Laureth

02 de Septiembre de 2007, a las 22:36 - Laurelin (Telpi en el foro)
Relatos Tolkien - Relatos basados en la obra de Tolkien, de fantasía y poesías :: [enlace]Meneame

Capítulo 10:

Nainel marchaba junto con Laureth a toda velocidad, huyendo de Rohan. Laureth no había levantado la cabeza durante todo el trayecto, y ya que se tapaba la cara, estaría llorando. Nainel se preocupó de repente, viéndola tan triste y decaída. Pero a Laureth no le gustaba que se metiesen con ella cuando lloraba y le gustaba que le dejasen en paz. Nainel igualmente le tapó el camino a Laureth con su caballo y le tendió su capa. Laureth simplemente bajó la cabeza y dejó que Nainel se la pusiese. Laureth estaba encogida de temor.
- Gracias... - Laureth le tocó el brazo a Nainel. Éste solo agachó la cabeza y continuó galopando.

Nainel iba pensando en todo lo que había sucedido en la Taberna. Ésa persona que había estado con Laureth en la cuadra, ¿quién era? Nainel se sintió furioso y con un ataque de celos. Se controló y suspiró. Laureth nunca se habría fijado en él, “eres demasiado elfo”, le decía toda la gente. Dentro de sí mismo sentía celos, unos grandes celos por ésa persona que le había apartado de Laureth. Paró de pensar en eso. Laureth podía leerle la mente. La observó y la vio más pequeña que de costumbre, estremeciéndose por cada movimiento de su yegua. Nainel se centró en el recorrido. Ahora mismo estaban en el Folde Este. Podían dirigirse a Gondor por el río Entaguas, y así desembocar en el río Anduin, o, por el contrario ir por el Gran Camino Oeste, llegar al bosque de Firien y entrar así en terreno gondoriano o intentar atravesar la corriente de Mering y continuar por Anórien, siguiendo el camino del Oeste hasta llegar a Minas Tirith, su destino.
- Laureth, ¿vamos por el Camino Oeste o continuamos por el río Entaguas y continuamos por el Anduin?
- Son dos sitios muy transitados... - a Laureth se le quebraba la voz- Tendremos que prescindir de ambos...
- Nos podríamos perder...
- Confío en tu orientación, Nainel... - Laureth le sonrió vagamente.- Ahora no puedo centrarme en el camino que utilizaba yo para ir...
- Gracias por confiar en mí, pero no te fíes mucho de...
- Nainel, no. Haz lo que tengas que hacer... Pero, por favor, no me preguntes, no estoy en condiciones.

Nainel pensó la situación. Bien: tenía que hacer el menor trayecto posible para tardar menos y no cansar mucho a Laureth, y al mismo tiempo, tenía que evitar las vías muy frecuentadas... ¡Qué los Valar me acompañen! Nainel giró y continuó cabalgando, acercándose un poco al Camino Oeste. Sintió unos pasos cerca y advirtió a Laureth que se escondiese. Nainel se acercó al camino y observó. UN joven, seguramente de Gondor por sus vestiduras, que se movía nervioso encima de su caballo. Nainel miró hacia los lados, buscando una causa y la encontró. Dos huargos miraban desde la oscuridad a su víctima. Al ser de Gondor seguro que no habría visto a ésas criaturas y no sabría cómo atacarlas. Nainel puso una flecha en su arco y lo tensó. De repente, varios orcos cayeron con flechas clavadas en el cuello, muertos. Nainel pestañeó y el gondoriano se giró espantado. Un huargos saltó encima del caballo gondoriano y ahora la flecha de Nainel le atravesó la garganta. El joven gondoriano cogió su pequeña daga, pero no sabía utilizarla bien y no le serviría de mucho. Laureth apareció entonces, con la lanza en mano y apuntando a una sombra.
- ¡Aparta!- Laureth le ordenó al gondoriano. Éste se agachó y la lanza pasó rozando su cabeza. La lanza no llegó a su blanco y se quedó clavada en un árbol. Laureth cogió su espada, y aunque el peso de la arma le doliese, la siguió empuñando. Fue hacia el huargos y le dio una estocada ciega al jinete orco que había allí. El orco se murió al instante, pero aún quedaba el huargos, y Laureth tenía el brazo roto por el golpe anterior. El huargos saltó por encima de Laureth y se colocó en su lado. Estaba a punto de saltar. Aure se puso sobre dos patas cuando el huargos saltó y salvó a Laureth de una muerte segura. Laureth abandonó a Aure y cogió su lanza: la lanzó contra el huargos y no falló en el blanco. Se acercó a Aure y le acarició la crin.
- Levanta, pequeña... ¡Levanta! NO me dejes ahora, Aure... - Laureth notó la sangre de caballo en su mano, y lloró.- Me has salvado otra vez, no te vayas... - delante de ella vio a su abuela, cuando murió, diciéndole que siguiese sonriendo y que ganaría mucho en esta vida.- Abuela... ¡Otra vez no!
- Laureth... Ya basta. Está muerta y punto.- Nainel se acercó, guardando su arco.
- Piensas que no es nada para mí, ¿verdad?, solo una yegua del montón. ¡Era mi abuela! ¡La quería!- Laureth lloró y le pegó con el brazo izquierdo. Parecía una niña pequeña. Siguió pegando a Nainel sin causarle mayor daño. Nainel le cogió de las muñecas y le paró.
- Laureth... ¿Te has vuelto loca o qué? Entra en razón. NO podía ser tu abuela. ¡¡No puede serlo!! – Nainel le gritó, dejándose llevar por la desesperación del momento. Laureth suspiró y apoyó su cabeza en el pecho de Nainel.
- ¡La quería, la quería! Me ha salvado dos veces y.. - Nainel le soltó las muñecas y le abrazó. Le besó en el cabello, intentando calmarla. Sintió que sangraba en su mejilla. Laureth le había arañado. Se quitó la sangre y miró a su alrededor. Observó al gondoriano que se acercaba con la silla de montar de Laureth. La dejó en el suelo y dio media vuelta.
- Siento mucho haber causado tanto daño. No era mi intención...- La gondoriana, pues era voz de mujer se dio la vuelta otra vez y miró a Laureth y a Nainel.
- No sucede nada. Tú no tienes la culpa, la tienen ellos.- Laureth señaló a los huargos caídos.- ¿Eres de Gondor, verdad?
- Sí, lo soy. Intentaba entrar a Rohan desde este camino.
- ¿Por qué te vas de Gondor si eres de ahí?- Nainel se adelantó un paso, cabreado por el incidente. Laureth le tocó la espalda y le hizo quitarse de ahí un momento.
- ¿Para qué me iba a quedar si solo sirvo para limpiar platos?- La gondoriana bajó la cabeza. Laureth se acercó:
- Escúchame. Tienes ¿cuántos años? ¿Quince? Bien, ¿y ya quieres irte de casa? Intenta quedarte en casa, quiero decir: volver. Tienes família y eso es un bien que no todo el mundo tiene... Intenta perdonarlos y vuelve con ellos. No sabes cuánto van a durarte... - Laureth le tocó el hombro y vio su silla de montar. Cogió sus cosas.- Nainel, ¿tu crees que tu caballo podrá con los dos y con tanto peso?
- Tendríamos que descansar cada dos por tres... Pero, bueno, se intentará.
- Dieciocho. Dieciocho años. Yo puedo llevar parte de tu carga, no podréis los dos con todo.- La pequeña cogió la silla de Laureth y puso varias cosas en su montura. Nainel dio un paso hacia delante y Laureth lo paró.
- ¿Vendrás a Minas Tirith?- Laureth se acercó cojeando.
- De ahí es de donde vengo. Iré con vosotros, no pierdo nada. NO puedo volver sola, si me vuelvo a encontrar a esas criaturas no podría ni defenderme...
- Nainel, vendrá con nosotros.- Laureth se acercó a Nainel y le tocó el hombro.- Confía en ella, no se ve malicia en sus ojos. Es demasiado joven.
- Tu también tienes dieciocho años y mira... - exclamó Nainel. Laureth le miró. ¿Le había dicho algo malo? ¿Era lo que pensaba de ella? No quería discutir. Le dolían el brazo y la pierna y aún tenía los ojos llorosos. Volvió a mirar a Aure. Echaría de menos a su compañera de viaje. Se giró a Nainel secándose las lágrimas.
- Confía en ella.- Laureth le tendió la silla de montar.- Vámonos.
Nainel, después de haber colocado las cosas de Laureth en su silla, subió a Laureth al caballo y después subió él. La rodeó con sus brazos y la observó. A Laureth no le gustaba nada que le ayudasen a subir ni que la llevasen como bulto, pero ahora no había hecho nada. Laureth simplemente le miró y le dijo:
- NO te acostumbres... - Y le sonrió sin ganas.
- ¿Os llamáis?- Nainel observó a la gondoriana. Laureth había cerrado los ojos y se había sumido en un tipo de trance.
- Arien. No es un nombre muy bello, pero... - La gondoriana bajó la cabeza al ver a Nainel.
- Bueno, Nainel. Encantado. Siento haberme puesto tan sumamente desconfiado antes. Lo siento.
- No tienes por qué sentirlo. Yo no te he dado razones para que confiaras en mí.

Nainel sonrió. Continuaron galopando un trecho más.



1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18

  
 

subir

Películas y Fan Film
Tolkien y su obra
Fenómenos: trabajos de los fans
 Noticias
 Multimedia
 Fenopaedia
 Reportajes
 Taller de Fans
 Relatos
 Música
 Humor
Rol, Juegos, Videojuegos, Cartas, etc.
Otras obras de Fantasía y Ciencia-Ficción

Ayuda a mantener esta web




Nombre: 
Clave: 


Entrar en el Mapa de la Tierra Media con Google Maps

Mapa de la Tierra Media con Google Maps
Colaboramos con: Doce Moradas, Ted Nasmith, John Howe.
Miembro de TheOneRing.net Community - RSS Feed Add to Google
Qui�nes somos/Notas legalesCont�ctanosEnl�zanos
Elfenomeno.com
Noticias Tolkien - El Señor de los AnillosReportajes, ensayos y relatos sobre la obra de TolkienFenopaedia: La Enciclopedia Tolkien Online de Elfenomeno.comFotogramas, ilustraciones, maquetas y todos los trabajos relacionados con Tolkien, El Silmarillion, El Señor de los Anillos, etc.Tienda Amazon - Elfenomeno.com name=Foro Tolkien - El Señor de los Anillos