El Señor de los Armarios: Las Dos Probetas

Capítulo I: Spíjol domado

Pues después de toda la parrafada con el filfo basto, el enano con pocas luces, y el Montadito de Lomo gallito, sigamos ahora con los enanillos graciosos, uno macarra y el otro... más para allá que para acá.

Los dejamos yendo hacia Mordor, y ahora estaban un poquillo perdidos entre rocas y rocas.

Frodo: Pues para mí que este mapa no funciona aquí.
Sam: Bueno, a mí me dijo Gandalf que...
Frodo: ¿Qué Gandalf ni que Gandalf? El viejo ahora la ha diñado, así que no me vengas con que era sabio, ni que era listo ni nada de eso porque estaba mmmmmmmmu senil. ¡¡Y MÁS CUANDO TE DIO ESTE PUERCO CALLEJERO DE LAS PÁGINAS AMARILLAS PARA VENIR A MORDOR!!
Sam: No se preocupe, señor Frodo. No creo que Gandalf quisiera hacernos pasar por aquí.
Frodo: No estés tan seguro... con la manía que me tiene...

Fue en ese momento cuando Frodo lo vio en primera plana, como si lo tuviera en frente, el gran "jojo" rodeado de fuego, sin párpado y sin rimel (hombre, si no tiene párpados es que no tiene pestañas, y si no tiene pestañas no le hace falta rimel). Frodo puso cara de estreñido, y sintió que el Armario le pesaba más y se doblaba ante su carga.

Frodo: (Hablando con esfuerzo) El Armario... cada vez pesa más (Mira hacia arriba del mueble y ve a Sam) ¿¿PERO TE QUIERES BAJAR DE AHÍ?? ¿¿QUÉ HACES ENCIMA DEL MUERTO ESTE??
Sam: Lo siento, amo (Baja del Armario). Es que estaba intentando encontrar el camino para no perdernos.
Frodo: (Empujando a Sam) Anda, anda. Tira p´allá antes de que el odio se haga fecundo en mi interior.
Sam: El odio lleva a la ira, la ira al sufrimiento, el sufrimiento lleva al Lado Oscuro.
Frodo: Al Lado Oscuro te voy a llevar yo como no apartes esa mano que has puesto encima de mi hombro (Sam aparta la mano que había colocado en el hombro de su compañero). Confianzas las justas. Ahora vamos a descansar y a comer. ¿Qué tenemos?

Sam se sentó en una roca, no sin antes limpiarla con un pañuelo porque, según él, "nunca se sabe lo que te pueden dejar los orcos cuando vacían su intestino". Abrió su mochila de la señorita Pepis y empezó a sacar comida.

Sam: A ver, tenemos... Gambas y... más Gambas... un J&B que nos regalaron Merry y Pippin, Coca - Cola (propio para el Kalimocho)... y creo que ya está.
Frodo: Ajam. Tenemos que decidir entre la comida y la bebida... Nuestra vida depende de ello (Después de pensarlo). ¡Bah! ¿A quién le importa la comida? Trae para acá las bebidas.

Y así, después de que Sam hiciera una critica culinaria a la comida fílfica...

Sam: ... y estas Gambas tienen un aroma de hierbas con queso azul de Baldeón que...

... se pusieron en marcha. Pero después de haber estado tres días dando vueltas por el mismo sitio, Sam llegó a una inteligente conclusión.

Sam: ¡Ooooooyes! Me suenan esas rocas de allí. Es que tiene forma de vaca bailando la Yenca.
Frodo: Sí, es verdad... Y a mí la roca con forma de dos perros saludándose oliéndose mutuamente el...
Sam: Sí, creo que estamos perdidos y estamos dando vueltas.
Frodo: ¡¡PREMIO NOBEL!! Tú ibas para premio Nobel y te quedaste en jardinero, ¿verdad?
Sam: Ya le dije que el sarcasmo me ofendía en lo más profundo de mi corazón.
Frodo: Calla... Creo que estoy oyendo algo.

Diciendo esto sacó la parabólica y el equipo de búsqueda de inteligencia extraterrestre del SETI. Estuvo durante unos momentos escuchando, y al momento se levantó y comunicó a Sam que no estaban solos. Decidieron ocultarse en un barranco que había por allí cerca.

Sam: Sí, creo que este barranco servirá. Tal vez podamos usar la cuerda que usted robó de Jarlórien.
Frodo: Ah, ¿sí? Ya ni me acordaba de que la robé. Pero es un poco alto el sitio este, ¿no?
Sam: No se preocupe, yo sujetaré la cuerda.
Frodo: ¿Tú? ¿Y vas a tener fuerzas?
Sam: Yo por usted aguanto hasta a un Jinete Negro.

Y el pobre Frodo confió en Sam, así que se sujetó la cuerda en la cintura (lo hizo él mismo a pesar de las insistencias de Sam por atarle el nudo alrededor de la cintura) y bajó. Aquello era más alto que el desfiladero de Despeñaperros (claro, es alto dependiendo de si sales o si de entras en la Meseta Central de España). Cuando Frodo estaba a mitad de camino de llegar al suelo, llegó volando hacia Sam una luciérnaga. Ya ves tú lo que hará eso, pero Sam se puso a gritar como un poseso:

Sam: (Haciendo espavientos con los brazos) ¡¡AAAAH!! UN BICHO, UN BICHO. ¡¡¡SOCORRO!!!

Repetimos, hizo espavientos con los brazos, por lo que soltó la cuerda dejando caer a Frodo. Al darse cuenta, corrió hasta el desfiladero y preguntó por él.

Sam: ¿¿FRODOOOOO?? ¿¿ESTÁ BIEN??
Frodo: (Tosiendo) Sssssssíiiiiiiii.
Sam: ¿NO SE HA MATADO?
Frodo: Sssssíiiii, pero te hablo de la ultratumba.
Sam: ¡Ay! ¡Qué bien! Está vivo. ¡BUENO! ¡VOY A BAJAR!

Ahora, Frodo, tumbado en el suelo, rezaba tres Padrenuestros esperando a que Sam, cuando se tirara, apuntara bien y no cayera encima de él.

Frodo: Por favor, señor, haz que apunte bien y no caiga encima de... ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH!!! ¡¡TE MATO, SAM!! ¡¡YO A TI TE MATO!!
Sam: Lo siento, señor Frodo, es que desde arriba no había diferencia entre usted y el color marrón mier...
Frodo: No me des explicaciones y aléjate antes de que te dé un mamporro. Bueno, creo que por hoy ya está bien. Vamos a dormir aquí.

Y esa noche se quedaron allí durmiendo, uno junto a otro pero guardando las distancias, ya que Frodo se había preocupado de poner el equipaje entre los dos. Pero durante esa madrugada fueron observados desde lo alto del barranco por un personaje cuya silueta se recortaba contra la luna llena. No, no eran ni Batman ni Daredevil. Se trataba de Gollum, que llevaba siguiéndoles desde el libro II. Tenía la sana intención de matar a los dos hobbits para robarles el Armario, así que trazó un plan de lo más cuidadoso. Comenzó a descolgarse por el barranco ayudado de un sistema de cuerdas y poleas, como Tom Cruise en Misión Imposible. Pero tuvo el descuido de ir hablando y contándose sus planes a sí mismo mientras descendía, haciendo además sus asqueroso gorgoteos que lo caracterizaban. Y entre tanto los otros dos sobando.

Gollum: (Cantando por la Spice Girls) If you wanna bee my loooover, you gotta get with my frieeendssssssss.... Aaaaajjjjjjjjjj... sssssssssss... o sssssea... Seamosssss cautossss ahora, mi tessssssoro. Suciossssss, rastrerosssss hobbitsssss. Ladronessssss. Nossss lo robaron y lo queremosssss...

Mientras Gollum alargaba su brazo para agarrar el Armario los hobbits se levantaron de golpe, porque los muy pillines no son tan tontos y se estaban haciendo los dormidos. Tiraron de Gollum hasta que lo descolgaron del arnés. Gollum quedó en el suelo a cuatro patas sin saber qué hacer, hasta que vio el Armario y se lanzó sobre Frodo para arrebatárselo. Pero claro, su Sam no iba a dejar que nada le ocurriera a su amo así que luchó contra Gollum hasta que finalmente Frodo se aburrió del combate y decidió amenazarlo con la espada.

Frodo: (Con la espada en el cuello de Gollum) ¡Suelta a Sam! Esta es Pinball, y te atravesaré con ella si no me haces caso. Tú ya la habías visto antes, ¿no es verdad Gollum?

Aunque eso duró poco porque al momento le pareció un animalito muy mono y le entraron ganas de adoptarlo. Pero vaya, que la amenaza había surtido efecto y Gollum ya estaba lloriqueando por los suelos.

Frodo: Ooooohhhh Sam. Mira que mono. Vamos a quedárnoslo. Seguro que sabe cómo llegar a Mordor.
Sam: (Escandalizado) ¡¡Pero señor Frodo!!
Frodo: Nada, nada. Venga, ponle la cuerda al cuello que aquí te obligan a llevarlos con correa. Ya buscaremos algo para que sirva de bozal.

Y así siguieron el viaje a Mordor. Pero claro, a Gollum eso de ir atado no le iba y no paraba de berrear, retorcerse y llorar.

Gollum: (Tratando de zafarse de la cuerda) ¡¡Nossss quema!! ¡¡Nos da frío!! ¡¡Nossss produce urticaria!! ¡¡Nosss salen ronchassss en nuestra rosssada piel!! ¡¡Noss estropea el cutis!! Sssssucia cuerda de elfosssss, malos elfosssss. ¡Quitádnossssla! (Se echa a llorar otra vez).
Sam: ¡Esto es desesperante! Hasta el último orco de Mordor oirá este escándalo. Vamos a abandonarlo aquí.
Gollum: ¡¡Y tú ve a echarte una siesssta en la vía del tren!! No nosss dejen aquí, al pobrecito Gollum...
Frodo: No podemos. Seguro que tiene el chip ese y si nos pillan abandonándolo nos la cargamos con los de la Protectora de Animales.
Sam: Bueno, pues vamos a matarlo.
Gollum: ¡¡¡No!!!
Sam: No te mereces otra cosa.
Frodo: Es que ahora lo veo... y me inspira lástima. Debería haberle hecho caso a Gandalf. Ya no puedo matarlo. Aunque a lo mejor podemos usarlo. (Se pone delante de Gollum) ¿Conoces el camino a Mordor?
Gollum: Ssssí.
Frodo: Nos llevarás ante la Puerta Fucsia.
Gollum: (De rodillas ante Frodo) Quitadnos la cuerda. Seremossss buenos si ellos son buenos con nosotros. Juramos servir al Amo del Tessssoro. Juraremos... ¡por Snoopy!
Sam: Eso no es suficiente.
Gollum: Bueno... juraremosssss... ¡sobre el Tesoro!
Frodo: El Armario es traicionero... te tomaremos la palabra. Pero si no te importa, antes quisiéramos que firmaras estos papeles. Es tu contrato, para asegurarnos de que nos conducirás hasta Mordor. Ya viene calculado el IRPF, y las deducciones de la Seguridad Social.

Así que tras la firma de papeles los tres personajillos siguieron su viaje hacia la Puerta Fucsia, la terrible entrada de Mordor. Y para que nadie se pierda en este momento Argón, Legoland y Gimli seguían tras la pista de maratón de Uruks. Pero eso ya se relató en el libro anterior así que si no lo has leído... ¿se puede saber qué haces leyendo esto? No te vas a enterar de la mitad de la historia. Pero bueno, volvamos con Gollum y los hobbits.