El Elegido

LA INVITACIÓN

Kemendur, la tierra aborrecida, temblaba, una gran prisión de piedra negra se había roto, el Báculo de la Vida estaba una vez más disponible, multitudes de elfuns y gurn (hombres serpiente)salieron de la tierra podrida y negra, despertaban directamente con ganas de pelear como si hubieran sido aprisionados justo en el momento de un gran combate, sus armaduras eran oscuras y oxidadas pero aún eran muy resistentes, sus armas eran lo único que no servia, porque habían perdido su filo y potencia en el caso de los cañones, pero no solo esto había vomitado la tierra, algo más poderoso, si algo más poderoso, el Señor Rougdur amo de la Oscuridad había sido liberado, la Tierra se abrió y una gran nube negra y de muerte se dirigió al norte como un fuerte trueno,  en el suelo el cuerpo de un anciano raquítico había quedado tendido lleno de lodo en todo el delgado cuerpo, si ningún músculo solo piel y huesos, la lluvia mojó su pelo largo y blanco, tenía   una túnica negra que parecía haber sido sacada de lo oscuro de una cueva.  Un fuerte grito rompió la inestabilidad del lugar, y con el  Rougdur anunció que estaba con vida.

- Esperábamos este momento señor ssss, es bueno que este aquí- Dijo un hombre o al menos eso aparentaba, tenia una capa negra y una capucha del mismo color, su rostro era cubierto por una mascara de color verde muy fuerte en la que solo había un par de agujeros para los ojos y una nariz y boca talladas, tenia un cinturón café y una espada negra, lo más extraño de aquel personaje es que le faltaba la mitad de un brazo- lo llevaré a su aposento a que se reponga.
 La criatura encapuchada cargó al anciano, que era tan delgado, que por unos momentos pareció que no cargaba a nadie, hasta se atrevió a correr, mientras caminaba por el sendero lodoso vio que los soldados los seguían, - Tenemos un ejercito más- dijo Rougdur con una voz muy temblorosa y cansada. Después de un tiempo de tanto caminar llegaron al castillo en Rezza, caminaron por un pasillo oscuro, si muy oscuro, y después entraron a una cámara más oscura aún, tenia una silla muy alta  en la que solo se podía subir desde una cadena, la criatura encapuchada se las ingenió para acomodar a Rougdur en la silla, cuando logró que el anciano se acomodara, la silla sacó unos tentáculos que parecían serpientes negras  que se enredaron en  las manos del raquítico hombre y haciendo un corte preciso en sus venas, se introdujeron en su cuerpo, Rougdur comenzó a respirar rápidamente y sus manos se calentaron y  comenzó a sudar, su cabeza le empezó a doler, su largo cabello blanco se tornó negro. La noche aparentaba retirarse y el Sol entraba triunfante en el Norte, pero la Nube que salió de Rougdur regresó y cubrió todo de una neblina negra.
Los tres ejércitos de Rougdur estaban afuera del castillo los elhunos estaban parados y sobre ellos un manto de tierra negra y algunos gusanos entraba y salían de sus asquerosas bocas, los elfuns tenían sus rostros pintados de rojo y una nuevas espadas que Rougdur guardó antes de ser encerrado en su prisión, los gurn estaban todos con la misma capucha negra pero debajo tenían armaduras negras que les protegía su piel escamosa y verde, ellos lucían como humanos, pero tenían escamas verdes en la mayoría de los casos, otros eran negros, rojos, grises y distintos colores más, siseaban mientras respiraban, no necesitaban espadas puesto que tenían unos colmillos amarillos y grandes como de un metro y medio, muy afilados y puntiagudos, pero eso no era lo importante ya que tenían un veneno tan potente que podía matar a quince humanos con una sola gota.

Redlhug salió, de la cámara de Rougdur sosteniéndose la mascara verde y reacomodándola con su único brazo, y con una voz estridente dijo - Yo El Señor Redlhug antiguo Rey heone, ahora jefe de las tropas gurn, heredero del trono de Rougdur, sss, ordeno que nos fusionemos como uuun solo ejercito, para obtener la más poderosa arma, que aquí nuestros estúpidos compatriotas nos hicieron el favor de perder el rastro de nuestros enemigos, nuestra misión por el momento será evitar a toda costa que encuentren aliados y mucho menos que se unan a los el... a los elf...agh... a los elfos, y recuperar el Báculo a toda costa y si eso implica matarlos hagámoslo, ellos lo hicieron o ¿no?, ellos eligieron el mal camino, pero bueno creo que me he salido del tema, así que a esos dos vamos a acabarlos, esperaremos al anochecer para ir por ellos, según creo para la noche ellos estarán en Otorlinad así que prepárense para la guerra, alguna pregunta inteligente, mmm creo que los subestimé. Un silencio entre todos imperó por algunos segundos pero Soul un guerrero elfun dijo- bueno, todo el plan está muy bien pero ¿cómo cruzaremos el abismo de Hulguk si no hay puente? Con aguiluchitos- dijo con un tono burlón

- Mira, señor de las águilas, los elhunos no servirán para eso, lo único que no pueden cruzar es el poblado de los mmm elfos, pero ustedes sí así que montaremos a los elhunos, y si no alcanzan, los demás se transportaran  en barcos en dirección a Burnugal, ahí será nuestra oportunidad de atacar a nuestros enemigos, somos miles contra dos así que no fallaremos, ahora descansen, menos tú Soul y tu Fryg tengo una tarea para ustedes.

Redlhug esperó al elfun y al gurn y les dijo - La tarea que tengo para ustedes es que vayan con los hombres de la Alianza del Norte y que les den estos sobres- les dio tres sobres de piel de lagarto y a Fryg le dio un poco de miedo porque pensó que si fallaba en algo el sería el próximo sobre - , solo ellos pueden abrirlos, estamos a unos ochocientos kilómetros del castillo de la alianza,  me imagino que tendrán que ir en las águilas negras y creo Soul que a ti te encantan las águilas- Soul gritó unas malas palabras para sus adentros- que tienes Soul, no te pareció gracioso mi chiste, bueno los quiero a todos aquí mañana esto incluye al canciller Pentor, a Melrok y a Reprot, entendido ahora quítense de mi vista sss.

Las águilas negras bajaron y ellos la montaron, las bestias eran totalmente negras y tenían ojos blancos la saliva les corría por todo el pico negro y se respiración era muy agitada, batieron sus alas y se dirigieron al norte, volaron sobre la pesada neblina negra y el Sol les lastimaba la vista un poco, en una hora ellos estaban en Gar las tierras de los enanos, después volaron sobre el abismo de Gurum Gar  y en dos horas más estaban aterrizando sobre el castillo de la alianza, que más que un castillo era una torre gris rodeada de una murallas negras y muy gruesas, seis arqueros apuntaron a los mensajeros, pero dudaron al ver el escudo de Rougdur en el pecho de las águilas, sobre un fondo negro resaltaba una serpiente gris lista para atacar, y otra serpiente dorada enredada entre los colmillos de aquella bestia gris.

Los mensajeros fueron afortunados porque solo una de las águilas resultó herida con un flechazo, uno de los custodios de la torre gris se acercó - Muy extrañas cosas pasan desde que la gran nube negra salió de Kemendur, y veo que ustedes vienen de ahí espero que un elfun y un gurn no vengan a causar una guerra- dijo un hombre con piel oscura, no negra, no morena, solo oscura, como si el humo oscuro se hubiese metido  en sus venas y aún siguiera corriendo por ahí, tenía una túnica sin bordados de color negro y un arete dorado en su oído derecho.

-tenga por seguro de que una guerra sí viene, pero no contra ustedes, sino contra los elfos y uno que otro hombre- dijo  Fryg, con voz de mando- deseamos hablar y entregar esto en las manos de los hombres oscuros, es una carta del señor Rougdur, que ha sido liberado de su prisión yo soy Fryg de los gurn y él es Soul, un elfun.

El hombre pensó mucho en aquella proposición y gruño por un tiempo corto pero sofocante y dijo- Está bien, pero tendrán que dejar sus armas y colmillos en la puerta y nosotros los custodiaremos, si vienen en paz no tendrán que usar sus armas
Los mensajeros dejaron las armas en la puerta café, y fueron conducidos por un túnel solo iluminado por tres antorchas muy tenues y que con el eco del lugar rechinaban muy molestamente. Al fin una gran puerta de cedro fue revelada y el custodio con un paquete en su cuello observó detenidamente a los mensajeros, ya que se le hacía extraño que las tierras oscuras estuvieran en contacto después de tanto tiempo, Rougdur casi ya era una leyenda  - dejadlos pasar, se que sus ropas son extrañas pero se han identificado como mensajeros de Rougdur. Al oír esto en labios del soldado, el custodio se quedó extrañado y sintió las ganas de salir de ahí y avisar a sus aliados de la terrible noticia -muy bien, está bien, los dejaré pasar pero primero los anunciaré.   

El soldado que los escoltó se retiró rápidamente y cuando desapareció Fryg le dijo a Soul -vistesss que ese portero tiene una máscara, se me hace extraño porque no creo que esté tratando de ocultar su fealdad. Cosas raras pasan desde que la nube negra salió de Kemendur.

Pasa tu creo que eres el más educado- dijo el portero a Fryg.

Fryg entró a otra habitación más oscura con solo una antorcha sobre tres tronos de ónice con cabezas de leones gruñendo en las patas y casi por todos lados y sobre ellos tres hombres muy parecidos, ancianos con cabellos grises y sudados y le cubrían sus caras solo se dejaban ver sus ojos negros con sangre alrededor los tres tenían piel oscura como la del soldado y unos dientes que parecían colmillos amarillos, sus trajes eran lo único que variaban el primero era azul, el otro era rojo y el último era verde oscuro.

- espero que sea mi casa de tu agrado sirviente de Kemendur, siento el desorden pero desde que salió la nube de Rougdur al oeste cosas raras pasan por aquí. Muy bien que noticias nos traes.

-señor- dijo Fryg  con voz temblorosa- las cosas que pasan no os las explicaré hoy sino mañana en la casa de Rougdur, en la cual habrá una reunión para discutir temas tratados sobre el Báculo mis señores he aquí las invitaciones- Fryg las entregó y los hombres las abrieron y pensaron un poco y dijeron en voz alta y al unísono - preparen nuestras águilas, mañana iremos a Kemendur a decidir nuestro poder y nuestra gloria.