sus ojos a la ventana también sin vidrios y el bosque estaba en llamas y los elhunos eran casi imposibles de ver bajo la tierra y cada vez que mataban a uno el otro tomaba su poder, pero eso no era lo peor sino que un ciento de gurns y elfuns peleando contra los hombres de Otorlinad.

Falath despertó a Huala y ella le pegó una cachetada tan fuerte que le rompió por unos segundos el hechizo de la ropa y esta se convirtió en vino.

- lo siento Falath es que estaba soñando ¿que... demonios está pasando aquí? Tenemos que irnos- Huala tomó su llave y un brazalete y salió de la habitación, pero se regresó asustada y dijo - ¡algo se mueve en el techo!

Falath agarró la mano de Huala y Sko se puso enfrente de ellos, sacó un bolsa gastada y un rayo de humo rojo regresó del ehum a su bolsa y el pedazo de techo que ocupaba el elhun se desplomó, Falath tuvo muchas dudas acerca de que una bolsa pudiera robar la vitalidad de un ser vivo y dijo -debes ser muy cuidadoso con eso. Ahora por donde saldremos.

-buena suerte, nos veremos muy pronto- dijo el capitán, que tontamente seguía ahí y desapareció por la puerta.

- Por donde partiremos, señor Sko, veo que no hay una salida disponible- dijo Huala después del susto

- me sorprende que siendo usted estudiante de magia no sepa que usaremos para irnos- al decir Sko esto Falath puso cara de "este quien es" y Huala se ruborizó un poco- nos iremos por...

-La luz de Darmos- interrumpió Falath- es la única forma de irnos

- si, pero solo los elfos podemos hacerla así que atrás magos y dejen hacer esto a los expertos porque...

- Oh por Rani, yo también puedo hacerla- interrumpió nuevamente Falath- así que déjame hacerla a mí - Falath levantó su báculo y dijo:

 -fraco in ma-  entonces apareció un frasco vacío de cristal muy limpio en la mano de Falath, le quitó una tapa de vidrio en forma de rayo e hizo un ademán como si estuviera tirando agua al suelo, y donde supuestamente cayó el agua, Falath pegó con su dedo índice - firen on mora- y apareció un fuego de color morado con llamas tan altas como Falath - ¡lo ves, también yo puedo!- dijo ante la mirada atónita de el elfo.

- muy bien - replicó Sko- Huala tienes tu llave y pulsera ¿cierto?, y tu Mago, ¿estas listo? - cruzó el fuego y gritó - directo- y desapareció en el color morado.

-oye, Falath, ¿por que no usaste este hechizo desde el castillo? Creo que así nos hubiésemos ahorrado muchas cosas.

- Huala, no lo utilicé, porque Rougdur ahora es una presencia total, está en todos lados y podría interceptarnos mientras estamos convertidos en espíritus y matarnos, ¿como crees que Rougdur supo que veníamos para acá?, tu se lo dijiste cuando su nube te cubrió, el lo leyó de tu mente- Falath le extendió la mano a Hula y le dijo - es tu turno di directo y esperadme- Huala, se metió al fuego y gritó directo (no era necesario gritar)desapareció, Falath pasó por ahí y dijo directo, sintió una fuerte sacudida y vio todo el bosque de Lock, vio Otorlinad en llamas, a lo lejos en Siala vio una gran torre amarilla y su sueño le vino a la cabeza y gritó desesperado-¡ Huala!, algo lo golpeo y cayó en el suelo desértico de algo muy extraño, la mitad del cielo era oscuro y la otra mitad blanca, sintió que en la espalda le caía una gota muy fría, después del lado oscuro, vio mucha gente corriendo del fuego la cara del el Rey Enruk, la gente gritaba, sus pisadas se oían rápido, todos corrían directo a Falath el no podía moverse, luego sintió un odio muy fuerte, pero que no venía de el y con un gran esfuerzo se volteó al lado claro y vio esa misma gente pero ahora no corría, sino que estaban felices y cantaban, pero parecían espíritus y ahí vio a Huala también como espíritu, ella estaba feliz y agarraba a dos personas una mujer casi idéntica a Huala con pelo negro y largo y aun señor con barba y pelo blanco y decía -¡mamá, papá!- Falath atónito bajó la mirada y como si el suelo se le despegara de los pies cayó y se detuvo ahora Falath flotaba, vio una gran cama roja hecha de humo y sobré ella una mesa plateada  en la cual estaba el Báculo de la Vida y junto de la mesa una silueta de alguien  que tiraba una tasa y esta se rompía, luego la silueta se agachaba a recoger la tasa rota y la recomponía luego nada.

Falath se dio cuenta de que estaba dentro de Huala y dijo - expalmo - y cayó sobre los pies de Huala y ella dijo -¿donde estabas?-   

-muy cerca de ti Huala- pero Sko no creyó mucho en lo que dijo Falath

-Sko ¿dónde estamos?- dijo Falath

-¡Gran idea la tuya de cortar el camino hasta aquí!, Falath, ahora ¡¿no puedes añadir otro poco más de problemas?!- dijo Sko bastante molesto y no fue hasta ese momento en que Falath se dio cuenta del frío cortante y de la altura en la que estaba  y de la lluvia de nieve en la que estaban. Fue en ese momento en que se dio cuenta en que estaban en la cordillera Golhat a cien kilómetros de la frontera con Burnugal.

- Oye, pues estamos más cerca de Burnugal, deberías estar contento

-No estoy contento, ¡porque gracias a tu necedad de demostrar que eres un mago muy bueno, nos hemos quedado en un lugar de muerte y lo digo por ti y por tu amiga, porque yo soy inmortal, pero si me hubieras dejado a mí las llamas de Darmos estaríamos en un camino más seguro por debajo de las montañas- Sko estaba muy molesto y tomó la delantera y dijo - frio in controle- y una burbuja de color verde cubrió a Huala y Falath junto con Sko y los protegió del frió y de la nieve bajo sus pies y arriba de sus cabezas, esta burbuja  se alargaba y se acortaba así que no existía el problema de que alguien se quedara atrasado y sentado pues no perdía  el rastro ya que estaba dentro de la misma burbuja que los demás.

La blanca y dulce nieve lo cubría todo, los árboles eran totalmente blancos y a lo lejos en el sur se podía ver Elhum totalmente destruida y que ya no brillaba más solo algunas casas alejadas de Elhums que no habían sido atacados por el error de Huala se soportaban en pie pero no con la misma alegría, la tierra que alguna vez fue la más poderosa de toda la Tierra Emáruc no era más que un pedazo de tierra seca y muerta , Otorlinad estaba totalmente engullida por la guerra, Sko volteaba solo pocas veces y cada vez que lo hacía una lágrima salía de sus ojos verdes, Falath seguía sumergido en sus pensamientos y dudas, ¿quien era ese elfo que los guiaba a través de las montañas y que relación tendría con la sombra que salió corriendo aquella noche?, ¿qué pasaría si Huala usaba el Báculo una vez más? y ¿dónde diablos estaba el Báculo? ¡Huala no lo llevaba más en su cintura! y un temblor de susto le debilitó las piernas y casi cae pero recuperó las suficientes fuerzas para preguntar

-¿Huala y el báculo?- Huala abrió la boca para contestar pero solo quedó en eso, en una boca abierta, porque Sko se volteó e interrumpió diciendo- ¡a pero que inteligente mago!, llevamos horas caminando nosotros solos en estos lugares tan cálidos y TU apenas te das cuenta de donde está el objeto de la misión, y me sorprende  que tu seas el elegido para encontrar al elegido, pero que intelige...- zuum un golpe seco frenó muy acertadamente las palabras de Sko, un gran árbol blanco y grande estaba justo en el medio del camino - pero claro, un árbol tan pero tan tonto se te puso enfrente ¿verdad Sko?-dijo Falath un poquito sarcástico entre los llantos de risa de Huala.

-muy gracioso Falath, ya me gustaría verte chocar con un pino como este. Y te pido disculp... no, no, no me arrepiento de lo que dije- contestó Sko bastante ruborizado por las risas de Huala y dolido por el gran, se podría decir chipote, que ahora coronaba su cabeza.

-Falath, tengo un brazalete, ¿ves? Y esta llave,¿aja?, muy bien, solo tengo que meter la llave de aquí del collar, y sorpresa está aquí el báculo aparece en mis manos, no se y ni los elfos saben a donde va pero lo que si se sabe es que está seguro por que nunca a pisado el mundo espectral o sea que a lo mejor se va adentro de mi alma.

-Huala, eso si es una respuesta pero me parece que es peligro que este dentro de tu alma, pero eso estará bien por el momento, y tú levántate de ahí que ya me quiero ir de aquí.- dijo Falath, pensando en el altar dentro de Huala.   

Poco a poco se fueron acercando a las faldas de las cordilleras, muchas veces Huala se quedó sentada por un largo trecho y se tardó unas varias horas en alcanzar a Falath, y por fin llegaron casi al final de la cordillera, pero había solo un problema, un gran acantilado muy profundo, de unos seis o siete metros de ancho y muy frágil en los extremos de la tierra que ya no estaba nevada sin verdusca.

-en gran dilema estamos, nuestras posibilidades de saltar y llegar son nulas y no será tan fácil como cambiar una hoja de un libro mi querido amigo- dijo Sko a Falath, ya en un tono más tranquilo y sin ganas de pelear.

-si Sko, creo que nada podría empeorar las cosas...

-que equivocados estamos- dijo Huala señalando a un hombre alto de armadura negra montado sobre un montículo de tierra y junto de el otra criatura que estaba cubierta de un manto negro y una máscara roja y blandiendo cada uno una espada, pero una era como un gran colmillo de serpiente-Falath ¿por qué no usamos la poción transportadora? Y ¡vamonos de aquí por favor!

-No podemos-gritó Sko sacando su espada esmeralda como sus ojos- Rougdur está en el aire- una nube negra cubría todo el campo, nuevamente estaba ahí Rougdur, el señor de las tinieblas en una aparición casi igual a la primera pero ahora más fuerte y con sus ojos rojos y potentes apuntando a Huala de tal forma que la fulminó  y la dejó inconsciente que no pudo saber más hasta después.

 Falath trató de sacar su báculo pero no tenía, recordó que lo había perdido, estaba desesperado y deseo con todas sus fuerzas tener un arma y Huala comenzó moverse en el suelo y agitaba su mano derecha fuertemente. La ira se adueño de Sko y se abalanzó sobre el gurn y Falath tomó la espada de Huala y comenzó a correr en contra del elfun, los oponentes no se movieron ni parpadearon y el montículo de tierra se movió y tiró a Sko al piso pero Falath rápidamente le clavó la espada en alguna parte del cuerpo de ese elhuno, y Sko sacó otra vez más la bolsita curiosamente de color vino y un rayo fuerte y rojo salió de elhuno y regresó a la bolsa. Pero eso no  fue suficiente para el elfun y el gurn que comenzaron a luchar con los magos y todo fue mucha confusión solo se podían ver y escuchar golpes de espadas y tras muchos buum, crash y maldiciones el elfun cayó de golpe y tres metros más lejos su cabeza rodó, Falath tenía las manos llenas un líquido verduzco y espeso que le escurría desde la espada larga y un poco abollada, el no lo podía creer dejó caer la espada y el golpe fue seguido por la risa de Rougdur un grito de alarma de Sko y un siseo en el hombro de Falath que apenas pudo voltearse cuando sintió dolor, calor y como su brazo lentamente y dolorosamente se le secaba, el cayó al suelo y comenzó a alucinar:

El color amarillo ahora era más potente pero  no era calido sino muy frío y después el color se fue alejando y se convirtió en una sólida torre del mismo color y el cielo era verde, lentamente la sangre fluyó por la torre y el báculo caía a un suelo extraño, lleno de grietas y de color carne con un punto no muy grande de color café y Falath despertó porque sintió dolor, su inconciencia había terminado y cuando despertó estaba recargado en un roble que era el único de todo el campo que estaba cubierto de un pasto seco, atrás de el estaba un puente que cruzaba un río y Falath sintió un golpe muy duro y se perdió.