El Elegido

LA SOMBRA BAJO LA LUZ

El ejército se acercaba a los viajeros muy rápidamente, Falath se levantó y gritó - en paz he venido, no tengo intención alguna de pelear con ustedes- Al parecer nadie le había hecho caso, ningún soldado se detenía y sus pisadas ya se sentían muy cerca, Huala se puso de pié, tomó el báculo y se dispuso a usarlo, levantó su mano derecha en señal de guerra y con la izquierda apuntaba con le báculo en dirección al capitán del ejercito. Nadie se detenía, todos iban muy decididos a pelear con quien fuera. Pero de pronto Falath tomó la mano de Huala y le susurró al oído - Nadie manda a todo un ejercito para atrapar a dos intrusos, y ellos no saben que tenemos el Báculo- Cierto esto o no Huala bajó su mano no muy convencida y se hincó ante toda esa multitud en señal de una paz que no le nacía del corazón. La respiración de Falath se aceleró cuando el ruido de los guerreros se acercaba y como todas las espadas eran desenvainadas al unísono, Falath ya hincado vio al capitán muy cerca de el, se clavaron la mirada uno al otro, tan firmemente que Falath estuvo apunto de levantarse, ese instante se fue muy lento, tanto que el mago pudo sentir como su cuerpo indeciso con su mente no se ponía de acuerdo en que hacer, si quedarse ahí y esperar la muerte o luchar hasta la muerte, cuando decidió que su destino sería el mismo se propuso levantarse, pero su mirada se volvió a cruzar con los ojos del capitán, ahí sintió como si sus ojos fueran atravesados por una daga caliente. Los ojos del capitán estaban un poco cubiertos por el pelo mojado y negro y entre ellos una nariz aguileña, cubierta de una piel morena y maltratada, esas cejas pobladas eran de tintes diabólicos, los dientes blancos y con filo era cubiertos por unos labios carnosos y rojos que estaban un poco torcidos por la ira, el capitán desenvainó la espada y apuntó a la cabeza de Falath, que ahora estaba paralizado y que lentamente bajaba su cabeza en señal de entrega total. Al ver esto Huala se levantó y tomó nuevamente el Báculo, este mismo comenzó a brillar y el capitán se abalanzó justo a Huala y le pegó en la mano donde estaba el Báculo, cayó de rodillas frente a Huala diciéndole en su lengua - Esta no-  Falath se quedo ahí hincado esperando la muerte con los ojos cerrados fuertemente y con la lluvia en su cabello café enlodado y maltratado, el manto de color vino estaba totalmente húmedo. El capitán se levantó y le tocó la cabellera a Huala y siguió corriendo al sur y se perdió en el bosque y atrás de el toda la tropa y no tardó mucho en oírse golpes de espadas sobre piedras y escudos, muchos gritos destruyeron el silencio, de pronto mucho fuego todos los árboles comenzaron a quemarse y desde ahí se podía ver la caída de los custodios de piedra a la entrada sur  de Elhum, todo era caos , las espadas de los otornolitas aumentaron en sonidos y el siseo de miles de serpientes, pero no eran serpientes comunes, estas se oían más grandes y potentes, sus espadas casi no se oían, solo el suave rompimiento del aire, El bosque era consumido cada vez más rápido por el fuego.

Huala levantó a Falath - La guerra comenzó más rápido de lo que pensamos- dijo el mago, de ahora en adelante nuestro destino será más difícil y cada vez más la muerte y la victoria se convierten en una sola opción mi querida aprendiz, tú ¿como ves la situación?

Se levantaron del suelo lodoso y Falath sacudió la cabeza y como sí una cápsula invisible lo hubiera cubierto de la lluvia se secó rápidamente y quedó limpio, tocó a Huala y la limpió, no con la misma intensidad, pero ya estaba lista y presentable. Siguieron su camino sin prestar mucha atención a lo que pasaba detrás, tan solo corrían y Falath mentalmente gritaba el nombre del caballo. En ese momento una voz muy bella, tan bella como la de Falath dijo "me necesitas". -Oye eso si es muy efectivo, hasta hiciste que el caballo hablara- dijo Huala en un tono muy burlón.

- Huala esto no fue muy chistoso, los caballos no hablan, esto signifi...
- Hey que descorteses son, Hola aquí estoy con este caballo tan lindo, escuché al pobre animal, triste y apenado tras lo árboles, y también escuche la voz de alguien en mi mente, un Elfo ó algo por el estilo- dijo un hombre alto, con el cabello corto y rubio, de tez blanca, de apariencia  joven y sagaz, pero los ojos verde esmeralda, revelaban una larga vida y tormentosa en ciertos momentos, el hombre que estaba frente Huala tenía un traje azul muy fuerte, el pecho del joven estaba cubierto de un peto de plata, del mismo color de los de Otorlinad, pero con una paloma ex símbolo de Elhum, del cuello le colgaba una bolsa pequeña con algo redondo adentro pero ¿qué era?    
- no hay tiempo de preguntas, suban a su caballo y vamos al castillo azul ahí estarán más seguros y descansarán se su corto pero agitado viaje, y apropósito Huala como sigue ese brazo, aquí tengo algo de jugo de asfolath, pero muévanse o que ¿se quieren quedar en medio de esta masacre?

Huala (que por cierto pensaba que si para el eso era corto como estaría lo largo)y Falath subieron rápido al caballo sin despegar la vista de aquel hombre que al parecer los estaba siguiendo desde hace tiempo atrás. El hombre avanzó siempre delante del caballo, a pie, Huala se sentía contenta y salvada pero Falath seguía con ese sentimiento de no confiar en nadie - tranquilo Falath yo no soy nadie, peligroso- dijo el hombre como adivinando los pensamiento del mago, que tras escuchar esto sintió como si estuviera en cierto aire de familia.

Pronto entraron a la ciudad, que era muy rustica, todas las casas eran como las de Elhum, pequeñas, de madera, con un techo triangular y ventanas redondas ninguna casa tenía luz, tal vez por las altas horas de la noche. Viajaron tres horas en un trance muy hermoso y relajante y por fin llegaron al castillo de Otorlinad que tenía tres muros en forma de triangulo en color verde muy fuerte y manchas cafés y todo el edificio era azul con una torre blanca que parecía un rayo que partía el cielo oscuro y que aguardaba en silencio sacar todo su poder.

Al entrar por las murallas Falath despertó del trance y volvió su mirada atrás y vio una columna de humo a lo lejos que parecía una aguja a lo lejos y fue entonces que se dio cuenta de que habían viajado muy rápido porque el viaje había sido de tres horas y según la distancia habría sido como cruzar Elhum, y eso tomaría dos días por lo menos y muchas dudas comenzaron a surgir desde ese momento, otras comenzaron a aclararse pero el estaba aún muy confundido y cansado.

- No te confundas.