El Señor de los Armarios: Las Dos Probetas

Capítulo IV: El caballero Malva

Ahora bien, Legoland, Argón y Gimli se habían quedado entrando en el Bosque de Fango tras las huellas de Merry y Pippin. Cuando avanzaron un buen trecho se encontraron en un bosque muy viejo y retorcido.

Legoland: Este bosque eh taco de viejo... y ehtá lleno de cólera y odio. ¿Por qué zerá?
Argón: ¡Gimli! Deja de cortar leña para la cena, hombre. No provoques más a los árboles.
Gimli: (Bajando su hacha) Uy, perdón.

Por el rabillo del ojo vieron un movimiento a sus espaldas. Legoland fue el primero en reaccionar y dio la voz de alarma en élfico.

Legoland: (A Argón) Oye morenassssso.... Jarnorl jerljarrecarn, (Ahí hay algo).
Argón: ¿Peichrejl acarmorl? (¿Qué ves?).

Los tres percibieron que una figura se situó detrás de ellos. Sabían que si era Saruman debían ser rápidos en reaccionar antes de caer en su hechizo. Antes de girarse discutieron la mejor forma de atacar.

Argón: De acuerdo. Debemos ser rápidos antes de que nos hechice.
Gimli: ¿No será mejor volvernos despacio?
Argón: No, no. Es mejor hacerlo todos juntos y con rapidez. Legoland, ¿tienes ya una flecha lista?
Legoland: (Acariciando una flecha puesta ya en el arco) Ziempre a punto, tío.
Argón: Bien, pues cuando cuente tres nos volvemos. Uno... dos...
Gimli: ¡Espera! ¿Tres y nos volvemos o nos volvemos justo cuando digas tres?
Argón: Cuando diga tres nos volvemos. Uno... dos...
Legoland: ¡Para, para! ¿Y qué tal "uno, dos, tres, ahora"?
Argón: Nooooo.
Voz a sus espaldas: ¡Ejem!
Gimli: Creo que Saruman se desespera.
Argón: Mirad, me da lo mismo. Yo ataco... ¡¡¡¡YA!!!!

Los tres se volvieron a la vez hacia la figura a sus espaldas. Ésta se desprendió del manto que la cubría y un intenso resplandor malva salió de sus vestiduras. La flecha que Legoland disparó se hizo añicos de un golpe de la vara de la figura. El hacha de Gimli y la espada de Argón cayeron al suelo recalentadas por artes mágicas. Los tres compañeros quedaron deslumbrados ante la luz sin poder moverse.

Argón: Jo, tío. Vaya detergente que usas. Espera que saque las Ray-ban.

Ni siquiera con las gafas de sol vieron claramente a la figura. Entonces comenzó a hablarles.

Figura malva: Estáis buscando a dos hobbits pringados. Pasaron por aquí hace un par de días.
Gimli: ¿Eres Saruman?
Argón: ¡Muéstrate!

El resplandor fue disminuyendo poco a poco, hasta que se vio clara la figura. El primero en reaccionar fue Legoland.

Legoland: ¡Mithrandir! ¡Mithrandir!
Argón: (Con incredulidad) No puede ser...
Gimli: ¡Gandalf!
Gandalf: Vuelvo a vosotros en los albores de la tempestad, porque sois tan inútiles que sin mí no vais a ningún lado.
Legoland: Pero ya no ereh roza, y no tieneh greñas.
Gandalf: Mira este... dime algo que no sepa. Ahora soy Gandalf el Malva.
Argón: Creímos que habías muerto.
Gandalf: Claro, y como no es así me recibís con flechas y hachas, ¿verdad puercos? Queríais acabar el trabajo que el Balrog no pudo terminar.
Argón: Pero hombre, ¿todavía estás molesto por esa tontería? Si eso es ya del pasado. Por cierto, ahora que lo pienso, ¿cómo te salvaste?
Gandlaf: Bueno, eso es muy largo de contar. Digamos que después de caer por el abismo y aterrizar en un lago muy grande el Balrog se apagó, pero aun así seguía repartiendo leña. Luchamos desde lo más profundo de las minas hasta llegar al último torreón, como en una película de espadachines de Errol Flynn. Después de una semana de batalla comenzó a faltarme el aliento, además de que ya tenía ganas de ir al baño, por lo que me cansé de pelear caballerosamente y le hice una zancadilla para que se cayera rodando montaña abajo. Después de derrotarlo me quedé hecho unos zorros y caí en una especie de... de... como un viaje astral.
Gimli: Vaya, que te quedaste sobado.
Gandalf: Sí, bueno, pero así queda más místico. La cosa es que tras unos días me desperté y ya no era Gandalf el Rosa. Ahora soy Gandlaf el Malva, y molo mucho más. Luego hice una visita turística en Jarlórien. Me llevó allí mi amigo buitre, y le devolví la pasta que le debía a Celebration. Ese plasta de tío... no me dejó que me sentara hasta que le devolví el último centavo.
Legoland: ¿De qué le debíah tanto dinero?
Gandalf: ¡Ah, nada del otro mundo! Sencillamente es que organicé una "rave" en la Ciudad del Lago sin que él lo supiera. Le sentó muy mal que no le invitara. Bueno, sigamos con mi relato. Cuando llegué, me vi con la Dama Blanca y...
Gimli: ¡Ooooh! ¡La Dama Blanca de Jarlórien! ¡La más hermosa de todas las damas! ¡Tan alta y esbelta! ¡Tan blanca y pálida! Esos ojos, esa nariz, esa...
Gandalf: (Después de sacudirle una colleja) ¡¡¡PERO SERÁS CERDO!!! ¡¡¡Que está casada, so pedazo de trozo de carne con ojos!!!
Gimli: Pero... si al fin y al cabo, no pasa nada... En fin, es sólo mi amor de verano.
Gandalf: Mira, enano asqueroso, si estás enamorado de ella, que sepas que ya ha pasado tu tren y además, no das la talla para estar con ella....... literalmente.
Argón: Juajuajuajuajua. Eso ha tenido su gracia. Juajuajuajua (mira a Gimli que permanece serio) juajua    jejeje                 je.                            Bueno, y ¿qué pasó?
Gandalf: Pues después de hacerme una hermosa visita turística enseñándome las nuevas tendencias de Jarlórien, me dio mensajes para vosotros. A ver, Argón, tienes UN mensaje nuevo. Para escucharlo pulse 1, para borrarlo pulse 2. Para guardarlo diga cancamusa.
Argón: Erm... quiero oírlo, por favor.
Gandalf: Está bien. Decía así: "¡Oh, Argón, hijo de Radón! Eres el futuro rey de Cóndor y, por extensión, de la Tierra Cuarto y Mitad. Necesitarás a una reina para gobernar, así que te doy mi consejo como mujer... ¡¡DEJA EN PAZ A MI NIETA, PERVERTIDO!! ¡¡QUE COMO SE QUEDE CONTIGO ME LA VAS A MATAR!!"
Argón: (Con sarcasmo) Un mensaje alentador. Justo lo que necesitaba, oye.
Gandalf:  Legoland, tiene un mensaje nuevo. Para escucharlo, pulse...
Legoland: Zí, zí, quiero oírlo. Ahórrate esa parrafada.
Gandalf: Ok: "Legoland, tú directamente te vas a quedar sin novia durante toda tu vida. Pero tú tranquilo, que enamorar te vas a enamorar... del mar. Así que lo siento, pero en realidad lo tuyo no es enamoramiento, sino una metáfora, así que no cuenta."

Legoland se quedó completamente serio. El mago, ante tal seriedad, cerró los ojos. Gimli fue el único que rompió el silencio.

Gimli: (Dando botes) ¿No te dijo nada para mí?

El mago no respondió a la pregunta del enano, sino que permaneció con los ojos cerrados apoyado en su bastón malva.

Gimli: Venga Gandalf. ¿No te dijo nada para mí? "Te deseo suerte", "Te quiero", "Voy a dejar a mi marido por ti", "Aquí tienes mi teléfono..." ¿Nada?

El hechicero seguía sin responder. De nuevo, como una vez oyeron en Khazad-Dûm, escucharon los ronquidos del mago, que se había quedado de nuevo dormido. Gimli, en su desesperación, lo agarró por el cuello de la capa y lo agitó un rato hasta que se despertó y el enano pudo volver a hacerle la misma pregunta al mago.

Gandalf: ¡Ah, sí! Para ti también me dio un mensaje. Decía así: "Hola Gimli"

El enano se quedó callado, esperando algo más. Miró a Gandalf con la esperanza de que se hubiera vuelto a dormir, pero no era así.

Gimli: ¿Ya está? ¿Dónde está el desarrollo del mensaje?
Gandalf: No hay más. Sólo me dijo eso y después se fue.
Gimli: O sea, que primero me da esperanzas y luego me las roba. Será... será... elfa (con tu perdón, Legoland)...
Gandalf: Pues no. Nada más. Bueno, vayámonos que estamos perdiendo dinero aquí. Ya está bien de tanto hablar. Salgamos de este bosque que tenemos que ir a Edoras a hablar con el rey Theodoroen.
Argón: ¡Hombre! Pues ahora que lo dices a nosotros también nos convendría ir por allí.
Gimli: Pero bueno, ¿nadie va a explicar qué es lo que ha pasado con Merry y Pippin?
Gandalf: No te preocupes por ellos. Ahora mismo están bien. Están con un amigo. Nosotros a nuestras cosas. ¡Ah! Y se me olvidaba... Estooooo, Argón.
Argón: ¿Sí?
Gandalf: Verás... ejem... un tema... un poner. Supongo que con eso de que vas a ser el rey de Cóndor y quieres demostrar lo machote que eres y todo eso... a ver... cómo te lo explico. Es que las cosas se han complicado. Ahora hay una unión entre las dos probetas: Prozac e Iniston.
Argón: ¿Prozac? ¿No era Orthanc? ¿No era una torre?
Gandalf: ¡Oh, sí! Lo sigue siendo. Lo que ocurre es que Saruman ha cambiado sus técnicas para crear uruks. Ahí es donde está la complicación. Verás, los uruks que surgían del barro eran efectivos, pero cuando llovía se deshacían. Así que Saruman tuvo que recurrir a la ciencia y crear "uruks-probeta" para que aguantaran. Por eso cuando os persigan, va a ser difícil que salgáis con vida.
Argón: Gracias, Gandalf. De nuevo, tus ánimos tienen la fama que merecen.
Gandalf: Sí, bueno. Y en cuanto a lo del nombre, es por la depresión que le ha entrado a Saruman cuando ha sabido que le he copiado el color de ropa. Además, él sabe que este color me queda mucho mejor a mí que a él, las cosas como son.
Argón: Ajam, sí, lo entiendo. Y, ¿lo de Iniston?
Gandalf: Bueno, el que Marsauron no sea corpóreo no significa que no esté viejo. Ya tiene toses acompañadas por la edad y todo eso, y se crea su propio Iniston en probetas caseras. Muy efectivo, he oído decir.
Argón: ¿Algo más? Lo digo porque me quiero ir ya y me está entrando miedo. ¿Podemos ir a Edoras?
Gandalf: ¿Así me lo agradeces, después de la ayuda y la información que te estoy pasando?
Argón: Mira chato, el que hayas vuelto no significa que tenga que rendirte respeto. Estos pringados que tengo detrás, pues vale, son inferiores. Pero yo... Mírame bien. ¿Yo? ¿Respetándote? Créeme Gandalf, si te digo que es más fácil que Leticia Sabater madure que el que yo te respete.
Gandalf: No dirás lo mismo cuando te prepare una emboscada, machote. A todo esto, ¿qué tal Frodo? ¿Cómo va? Su misión ahora es más peligrosa que nunca. Se enfrenta a todos los males de este mundo. Es un final en el que los medios que ha de usar para llevarlo a cabo son peligrosos, sobre todo ahora que está solo.
Argón: ¿Solo? Si Sam no le dejaba ni un minuto. Se fue con él.
Gandalf: (Con expresión de horror) ¿¿Sam?? Uffff... me parece que los medios van a ser peores q el final... .
Legoland: ¿Podemoh innoh ya? Eh que tengo que pazá por una ehtación de cervicio para ir al váter.
 
Cuando salieron del bosque recogieron a Arroz y Hachús, que estaban aparcados junto a una rama, pero antes vieron la multa que les habían dejado por estacionar los animales en una línea amarilla continua.

Argón: (A Gandalf) No es por fastidiar... ¿pero cómo vamos a ir? Tú no tienes caballo, y la perspectiva de que vayas en la grupa del mío abrazado a mí no me entusiasma.
Gandalf: Sin problemas, yo tengo mi propio medio de transporte. Los elfos de Jarlórien me han prestado una Vespa y... ¿¿DÓNDE ESTÁ MI MOTO??

Cuando se aproximaron al lugar donde Gandalf había aparcado la Vespa que le prestaron los elfos vieron una pegatina triangular en el suelo.

Legoland: Zolo a ti ze te ocurre aparcar la moto delante de un vado.
Gandalf: ¡¡Y ENCIMA SE HAN LLEVADO EL CASCO!! COMO LOS CHORIZOS DE LA GRÚA LE HAGAN UN SOLO RASGUÑO...
Gimli: ¿Y ahora qué vas a hacer?
Gandalf: Pues... espera. Tengo una idea.

El mago comenzó a buscar entre sus ropajes algo, hasta que por fin sacó una especie de silbato de ultrasonidos, como los de los perros. Después de hacerlo sonar un par de veces apareció por lo alto de la loma un caballo blanco de porte majestuoso y sin silla de montar.

Legoland: Eh uno de loh Cagaras, zi mih zojos no me engañan por algún hechizo.
Gandalf: Este es Sombradeojos, el Señor de todos los caballos. Mirad, mirad su porte... . ¡Ayy! (Cantando) Cabaaaaalloo de rejoneeeeooooooo, que a penas tiene tres yeerbaaas... .  Ya podemos ir a Edoras.

Los cuatro compañeros montaron en sus caballos y fueron a todo correr a Edoras, a ver al rey Theodoroen.