Relatos de Anderian: Viaje de un heredero

17 de Octubre de 2012, a las 11:28 - Órewen
Relatos de Fantasía - Relatos basados en la obra de Tolkien, de fantasía y poesías :: [enlace]Meneame

4. Larga travesía

Marduk estaba a un lado de Ílhan, observando con gran preocupación a su amigo, su aspecto lo hacía ver adormecido bajo un sueño muy pesado, sin embargo, al tocar su piel se daba cuenta que perdía calor poco a poco.


-¿Por qué fuiste a esa cueva?- le reclamó aunque pensara que hablaba solo.


Él y Argoreph, después de un tiempo de silencio, se limitaron a hacer un digno entierro al rey caído y sus hombres, en lo que Ílhan ponía sus ideas en orden o eso es lo que creía. Y ahora no sabía qué hacer, no tenía idea si aquel sueño duraría para siempre o lo mataría dentro de poco. Parecía que ese era el fin. Argoreph se acercó y observó la apariencia del chico, analizó por unos momentos la situación y poniéndose de pie volteó a ver a Marduk, quien seguía en la misma situación.


-Vamos Marduk levántate. Necesitamos movernos ya, tendremos que llevarnos a Ílhan como sea posible-le ordenó y éste volteó a verlo, pareciera que había olvidado que se encontraba con él, entonces asintió y entre los dos se las arreglaron para poder transportar a su amigo. Marduk sostenía a Ílhan de los brazos y Argoreph ayudaba sujetando sus piernas- Iremos en esa dirección- le señaló con la mirada, a juzgar por el camino se alejarían de Veleryon más de lo que ya estaban.


-¿Hacia dónde nos dirigimos?-preguntó Marduk.


-Intentaremos llegar a Balfilias, quizás puedan ayudarnos ahí-.


-¿Balfilias? ¿El hogar de los Meheri?-se sorprendió de escuchar el destino al que llegarían.


-Trataremos de llegar a como dé lugar…vamos sigamos caminando-.


-Bien, hay que avanzar lo más posible- se pusieron en marcha a paso firme y a buena velocidad, Marduk caminaba hacia una dirección incierta puesto que no sabía exactamente el lugar donde se alzaba la ciudad de los Meheri, sin embargo, Argoreph tenía una idea sobre su localización.

 

-Vamos Ílhan, yo sé que tú puedes con esto. No te rindas, estamos contigo- le solían decir, Argoreph tenía la sensación de que podría ser capaz de oírlos y que sus palabras lo alentarían a luchar.


Marduk empezaba a sentir que no avanzaban, puesto que por más que caminaran, seguían en Aritrel; era bien sabido que ese bosque era uno de los más grandes, pero eso no aportaba alguna noción de dónde se encontraban. Algo que le ayudaba a ubicarse era el divisar Faloth Sohrel ya que poco a poco se desplazaban hacia su derecha. Se preguntaba cuánto más tendrían que seguir caminando ¿un día entero? ¿Hasta después de dos días?, lo único que esperaba es que Ílhan lograra resistir en todo ese tiempo el hechizo.


Se detuvieron ya muy avanzada la tarde y observaron a Ílhan, lucía cada vez más pálido y su piel más fría. El joven de cabellos castaños se levantó y desvió su vista hacia el paisaje frente de ellos, tenía un aspecto de preocupación y frustración, de eso se había percatado su compañero pues tenía las mismas emociones en su corazón. Permanecieron un momento así y luego Marduk volteó finalmente.


-¿Qué estás haciendo?-.


-Darnos ventaja-le respondió Argoreph con Ílhan a sus espaldas- Sigamos, que no tenemos todo el día- Marduk asintió y recogiendo la espada de Argoreph le siguió el paso. El ritmo que llevaba era bueno, conforme avanzaba adquiría velocidad y hacía parecer que su carga era un poco más ligera de lo que debería de ser; Marduk estaba sorprendido por su increíble capacidad, era algo típico de cualquier Vannan que tuviera una mente fuerte. Algo que no le dejaba de impresionar, a pesar de haber visto algo semejante en el duelo de Ílhan y el cuélebre.


Conforme sus pasos avanzaban, lentamente lo hacía también el día y se fue volviendo una noche muy oscura, internándolos en un paisaje distinto entre la oscuridad. Su vista estaba resultando obsoleta en ese ambiente nocturno, pronto dejaron de avanzar pues ya no veían nada más allá de sus narices.


-Marduk, vendría bien un poco de luz-el joven de cabellos oscuros tomó un saquito que estaba puesto en su cinturón, de su interior sacó una piedra oscura con pequeñas formaciones que brillaban reflejando los escasos destellos de plata en la cúpula celestial, casi de inmediato comenzó a tomar más luminosidad hasta tener el fulgor de una estrella.


La luz blanca fue su guía de ahora en adelante, atravesaba incluso la neblina que se empezaba a formar, por lo que Marduk avanzaba primero para iluminar el camino a seguir. El ambiente era aún más tétrico, la luz mostraba sombras inquietantes y siniestras, proyectadas por los árboles a su alrededor; anduvieron con más cuidado, sumando los extraños sonidos que emergían de vez en cuando.


Mientras alumbraba la senda, una sensación ya conocida le invadía poco a poco: sus párpados comenzaban a volverse pesados, los sentidos comenzaban a fallarle por su cuerpo adormecido. Trataba de luchar contra ello, no podía estar sucediéndole justo ahora, pero sabía bien que no podría resistirse por mucho tiempo; tarde o temprano tenía que sucumbir, en un momento de lucidez pensó que esto traería buenas nuevas, aunque a Argoreph no le pareciera así, después de todo no conocía cómo funcionaba esto y sería inútil tratar de explicarle en un estado casi inconsciente, así que se dejó llevar. Dejó caer la piedra y la luz se fue mientras él también caía, víctima de la pérdida de consciencia, y Argoreph le gritaba en vano por su nombre.


-¡Marduk! ¡Marduk!- gritaba desesperado aquél hombre. La oscuridad le impedía ver dónde se encontraba el muchacho, más por haberse acostumbrado al faro tan luminoso que le guiaba. Su corazón comenzaba a palpitar más deprisa y sudaba frío, su respiración era rápida ante la sensación de falta de aire que le provocaba la desesperación- No tiene que estar pasando, no puedo doblegarme- se decía a sí mismo, sin embargo, sus esperanzas estaban desvaneciéndose y su mente le fallaba.


De pronto y por un mero descuido suyo, su cuerpo también caía ante la fatiga postergada, por lo que tuvo que bajar a Ílhan. Se aseguró de recostarlo en una zona adecuada, o eso es lo que sus manos alcanzaban a palpar, tras dejarlo ahí se dirigió hacia donde vio caer a su compañero a averiguar qué es lo que le había sucedido.


-Marduk, despierta- sacudió su hombro, pero no hubo respuesta alguna- Marduk- conforme su desesperación se acrecentaba, también lo hacía la fuerza con que sacudía al muchacho-¡Despierta!-.


El chico de cabellos oscuros despertó abriendo completamente los ojos, en parte por la forma en que le había despertado y otra parte por la oscuridad. Vio a Argoreph o al menos sintió su mano sobre el hombro, le tomó unos instantes recordar lo que había ocurrido y por fin habló.


-Lo siento, estoy bien- escuchó cómo su compañero respiraba aliviado al escucharlo, después se puso de pie- Tendrás que cubrirte los ojos hasta que yo te diga cuándo puedes ver- dijo esto y buscó un par de guantes en su cinturón


-¿Qué vas a hacer?-.


-Darnos ventaja-sonrió mientras se ponía los guantes y buscaba el fragmento de estrella- Cúbrete- en cuanto Argoreph hizo lo que le pidió, levantó lo más que pudo la piedra y ya estando en lo alto la luz volvió a emerger, esta vez con más intensidad y mayor distancia, tanta que podría verse desde muy lejos. Así permaneció hasta que consideró pertinente, después disminuyó hasta ser la linterna que antes era- Ya puedes descubrirte. Ahora nos queda esperar un poco-.


-¿Esperar a qué? Tenemos que avanzar- se dirigió hacia donde estaba Ílhan para nuevamente levantarlo y continuar el camino, pero algo lo interrumpió. Era algo lejano, pero se podía percibir perfectamente por más tenue que fuera, era como un grito y no cualquiera- Creo que tenemos compañía-.


-¿Un grifo? No puede ser, esa no era la visión que tuve-dijo Marduk algo preocupado por lo que podría suceder.


-A menos que sea tu mascota, sólo así me daría gusto escucharlo-volteó a ver a Marduk, y su rostro reflejaba que no podía decir que fuera de su pertenencia la criatura- Entonces hay que estar preparados- tomó su espada que había caído cuando Marduk quedó inconsciente, y la empuñó firmemente mirando la cúpula celeste en busca de alguna anormalidad en su penumbra uniforme.


Se hizo escuchar otro grito esta vez más cerca, tanto Marduk como Argoreph se acercaron a Ílhan, como un intento de crear una barrera humana para protegerlo; el primero iluminando apenas al trío, y el segundo con su espada reflejando el blanco fulgor en su fría superficie. Sus miradas no se cruzaban, puesto que buscaban una figura que pudiera resaltar entre tanta oscuridad, tampoco intercambiaban palabras para escuchar atentamente cualquier cambio, si algo llegara a cortar el aire o tal vez la emisión de otro sonido.


-Argoreph mira- dirigió su mirada hacia donde señalaba el joven, ese lugar era entre los árboles y enfocando su mirada, por las sombras que producía la luz blanca y los árboles, logró ver un bulto pequeño anaranjado y que tenía orejas grandes.


Ambos observaron cómo este avanzaba hacia ellos, revelando su identidad: un zorro. Se preguntaban qué hacía ahí, cuando otro grito los alertó e instintivamente voltearon hacia el cielo. Una sombra pasó cerca de ellos y se refugió en las sombras, y al igual que el zorro, se dejó ver poco a poco; no podían creer lo que veían, era una criatura magnífica y a la vez que podría resultar peligrosa, ciertamente se habían equivocado en clasificarlo como un grifo, de eso se dieron cuenta al verlo ya de cerca.


-Marduk, no hay que confiarnos. No sabemos cómo puedan reaccionar si nos acercamos, o hacemos algún movimiento brusco- susurró Argoreph, quien no apartaba la vista del hipogrifo.


-Entonces, ¿qué es lo que haremos?- preguntó Marduk haciendo lo mismo que su compañero, sólo que se enfocaba hacia el zorro.


Antes que Argoreph desarrollara una táctica para librarlos de esa situación, y antes que lograra decir algo más, apareció una sombra en medio de las dos criaturas. Esta era de la altura de ellos y figuraba una forma humana, ahora se cuidaban de los animales y la venida de este tercero, Argoreph debía buscar cómo salir de ahí a como dé lugar por el bien de Ílhan y de ellos dos.


-Siempre actuando por miedo, creyendo que todos están en su contra. Vaya error en el que viven-dijo la figura, la cual se aproximó a la luz y dejó ver que portaba una capa verde sujeta por un broche en el hombro izquierdo, bajó su capucha y descubrió un rostro de tez clara, ojos grises y cabello oscuro como la noche un tanto alborotado- Nunca van a cambiar-.


En su mano derecha sostenía una vara de madera con aros de oro en los extremos, y estos a la vez encerraban un mosaico incrustado de piedras tornasoladas, algo que había notado Argoreph; el joven volteó a ver a Marduk y el fragmento de estrella que hacía brillar.


-Tú fuiste quien nos trajo hasta aquí, ¿no es así? Bien entonces podrías responder por qué te molestaste en hacerlo-.


-Su majestad, hemos viajado en búsqueda de su ciudad. Necesitamos de su ayuda-contestó Argoreph señalando a Ílhan.


-¿Cómo sabes que soy de sangre real?-preguntó el recién llegado, no se preocupó por el que yacía en el suelo o porque le respondiera cuando no se lo había pedido, sino porque Argoreph supiera su estatus.


-El cayado que carga, eso indica que usted es de la realeza. Príncipe Dulanthir. Sí también sé su nombre-dijo éste al ver la cara de sorpresa que ponía el joven- estuve alguna vez en Balfilias, escoltando al rey Táerhan amigo de su padre-.


-¿Amigo? Ese título vacila sobre el precipicio, después de que se dejara abrazar por la ira y la venganza. En Balfilias no hay nada que puedan hacer, no recibirán ayuda alguna-.


-No si usted lo permite. Este joven ha caído en el hechizo del cuélebre, y aunque usted no lo apruebe he de decir que luchó contra esa criatura, y recibió el anillo de Veleryon- explicó brevemente Argoreph.


-¿Recibió el anillo? Eso quiere decir que…-.


-El rey Táerhan vio en Ílhan un heredero digno, y le dio el anillo antes de morir-añadió Argoreph y vio cómo el rostro del príncipe se ensombrecía por la pérdida del rey, al igual que él al recordar cómo fue que pasó.


Marduk vio a Ílhan y pudo notar que su ceño se fruncía, fue hacia él y le sacudió- Ílhan, despierta-.


-Está luchando con el hechizo-dijo Dulanthir al examinar al heredero de Veleryon.


-Sálvelo, no sé qué haya sucedido entre el rey Táerhan y su padre, pero Ílhan no tiene culpa en ello. No deje que pague algo que no hizo-le pidió Marduk, a lo que el príncipe pensó dos veces antes de responder a eso.


-Me lo llevaré a Balfilias, ustedes tendrán que continuar el camino a pie- dicho esto se dirigió al hipogrifo y subiéndose dio la señal de subir a Ílhan con él, una vez hecho y ya estando bien preparado vio al zorro- Guíalos a Balfilias-le ordenó.


Ya estando todo listo el hipogrifo se elevó y pronto se fue desvaneciendo en la oscuridad, dejando atrás a Marduk, Argoreph y el pequeño zorro. Los dos hombres voltearon a verlo y éste movía la cola animosamente, de inmediato asumió su papel de guía y empezó su travesía.


-¿Crees que lo logre?- preguntó Marduk, un tanto inseguro.


-Hay que creerlo. Ya vimos que Ílhan está luchando, no hay que desanimarnos después de eso-le contestó con una sonrisa de lado- Así que, un Opari. Nunca me lo hubiera imaginado-dijo cambiando de conversación.


-No voy a andar por las calles gritando que soy un Opari. Además aún me cuesta controlar bien mis habilidades-dicho esto llevó su mano a la cabeza, sobándose por la caída que había sufrido.


-Te golpearía por haberme asustado de esa forma, pero ya me ahorraste el trabajo-rió.


-Qué insolente-se quejó Marduk, a lo que su compañero rió más.


Caminaron un tramo más y Argoreph se sostuvo del hombro del muchacho para luego caer de rodillas y sentarse un momento sobre sus piernas- Qué cansado me siento-.


-Tranquilo, nos detendremos por un rato-volteó a ver hacia donde se encontraba el zorro, éste estaba regresando sobre sus pasos al notar que se habían detenido.



1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21

  
 

subir

Películas y Fan Film
Tolkien y su obra
Fenómenos: trabajos de los fans
 Noticias
 Multimedia
 Fenopaedia
 Reportajes
 Taller de Fans
 Relatos
 Música
 Humor
Rol, Juegos, Videojuegos, Cartas, etc.
Otras obras de Fantasía y Ciencia-Ficción

Ayuda a mantener esta web




Nombre: 
Clave: 


Entrar en el Mapa de la Tierra Media con Google Maps

Mapa de la Tierra Media con Google Maps
Colaboramos con: Doce Moradas, Ted Nasmith, John Howe.
Miembro de TheOneRing.net Community - RSS Feed Add to Google
Qui�nes somos/Notas legalesCont�ctanosEnl�zanos
Elfenomeno.com
Noticias Tolkien - El Señor de los AnillosReportajes, ensayos y relatos sobre la obra de TolkienFenopaedia: La Enciclopedia Tolkien Online de Elfenomeno.comFotogramas, ilustraciones, maquetas y todos los trabajos relacionados con Tolkien, El Silmarillion, El Señor de los Anillos, etc.Tienda Amazon - Elfenomeno.com name=Foro Tolkien - El Señor de los Anillos