Después de la encarnizada batalla de la que nos libraron los pocos elfos de Lórien que quedaron agotados y que usaron el fuego en sus flechas, como bien advirtió Rúmil que serviría para alentar al espectro, una vez muerta su bestia; la situación había propiciado, además, las bajas de Dimas, Burzumgad y Adan con graves heridas en sus cuerpos. Una vez huido el espectro y los Uruks con los montaraces, los elfos y Broceliande, nos ofrecieron ir a Lórien para descansar y una vez allí contarles la misión encomendada con mayor detalle y tranquilidad, puesto que tres de los nuestros necesitaban de ayuda de la medicina élfica para recuperarse de lo pasado.
Una vez adentrados en Lórien y perplejos por la hermosura que irradiaba el paisaje y todo su alrededor con una tranquilidad asombrosa, Buzumgad, Dimasalang y Abârmil son puestos de inmediato en manos de los elfos que les proporcionan las medicinas necesarias para una curación cuanto menos rápida y eficaz. Mientras tanto me dedico a contarle el hecho de nuestro aun sin consumar cometido de salvar de las garras del mal a los dos montaraces raptados, con todo detalle y con pocas pausas, a Broceliande, Erwin y los elfos que nos rodeaban atónitos por lo sucedido:
Cada uno de nosotros estamos aquí por una razón, unos por su espíritu aventurero, otros por azar, cual sabe por coincidencia; pero todos coincidimos en algo: ¡Nuestra misión es una y debemos cumplirla sin pretexto alguno que nos recabe otra atención que no sea la de liberar a dichos montaraces aun en mal travesía! Vos, Broceliande y el resto de elfos, nos han sido de enorme ayuda frente a la incapacidad que nos tenía atemorizados y con los músculos agarrotados ante el espectro y su divergida maldad que se podía sentir en el aire de alrededor. Ante todo, os procuro las gentilezas de todos en nombre de la compañía, a ti, Broceliande, a tu ayudante, Erwin y a los restantes elfos por la manera de tratarnos, muchas gracias.
Después de referirles de forma breve pero intensa la misión que se nos había otorgado, sin perder tiempo y con la desconfianza que poseía en las alterables mentes de los Uruks que se dirigían hacía Isengard, me uno a la iniciativa del resto y sobre todo de Elder y Rúmil de abandonar cuanto antes el lugar y ponernos en marcha hacía Isengard para no derrochar un tiempo muy preciado:
Creo al igual que la mayoría que convendríamos partir cuanto antes aunque solo seamos cuatro, el tiempo apremia y no debemos olvidar que los Uruks son inesperables de acción y decisión sobre la marcha puesto que podrían cambiar de idea o pelearse entre ellos como cualquier otra cosa peor que se les pase; como tenemos tres camaradas heridos, debemos partir cuanto antes, pues ellos sabrán encontrarnos y no perder la pista. Lo peor sería inutilizar un tiempo tan dado como este que malgastamos hablando, ¡lo mejor será que nos pongamos en marcha!
Mientras discurría mi acuerdo con la mejor idea hasta el momento, a la vez que me inundaba una sensación de agrado y desahogo por la fidelidad con la que nos habían admitido, me proveía de alimento con lembas y agua de manantial, además de curar mis rasguños, llenar el carcaj de afiladas flechas y aguzar las hojas de mis preciadas espadas…
Rey elfo, junto a su amigo Rúmil Är-Feinield, de los Bosques de Herindat en las lejanas tierras de Ianna. (Virreinato entre la Primera y la Segunda edad, segun el computo de Ianna)
Por favor, inicie sesión para poder participar en el foro
Este foro está dedicado a la
comunidad y los fans, y todas las creaciones de éstos y otros aficionados inspirados en la obra de Tolkien u otras,
como pueden ser música, ilustradores, comics, retos, juegos y rol, etc.
Están prohibidos los mensajes que no tengan una relación directa con el tema.
Si dejas un mensaje que no corresponde será movido o
eliminado según el caso. Tienes otros foros dentro de Elfenomeno donde seguro que tiene cabida tu mensaje.
PROPUESTA:''PLAY-BY-POST''
Me interesa...
