Laureth

Capítulo 8: La Noche...

Derufod se despertó con Laureth aferrada a él. La observó mejor; estaba acurrucada entre sus brazos, aferrada a él. Derufod se separó un poco de Laureth y le besó en el cabello. Durmiendo estaba tan bella... “Te amo, te amo, te amo”, le decía mentalmente a Laureth.

Cogido con un extraño calor en su interior, besó a Laureth en el cuello, en los hombros, en el ombligo... Laureth se movió y dijo algo en una lengua extraña para Derufod. Derufod le quitó importancia y le besó en los labios y en el cuello.

Laureth le cogió del cuello y lo puso delante suyo, cara a cara. A Derufod lo único que dijo fue un “lo siento”. Laureth le sonrió.
- ¿Qué se supone que hacías?- Laureth le besó.
- No quería llegar a tanto. Te estaba, bueno, besando...
- ¿Tanto miedo te doy que me tienes que besar dormida?- Laureth le miró a los ojos.- No, lo has hecho por temor...
- Por amor, Laureth.- Derufod se quedó parado. Él no quería decir eso.- Bueno.
- ¡Shhh! No digas nada...- Laureth le besó apasionadamente, cogiendo a Derufod por sorpresa. Derufod cerró los ojos y lo siguió, empezando a tocar el cuerpo de Laureth. No sabía donde tocar, pero los brazos y el cuello eran unos buenos sitios para empezar. Ya que Laureth no hacía ningún movimiento Derufod continuó tocando. Le besó, dejándose llevar por todo el calor que tenía dentro. Laureth lo volvió a atraer a sus labios y Derufod acudió, obediente. Puso todo su cuerpo encima del de Laureth y empezó a soltarle un poco más la túnica. Laureth no deseaba que eso acabase, estaba esperando que llegase el punto clave. Aunque Derufod fuera lento, por su falta de experiencia, le gustaba que fuera así. Dejó que Derufod le soltase un poco la túnica y dejó llevar su cuerpo.

Freda se levantó de noche. Aún no había salido Aure pero se sentía que estaba a punto de amanecer. Tenía que levantar a Laureth y a todos los demás, pues se tenían que ir ya. Se levantó y Arod, que estaba abrazado a ella, chocó con el suelo y se despertó, asustado.
- Arod, Arod... ¿Te encuentras bien? Lo siento, lo siento.
- Ya sé que lo has hecho sin querer, tranquila. Además, me dormí. Me lo tengo merecido.- Arod sonrió.
- Y yo no te levanté...- Freda lo colocó sentado en el suelo.- Aún tienes el golpe que te di marcado. Soy una bruta... Que sepas, que no tengo nada contra ti, y que te quiero, solo que...
- ¿Tienes miedo de que te vea inferior?- Arod le cogió de las mejillas y la atrajo hacia si.- No lo eres ni te pediré que cambies. Me gustas así.
Freda lo atrajo y le besó, apasionadamente. Arod la sujetó para acostarla y Freda no le dejó hacerlo.
- Nada de montarme como a una yegua... –Freda se separó un poco de Arod y le besó, mordiéndole un poco el labio.- NO conseguirás que te perdone tan rápidamente por tu falta.- Se levantó y le acarició la mejilla con una sonrisa. Arod negó con la cabeza. Otro cambio de humor, pero después sonrió. Le gustaba esa chica.
Freda entró en la “habitación” de Laureth. Al entrar se los encontró amándose. Para que no la tomasen por algo extraño, gritó:
- ¡Laureth, arriba!- Fue directamente a la ventana. Laureth salió de la situación y miró a Freda con pena. Siempre la interrumpía en las mejores situaciones.
- Freda...- dijo Laureth con voz suplicante. Derufod continuaba estando abrazado a ella, solo que con el susto que se pegó Laureth había cambiado de posición. Le besó en el cuello, para que se acordase de que estaba allí.
- NO Laureth. Tienes que salir de aquí, pues te pueden encontrar... ¿Qué le pasa a esta maldita ventana?- Freda forcejeaba con la ventana. Laureth miró a Derufod y le dijo que tuviese paciencia. Derufod se derrumbaba por momentos. Laureth le besó en los labios y le pidió que no apartase su cuerpo del de ella.- ¡Oh, Laureth...!- Freda se giró y vio a Derufod besando a Laureth en el cuello. Laureth le paró.- ¿Soy demasiado maternal? ¿Me estoy volviendo vieja?
- No lo eres. Te preocupas, y ya está....
- Solo un segundo más y os vais.

Freda salió de la “habitación”. Derufod besó a Laureth en los labios y le acarició sus pechos. Laureth llevada por un ataque de pasión fue bajando su mano por el cuerpo de Derufod, poco a poco. Justo cuando iba a llegar a la entrepierna, apareció Arod. Laureth se tapó instintivamente. Derufod maldijo en voz baja su mala suerte y miró con mala cara a Arod. Arod salió, asustado.

Derufod salió de la cama, cansado de que lo interrumpieran y se puso su camisa. Laureth continuaba en la cama. Derufod se acercó y le acarició la mejilla.
- Lo siento. No podía ir más rápido.- Derufod le tendió la mano.- Vístete. Nos van a estar mirando todo el rato si no lo hacemos. Cotillas.
Laureth se vistió y Derufod también. Se miraron y se volvieron a besar amorosamente. Laureth se apoyó en su hombro y Derufod le acarició el cabello.
- Acabas de empezar, no podías ir rápido. Tranquilo.- Laureth le acarició los brazos. Derufod la miró y se fue hacia fuera.- ¿Elfhild?
- Estoy bien. Me duele la cabeza, pero estoy bien.- Derufod ayudó a levantarse a Elfhild, que se tambaleaba.

Alguien tocó a la puerta. Todos sacaron sus armas de repente, excepto Laureth que estaba cómo en trance. Derufod la observó y la vio con cara de miedo y dolor. Derufod fue a abrir la puerta. Era el tabernero, que les traía el desayuno. El pobre señor se dio tal susto que dejó el desayuno y se marchó corriendo. Todos se miraron y pestañearon, guardando sus armas. Laureth se marchó a su “habitación” cojeando. Derufod cogió parte de su desayuno y la parte del de Laureth y se acercó. Laureth tenía la pierna sangrando y buscaba algo dentro de sus cosas.
- Laureth... Eso no es normal, deja que llame a alguien.
- No, Derufod, no lo hagas. Es cosa mía...- Laureth seguía buscando, pero se cayó. Maldijo en voz baja y se intentó levantar. Derufod la levantó en brazos y la dejó en la cama.- No tienes que llamar a nadie... Por favor... Derufod...- Laureth lloraba. Derufod le acarició la mejilla y salió corriendo. Al rato apareció con Freda al lado.- No, Freda, no... No me toques.
- Laureth, ¿quieres que te deje así? Con la pierna sangrando...
- ¡NO te acerques!- Laureth se sentó en la cama y sacó un pequeño cuchillo y le señaló con él a Freda.
- Laureth, sé que puedes estar con miedo, pero no es necesario que llegues a este extremo... Laureth, te desangraras...
- No sabes lo que estoy haciendo, no puedes intervenir...- Laureth empezó a llorar, pensando en no sé qué pensamientos, viendo que todo su trabajo de curación se había hecho trizas. Derufod la cogió por sorpresa y la acostó en la cama. Cogiéndola de los brazos.- Derufod, no...- Laureth lloró y se dejó curar por Freda.
- Puedes apretar mi brazo si lo necesitas...- Derufod la soltó, ya que no daba muestras de querer irse a ninguna parte. Laureth negó y le besó en la mejilla. Derufod pestañeó. ¿Qué le sucedía ahora? Laureth simplemente lloró y así hizo que no le doliese tanto la escozor de la herida.
- Ya está. No era necesario que te pusieras así.- Freda le acabó de vendar la herida. Miró a Derufod y se fue. Derufod le secó las lágrimas a Laureth y la observó.
- Laureth, ¿sucede algo?- Derufod observó su brazo derecho. No estaba en tan buen estado. Le había vuelto a hacer daño. Lo cogió y le hizo un pequeño masaje.
- Derufod... No hace falta que le hagas nada.
- ¿Qué te ha sucedido?
- Lo que suele pasar cuando alguien le chafa todo un ciclo de curación. Me estaba curando yo misma y probando mis cualidades de curandera.
- NO era necesario que te pusieses así. Laureth...- Derufod la paró.- ¿Te he dicho que estás mejor sonriendo?- Laureth sonrió.
- Perdona. Seguro que parecería como si estuviese en un parto...- Laureth abrazó a Derufod.
- ¿Quieres un poco de comida? Parece que hace tiempo que no has comido nada... Estás un poco pálida.- Derufod cogió a Laureth por las mejillas y le observó.
- No, no tengo hambre. Come tú. Vas a necesitarlo.- Laureth le besó en los labios.
- ¿Vamos hacia fuera? Creo que tenemos que partir, mi amor.
Laureth asintió y se apoyó en Derufod para bajar.

Buenas, si tenéis algo que decirme, en el foro soy Telpi (de Telperion). Siento hacer un relato un poco cutre comparado con otros... Pero, lo perfeccionaré.