Dimas, Burzumgad, Abârmil y yo cojimos las barcas y avanzamos por el Entaguas. Al rato, el bosque empezó a clarear y por fin se descubrió ante nosotros la fértil llanura de La Marca. Continuamos descendiendo. A nuestra izquierda, quedaba la meseta del Páramo, donde pastaban multitud de caballos. A la derecha, las grandes llanuras verdes de Rohan. Todas las aldeas que veíamos estaban vacías, pues la guerra había comenzado y habían evacuado a la población en las montañas. Durante todo el día seguimos navegando hasta llegar a el río Nevado. Giramos las barcas y fuimos contacorriente de dicho río. Nos estábamos hacercando a las Montañas Blancas cuando divisamos a una compañía de Rohirrim. Era altos y rubios; parecidos a algunos de los de mi pueblo, pues descendíamos de un tronco común. El jefe de aquellos hombres se llamaba Lanceloth y nos guió hacía la zona de la batalla. Íbamos en potentes corceles. Mientras cabalgábamos recordé mi último viaje a estas tierras hace ya un año. Ya entonces oí que tenían problamas con Saruman el mago; y parecía que esos problemas se habían convertido en guerra. Abârmil Burzumgad, Dimas y yo no pusimos a la altura de Lanceloth para conversar con él. Hablamos de todo lo referente a esta guerra y nosotros les explicamos (todo lo que podíamos) el motivo de nuestra misión. Enzarzados como estábamos en la conversación no nos dimos cuenta de que ya llegábamos a Cuernavilla. Allí nos encontramos con muchas más compañías de hombres que se apresuraban a ir hacía la batalla que se libraba en la fortaleza. Apresuramos la marcha dispuestos a cargar conta los Uruks y Montañeses cuando vimos salir a una compañía de jinetes salir de la fortaleza arrollando a los enemigos; los uruks estaban acorralados. Desenvainé mi espada mientras miraba a mis compañeros:
Suerte - les dije.
Arrollamos a las primeras filas de Uruks como una marea. Avanzé entre ellos cortando cueros cabelludos y traspasando armaduras. Un montañes hizo tropezar a mi caballo con su lanza y caí de él rápidamente me incorporé, pero me ví rodeado de orcos. Ya me veía abandonando el mundo cuando pasó por mi lado Dimas:
¡monta!- me dijo - ¡si no te haran trozos de carne!
rápidamente me encaramé a su caballo y miré a mi alrededor. Los Uruks parecían verdaderamente aterrados; Entonces dijo Abârmil
Los ucornos han venido, están destruyendo a los enemigos que intentan huir ¡la victoria es nuestra!
Y sin más palabrás nos lanzamos en pos del ejército de Saruman.
Por favor, inicie sesión para poder participar en el foro
Este foro está dedicado a la
comunidad y los fans, y todas las creaciones de éstos y otros aficionados inspirados en la obra de Tolkien u otras,
como pueden ser música, ilustradores, comics, retos, juegos y rol, etc.
Están prohibidos los mensajes que no tengan una relación directa con el tema.
Si dejas un mensaje que no corresponde será movido o
eliminado según el caso. Tienes otros foros dentro de Elfenomeno donde seguro que tiene cabida tu mensaje.